sábado, 1 de junio de 2013

INFORMES DE GESTIÓN ¿EQUIVALE A CLARIDAD EN LA INFORMACIÓN?


Comenzando con el final…ha eso hay que apuntarle y llegar pronto… seguramente el camino por recorrer va a ser “largo y tendido”, por aquello de la resistencia al cambio; no es fácil que los funcionarios involucrados se esfuercen por cambiar paradigmas, máxime cuando sus actuaciones, en el pasado, ya sea bien, regular o mal hechas han dado el resultado esperado. En lo personal considero que no será tan tendido el camino, pero comienzo tienen las cosas.

Lo escribo no porque disponga de elementos de juicio de la presente administración que me lleven a concluir que la información está en-gavetada, distorsionada o incompleta.

Todo lo contrario, se espera que todos los integrantes del actual Gabinete Municipal expresen lealtad, compromiso y transparencia en sus actuaciones, para así evitar que después del 31 de diciembre del 2015, el para esa época ex-alcalde abogado Álvaro Carrillo no tenga que manifestar… “eso se hizo a mis espaldas”.

Cosa diferente, fue lo que ocurrió, durante la anterior administración; lo que suponemos  es que se hizo con el consentimiento de los diferentes alcaldes pero sin el pleno conocimiento de lo que firmaban o autorizaban.

Todo obedece a que estos temas financieros, administrativos y de planeación tienen un grado de especialización (sobre todo el manejo y la interpretación de las cifras) que obliga a los mandatarios a “creer y confiar” que la información frente a ellos goza de veracidad y actúan “de buena fe”; entonces el ordenador del gasto de turno presume lo correcto, así sea con aprehensión.

Surgen los problemas cuando, alrededor de la toma de decisiones se crean y funcionan grupos de control que deciden el que, como, cuando, donde y el porque del tipo de información a presentar.

Regresando al presente, y sin ser lo anterior una excusa aparente para pretender defender el actual gobierno, todo lo contrario los estoy advirtiendo; el Alcalde y la Secretaria de Hacienda deberán recordar la expresión del funcionario del Departamento Administrativo de la Función Pública (DAFP), cuando el primero le entrego de manera verbal y escrita parte de la información administrativa, financiera y de planeación obtenida durante el proceso de empalme.

Al intuir el alto funcionario, que una cosa era la información oficial recibida,  que llevó a la DAFP tomar erróneas conclusiones, de hecho ese informe concluía una gestión favorable con unos indicadores de gestión positivos para el municipio; otra realidad muy diferente era la que el recién posesionado mandatario le entregaba, al punto que se abstuvo de entregar el informe, solo entrego el modelo para adelantar un Programa de Saneamiento Fiscal y Financiero, expedido por el actual alcalde siete meses después, casi igual al acto administrativo, invocando la ley 550 de 1999, once años atrás; y por supuesto prendiendo, en Bogotá, las alarmas.

Solo resta esperar que en la actualidad los responsables en la elaboración de dichos informes de gestión, no sean los mismos.   

Acierta entonces el ordenador del gasto, al expedir éste el último decreto 025, fechado 20 de mayo de 2013 “Por medio del cual se efectúa delegación de funciones en materia de administración de información y comunicación organizacional del municipio de Cartago, ya sea por medios electrónicos o por medios físico que deban rendir ante las diferentes estancias de control o entidades que así lo requieran”.

Con todo lo anterior, debió de quedar claro sobre todo al Alcalde Municipal, que el acto administrativo donde  delega funciones, en ningún momento lo exonera de la responsabilidad Administrativa y Fiscal derivado del normal funcionamiento del municipio.

A propósito de  actos administrativos, es necesario recordar que el pasado 19 de julio de 2012 se expidió el acuerdo 018 de 2012 “por medio del cual se autoriza al alcalde para realizar operaciones de manejo de la deuda pública, en especial el crédito de tesorería suscrito en la vigencia 2011”; de igual manera el  25 de septiembre de 2012 se expidió el decreto 097 “Por medio del cual se establece y se adopta un Programa de Saneamiento Fiscal y Financiero para el Municipio de Cartago”; y para no olvidar que en noviembre 19 de 2012 mediante resolución 000438 “por medio del cual se convoca y se otorga un plazo a los Acreedores de bienes y servicios dentro del Programa de Saneamiento Fiscal y Financiero del Municipio de Cartago”.

Como podrá observar usted atento y respetado lector, la administración actual no ha escatimado esfuerzos desde lo jurídico y financiero, intentando organizar el municipio y darle un norte; si bien es cierto heredó una errónea administración de los recursos; también es cierto que en la siguiente vigencia fiscal se presenta un nuevo escenario financiero donde los presupuestos y los flujos de recursos técnicamente deben de aumentar por lo menos en la inflación del periodo, aunado el esfuerzo fiscal que se haga en ese período, pero en ningún momento retroceder.

Que bueno seria que el próximo informe de gestión que debe de estar preparando la Secretaria de Hacienda y su Equipo Económico informara en que se ha avanzado y los resultados,  frente a lo estipulado en cada uno de los considerandos y artículos que hacen parte de los prolíficos actos administrativos (no se mencionaron todos)  con eso despejaría las dudas sobre su gestión en esa cartera. De hecho esperamos que el recaudo haya mejorado.

Lo anterior porque la opinión publica recibió bien la noticia de la entrega de los primeros 120 actos administrativos de desvinculación de funcionarios que aparentemente hacían parte de cuotas burocráticas y por supuesto no aportaban un valor agregado al normal funcionamiento del ente territorial.

Dicha actuación hace parte de lo estipulado en los planes de mejoramiento administrativo y fiscal que adelanta el municipio, pero y de las otras acciones de igual o mayor importancia ¿que ha pasado? Como por ejemplo ¿Cómo va la atención a la deuda pública y al déficit fiscal?  Para no entrar en más detalles.

Finalmente, desde anteriores administraciones, siempre nos encontramos con equipos de trabajo infalibles; ese sentimiento se superioridad y autosuficiencia siempre los ha llevado a tomar las peores decisiones, una tras otra, que han precipitado al municipio a la gran encrucijada en que se encuentra hoy. Amanecerá y veremos.

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