Lo primero que debemos reconocer es la cruda
realidad por la que atraviesa el campo que se resume en una sola palabra desidia;
con mayor razón y en relación a la calidad de vida de los habitantes del sector
rural cuya premisa desde comienzos – con seguridad muchísimo antes -
del siglo XX; es, insistimos, el abandono y la indiferencia por parte de la institucionalidad en relación a lo que sucede, o deja de suceder, en esos
territorios.
Olvido que fue acumulando frustraciones durante
generaciones completas, lo que finalmente terminó expresándose en violencia
cuyas principales causas fueron y son las desigualdades políticas,
económicas y sociales.
Las primeras tienen que ver con la concentración
del poder político en unas pocas manos; para no ir muy lejos miremos a nuestro
alrededor en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
Las otras – comprendido el contexto nos debe
llevar a concluir que las tres (3) están correlacionadas entre si y se
alimentan unas de otras en una simbiosis que ha determinado el freno, en
especial en algunos sectores como el empleo, al crecimiento y desarrollo de la
ciudad - tienen relación directa con la inequidad y la falta de
oportunidades para con un poco más del 50.5% de la población cartagüeña (dato
al 2015, Planeacion Municipal) que se encuentra ubicada en los estratos uno (1)
y dos (2). Surge el primer interrogante ¿Cuál es el dato al 2023?
En este punto hay que subrayar que una de las
principales falencias de la institucionalidad local (que incluye no solo a la
administración municipal, sino a la Cámara de Comercio, Fenalco y Ong´s ambientalistas entre otros) es
la ausencia de información socioeconómica que mida el PIB local, así como la
construcción de indicadores como por ejemplo la tasa de desempleo en la ciudad y la
tasa de ocupación… O el inventario arbóreo, Etcétera.
De lo que si se dispone información (DANE 2023) con
base en una población estimada de 140.022 habitantes (proyecciones locales
indican más de 160.000 habitantes); la Población económicamente activa (83.038 personas),
población en edad de trabajar, o simplemente medir la pobreza y miseria en la
ciudad.
Así como valorar si a la fecha el 36.5% de la
población se ubica en el estrato tres (3) y si es correcto afirmar y/o desagregar,
que el 13% de la población se encuentran concentrados los estratos cuatro (4),
cinco (5) y seis (6).
Surge entonces el segundo par (2) de interrogantes ¿Podemos estimar en el corto plazo la actual estratificación de la ciudad y
determinar en qué porcentaje (%) de la población se encuentra concertada la
riqueza en la ciudad? y ¿De todas estas
variables socioeconómicas y poblacionales, esos componentes, qué indicadores corresponden
al sector rural?
HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA PATRIA
Si nos proponemos recordar un poco la historia
patria, nos encontramos que la crisis del sector rural se agudizó, afirman algunos historiadores,
con el ascenso al poder de Mariano Ospina Pérez (1946-1950) triunfo que
significó la salida del Liberalismo del poder lo que, a su vez, determinó el
recrudecimiento de la violencia bipartidista.
Esa violencia bipartidista determinó el problema
histórico de la tenencia de la tierra, que dio origen con el despojo al
campesino pobre de la misma, lo que le siguió el desplazamiento y al final de la ecuación= concentración
de la tierra en unas pocas manos.
Periodo oscuro en la historia de Colombia que obligó a las élites de esa época – poco ha cambiado en la actualidad - un pacto
político entre liberales y conservadores que se denominó el Frente Nacional
(1958-1974); lo más irónico es que durante ese periodo los niveles de violencia
no disminuían por el contrario se recrudecieron.
Situación que intentó resolver, el presidente
liberal, Carlos Alberto Lleras Retrepo con la expedición de la ley 135 de 1961;
la que es considerada como la primera y ambiciosa reforma agraria. Recordemos la
creación del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IDEMA).
Dicha reforma se estructuro alrededor de tres (3)
ejes estratégicos: Primero. Dotación de tierras a campesinos carentes de
ellas. Segundo. Adecuación de tierras para incorporarlas a la producción
y Tercero. Dotación de servicios sociales básicos y otros apoyos
complementarios.
Sin embargo, para abreviar, podemos concluir que la
lucha por el poder político – léase: reformas propuestas, votadas y las que
adelanta el gobierno de Gustavo Francisco Petro Urrego - en la actualidad
siguen expresando un enfrentamiento burocrático - ya no ideológico y
programático - entre liberales y conservadores.
Lo anterior nos lleva a abordar, como asunto que
nos ocupa hoy comenzando semana, parte de la problemática del sector rural que
se vive en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
Que, insistimos, se encuentra históricamente
desprotegida la ruralidad; ya como consecuencia de lo anterior de este –
hasta la fecha, ese inevitable abandono - es el acelerado decrecimiento de
su población.
Situación demográfica que no es otra cosa que el
cambio humano continuo visto desde su estado actual y desde su dinámica
poblacional que relaciona el pasado con el presente para proyectar el futuro.
Y como estamos hablando de decrecimiento, esa
variable, podría obedecer principalmente a: En Primer lugar, no solo porque
los indicadores de natalidad han disminuido - ya que pasó, hace 50 años, de 6
hijos por unidad familiar; hoy en promedio a dos (2) a parte que la mujer
colombiana desea tener en promedio 1.6 hijos – correlacionado con lo
anterior son los nacidos vivos que son atendidos en hospitales en ciudades
circunvecinas; lo que indicaría erróneamente un descenso de la natalidad ya
que, como ya lo indicamos, son registrados en otras ciudades.
En segundo lugar, es la creciente migración de la población rural, hacia
otras cabeceras municipales en busca de mejores oportunidades que les permita
una “mejor” calidad de vida o por lo menos empleo; creando una nueva expectativa de bienestar de esas familias.
Se considera que ese desplazamiento voluntario no
necesariamente es hacia la ciudad, pues está claro que el municipio no ofrece muchas
oportunidades laborares sostenibles para esa mano de obra que proviene del
campo, salvo que se sea absorbida por el sector construcción, servicio
doméstico, o se dedique a la informalidad y en el extremo de los casos a la
mendicidad.
La más reciente información estadística año 2023
obtenida del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indica
que dicha población rural alcanza los 4.596 habitantes; lo que sugiere que
aproximadamente el 53.62% es decir aproximadamente 2.464 personas entre mujeres
y hombres están aptos para ejercer el derecho constitucional al voto.
La desoladora realidad del sector rural le impone a
nuestro campesino una existencia precaria que obedece esencialmente a la no
satisfacción de las mínimas necesidades básicas y agravándose en el sector de
los servicios públicos que no se prestan ni en la cantidad ni en la calidad
necesarios para hacerla atractiva.
Lo anterior tiene como consecuencia directa en la
inversión productiva en ese sector; como por ejemplo impidiendo o limitando el
asentamiento de la agroindustria (diferente al monocultivo de la caña) en el
sector. Lo que impide garantizarle una vida digna a las futuras generaciones
que actualmente sobreviven del campo.
El diagnostico empieza con crear centros de salud
que resuelvan el desafío de la atención primaria y de urgencia en salud, educación
de calidad, contempla precariedad en las vías de penetración (vías terciarias)
las cuales colapsan en temporada de lluvias (muchos docentes en invierno deben
de transportarse a lomo de caballo o mula hacia los centros educativos
veredales).
La educación es básica; los centros de salud son
insuficientes y escasamente dotados; el sistema de cobertura en agua potable y
saneamiento básico es casi que primitivo, la vivienda digna es un reto que debe
enfrentar el próximo gobernante de los Cartagüeños; éstos y muchos otros más
indicadores socioeconómicos la hacen ver como inhabitable.
Lo insólito es que hace muchísimos años están
prendidas las alarmas por la pésima calidad de vida que enfrentan nuestras
mujeres y hombres del campo y poco o nada de fondo se hace por remediarlas.
Lo anterior significa que el campo hace décadas
dejó de ser autosuficiente y por supuesto la producción de bienes especialmente
pan coger desapareció por completo de la mesa de nuestro habitante del campo y
los pocos privilegiados que tienen poder de compra deben de salir y adquirirlos
en la ciudad o municipios que dada la ubicación le son más cercanos.
Finalmente, y cerrándose ese círculo vicioso de
pobreza y miseria, el monocultivo de la caña ocupó las tierras más fértiles
desplazando la mano de obra que en el pasado sobrevivía del trabajo en los
cultivos como soya, sorgo, algodón y demás productos tradicionales, disparando
dramáticamente los indicadores de desempleo en la zona.
Frente a
este incierto panorama, la siguiente pregunta que obligatoriamente nos debemos
de formular es ¿Qué propuestas tendrán los próximos dos (2) candidatos, en
su Programa de Gobierno, con mayor intención de voto de cara a las elecciones
del 29 de octubre, para empezar el proceso de reactivación del campo y
garantizar la calidad de vida al campesino pobre?
UN CAMPO VISIBLE SOLO EN ELECCIONES
Antes de entrar en materia es importante recordarle
a usted, atento y respetado lector, que en el imaginario colectivo persiste la idea que nuestra zona rural solo cobra importancia cuando se acercan las elecciones y es cuando los auxilios y las
ayudas aparecen como por arte de magia, pero sin solucionar de fondo el
problema del empobrecimiento de nuestro campesino. ¿Será esa afirmación totalmente cierta?
Entrando en materia… Y de paso aclarar uno de los
interrogantes, se hace entonces necesario formularnos la siguiente pregunta: ¿Existe
un verdadero proyecto para el sector rural que interprete dicha realidad y
proponga acciones que intenten transformarla?
Si bien es cierto esos candidatos le va a apuntar al
campo, se hace necesario recordar que desde el pasado los anteriores candidatos
proponían acciones para transformarlo.
No podemos perder de vista, eso se espera, que todos
los aspirantes, que deberán estar valorados por la intención de voto de los ciudadanos
– eso es lo que espera la dirigencia empresarial y política de la ciudad - en
esas esperadas propuestas individuales deben tener como mínimo dos enfoques.
El primer enfoque proponer una ambiciosa
reestructuración y el cambio, y el segundo enfoque la continuidad en los
planes, programas y proyectos de la actual administración municipal.
Sin descartar un tercer enfoque que tendría que ver
con una agenda de inversiones a través de una mezcla de cambio y continuidad en
relación al diseño o continuidad de políticas públicas, acordes a lo planteado
por el gobierno nacional de Petro, orientadas al campo.
Es tal la importancia que le debe dar al sector rural,
que se considera (la reactivación del campo) como uno de los principales pilares
del desarrollo sostenible para la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
Estas podrían ser algunas de las propuestas:
creación de la Secretaría del Medio Ambiente y Vivienda, concentrando recurso
financiero, humano y tecnológico y sentar las bases para terminar con el
divorcio campo-ciudad.
Proponer alianzas con la Federación a través del
Comité Departamental de Cafeteros, Sena, Finagro, Cooperativa de Cafetaleros
del Norte del Valle, CVC, Cootecnova y las autoridades ambientales y el sector privado para
llevar crecimiento y desarrollo sostenible y sustentable a las mujeres y hombres del campo.
Creación de las Granjas Integrales Autosuficientes,
internet gratis y educación virtual apoyado en material educativo multimedia,
vivienda digna, la red unidos en el campo y la ciudad, programas de peones camineros,
programas de reforestación de micro cuencas, unidad agrícola familiar, y la
implementación de las cadenas productivas entre otros.
Otras propuestas deben dirigirse hacia la protección
del recurso hídrico (ciclo del agua) y del medio ambiente, propone la
protección de los bosques, la biodiversidad y los recursos naturales renovables y no renovables.
Las acciones concretas podrían ser: Fomentar la
educación ambiental y la conciencia ciudadana, fortalecer la gestión ambiental,
fomentar el manejo del recurso hídrico, residuos sólidos y residuos especiales,
sostenibilidad ambiental, fomentar el ordenamiento ambiental, control y
vigilancia, fortalecer la asistencia técnica, articular y armonizar con el POT,
el POMCH Rio de la Vieja y Quebrada Obando y propiciar modelos de producción
más limpia.
LA
RURALIDAD VISTA DESDE LO AGROPECUARIO Y AMBIENTAL
El
enfoque dado a la presente reflexión tiene como propósito recordarle a usted,
atento y respetado lector, que el enfoque de alguna manera tiene que ver –
visto desde la gobernabilidad y la gobernanza – con las esperadas y próximas iniciativas
administrativas, que deben de quedar marcadas en el Programa de Gobierno y Plan
de Desarrollo del próximo gobernante de los Cartagüeños.
De
las que se deben derivar oportunidades de negocios y de inversión social que deben
surgir durante el mandato en cabeza del próximo gobernante de turno.
PARTE
DE LA AGENDA DEL PRÓXIMO GOBERNANTE
Que
no es otra cosa que visibilizar la realidad rural visto desde, lo agropecuario
y ambiental durante el próximo periodo de gobierno (2024-2027), apuntes que
tienen que ver con el camino recorrido hasta fecha visto desde la
gobernabilidad y la gobernanza.
Una
primera conclusión, necesariamente para reactivar el campo se debe contemplar
las Alianzas Público Privadas; como generadores de empleo productivo. O crear
unos ambientes de negocios favorables para el inversionista en el sector rural
bajo los parámetros de responsabilidad social y ambiental.
LOS
FRENTES DE TRABAJO AGROPECUARIO Y AMBIENTAL
La
agenda de trabajo si bien es cierto recae sobre el próximo ordenador del gasto
la responsabilidad de darle tramite y ejecutar todas esas iniciativas tienen
que ver con las hasta ahora oficinas de Desarrollo Agropecuario y Rural y la de
Gestión del Desarrollo Ambiental y Territorial.
Recordemos
que una de las posibles propuestas es la creación de la Secretaría del Medio Ambiente y
Vivienda – o como desee ser denominada por los planificadores del desarrollo
de la ciudad - concentrando el recurso financiero, humano y tecnológico y
sentar las bases para terminar con el divorcio campo-ciudad. Como por ejemplo
empezando por mejorar las vías terciarias carreteables
(Placa Huella), banco de maquinaria amarilla y la creación de un centro de acopio.
Lo
anterior significaría la reestructuración la Secretaría de Planeacion, Medio
Ambiente y Desarrollo Económico. Y a su vez la creación de la Secretaría de
Desarrollo Económico y Competitividad; apoyada en la ciencia y las tecnologías de la información y las
comunicaciones.
Y
más allá de ello, es de transcendental importancia que le hemos dado, en
artículos anteriores, y de paso continuar con el hilo conductor en lo
relacionado con el medio ambiente, la preservación de los ecosistemas, la
trascendental importancia de proteger para conservar el ciclo del agua; en general de las energías renovables que tienen que ver con la migración a una
nueva matriz energética (paneles solares).
Que
de no hacerlo corremos el grave riesgo de enfrentar los efectos devastadores
del cambio climático: largas temporadas de sequias e inundaciones; que ponen en
alerta, en el largo plazo, la seguridad alimentaria del territorio, pero en
general sobre la protección del medio ambiente.
LA
LINEA AGROPECUARIA Y AMBIENTAL
Regresando
a la protección del medio ambiente… Es importante destacar temas neurálgicos
que garanticen continuar avanzando, pero lo más importante es tomar acciones decididas y contundentes tendientes a la reactivación económica del sector
rural en la ciudad.
La
primera, Reestructurar el Consejo Municipal
de Desarrollo Rural (CMDR) en su funcionalidad y operatividad; ya que la
asistencia técnica agropecuaria lejos está de resolver los desafíos que
enfrenta diariamente el campesino pobre del campo.
La
segunda: Como principal causa de lo anterior es
la limitada y escasa asignación presupuestal y financiera que se expresa por la
falta del personal operativo, del respaldo técnico agropecuario y ambiental.
Recordemos
que es un problema de asignación de recursos y activos técnicos, tecnológicos y
humanos por lo menos durante el próximo cuatrienio.
GENERALIDADES
No
cabe la menor duda que el principal desafío como lo es la protección del medio
ambiente y lucha contra el cambio climático es a nivel global; lo que
inevitablemente involucra – más allá de la persecución política que es una
faceta cínica de la politiquería – el nivel nacional, departamental y por
supuesto a nivel municipal.
Lo
anterior significa que la sostenibilidad ambiental es uno de los pilares que
sentará las bases para garantizar en el largo plazo: el aire libre del
porcentaje nocivo que implica la presencia de la huella de carbono, garantizar
el ciclo del agua que en si mismo garantiza el suministro, la eficiencia y
efectividad en llevar a la totalidad de las familias el agua potable.
No
perder de vista la alternativa de otra fuente de suministro de agua, toda vez
modernizada la planta de tratamiento no, 2 de agua, a través de la quebrada, o
rio, Obando.
La
protección del Bosque Tropical Seco, la madre vieja zapata, la PTAR, los colectores
sobre la margen izquierda del rio de la vieja, de la regulación y el control de
la frontera ganadera, el uso racional y de la explotación de la frontera
agrícola técnicamente cultivable.
Lo
que a su vez garantice la seguridad alimentaria en especial para esos cientos de
familias Cartagüeñas y de los municipios circunvecinos (Alcalá, Ansermanuevo, Obando,
Toro y Ulloa) en situación de pobreza y pobreza extrema.
De
la necesidad se tomen importantes decisiones que constituyan, junto con los
mecanismos de participación ciudadana y la equidad social, tareas
imprescindibles que se deben asumir para así asegurar - en el mediano y largo
plazo - mejorar los niveles de desarrollo, competitividad y bienestar social en
el campo y en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
Es
importante recordarles a las autoridades ambientales la Corporación Autónoma
Regional del Valle del Cauca – tal parece de autónoma no tiene nada - CVC para
conservar el ecosistema natural del Ecoparque de la Salud el Samán, la margen
izquierda del rio de la vieja; en general el cuidado y preservación de la
cuenca de los Ríos De la vieja y el Cauca; el bosque de Emcartago, revisar de
nuevo, el tema del el relleno sanitario y la escombrera regional.
Fortalecer
la Mesa Ambiental Municipal y la aplicabilidad del Comparendo Ambiental; de la
mano de la Secretaría de Educación Municipal para institucionalizar el Proceso Educativo
Ambiental desde las Instituciones Educativas (IE) oficiales y no oficiales; todo
orientado a cuidar el potencial de oferta hídrica y ambiental de la ciudad.
Lo
anterior se logra, desde ahora y con el próximo gobernante de la necesidad de articular
el municipio al Plan Departamental de Desarrollo Forestal, hacer una realidad
la construcción de la PTAR que ya cumplió 14 años de la sentencia de la corte
constitucional que obliga a lo allí dispuesto.
Trabajar
de la mano de la academia y el sector privado para darle impulso al biocomercio
y ecoturismo, la actualización cartográfica, el Plan Decenal de Educación
Ambiental, apoyo a la PGIRS y POMCAS, el estudio de los costos ambientales y la
formulación del Plan de Producción más limpia todo enmarcada en un nuevo plan
de Ordenamiento Territorial (POT).
En
tal sentido, la ciudad con EL SOL MÁS ALEGRE DE COLOMBIA debe de ostentar
un papel fundamental, no solo por hacer parte del eje estratégico del Sistema
Nacional Ambiental y del paisaje Cultural Cafetero.
Sino
como dinamizador de las políticas encaminadas a construir un modelo de
desarrollo y convivencia que garantice, a la vez del mejoramiento de la calidad
de vida del sector rural, visto desde la perspectiva ambiental y la seguridad
alimentaria dando un primer paso con el apoyo a la consolidación del proyecto
Huertas Caseras.
ESTADO
DE LA POBLACIÓN RURAL EN LA ACTUALIDAD
Este
es un tema y sus graves consecuencias que se viene acumulando durante, por lo
menos, los últimos veinte y tres (23) años y es lo que tiene que ver con la
sostenibilidad ambiental y poblacional.
Es
definitivo ya que, ese distanciamiento del sector rural, le da forma y
patentiza la inequidad social, el descuidado o mal uso de los sistemas
ecológicos que repercuten en el bajo crecimiento económico – excluidas las
clases altas – que les garantice la reproducción de los ciclos productivos y
del adecuado uso de la tierra con calidad para la producción agrícola.
Lo
que también hay que observar es que, el sector rural a pesar que territorial y
geográficamente es relativamente pequeño comparado con otros municipios circunvecinos; estamos inmersos en unos sistemas naturales (dos rios) esa es la real riqueza – léase: lo que nos obliga a la protección
del ciclo del agua - con el fin de lograr condiciones de vida dignas para las
generaciones futuras y de crear nuevos ambientes de negocios para el desarrollo
en especial para aquellos que lo abandonaron ya sea que regresen al campo; o
por lo menos frenar la migración interna del campo a la ciudad.
A
propósito de migración del campo hacia la ciudad o ciudades circunvecinas; tal
parece la población rural según el Dane (2023) es de un poco más de 4.596
habitantes.
Sin embargo, la otra realidad que hoy nos muestra es que veinte y tres (23) años después, según la data del Dane (2020) la población del sector rural de nuestro municipio ascendía a un poco menos de 3.076 habitantes la mayoría población en situación de pobreza y vulnerabilidad y otro porcentaje, así sea pequeño, en situación de miseria.
Surge la siguiente pregunta ¿Los dos
contradictorios datos anteriores nos
llevan al beneficio de la duda razonable y metódica sobre cuál es la verdadera
población rural de la ciudad?
LA
VOCACIÓN PRODUCTIVA Y LOS USOS DEL SUELO
La
siguiente información obtenida a través de la oficina de Desarrollo
Agropecuario y Rural y la de Gestión del Desarrollo Ambiental y Territorial; a
su vez de la cartografía disponible de la Corporación Autónoma del Valle del
Cauca (CVC), el uso potencial del suelo en el territorio municipal que se
ajusta de la siguiente Forma:
Estos
suelos en la parte plana coinciden con los usos potenciales de cultivos limpios
como soya, sorgo, maíz, tabaco, algodón, frutales (cítricos, mangos, maracuyá,
uva, papaya, ciruela, tomate de árbol, etc.), plátano, frijol, hortalizas,
plantas aromáticas. En la parte de ladera se pueden emplear para cultivos de
café con sombra, plátano, yuca, banano y frutales.
Son tierras que permiten un desarrollo económico social y ambientalmente aceptable
del uso del territorio cultivable; pudiéndose mejorar, modificando o adecuando
las cualidades del terreno (recuperación de suelos degradados por la sobreexplotación)
para obtener una óptima demanda de uso de esos suelos.
En
esta unidad territorial se encuentran suelos con pendientes entre 25% y 50%,
afectados con erosión ligera a moderada, pueden ser utilizados en agricultura y
ganadería.
De
otro lado cuando las tierras sólo permiten un desarrollo marginal del uso del
territorio, siendo económica, social y ambientalmente poco viable son
consideradas tierras de baja producción, suelos con pendientes entre 50% y 75%,
presentan erosión moderada, se recomienda ser utilizados en frutales y en
bosques de especies nativas.
Cuando
las tierras no permiten el desarrollo productivo determinado, consideradas
tierras de uso restringido, por presentar pendientes mayores del 75% o
afectados con erosión severa y deben ser recuperados con técnicas de
conservación.
Basados
en la información cartográfica de la CVC, Secretaría de Agricultura el
territorio rural, mostrando que, de las 9.000 hectáreas, 5.000 son de aptitud
buena y en aptitud media y restringida son unas 3.000 hectáreas, que
representan el 12.47% total del suelo rural.
De
los suelos que presentan restricciones por altas pendientes, estructuras
geológicas, procesos erosivos localizados en la parte de ladera. Se resalta
que, al integrar los suelos de aptitud buena y media, cerca del 60% de los
suelos son con facilidades para la agricultura, especialmente los ubicados en
los corregimientos de Cauca y Zaragoza.
SUBCUENCA
DEL RÍO DE LA VIEJA.
Nos
referimos a la quebrada Coloradas, la cual recibe las aguas de: La Sonora,
Perejil, Cajones, la Santa y los Negros.
También
desembocan las siguientes quebradas: Piedras de Moler, Agua dulce, Canalete (el
Enfado, Tamboral y el Palmar), Ortez, El Herrero, y la Honda.
Esta
zona presenta déficit en el recurso hídrico tanto para consumo humano como para
la agricultura.
TIERRAS
MARGINADAS DEL CRÉDITO BANCARIO PRIVADO Y ESTATAL
Está
conformada en un 88% por pequeños productores. Los principales renglones de
producción agrícola son: café, maíz, fríjol, plátano, banano, cítricos, caña
panelera. La producción pecuaria se reduce a la explotación poco tecnificada de
especies menores: Porcinos, avicultura de engorde y postura, piscicultura para el autoconsumo.
Esta
zona presenta deficiencia de recurso hídrico tanto para consumo humano como
para adelantar proyectos de producción agropecuaria. Este grupo permanece
marginado del crédito bancario privado y estatal; Son las que presentan bajos
índices de productividad.
DEFICIENTES
CANALES DE DISTRIBUCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN
Tienen,
a su vez, deficientes canales de mercadeo y comercialización; no posee sistemas
de micro riego para optimizar el escaso recurso hídrico; observa bajos niveles
de escolaridad; presentan grupos asociativos con baja capacidad de gestión para
presentar proyectos que utilicen la mano de obra familiar subutilizada y
generen desarrollo veredal integral (Presupuestos participativos comunitarios).
El
12% de los medianos y grandes propietarios presentan una ganadería de tipo
extensiva con baja capacidad de carga, bajos promedios de producción lechera y
falta de mejoramiento genético (salvo los grandes productores de leche y carne).
ACCIONES
A EMPRENDER
En
términos macros se requiere de no solo crear y fortalecer la Secretaría del
Medio Ambiente; para tal efecto se requiere de crear la Subsecretaría de
Gestión del Desarrollo Ambiental y Territorial. Y la Subsecretaría de
Desarrollo Agropecuario Rural que en la actualidad son simple oficinas sin
mayor respaldo financiero, técnico y de profesional humano
DEBILIDADES
Y AMENAZAS
Debilidades
ü Legalización
de predios y acceso a servicios públicos básicos.
ü Falencias
infraestructura transporte en ladera.
ü Bajos
niveles de escolaridad.
ü Baja
capacitación y apoyo continuo a campesinos vulnerables.
ü Baja
o nula creación de valor agregado en los productos producidos y
comercializados.
ü Baja
competitividad por incumplimiento normas sanitarias y fitosanitarias.
ü Baja
Inversión privada y estatal.
ü Altas
informalidad mano de obra rural.
ü En
mal estado vías secundarias y terciarias.
ü Está
conformada en un 88% por pequeños productores.
ü La
producción pecuaria se reduce a la explotación poco tecnificada de especies
menores: porcinos, avicultura de engorde y postura, piscicultura de autoconsumo.
ü En
algunas zonas de ladera presenta deficiencia de recurso hídrico tanto para
consumo humano como para adelantar proyectos de producción agropecuaria.
ü Pequeños
productores marginados del crédito bancario privado y estatal.
ü Presenta
bajos índices de productividad.
ü Deficientes
canales de mercadeo, distribución y comercialización.
ü No
posee sistemas de micro riego para optimizar el escaso recurso hídrico.
ü Los
escasos grupos asociativos, presentan baja capacidad de gestión.
ü Mano
de obra familiar subutilizada. A nivel veredal.
ü El
12% de los medianos y grandes propietarios presentan una ganadería de tipo
extensiva con baja capacidad de carga, bajos promedios de producción lechera y
falta de mejoramiento genético.
Amenazas:
ü Monocultivo
de la caña.
ü Sobre
explotación de la tierra que lleva a la infertilidad y degradación de las
mismas.
ü Escasez
por perdida de agua del subsuelo.
ü Aumento
del desempleo.
ü Impacto
ambiental y creciente por las quemas.
ü Elevados
costos de insumos agrícolas y ausencia de una política estable de precios.
ü Precios
poco competitivos para el mediano y pequeño productor.
ü Concentración
de la tierra – Latifundios.
ü Pocas
garantías para alcanzar la seguridad alimentaria.
ü Baja
tecnificación en medianos cultivos.
ü Baja
productividad del agro.
ü Baja
rentabilidad para el pequeño productor.
ü Cultivos
temporales.
ü Insumos agrícolas costosos.
ü Deficientes
canales de distribución al consumidor final.
ü Precios y producción agrícola vulnerable a los mercados externos.
ALGUNAS CONCLUSIONES
Para
nada alentador es el panorama socioeconómico del 88% de la población rural que
se caracteriza por ser pequeños productores; lo que significa que corresponde a
unas economías de solo subsistencia que rayan en la pobreza y algunas en la
miseria.
Desafíos
que enfrenta la gobernanza y la gobernabilidad que va a recibir la próxima
administración municipal ya sea de Cambio o continuidad; solo empezaran a ser
resueltos, primero si se adelanta un trabajo de cooperación conjunto entre el
Estado, la dirigencia empresarial y política (Voluntad política), la academia y la sociedad
civil y demás actores con poder e influencia en la ciudad.
Lo
anterior requiere, si comenzamos inmediatamente, de por lo menos 20 años para
hacer realidad esa visión del desarrollo agropecuario y ambiental necesarios para
que el campo se convierta un espacio dentro del territorio que sirva de base
para la igualdad de oportunidades, el mejoramiento de la calidad de vida de
toda la población en especial la perteneciente al sector rural.
Requisito
necesario, entre otros, para emprender el camino del crecimiento y desarrollo
sostenible y sustentable con responsabilidad social y ambiental. Amanecerá y
veremos.