domingo, 25 de junio de 2023

CARTAGO Y EL NORTE DEL VALLE DEBEN VOLVER LOS OJOS AL SECTOR RURAL

 

Lo primero que debemos reconocer es la cruda realidad por la que atraviesa el campo que se resume en una sola palabra desidia; con mayor razón y en relación a la calidad de vida de los habitantes del sector rural cuya premisa desde comienzos – con seguridad muchísimo antes - del siglo XX; es, insistimos, el abandono y la indiferencia por parte de la institucionalidad en relación a lo que sucede, o deja de suceder, en esos territorios. 

Olvido que fue acumulando frustraciones durante generaciones completas, lo que finalmente terminó expresándose en violencia cuyas principales causas fueron y son las desigualdades políticas, económicas y sociales.

Las primeras tienen que ver con la concentración del poder político en unas pocas manos; para no ir muy lejos miremos a nuestro alrededor en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Las otras – comprendido el contexto nos debe llevar a concluir que las tres (3) están correlacionadas entre si y se alimentan unas de otras en una simbiosis que ha determinado el freno, en especial en algunos sectores como el empleo, al crecimiento y desarrollo de la ciudad - tienen relación directa con la inequidad y la falta de oportunidades para con un poco más del 50.5% de la población cartagüeña (dato al 2015, Planeacion Municipal) que se encuentra ubicada en los estratos uno (1) y dos (2). Surge el primer interrogante ¿Cuál es el dato al 2023?

En este punto hay que subrayar que una de las principales falencias de la institucionalidad local (que incluye no solo a la administración municipal, sino a la Cámara de Comercio, Fenalco y Ong´s ambientalistas entre otros) es la ausencia de información socioeconómica que mida el PIB local, así como la construcción de indicadores como por ejemplo la tasa de desempleo en la ciudad y la tasa de ocupación… O el inventario arbóreo, Etcétera.

De lo que si se dispone información (DANE 2023) con base en una población estimada de 140.022 habitantes (proyecciones locales indican más de 160.000 habitantes); la Población económicamente activa (83.038 personas), población en edad de trabajar, o simplemente medir la pobreza y miseria en la ciudad.

Así como valorar si a la fecha el 36.5% de la población se ubica en el estrato tres (3) y si es correcto afirmar y/o desagregar, que el 13% de la población se encuentran concentrados los estratos cuatro (4), cinco (5) y seis (6).

Surge entonces el segundo par (2) de interrogantes ¿Podemos estimar en el corto plazo la actual estratificación de la ciudad y determinar en qué porcentaje (%) de la población se encuentra concertada la riqueza en la ciudad?  y ¿De todas estas variables socioeconómicas y poblacionales, esos componentes, qué indicadores corresponden al sector rural?    

HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA PATRIA

Si nos proponemos recordar un poco la historia patria, nos encontramos que la crisis del sector rural se agudizó, afirman algunos historiadores, con el ascenso al poder de Mariano Ospina Pérez (1946-1950) triunfo que significó la salida del Liberalismo del poder lo que, a su vez, determinó el recrudecimiento de la violencia bipartidista.

Esa violencia bipartidista determinó el problema histórico de la tenencia de la tierra, que dio origen con el despojo al campesino pobre de la misma, lo que le siguió el desplazamiento y al final de la ecuación= concentración de la tierra en unas pocas manos.

Periodo oscuro en la historia de Colombia que obligó a las élites de esa época – poco ha cambiado en la actualidad - un pacto político entre liberales y conservadores que se denominó el Frente Nacional (1958-1974); lo más irónico es que durante ese periodo los niveles de violencia no disminuían por el contrario se recrudecieron.

Situación que intentó resolver, el presidente liberal, Carlos Alberto Lleras Retrepo con la expedición de la ley 135 de 1961; la que es considerada como la primera y ambiciosa reforma agraria. Recordemos la creación del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IDEMA).

Dicha reforma se estructuro alrededor de tres (3) ejes estratégicos: Primero. Dotación de tierras a campesinos carentes de ellas. Segundo. Adecuación de tierras para incorporarlas a la producción y Tercero. Dotación de servicios sociales básicos y otros apoyos complementarios.

Sin embargo, para abreviar, podemos concluir que la lucha por el poder político – léase: reformas propuestas, votadas y las que adelanta el gobierno de Gustavo Francisco Petro Urrego - en la actualidad siguen expresando un enfrentamiento burocrático - ya no ideológico y programático - entre liberales y conservadores.

Lo anterior nos lleva a abordar, como asunto que nos ocupa hoy comenzando semana, parte de la problemática del sector rural que se vive en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Que, insistimos, se encuentra históricamente desprotegida la ruralidad; ya como consecuencia de lo anterior de este – hasta la fecha, ese inevitable abandono - es el acelerado decrecimiento de su población.

Situación demográfica que no es otra cosa que el cambio humano continuo visto desde su estado actual y desde su dinámica poblacional que relaciona el pasado con el presente para proyectar el futuro.

Y como estamos hablando de decrecimiento, esa variable, podría obedecer principalmente a: En Primer lugar, no solo porque los indicadores de natalidad han disminuido - ya que pasó, hace 50 años, de 6 hijos por unidad familiar; hoy en promedio a dos (2) a parte que la mujer colombiana desea tener en promedio 1.6 hijos – correlacionado con lo anterior son los nacidos vivos que son atendidos en hospitales en ciudades circunvecinas; lo que indicaría erróneamente un descenso de la natalidad ya que, como ya lo indicamos, son registrados en otras ciudades.

En segundo lugar, es la creciente migración de la población rural, hacia otras cabeceras municipales en busca de mejores oportunidades que les permita una “mejor” calidad de vida o por lo menos empleo; creando una nueva expectativa de bienestar de esas familias.

Se considera que ese desplazamiento voluntario no necesariamente es hacia la ciudad, pues está claro que el municipio no ofrece muchas oportunidades laborares sostenibles para esa mano de obra que proviene del campo, salvo que se sea absorbida por el sector construcción, servicio doméstico, o se dedique a la informalidad y en el extremo de los casos a la mendicidad. 

La más reciente información estadística año 2023 obtenida del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indica que dicha población rural alcanza los 4.596 habitantes; lo que sugiere que aproximadamente el 53.62% es decir aproximadamente 2.464 personas entre mujeres y hombres están aptos para ejercer el derecho constitucional al voto.

La desoladora realidad del sector rural le impone a nuestro campesino una existencia precaria que obedece esencialmente a la no satisfacción de las mínimas necesidades básicas y agravándose en el sector de los servicios públicos que no se prestan ni en la cantidad ni en la calidad necesarios para hacerla atractiva.

Lo anterior tiene como consecuencia directa en la inversión productiva en ese sector; como por ejemplo impidiendo o limitando el asentamiento de la agroindustria (diferente al monocultivo de la caña) en el sector. Lo que impide garantizarle una vida digna a las futuras generaciones que actualmente sobreviven del campo.

El diagnostico empieza con crear centros de salud que resuelvan el desafío de la atención primaria y de urgencia en salud, educación de calidad, contempla precariedad en las vías de penetración (vías terciarias) las cuales colapsan en temporada de lluvias (muchos docentes en invierno deben de transportarse a lomo de caballo o mula hacia los centros educativos veredales).

La educación es básica; los centros de salud son insuficientes y escasamente dotados; el sistema de cobertura en agua potable y saneamiento básico es casi que primitivo, la vivienda digna es un reto que debe enfrentar el próximo gobernante de los Cartagüeños; éstos y muchos otros más indicadores socioeconómicos la hacen ver como inhabitable.

Lo insólito es que hace muchísimos años están prendidas las alarmas por la pésima calidad de vida que enfrentan nuestras mujeres y hombres del campo y poco o nada de fondo se hace por remediarlas.

Lo anterior significa que el campo hace décadas dejó de ser autosuficiente y por supuesto la producción de bienes especialmente pan coger desapareció por completo de la mesa de nuestro habitante del campo y los pocos privilegiados que tienen poder de compra deben de salir y adquirirlos en la ciudad o municipios que dada la ubicación le son más cercanos.

Finalmente, y cerrándose ese círculo vicioso de pobreza y miseria, el monocultivo de la caña ocupó las tierras más fértiles desplazando la mano de obra que en el pasado sobrevivía del trabajo en los cultivos como soya, sorgo, algodón y demás productos tradicionales, disparando dramáticamente los indicadores de desempleo en la zona.

Frente a este incierto panorama, la siguiente pregunta que obligatoriamente nos debemos de formular es ¿Qué propuestas tendrán los próximos dos (2) candidatos, en su Programa de Gobierno, con mayor intención de voto de cara a las elecciones del 29 de octubre, para empezar el proceso de reactivación del campo y garantizar la calidad de vida al campesino pobre?

UN CAMPO VISIBLE SOLO EN ELECCIONES

Antes de entrar en materia es importante recordarle a usted, atento y respetado lector, que en el imaginario colectivo persiste la idea que nuestra zona rural solo cobra importancia cuando se acercan las elecciones y es cuando los auxilios y las ayudas aparecen como por arte de magia, pero sin solucionar de fondo el problema del empobrecimiento de nuestro campesino. ¿Será esa afirmación totalmente cierta?

Entrando en materia… Y de paso aclarar uno de los interrogantes, se hace entonces necesario formularnos la siguiente pregunta: ¿Existe un verdadero proyecto para el sector rural que interprete dicha realidad y proponga acciones que intenten transformarla?

Si bien es cierto esos candidatos le va a apuntar al campo, se hace necesario recordar que desde el pasado los anteriores candidatos proponían acciones para transformarlo.

No podemos perder de vista, eso se espera, que todos los aspirantes, que deberán estar valorados por la intención de voto de los ciudadanos – eso es lo que espera la dirigencia empresarial y política de la ciudad - en esas esperadas propuestas individuales deben tener como mínimo dos enfoques.

El primer enfoque proponer una ambiciosa reestructuración y el cambio, y el segundo enfoque la continuidad en los planes, programas y proyectos de la actual administración municipal.

Sin descartar un tercer enfoque que tendría que ver con una agenda de inversiones a través de una mezcla de cambio y continuidad en relación al diseño o continuidad de políticas públicas, acordes a lo planteado por el gobierno nacional de Petro, orientadas al campo.

Es tal la importancia que le debe dar al sector rural, que se considera (la reactivación del campo) como uno de los principales pilares del desarrollo sostenible para la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Estas podrían ser algunas de las propuestas: creación de la Secretaría del Medio Ambiente y Vivienda, concentrando recurso financiero, humano y tecnológico y sentar las bases para terminar con el divorcio campo-ciudad.

Proponer alianzas con la Federación a través del Comité Departamental de Cafeteros, Sena, Finagro, Cooperativa de Cafetaleros del Norte del Valle, CVC, Cootecnova y las autoridades ambientales y el sector privado para llevar crecimiento y desarrollo sostenible y sustentable a las mujeres y hombres del campo.

Creación de las Granjas Integrales Autosuficientes, internet gratis y educación virtual apoyado en material educativo multimedia, vivienda digna, la red unidos en el campo y la ciudad, programas de peones camineros, programas de reforestación de micro cuencas, unidad agrícola familiar, y la implementación de las cadenas productivas entre otros.

Otras propuestas deben dirigirse hacia la protección del recurso hídrico (ciclo del agua) y del medio ambiente, propone la protección de los bosques, la biodiversidad y los recursos naturales renovables y no renovables.

Las acciones concretas podrían ser: Fomentar la educación ambiental y la conciencia ciudadana, fortalecer la gestión ambiental, fomentar el manejo del recurso hídrico, residuos sólidos y residuos especiales, sostenibilidad ambiental, fomentar el ordenamiento ambiental, control y vigilancia, fortalecer la asistencia técnica, articular y armonizar con el POT, el POMCH Rio de la Vieja y Quebrada Obando y propiciar modelos de producción más limpia.

LA RURALIDAD VISTA DESDE LO AGROPECUARIO Y AMBIENTAL

El enfoque dado a la presente reflexión tiene como propósito recordarle a usted, atento y respetado lector, que el enfoque de alguna manera tiene que ver – visto desde la gobernabilidad y la gobernanza – con las esperadas y próximas iniciativas administrativas, que deben de quedar marcadas en el Programa de Gobierno y Plan de Desarrollo del próximo gobernante de los Cartagüeños.

De las que se deben derivar oportunidades de negocios y de inversión social que deben surgir durante el mandato en cabeza del próximo gobernante de turno.

PARTE DE LA AGENDA DEL PRÓXIMO GOBERNANTE

Que no es otra cosa que visibilizar la realidad rural visto desde, lo agropecuario y ambiental  durante el próximo periodo de gobierno (2024-2027), apuntes que tienen que ver con el camino recorrido hasta fecha visto desde la gobernabilidad y la gobernanza.

Una primera conclusión, necesariamente para reactivar el campo se debe contemplar las Alianzas Público Privadas; como generadores de empleo productivo. O crear unos ambientes de negocios favorables para el inversionista en el sector rural bajo los parámetros de responsabilidad social y ambiental.

LOS FRENTES DE TRABAJO AGROPECUARIO Y AMBIENTAL

La agenda de trabajo si bien es cierto recae sobre el próximo ordenador del gasto la responsabilidad de darle tramite y ejecutar todas esas iniciativas tienen que ver con las hasta ahora oficinas de Desarrollo Agropecuario y Rural y la de Gestión del Desarrollo Ambiental y Territorial.

Recordemos que una de las posibles propuestas es la creación de la Secretaría del Medio Ambiente y Vivienda – o como desee ser denominada por los planificadores del desarrollo de la ciudad - concentrando el recurso financiero, humano y tecnológico y sentar las bases para terminar con el divorcio campo-ciudad. Como por ejemplo empezando por mejorar las vías terciarias carreteables (Placa Huella), banco de maquinaria amarilla y la creación de un centro de acopio.

Lo anterior significaría la reestructuración la Secretaría de Planeacion, Medio Ambiente y Desarrollo Económico. Y a su vez la creación de la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad; apoyada en la ciencia y las tecnologías de la información y las comunicaciones.

Y más allá de ello, es de transcendental importancia que le hemos dado, en artículos anteriores, y de paso continuar con el hilo conductor en lo relacionado con el medio ambiente, la preservación de los ecosistemas, la trascendental importancia de proteger para conservar el ciclo del agua; en general de las energías renovables que tienen que ver con la migración a una nueva matriz energética (paneles solares).

Que de no hacerlo corremos el grave riesgo de enfrentar los efectos devastadores del cambio climático: largas temporadas de sequias e inundaciones; que ponen en alerta, en el largo plazo, la seguridad alimentaria del territorio, pero en general sobre la protección del medio ambiente.

LA LINEA AGROPECUARIA Y AMBIENTAL

Regresando a la protección del medio ambiente… Es importante destacar temas neurálgicos que garanticen continuar avanzando, pero lo más importante es tomar acciones decididas y contundentes tendientes a la reactivación económica del sector rural en la ciudad.

La primera, Reestructurar el Consejo Municipal de Desarrollo Rural (CMDR) en su funcionalidad y operatividad; ya que la asistencia técnica agropecuaria lejos está de resolver los desafíos que enfrenta diariamente el campesino pobre del campo.

La segunda: Como principal causa de lo anterior es la limitada y escasa asignación presupuestal y financiera que se expresa por la falta del personal operativo, del respaldo técnico agropecuario y ambiental.

Recordemos que es un problema de asignación de recursos y activos técnicos, tecnológicos y humanos por lo menos durante el próximo cuatrienio.

GENERALIDADES

No cabe la menor duda que el principal desafío como lo es la protección del medio ambiente y lucha contra el cambio climático es a nivel global; lo que inevitablemente involucra – más allá de la persecución política que es una faceta cínica de la politiquería – el nivel nacional, departamental y por supuesto a nivel municipal.

Lo anterior significa que la sostenibilidad ambiental es uno de los pilares que sentará las bases para garantizar en el largo plazo: el aire libre del porcentaje nocivo que implica la presencia de la huella de carbono, garantizar el ciclo del agua que en si mismo garantiza el suministro, la eficiencia y efectividad en llevar a la totalidad de las familias el agua potable.

No perder de vista la alternativa de otra fuente de suministro de agua, toda vez modernizada la planta de tratamiento no, 2 de agua, a través de la quebrada, o rio, Obando.

La protección del Bosque Tropical Seco, la madre vieja zapata, la PTAR, los colectores sobre la margen izquierda del rio de la vieja, de la regulación y el control de la frontera ganadera, el uso racional y de la explotación de la frontera agrícola técnicamente cultivable.

Lo que a su vez garantice la seguridad alimentaria en especial para esos cientos de familias Cartagüeñas y de los municipios circunvecinos (Alcalá, Ansermanuevo, Obando, Toro y Ulloa) en situación de pobreza y pobreza extrema.

De la necesidad se tomen importantes decisiones que constituyan, junto con los mecanismos de participación ciudadana y la equidad social, tareas imprescindibles que se deben asumir para así asegurar - en el mediano y largo plazo - mejorar los niveles de desarrollo, competitividad y bienestar social en el campo y en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Es importante recordarles a las autoridades ambientales la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca – tal parece de autónoma no tiene nada - CVC para conservar el ecosistema natural del Ecoparque de la Salud el Samán, la margen izquierda del rio de la vieja; en general el cuidado y preservación de la cuenca de los Ríos De la vieja y el Cauca; el bosque de Emcartago, revisar de nuevo, el tema del el relleno sanitario y la escombrera regional.

Fortalecer la Mesa Ambiental Municipal y la aplicabilidad del Comparendo Ambiental; de la mano de la Secretaría de Educación Municipal para institucionalizar el Proceso Educativo Ambiental desde las Instituciones Educativas (IE) oficiales y no oficiales; todo orientado a cuidar el potencial de oferta hídrica y ambiental de la ciudad.

Lo anterior se logra, desde ahora y con el próximo gobernante de la necesidad de articular el municipio al Plan Departamental de Desarrollo Forestal, hacer una realidad la construcción de la PTAR que ya cumplió 14 años de la sentencia de la corte constitucional que obliga a lo allí dispuesto.

Trabajar de la mano de la academia y el sector privado para darle impulso al biocomercio y ecoturismo, la actualización cartográfica, el Plan Decenal de Educación Ambiental, apoyo a la PGIRS y POMCAS, el estudio de los costos ambientales y la formulación del Plan de Producción más limpia todo enmarcada en un nuevo plan de Ordenamiento Territorial (POT).

En tal sentido, la ciudad con EL SOL MÁS ALEGRE DE COLOMBIA debe de ostentar un papel fundamental, no solo por hacer parte del eje estratégico del Sistema Nacional Ambiental y del paisaje Cultural Cafetero.

Sino como dinamizador de las políticas encaminadas a construir un modelo de desarrollo y convivencia que garantice, a la vez del mejoramiento de la calidad de vida del sector rural, visto desde la perspectiva ambiental y la seguridad alimentaria dando un primer paso con el apoyo a la consolidación del proyecto Huertas Caseras.

ESTADO DE LA POBLACIÓN RURAL EN LA ACTUALIDAD

Este es un tema y sus graves consecuencias que se viene acumulando durante, por lo menos, los últimos veinte y tres (23) años y es lo que tiene que ver con la sostenibilidad ambiental y poblacional.

Es definitivo ya que, ese distanciamiento del sector rural, le da forma y patentiza la inequidad social, el descuidado o mal uso de los sistemas ecológicos que repercuten en el bajo crecimiento económico – excluidas las clases altas – que les garantice la reproducción de los ciclos productivos y del adecuado uso de la tierra con calidad para la producción agrícola.

Lo que también hay que observar es que, el sector rural a pesar que territorial y geográficamente es relativamente pequeño comparado con otros municipios circunvecinos; estamos inmersos en unos sistemas  naturales (dos rios) esa es la real riqueza  – léase: lo que nos obliga a la protección del ciclo del agua - con el fin de lograr condiciones de vida dignas para las generaciones futuras y de crear nuevos ambientes de negocios para el desarrollo en especial para aquellos que lo abandonaron ya sea que regresen al campo; o por lo menos frenar la migración interna del campo a la ciudad.

A propósito de migración del campo hacia la ciudad o ciudades circunvecinas; tal parece la población rural según el Dane (2023) es de un poco más de 4.596 habitantes.

Sin embargo, la otra realidad que hoy nos muestra es que veinte y tres (23) años después, según la data del Dane (2020) la población del sector rural de nuestro municipio ascendía a un poco menos de 3.076 habitantes la mayoría población en situación de pobreza y vulnerabilidad y otro porcentaje, así sea pequeño, en situación de miseria. 

Surge la siguiente pregunta ¿Los dos contradictorios datos  anteriores nos llevan al beneficio de la duda razonable y metódica sobre cuál es la verdadera población rural de la ciudad?

LA VOCACIÓN PRODUCTIVA Y LOS USOS DEL SUELO

La siguiente información obtenida a través de la oficina de Desarrollo Agropecuario y Rural y la de Gestión del Desarrollo Ambiental y Territorial; a su vez de la cartografía disponible de la Corporación Autónoma del Valle del Cauca (CVC), el uso potencial del suelo en el territorio municipal que se ajusta de la siguiente Forma:

Estos suelos en la parte plana coinciden con los usos potenciales de cultivos limpios como soya, sorgo, maíz, tabaco, algodón, frutales (cítricos, mangos, maracuyá, uva, papaya, ciruela, tomate de árbol, etc.), plátano, frijol, hortalizas, plantas aromáticas. En la parte de ladera se pueden emplear para cultivos de café con sombra, plátano, yuca, banano y frutales.

Son tierras que permiten un desarrollo económico social y ambientalmente aceptable del uso del territorio cultivable; pudiéndose mejorar, modificando o adecuando las cualidades del terreno (recuperación de suelos degradados por la sobreexplotación) para obtener una óptima demanda de uso de esos suelos.

En esta unidad territorial se encuentran suelos con pendientes entre 25% y 50%, afectados con erosión ligera a moderada, pueden ser utilizados en agricultura y ganadería.

De otro lado cuando las tierras sólo permiten un desarrollo marginal del uso del territorio, siendo económica, social y ambientalmente poco viable son consideradas tierras de baja producción, suelos con pendientes entre 50% y 75%, presentan erosión moderada, se recomienda ser utilizados en frutales y en bosques de especies nativas.

Cuando las tierras no permiten el desarrollo productivo determinado, consideradas tierras de uso restringido, por presentar pendientes mayores del 75% o afectados con erosión severa y deben ser recuperados con técnicas de conservación.

Basados en la información cartográfica de la CVC, Secretaría de Agricultura el territorio rural, mostrando que, de las 9.000 hectáreas, 5.000 son de aptitud buena y en aptitud media y restringida son unas 3.000 hectáreas, que representan el 12.47% total del suelo rural.

De los suelos que presentan restricciones por altas pendientes, estructuras geológicas, procesos erosivos localizados en la parte de ladera. Se resalta que, al integrar los suelos de aptitud buena y media, cerca del 60% de los suelos son con facilidades para la agricultura, especialmente los ubicados en los corregimientos de Cauca y Zaragoza.

SUBCUENCA DEL RÍO DE LA VIEJA.

Nos referimos a la quebrada Coloradas, la cual recibe las aguas de: La Sonora, Perejil, Cajones, la Santa y los Negros.

También desembocan las siguientes quebradas: Piedras de Moler, Agua dulce, Canalete (el Enfado, Tamboral y el Palmar), Ortez, El Herrero, y la Honda.

Esta zona presenta déficit en el recurso hídrico tanto para consumo humano como para la agricultura.

TIERRAS MARGINADAS DEL CRÉDITO BANCARIO PRIVADO Y ESTATAL

Está conformada en un 88% por pequeños productores. Los principales renglones de producción agrícola son: café, maíz, fríjol, plátano, banano, cítricos, caña panelera. La producción pecuaria se reduce a la explotación poco tecnificada de especies menores: Porcinos, avicultura de engorde y postura, piscicultura para el autoconsumo.

Esta zona presenta deficiencia de recurso hídrico tanto para consumo humano como para adelantar proyectos de producción agropecuaria. Este grupo permanece marginado del crédito bancario privado y estatal; Son las que presentan bajos índices de productividad.

DEFICIENTES CANALES DE DISTRIBUCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN

Tienen, a su vez, deficientes canales de mercadeo y comercialización; no posee sistemas de micro riego para optimizar el escaso recurso hídrico; observa bajos niveles de escolaridad; presentan grupos asociativos con baja capacidad de gestión para presentar proyectos que utilicen la mano de obra familiar subutilizada y generen desarrollo veredal integral (Presupuestos participativos comunitarios).

El 12% de los medianos y grandes propietarios presentan una ganadería de tipo extensiva con baja capacidad de carga, bajos promedios de producción lechera y falta de mejoramiento genético (salvo los grandes productores de leche y carne).

ACCIONES A EMPRENDER

En términos macros se requiere de no solo crear y fortalecer la Secretaría del Medio Ambiente; para tal efecto se requiere de crear la Subsecretaría de Gestión del Desarrollo Ambiental y Territorial. Y la Subsecretaría de Desarrollo Agropecuario Rural que en la actualidad son simple oficinas sin mayor respaldo financiero, técnico y de profesional humano

DEBILIDADES Y AMENAZAS

Debilidades

 

ü  Legalización de predios y acceso a servicios públicos básicos.

ü  Falencias infraestructura transporte en ladera.

ü  Bajos niveles de escolaridad.

ü  Baja capacitación y apoyo continuo a campesinos vulnerables.

ü  Baja o nula creación de valor agregado en los productos producidos y comercializados.

ü  Baja competitividad por incumplimiento normas sanitarias y fitosanitarias.

ü  Baja Inversión privada y estatal.

ü  Altas informalidad mano de obra rural.

ü  En mal estado vías secundarias y terciarias.

ü  Está conformada en un 88% por pequeños productores.

ü  La producción pecuaria se reduce a la explotación poco tecnificada de especies menores: porcinos, avicultura de engorde y postura, piscicultura de autoconsumo.

ü  En algunas zonas de ladera presenta deficiencia de recurso hídrico tanto para consumo humano como para adelantar proyectos de producción agropecuaria.

ü  Pequeños productores marginados del crédito bancario privado y estatal.

ü  Presenta bajos índices de productividad.

ü  Deficientes canales de mercadeo, distribución  y comercialización.

ü  No posee sistemas de micro riego para optimizar el escaso recurso hídrico.

ü  Los escasos grupos asociativos, presentan baja capacidad de gestión.

ü  Mano de obra familiar subutilizada. A nivel veredal.

ü  El 12% de los medianos y grandes propietarios presentan una ganadería de tipo extensiva con baja capacidad de carga, bajos promedios de producción lechera y falta de mejoramiento genético.

Amenazas:

ü  Monocultivo de la caña.

ü  Sobre explotación de la tierra que lleva a la infertilidad y degradación de las mismas.

ü  Escasez por perdida de agua del subsuelo.

ü  Aumento del desempleo.

ü  Impacto ambiental y creciente por las quemas.

ü  Elevados costos de insumos agrícolas y ausencia de una política estable de precios.

ü  Precios poco competitivos para el mediano y pequeño productor.

ü  Concentración de la tierra – Latifundios.

ü  Pocas garantías para alcanzar la seguridad alimentaria.

ü  Baja tecnificación en medianos cultivos.

ü  Baja productividad del agro.

ü  Baja rentabilidad para el pequeño productor.

ü  Cultivos temporales.

ü  Insumos agrícolas costosos.

ü  Deficientes canales de distribución al consumidor final.

ü  Precios y producción agrícola vulnerable a los mercados externos.

ALGUNAS CONCLUSIONES

Para nada alentador es el panorama socioeconómico del 88% de la población rural que se caracteriza por ser pequeños productores; lo que significa que corresponde a unas economías de solo subsistencia que rayan en la pobreza y algunas en la miseria.

Desafíos que enfrenta la gobernanza y la gobernabilidad que va a recibir la próxima administración municipal ya sea de Cambio o continuidad; solo empezaran a ser resueltos, primero si se adelanta un trabajo de cooperación conjunto entre el Estado, la dirigencia empresarial y política (Voluntad política), la academia y la sociedad civil y demás actores con poder e influencia en la ciudad.

Lo anterior requiere, si comenzamos inmediatamente, de por lo menos 20 años para hacer realidad esa visión del desarrollo agropecuario y ambiental necesarios para que el campo se convierta un espacio dentro del territorio que sirva de base para la igualdad de oportunidades, el mejoramiento de la calidad de vida de toda la población en especial la perteneciente al sector rural.

Requisito necesario, entre otros, para emprender el camino del crecimiento y desarrollo sostenible y sustentable con responsabilidad social y ambiental. Amanecerá y veremos.  

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