La problemática
del Hospital San Juan de Dios parece ser más compleja de lo que dejan ver
sus directivas vía plataformas tecnológicas; siendo el deber ser que dichas empresas prestadoras de salud a nivel departamental reconozca que existe un desfinanciamiento de la operación en Cartago y que esa realidad no puede seguir siendo maquillada durante mucho tiempo. La negación, de una posible inviabilidad financiera, no es la solución.
¿CONTINÚAN
LAS DEMORAS EN EL PAGO OPORTUNO DE LOS COMPROMISOS LABORALES?
Lo anterior, porque la negación no es la excusa para ocultar una posible y grave realidad de iliquidez, ya que tal parece, en el Hospital San Juan de Dios, se especula, continúa falencias como: la falta de soporte técnico
y tecnológico, medicamentos, equipos de protección para médicos y personal
relacionado con la salud, sin excluir, en el pasado, los abusos e
intimidaciones por despidos sin justa causa al personal de la salud.
Tampoco tenemos
conocimiento si cesó, o continúa el retraso, en el pago oportuno de salarios y
prestaciones sociales al personal médico, paramédico y asistencial.
O la continuidad en la
disminución, en la actualidad, en los flujos de caja derivado de la
intervención, por quiebra, de uno de los operadores del negocio de la salud que
opera nivel departamental o regional del que hace parte el San Juan de Dios.
Recordemos lo que sucedía hace un par de años o menos ¿Por qué no
previó, el gerente, esa situación, de iliquidez, si tuvo el tiempo necesario para gestionar los recursos? Y
si lo sabía ¿Por qué guardó silencio, tal ves cómplice, durante tanto tiempo, para darle
tramite al problema de presunta iliquidez? ¿No existía un plan B o C para ese tipo de contingencias?
Sin importarle
la calidad de vida de: aseadoras, médicos, paramédicos y en general al personal administrativo adscrito a la prestación del servicio en ese hospital.
LA
GÉNESIS DE UNA TRAGEDIA SIN RESOLVER
La génesis del
problema tiene que ver con la ordenanza No. 005 del 12 de enero de1996 cuando
el Hospital Sagrado Corazón de Jesús entró en crisis financiera, por malos
manejos, y empezó a dejar de ser patrimonio de la ciudad.
Por cuanto, en
ese acto administrativo hace 27 años y unos días, se trasladaron “técnicamente”
los pasivos laborales y pensionales de los trabajadores, al NUEVO ENTE
DEPARTAMENTAL.
Por aquello de
los derechos adquiridos mediante convención laboral y exigida por el sindicato
de trabajadores de ese entonces, eso era lo correcto, sin embargo ese fue el único
paso importante que se dió, ojo, lo difícil sin definir fue la nueva naturaleza jurídica
de esa entidad prestadora del servicio de salud en la ciudad.
En ese momento surgía la
pregunta ¿Qué entidad gubernamental se hizo cargo de ese pasivo pensional y
prestacional? ¿Quedó en el limbo esa cuantiosa deuda?
Ya que, para esa
época, tal parece quedaron sin ser fondeados presupuestalmente y mucho menos atendidos
financieramente esa carga pensional y prestacional. Lo que nos lleva a presumir que esas acreencias permanecieron sin resolverse desde el punto de vista técnico administrativo; para al final quedar en el papel, denominado ordenanza, que puede con todo. ¿Letra muerta administrativa?
Lo anterior
significa que desde hace casi tres (3) décadas la ciudad perdió ese
importante activo financiero y de prestación de los servicios de salud a la población pobre y vulnerable y en general a toda la comunidad cartagüeña; como era Hospital Municipal Sagrado Corazón de Jesús.
En otras palabras,
e independiente de si haya mediado dolo, culpa o marulla, los "trámites" que se utilizaron para
“la transformación jurídica” con la que se pretendía adoptar “un nuevo hospital departamental” terminaron convirtiéndose en un saludo a la bandera. ¿Cuál era en negocio bajo la mesa o debajo del tapete?
Estudios que presumiblemente estaban basados en
unos muy bien elaborados tecnicismos jurídico-administrativos - como suele suceder en la gobernación de turno - que finalmente no
resolvieron la quiebra o iliquidez de esa entidad en ese entonces.
Lo que si
garantizaba era que el hospital municipal quedara bajo la tutela de departamento; tal vez ese era el único propósito y para lo que posteriormente estaba destinado. Dejando sir resolver el enorme hueco fiscal que definitivamente, tal parece, continúa sin atender a la fecha y presumiblemente creciendo. ¿O ya vencieron los términos?
EL problema, de ese entonces - hace un poco menos de dos años - es que el Hospital San Juan de Dios según su Gerente, enfrentaba un
grave problema de liquidez, se cree, por más de 80 mil millones de pesos - cifra que pudo haber disminuido, o aumentado, durante los últimos dos años - lo que significaría que la multimencionada deuda
acumulada, según él, durante ellos últimos 1o años; se presume que al día de hoy sigue aumentando.
Lo que nos lleva
a suponer, con el riesgo de equivocarnos, que la presunta deuda pública y/o privada, tiene acumulados acumulados ya no 18 sino 27 años y unos días. Al tiempo existen tres (3) lecturas; la primera, la deuda existe y continua creciendo, la segunda opción, no existe por vencimiento de términos; y la tercera y ultima alternativa, es que posiblemente haya quedado en el acuerdo de reestructuración de pasivos a la que se acogió la Gobernación hace unos años.
Tiempo tiempo transcurrido durante
el cual, todas las administraciones departamentales, no hicieron nada diferente
que manejar un hospital aparentemente sin recursos, y sir resolver su situación
financiera. ¿Quién o quiénes son los
responsables?
Regresemos a la génesis...Tres años
después según decreto 0944 de 1999 finalmente se ordenó la “liquidación” del Hospital Sagrado
Corazón de Jesús; acto administrativo que se cree se tramitó, al igual que el acto administrativo de 1996, con enormes vacíos jurídicos.
Por aquello que a
la nueva entidad “Hospital Departamental de Cartago Empresa Social del Estado”
no se le definió su naturaleza jurídica - técnicamente quedaron funcionando dos
hospitales - y desde su creación empezó a funcionar con un “déficit” sin
aprovisionar presupuestal y contablemente; mucho menos fondear financieramente
ese antiguo pasivo laboral y pensional.
La anterior “confusión” técnico-administrativa, y desde esa época, convirtió al Hospital Departamental en patrimonio de nadie; hoy tal parece en manos de una concesión privada denominada Hospital San Juan de Dios.
¿La concesión, San Juan de Dios/Gobernación, podría "caerse jurídicamente" por la incapacidad técnica, administrativa y financiera para cumplir el objeto social para la que fue creada? que sería el prestar un servicio de salud de manera eficiente y eficaz mejorando la calidad de vida de una ciudad con más de 160 mil habitantes.
Donde, tal parece, políticos desde el pasado, y actualmente, de todas las estirpes hicieron uso y abuso de
los recursos nacionales y departamentales; convirtiéndose esos flujos de caja – algunas
veces invertidos donde no había prioridad - en un jugoso botín donde todos
disfrutaban de una “pequeña” parte. ¿Será que el Hospital San Juan de Dios (HSJD) no
tiene dueño y mucho menos dolientes?
¿DEUDA
ACUMULADA POR MÁS DE (27) AÑOS?
Más de veinte y
siete (27) años después, en materia de "remodelaciones" la historia se repite, estamos hablando de hace un par de años, se realizaron nuevas "inversiones" en el HSJD en
infraestructura física: cafetería y salas de especialización ¿Con o sin equipos médicos de ultima generación? en un hospital que, se cree, solo
atiene urgencias.
Al tiempo con una planta de personal a la que se le adeudan sueldos y salarios; y como si lo anterior fuera poco, hasta hace un par de años, insistimos...Tenía unos pasivos acumulados que superaban los 80 mil millones.
EL CUAL ES PARTE DE LA SALIDA AL PROBLEMA DE LA SALUD PÚBLICA EN LA CIUDAD
Para entender
esta cifra de nuevo regresemos al pasado, ya que de esa experiencia algo se puede aprender para no caer en los mismos saqueos; hoy lo que creemos, y de paso, surgiría parte de la solución al eterno problema del manejo
de la salud pública en la ciudad y es lo que tiene que ver con una posible y esperada, desde hace casi tres (3) décadas, fusión.
Esta es la historia...Mediante acuerdo
005 del 7 de marzo del 2000 y el decreto 015 de 17 de marzo del mismo año, se
creó la I.P.S del Municipio de Cartago como Empresa Social del Estado, con
carácter de institución de orden municipal, personería jurídica, patrimonio
propio y autonomía administrativa.
Abramos un
paréntesis… Lo que algunos esperaban, hace algunos años, era previa la gestión
de la Gobernación del Valle del Cauca, una especie de fusión entre el Hospital
Departamental, de ese entonces y la IPS Municipal. ¿Es viable esa misma propuesta en la actualidad? Tal parece es factible, de nuevo, dicha propuesta.
Regresando a la
creación de la IPS…Con la prestación de ese nuevo servicio se ampliaba la
cobertura de la IPS Municipal en la prestación de los principales servicios de
asistencia médica y hospitalaria en la ciudad.
Aunque otros
consideraron que esa nueva entidad prestadora del servicio de salud "ahogó" operativamente al hospital que ya se encontraba en
problemas de sostenibilidad financiera. La esperada propuesta, en la actualidad, es que finalmente se configure una sola entidad
promotora del servicio de salud en la ciudad.
Y es lo que
esperaríamos se convirtiera en parte de la solución frente al desafío de escalar hacia un nuevo nivel de prestación de servicio en la ciudad, como lo es la fusión de un nuevo hospital público y la IPS municipal.
Ya que está comprobado que la incompetencia y negligencia de anteriores gerencias, son la causa de los problemas financieros del Hospital San Juan de Dios, sede Cartago; que aparentemente no presta de manera eficiente y eficaz los servicios de asistencia hospitalaria, incumpliendo de esta forma el objeto social determinado en la concesión, al día de hoy; lo que podría significar la terminación de la concesión.
LA
SOLUCIÓN SIEMPRE HA ESTADO A LA VISTA
También
recordemos que, por esa época, el secretario de Salud Departamental, el médico
Fernando Gutiérrez propuso la creación de una E.S.E. que manejaría los niveles
1, 2, 3 y ambulatorio de salud.
Sus razones: El
alto funcionario público Departamental, dejó siempre claro que “la crisis no da
para tener dos Instituciones de Salud en Cartago IPS Municipal y Hospital departamental”. ¿Qué hacer entonces ahora y después de la
liquidación del HD? Se preguntaba el alto funcionario.
Siguen las declaraciones,
para esa época, de Gutiérrez “La propuesta es técnicamente factible, la venimos
proponiendo desde el año pasado, no es un tema de liquidación ni de cerrar el
hospital, ni la I.P.S. sino conjugarla en una sola entidad más fuerte y
transformada”.
En la actualidad, de nuevo, la pelota está en el terreno de la Gobernación del Valle del Cauca, a través de la Secretaría de Salud Departamental. Está claro que es factible revisar de nuevo la concesión en especial en la clausula de incumplimiento.
Aunque la realidad es que aun desconociendo el recorrido jurídico de la concesión, pero en relación al incumplimiento se pone en riesgo la viabilidad jurídica; al tiempo de la posibilidad a través de una nueva entidad jurídica regrese el Hospital al control del departamento; y de esa manera adelantar la fusión; para hacer que la nueva entidad haga parte, de nuevo, del patrimonio de los cartagüeños.
Convirtiendo la ciudad en la receptora desde el SGSSS de toda la Zona Norte del Valle del Cauca; que demográficamente suma un poco más de 500.000 habitantes. Y que en una alta proporción pertenecen al
régimen subsidiado en los estratos 0, 1, 2 y 3 al tiempo que dicho territorio tiene anclados procesos agroindustriales durante décadas.
¿Será factible
una nueva fusión de esas dos entidades, dejando primero sin piso jurídico el convenio Departamento con los empresarios privados que maneja el San Juan de Dios por deficiencias - no cumple el convenio - en la prestación del servicio de
salud en la ciudad?
¿Primará el
interés de casi 500.000 habitantes del Norte del Valle? En todos los casos, la
actual gobernadora, o quien haga sus veces, conoce muy de cerca este complejo
manejo de la salud en el departamento y en la ciudad; que mueve anualmente solo
desde lo municipal, a través de los diferentes fondos para Salud, más de $211.000
mil millones de pesos.
¿Cuál será el
presupuesto estimado del posible nuevo ente de salud en la ciudad? El camino no
es tan largo para recorrer. ¡Queda entonces de nuevo abierto el debate!
¿CONTINÚA
LA CRISIS DEL HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS?
La cotidianidad, en la valoración de la prestación del servicio de salud, nos lleva a la duda razonable... Máxime si hacemos referencia a la existencia de casos cotidianos, eventos domésticos y de consultas y control de enfermedades preexistentes; que en un momento dado mostraron tendencia a agravarse.
Ya sea por descuido o negligencia del paciente o de la familia, las fallas por acción
u omisión del personal médico o paramédico del hospital o porque se carecía, y aun se carece, de médicos especializados y de las salas de atención especializada que se supone deben funcionar las 24 horas día.
En ese orden de ideas
es relativamente alta la probabilidad – en relación al estado actual del SGSSS
en la ciudad - que algún paciente pueda hacer crisis y fallezca ya sea en el
hospital privado de la ciudad o en alguna EPS que también este enfrentando problemas de sostenibilidad financiera en el mediano o largo plazo..
De ahí la
necesidad, además por falta de la logística necesaria para atender casos
repentinos y graves, como la única opción de salvaguardar la vida del paciente asegurado, o no, acudir a los continuos traslados, de pacientes graves, a otras ciudades del
departamento o la región. Asunto que se volvió rutinario.
Todo lo anterior significa la enorme fragilidad del sistema ante una repentina y alta demanda, imposible de atender oportunamente, de cualquier tipo de sucesos que se presentan en las salas de urgencias en la ciudad.
Sin descartar
que, casi que diariamente, en las salas de urgencias se incluye casos como: accidentes
de tránsito, lesiones personales de toda índole, controles médicos programados
y la atención, en temporada invernal, de casos de enfermedades virales y pulmonares
no específicas que exigen del manejo a través de pruebas de laboratorio clínico
de manera inmediata los que, se cree, no están disponibles en el hospital.
A riesgo de
equivocarnos, lo anterior puede significar que el servicio de urgencias en la
ciudad está en cuidados intensivos debido a la problemática que se viene presentando
con el hospital San Juan de Dios; que aun – desconocemos el porqué - no se ha declarado
en insolvencia financiera y en caos administrativo, situación que, tal parece, se viene presentando desde hace un par años.
¿UNA
DECISIÓN DIFICIL DE TOMAR POR PARTE DEL PRIVADO O LA GOBERNACIÓN?
De acuerdo a lo
que viene sucediendo durante, insistimos, los últimos dos años… Hoy pareciera
que es más rentable ¿Para quién? mantener el hospital sin salas especializadas
en cuidados intensivos y tratando a los pacientes – léase población pobre y
vulnerable - a punta de paliativos, que desconectarlo (liquidarlo) y expedirle
el certificado de defunción.
UNA
ALTERNATIVA PODRIA SER FUSIONAR UN NUEVO HOSPITAL DEPARTAMENTAL Y LA IPS MUNICIPAL
Partiendo de lo anteriormente expuesto y en relación a las decisiones que se deben, y pueden, y quién las
debe tomar que seguramente recaería sobre el próximo gobernador(a) de los vallecaucanos - en este orden de ideas no viene al caso intentar - mediante cualquier medio de
comunicación, o columna de opinión como la nuestra - como se escucha en el argot popular “boletiar” a los altos funcionarios públicos o
privados que tienen que lidiar con el delicado tema del Hospital San Juan de
Dios.
Reconociendo que,
frente a la problemática, y especialmente desde el sector público, siempre se ha mirado hacia
otro lado; lo que de alguna manera significa actuar con negligencia e irresponsabilidad
por la grave crisis financiera y administrativa que podría estar atravesando el multimencionado
hospital y en grave perjuicio de los usuarios; casi todos en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Máxime, cuando
en el pasado, algunos de esos funcionarios, se opusieron a una fusión entre el Hospital Departamental, de ese entonces, con la IPS Municipal; que de hecho
existían los estudios previos que favorecían la fusión institucional.
Lo que definitivamente, hoy. quedó claro es que no fue acertado, para esa época, el famoso Plan de Contingencia elaborado por los asesores de la gobernadora, de ese entonces, Dilian Francisca Toro Torres.
Cuyo propósito consistía en “salvar” el hospital mediante un proceso de "remodelación"... En lugar de haberlo provisto de salas y equipos de alta tecnología para atender las diferentes especialidades médicas; como por ejemplo una sala de partos o de reanimación cardiovascular.
Es más, los médicos generales y especialistas de la ciudad en su momento, lo
recomendaron; insistimos era urgente y necesario, en ese entonces, la inversión en ciencia y tecnología (salas especializadas y laboratorios),
pero la Gobernadora Toro Torres hizo oídos sordos a esas sugerencias y pedidos.
Lo que podría
significar, a riesgo de equivocarnos, que el negocio, la inversión y la
intención era de otro tipo y con unos intereses muy diferentes a "remodelar" el principal centro de la salud, hace 27 años, de la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.
Mucho menos para corregir la insolvencia financiera, ya que lo que finalmente fue, y que era desde el inicio de la intervención, la intención, era el entregarlo en arrendamiento para que fuera, como lo es en la actualidad, administrado por un privado.
¿Todos ponen, gobierno
y privados, y todos ganan esta vez en diferente proporción? Tal parece fue así como todo sucedió.
LO
QUE FINALMENTE SUCEDIÓ, HACE 27 AÑOS
Para el caso que nos ocupa ahora, como primera medida, nos referimos a la decisión sobre la remodelación que se convirtió en paso previo camino de la privatización del Hospital Departamental. En este punto usted, atento y respetado lector, debe tener muy claro que el propósito era que invertir recursos públicos en infraestructura física hospitalaria (construcción áreas de atención medica, bloques administrativos y consultorios entre otros, que se resume en infraestructura física: arena, hierro, cemento, tejas, puertas y ventanales) para maquillar y valorizar el inmueble; y no es otra cosa que legalizar unos recursos enterrados que soportan cualquier auditoría interna y externa.
LO
QUE SE ESPERA SUCEDA
El desafío - de pensarse nuevamente en una fusión - que sigue para el esperado nuevo
hospital departamental y/o municipal, es que se garantice la prestación de los
servicios integrales de salud a la población pobre y vulnerable, especialmente a la no asegurada, y
asegurada.
Que se cuente
con un amplio portafolio de servicios para que pueda atender casos de alta
complejidad durante las 24 horas del día; sin perder de vista el componente de contratación - no a través de ordenes de prestación de servicio - y de una remuneración justa y el trato respetuoso que proteja integralmente al personal medico, paramédico, administrativo y asistencial.
Y de paso resolver
la crisis del actual hospital privado, San Juan de Dios, por la forma como en la actualidad es manejado desde el punto de vista administrativo, operativo y financiero; que ha generado desde su funcionamiento paros laborales escalonados buscando se le reconozcan su derechos laborales y el derecho de la población a la prevención y protección en materia de salud y bienestar.
Es el garantizarle,
a la ciudad, la solución a un problema de fondo como lo es el contar con el
personal médico, especialistas y paramédico necesario para que funcione las 24 horas, la
logística y los implementos requeridos y necesarios para garantizar su normal funcionamiento;
de lo contrario, lo que se está haciendo, en la actualidad, es solo perfumar un
b#%$&…
UNA SALUD HUMANIZADA
Es, de nuevo,
aprovechar la oportunidad para reconocer la encomiable labor de la presidenta
de la Veeduría en Salud, la señora, María Emma Vélez Toro, que se ha
destacado por su preocupación para con, según ella, los más desamparados y por
supuesto necesitados…
Convirtiéndose
en la vocera de los sin voz, pero con voto; este último valioso, en temporada de
elecciones, por aquello que hacen parte de ese voto útil fácil de manipular.
Abramos un paréntesis... A propósito de temporada
de elecciones… ¿Cuánto puede llegar a costar esta nueva campaña para concejo y alcaldía?
La anterior pregunta
le fue formulada a diversos dirigentes empresariales y políticos de la ciudad:
la respuesta fue idéntica y rotunda… “Todo depende del perfil del candidato que
se quiera hacer contar”.
Lamentamos no
haber incluido en la pregunta la importancia de que estén preparados, o no,
intelectual y emocionalmente. Aunque creemos que con seguridad va a tener un
peso enorme al momento de señalar un nuevo candidato que tenga alta posibilidad
de convertirse en el burgomaestre de turno de los Cartagüeños.
¿Igual sucederá
para Concejo Municipal? Por aquello que se escucha en parques, plazas, plazoletas
y en vía pública… Que hoy, en día, cualquiera puede llegar ser Concejal…
Afirmación temeraria que no compartimos en su totalidad.
Regresando al
voto útil…Voto que siempre endosan ya sea por necesidad, gratitud y muchas
veces merecido, o no, por lealtad para con algún político de tradición o de turno. Cerramos paréntesis.
LA
VOCERA DE LOS SIN VOZ
Volviendo a la salud humanizada…Aunque también hay que reconocer que casi todos sus protegidos que, al final, recurren a ella (Emma), lo hacen porque por sí mismos son incapaces de hacer valer sus derechos.
Ya sea por falta de educación, carácter, pereza, parálisis
emocional, ausencia de iniciativa; ya que dejan, casi que estoicamente, que la vida
de ellos, o la de sus familiares, quede en manos de terceros o finalmente la
pierdan por no pedir ayuda oportuna. Y es ahí donde actúa Vélez Toro.
Aunque lo
anterior no es disculpa, ya que debe primar el derecho fundamental a la vida; y
es en este punto donde el Estado, los particulares y/o privados están en la
obligación de atender de manera eficiente y eficaz una emergencia o una
consulta en salud en el menor tiempo posible.
E independiente
de la edad, raza, sexo, género, escolaridad, religiosidad, sexualidad, estrato
social, estado civil, estatus social o estilo de vida a la que pertenezca o
practique. En todos los casos el paciente, ya sea en situación de emergencia o por una simple consulta médica o en materia de prevención en salud, debe de ser adecuadamente atendido.
La veedora no
solo es visible por su arduo trabajo, las 24 horas, defendiendo el derecho - a
la salud - del ciudadano del común generalmente ubicado en los estratos 0,1, 2
y 3; sino por el acompañamiento, desde hace décadas, en todo lo que tiene que
ver con el hogar – para adultos mayores - El Buen Samaritano; misión que la hace
grande como ser humano.
Sobra entonces
preguntar quién no conoce a Emma; en especial aquella población, que a diario
necesita de orientación y apoyo, donde el Sistema General de Seguridad Social
en Salud en la ciudad (SGSSS) tal parece no funciona; y en el peor de los casos
haciendo poco, o nada, en materia de promoción y prevención asunto que finalmente termina en manos de las EPS aclarando las que sobrevivan financiera y administrativamente, todo con el propósito de evitar que se pierda una
vida. Ahí siempre está ella para tender la mano generosa y amiga al más necesitado.
En relación al
caso que nos ocupa hoy; tuvimos la oportunidad, hace ya algunos años, de sentarnos
a platicar con ella, aprovechando un par de horas, que dispuso para compartir
sus experiencias; que se convirtieron, dada la importancia de los temas
tratados allí, en pocos pero agradables e intensos minutos.
¿QUÉ
ES LO URGENTE E IMPORTANTE EN MATERIA DE SALUD PARA LA CIUDAD?
En esa grata
experiencia descubrimos una mujer apasionada, que charla con prisa y sin pausa;
pero como pocas, dotada de una enorme sensibilidad social; al punto que entendimos,
rápidamente, que vive en carne propia el sufrimiento ajeno.
Su actitud
frente al dolor ajeno puede pasar - casi que de inmediato y dependiendo del
tema tratado - de una cálida, dulce y alegre mirada de mujer apasionada por lo
que hace; a la rabia, enojo y la tristeza por la frialdad con que la mayor
parte del SGSSS atiende a los cientos y miles pacientes que la buscan, o encuentra, de apoyo y ayuda en la ciudad.
Siempre nos
hemos formulado la siguiente pregunta ¿Qué es importante y urgente en materia de salud
para la ciudad? Sinembargo para el caso que nos ocupa hoy, dejamos que, Vélez
Toro, hiciera su propia catarsis.
LA
HUMANIZACIÓN DEL SERVICIO DE SALUD EN LA CIUDAD.
Desde su perspectiva
y vivencias como Veedora en Salud, hoy tenemos el gusto de compartir con
usted, atento y respetado lector, algunas de sus vivencias donde ella misma saca
sus propias conclusiones.
Hoy comenzando
con el final; lo que para ella es fundamental que se logre alcanzar, en la
ciudad de Cartago en el Norte del Valle, es lo que para bien ha decidido denominar
“LA HUMANIZACIÓN EN LA PRESTACIÓN DEL SERVICIO DE SALUD EN LA CIUDAD”.
Nota aclaratoria.
Por
favor no entender la utilización de la letra mayúscula y el sombreado como si
se tratada de estar comunicando en voz alta (gritando)… El genuino propósito, siempre
ha sido y lo será, es resaltar la importancia de la frase, la palabra o el
concepto.
LOS
PASEOS DE LA MUERTE
Frente a los
multimencionados paseos de la muerte, deja claro que es importante poner en
funcionamiento el CRUE. (Centro Regulador de Urgencias y Emergencias) para
en Norte del Valle. De hecho, hace unos años se hizo el intento de ponerlo en marcha desde la Gobernación, en la actualidad no se encentra funcionando como era lo esperado.
El ejemplo parte
del hecho cotidiano que un paciente requiera de un urgente traslado - en
ambulancia - a otro centro de salud local o fuera de la ciudad por el estado de
gravedad o urgencia en que se encuentre.
La información
que maneja el CRUE debe estar aterrizada a la realidad, segundo a segundo, debe
contener la información veraz y oportuna, tener el conocimiento del número de
ambulancias, disponibilidad de camas, hospitales, red de prestadores de
servicios de salud y CONVENIOS VIGENTES, PERSONAL MÉDICO GENERAL Y
ESPECIALIZADO DISPONIBLE.
La importancia
del CRUE radica, en la rapidez y responsabilidad con que se logre ubicar el
paciente que debe ser remitido a un nivel superior; para salvaguardar su vida,
(paciente trasladado de un hospital a otro) y que esté soportado por todos los
protocolos de traslado; para que al paciente se le presten, en el menor tiempo
posible, los servicios de urgencia que requiere; evitando traslados
innecesarios que terminan en el famoso “PASEO DE LA MUERTE”.
Muy relacionado
con lo anterior, considera la veedora, es la urgencia de mantener vigentes
los convenios para la prestación del servicio con todos los actores
responsables de la atención, llámense: Hospitales, Clínicas e IPS que
garantice la corresponsabilidad de las EPS y con el servicio de Salud prestado
en la ciudad.
¿Qué sucede
entonces cuando la EPS no puede dar la respuesta oportuna al paciente enfermo o
en crisis? Sencillamente el SGSSS se debilita o deja de funcionar en la
ciudad; como resultado de la ecuación anterior: se pierde valioso tiempo, aumenta
el costo integral del servicio y lo más importante es que se pueden perder valiosas
vidas.
CONTROL A LOS CONVENIOS
La propuesta del gobierno nacional de dejarle los recursos a las EPS para los programas de prevención y promoción - eso fue lo que entendimos - de alguna manera interpreta el sentir de Vélez Toro.
Se hace necesario entonces el control a convenios entre la EPS
tanto Subsidiadas, como Contributivas (de hecho van a quedar unificados esos dos tipos de financiamiento pero bajo el control de Estado) y en el caso de las EPS Subsidiadas,
hacer un seguimiento minucioso, en la atención a la población pobre no
asegurada. ¿Posible destinación diferente de los recursos que manejan (actualmente
provenientes del régimen subsidiado y contributivo) y que deberían de estar
dirigidos a la atención prioritaria en salud? En todos los caos con la Reforma Estructural a la Salud la problemática con las EPS - crisis financiera y de atención de las mismas - queda totalmente resuelto.
¿POBLACIÓN
NO ASEGURADA QUE SE ENCUENTRA FUERA DEL SISTEMA?
En todos los
casos es fundamental la humanización del SGSSS a toda la población,
haciendo énfasis en la pobre no asegurada, ya que no existen registros y
control de los eventos presentados en los servicios de urgencias que se
encuentran colapsados y son devueltos a sus hogares sin una atención adecuada y
sin siquiera haberlos ingresado al sistema.
Frente a la
recuperación del tejido social es enfática en la obligación de trabajar
intensamente en las Escuelas de Padres y en la necesidad de capacitar a los
acudientes o padres de familia en la cultura alrededor de los controles
prenatales, vacunación, nutrición, maternidad y prevención de embarazos en
menores de 19 años y manejo de adulto mayor.
Finalmente es
deber de la institucionalidad el articular labor de la Veeduría ciudadana con
Casa de justicia, ICBF, Comisaria de Familia, Policía de Infancia y adolescencia
y la Personería para que haya más eficacia en la prestación de todos los
servicios y de paso apoyar la gestión y el esfuerzo de la red de profesionales de la salud y personas comprometidos que brindan su apoyo al enorme desafío de la salud en la ciudad.
ALGUNAS
CONCLUSIONES
En relación a la
intervención y liquidación de las EPS que atendieron el llamado, y con el propósito
de contextualizar la realidad de la salud en la ciudad, y basados solo en la
información allí entregada por sus representantes, hemos podido llegar a
algunas conclusiones.
1. Es
preocupante el colapso financiero de algunas EPS que ha obligado a la autoridades
departamentales y nacionales a cancelar el contrato de prestación de servicios
con muchas de ellas.
2. La
asignación y traslado forzoso de esos usuarios “sin servicio” hacia otras
Entidades prestadoras de salud de la ciudad algunas sin capacidad operativa y
sin el músculo financiero para atender esa mayor demanda de servicio. ¿Se avecinan
más quiebras? Por aquello del efecto dominó.
3. Limitación
o imposibilidad de nuevas afiliaciones de las EPS por parte de las que actualmente
están en funcionamiento.
4. Desde el pasado, a causa del modelo, un mayor
incremento en el número de afiliados bajo el régimen subsidiado que “compiten”
por el servicio frente a los que se encuentran en el contributivo.
5. Diminución
de la cantidad y calidad de una atención médica oportuna de todos los afiliados
al sistema general de seguridad social en la ciudad.
6. Posible
colapso financiero, en el corto y mediano plazo, de algunas de las restantes
entidades prestadoras de salud; actualmente en funcionamiento.
7. Lo
anterior genera un creciente desequilibrio sectorial desde el punto de vista
financiero y operativo en el SGSSS de la comarca norte vallecaucana, que recoge
afiliados de otros municipios norte vallecaucanos.
OTRAS
CONCLUSIONES
De
hecho, el Gobierno Nacional de Gustavo Francisco Petro Urrego propone una
profunda reforma a la salud; oportuna ya que, a pesar que hay aspectos buenas que se pueden mejorar, a todas luces, actualmente, comprobamos que la privatización
de la salud – mediante la ley 100 de 1993 – se constituyó en un total fracaso
para el bienestar de los colombianos; ya que la salud se convirtió en una mercancía que hace parte de un lucrativo negocio de unos pocos.
Derivado
de lo anterior, podría significar que el modelo a proponer es, de nuevo, EL FORTALEMIENTO
DE LA SALUD PÚBLICA corrigiendo las fallas del pasado; trabajando sobre la ya construido y posiblemente concentrando
la inversión social en los hospitales públicos.
Lo
anterior permitiría regresar al balance sectorial entre el régimen contributivo
y subsidiado (Se unifican en una sola bolsa) a nivel nacional y por supuesto, local
y de la actualización de esas bases de datos.
Buscando
que la carga que presiona operativa y financieramente a las EPS ceda para lo cual
hay que transformarlas; aparte de la corrupción – léase modelo de facturación y
de glosas - al interior de ellas, que proviene del manejo de los recursos que
hasta la fecha provienen de los dos regímenes: el contributivo y subsidiado; recursos que serán administrados por el sector público.
LAS
INICIATIVAS FRENTE A LAS ALARMAS LOCALES
Es
el momento oportuno, sin entrar en más detalles, de reconocer el coraje de la
veedora en salud de la ciudad, Maria Emma Vélez Toro que desde hace décadas
lucha contra el actual modelo de salud pública en la ciudad. Un modelo que hoy
prácticamente no existe, porque no funciona correctamente.
La
cruda realidad es que ciudad no dispone de un hospital público – léase antiguo
Hospital Sagrado Corazón de Jesús – ya que desde hace décadas la Gobernación
del Valle del Cauca, de ese entonces, entregó en arrendamiento esa
infraestructura física a un OPERADOR PRIVADO MÁS CONOCIDO COMO HOSPITAL SAN
JUAN DE DIOS.
LA
URGENCIA DE UN HOSPITAL PÚBLICO EN LA CIUDAD
Es
evidente la precariedad en la prestación del servicio de salud para la población
pobre y vulnerable, por aquello de la crisis del sector, es decir del SGSSS en
la ciudad; creemos, a riesgo de equivocarnos, que mientras la ciudad no cuente
con un Hospital Público; la aparente coyuntura operativa, que relaciona a la IPS Municipal y las EPS, de la salud en la ciudad no se detendrá; todo lo contrario, seguirá
su actual proceso de deterioro y colapso del privado.
Para
comprender mejor la propuesta volvamos a la pregunta del millón… ¿Da la capacidad,
en la ciudad, para tener dos Instituciones como la IPS Municipal y el Hospital
San Juan de Dios? La respuesta es un ROTUNDO NO.
SUS
INTERESES PERSONALES TENDRÁN
Finalmente
es evidente que balanceando todas las oportunidades, amenazas, fortalezas y
debilidades del actual sistema de salud el problema de fondo, creemos nosotros,
son las EPS las responsables, por aquello de las consecuencias del errático manejo administrativo y financiero
de las mimas; lo es también el pésimo manejo de la salud pública desde el Departamento
del Valle del Cauca y desde hace décadas.
Mientras el modelo de salud siga en manos de privados; para el beneficio personal y político de unos pocos la salud en la ciudad seguirá siendo todo un desastre.
Sin embargo se mantiene la duda razonable en el sentido de si se da el fortalecimiento de los hospitales públicos estos, por su misma naturaleza jurídica quedarán bajo el control de la Gobernación del Valle de Cauca. entonces urge la ultima pregunta ¿Se abrá dado un giro de 360 grados en el manejo de la salud desde el departamento? Es decir volvemos al mismo punto.
Nada
nos ganamos con alzar la voz de protesta ante la injusticia, cometida
diariamente, contra la población vulnerable que es la mayoría; frente al
servicio de la salud no pública prestado en la ciudad; si algunos sectores de la
política tradicional siguen atornillados a los beneficios que les otorga el
poder central departamental. Algún interés personal tendrán. Amanecerá y
veremos.