Dado que aún faltan 18 meses para que se cumpla el período de gobierno del hasta hace poco Gobernador del Valle del Cauca, entonces es necesario que se convoque a nuevas elecciones. Dicha convocatoria deberá de ser rápida de acuerdo al ordenamiento jurídico que regula estos excepcionales casos; excepcional por cuanto es el primer alto funcionario, en nuestro departamento, que es destituido por intervenir ingenuamente de manera directa e indebida en el desarrollo de una campaña política.
Quedó claro que su intención ya sea por intereses personales o por cualquier otra circunstancia, era allanarle el camino en nuestro Departamento a la candidatura por la presidencia, que por esa época adelantaba el ex ministro Andrés Felipe Arias donde el primer paso era ayudarle a ganar la consulta por el partido conservador; ex funcionario cuestionado y señalado de ser el artífice detrás del famoso programa Agro Ingreso Seguro, tristemente moteado por la opinión publica como “Agro Robo Seguro”; ya que en la realidad fueron miles de millones de pesos que terminaron en las cuentas bancarias de algunos millonarios agricultores del país y del Valle del Cauca.
Digo ingenuo, por cuanto para nadie es un secreto que desde el mismo Presidente hasta el Alcalde del más pequeño municipio de nuestro territorio nacional, de una u otra forma tienen incidencia en el acontecer político de su región, siempre actuando pero guardando sigilo y prudente distancia frente a candidaturas nacionales, departamentales o municipales; mirándolo de otra forma, las estructuras políticas se construyen de igual forma, es decir, todo gobernante coloca sus piezas claves en el complejo juego del ajedrez político.
Es común el hecho que un político, actúe así, ya que debe de rodearse de amigos (as) con los cuales tengan intereses comunes, independiente de si la intención sea desbordar el apetito individual dejando de lado el compromiso colectivo, así funciona la cosa pública y es ahí donde se asienta el mal que los destruye; el deber ser de la estrategia es ubicar en puestos claves personas de su entera confianza que le permitan desarrollar a largo plazo un proyecto político, a través de la aplicabilidad de unos programas de gobierno compartidos y continuos en el tiempo, que le faciliten lograr el desarrollo económico, social y político de una colectividad.
El problema surge cuando el mandatario se obnubila por el poder personal y en su afán busca resultados inmediatos…. en lugar de obnubilarse por el servicio a su comunidad; ya que es ésta, la comunidad, la encargada de llevarlo a las más altas dignidades, si es que su comportamiento como dirigente le merece esos honores.
¿Que motivó al joven y brillante ex gobernante, con escasos 30 años, el actuar de manera tan absurda? Posiblemente las lecturas de Maquiavelo lo desorientaron, pues pareciera que actuaba bajo la premisa de que “…el fin justifica los medios…”. Es decir, inconscientemente, se la jugó por el todo o por nada, y perdió; en su delirio terminó tirando por la borda con toda una promisoria carrera política que tenía por delante, ya que por versiones recogidas de algunos asesores en su circulo más cercano, donde manifestaba que su gran proyecto político consistía primero obtener una cartera ministerial, para luego “coronar” su carrera política como Presidente de la República; ahora le tocará resignarse a ejercer la política, en cuerpo ajeno, durante los próximos 10 años pero ya no es lo mismo.
Al joven Abadía, le sobró inteligencia pero le falto freno y control a su egolatría, la cual fue alimentada desde su temprana edad, se afirma que siendo aún un niño ya pronunciaba discursos en la plaza pública al pie de mentor y padre, el ex senador Carlos Herney Abadía, su carrera política fue inusitadamente meteórica, inició su carrera política a los 20 años, fue Concejal, Diputado y Gobernador en menos de 10 años. Aquí me viene a la memoria la frase lapidaria de Napoleón “… Vísteme despacio que estoy de afán…”.
También se especula que fue mal asesorado o que en su inmadurez política no escuchó los consejos de sus colaboradores de entera confianza y con más espuela en el quehacer gubernamental; de otro lado el mismo Abadía, manifiesta que todo fue fruto de una persecución política y que "me han violado los derechos y llevaré el caso a la CPI (Corte Penal Internacional) para garantizar que el fallo sea transparente", el problema es que la corte no tiene esa competencia en estos casos y de nada incide en la determinación que se establece en la Constitución, en otras palabras …está botando corriente…; pues la prueba reina esta ahí y es que protagonizo y se dejo tomar fotografías en una reunión política coordinada por él y a través de funcionarios de su despacho con semanas de anticipación, la cual se concretó el pasado 20 de Febrero en unas caballerizas en el corregimiento de Rozo, municipio de Palmira, con el candidato Arias y 21 Alcaldes (donde aparentemente ninguno de ellos sabía lo que realmente iba a ocurrir). Esa estupidez no la comete sino el inexperto político del Valle del Cauca.
Las nuevas elecciones deberán de ser convocadas por el Ministro del Interior y Justicia, en coordinación con el Registrador Nacional del Estado Civil dentro de los dos meses siguientes a los 2 fallos de la sala disciplinaria de la Procuraduría General de la Nación. Igualmente el Ministro Fabio Valencia Cossio rápidamente deberá nombrar provisionalmente un nuevo gobernador. Y a través de un acto administrativo indicar el término de la postulación de los candidatos y convocar elecciones, que podrían ser para finales de Julio o principios de Agosto.
Por todos los Cartagüeños, nacidos y por adopción, es bien conocido que el destituido Gobernador, se dedicó, sin éxito, en su mandato a excluirnos y aislarnos en el Norte del Valle, como consecuencia de sus irreconciliables posturas ideológicas y de carácter con el actual mandatario local, al punto de negarle auxilios para programas de vivienda de interés social y subsidios para vivienda saludable, intentó, entre muchas otras cosas, imponer el modelo del Plan Departamental de Aguas, donde a todas luces se veía que era una enorme improvisación; donde solo buscaba construir fortines burocráticos para anclar su proyecto político, es decir le dio todo el palo que se quiera recordar a Germán González Osorio sin entender que le estaba haciendo daño era a los más pobres y sin techo.
No obstante lo anterior y bajo ninguna circunstancia, debemos de alegrarnos por la tragedia personal que enfrenta el Administrador de Empresas Juan Carlos Abadía Campo, si bien es cierto es una derrota personal, donde en materia política todo lo perdió, lo cierto es que más perdió el Departamento del Valle del Cauca, por que como ente territorial será mirado con desconfianza y seguirá siendo estigmatizado por los observadores nacionales e internacionales. Ojala la confianza del inversionista extranjero, no se vea afectada y entienda que una cosa es el humano gobernante y otra cosa es la Institucionalidad.
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