No sorprende a nadie, y le allana aún más el camino a Santos, el rechazo del matemático frente a la carta de intención programática del ex militante del M-19, era de esperarse, es más este último ya había tendido la mano antes de las pasadas elecciones, ambos partidos políticos se necesitaban y ahora más que nunca, ya que la realidad y después del pasado 30 de mayo, fecha que demostró que el voto del centro ideológico, lejos de consolidarse, se movió no hacia la izquierda pragmática sino a la Derecha Dogmatica. Ya con estas variables definidas lo más probable es que para el próximo 20 de junio y después del conteo, el balance de la ecuación será un saldo negativo para el Partido Verde y para el Polo Democrático Alternativo.
Cuando los observadores internacionales le hacen la lectura al proceso electoral en países como Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia tienen la certeza de “predecir” que el partido de gobierno del régimen instaurado es el que va a triunfar en esas elecciones, eso significa que esta claro que Ortega, Chávez, Correa y Evo serán reelegidos a cualquier precio.
Caso contrario ocurrió con las pasadas elecciones en nuestro País, la comunidad internacional estaba más atenta que nunca, por cuanto nadie veía claro que podría suceder, todo lo contrario inclusive había preocupación en algunos países del hemisferio por la real posibilidad, y de acuerdo a las encuestas, que un desconocido e impredecible personaje podría llegar a ser el Presidente, eso preocupaba a muchos, por que ya tenían un perfil bien definido de su carácter y personalidad, habían serías dudas sobre la “filosofía” que iba a imponer y como podría enfrentar los grandes retos que le esperan a Colombia.
Volviendo a nuestra política domestica, entonces ¿Quién triunfó en las pasadas elecciones? Déjenme primero decirles que no fue Santos Calderón, aparte de demostrar que tiene una excelente maquinaria y de su bien logrado discurso presidencialista, donde invita a la Unidad Nacional, que a decir verdad por ahí es la cosa y lo que se trata es de fortalecer las instituciones con el concurso de todos los actores de la política nacional (quedan pues las puertas abiertas para todos); tampoco Vargas Llegas, que a pesar de haber perdido, fue el único sobreviviente de la debacle partidista, donde finalmente guardadas las proporciones resulto triunfador y eso lo debe de valorar muy bien el próximo Presidente de la República.
Los más afectados, fueron los dos partidos tradicionales, el Partido Liberal y el Conservador; ya que las nuevas generaciones solo los recordaran a través de las memorias orales y escritas principalmente en las bibliotecas virtuales.
Duélanos o no ésta crisis partidista no tiene reversa ya que finalmente van a ser absorbidos sin mayor traumatismo, primero desde el punto de vista burocrático, la tarea ya la está haciendo el partido de la U, sin mucho esfuerzo, pues es clara la desbandada, principalmente por oportunismo hacia el partido de la U de parlamentarios rojos, azules, verdes y amarillos, es decir apareció el arco iris y la tormenta se alejó. Segundo a través del afinamiento ideológico por parte del “Nuevo Uribismo”, cuyo principal ideólogo es José Obdulio Gaviria; a propósito de este último multinonbrado apellido, la vieja guardia liberal (los del trapo rojo y que aún hoy día salen a votar con camisa roja) afirma que fue el Expresidente Cesar Augusto Gaviria Trujillo, el que sepulto al partido y que Ernesto Samper Pizano le expidió el acta de defunción; por el lado de los Azules, el victimario, fue Andrés Pastrana Arango y el sepulturero fue Álvaro Uribe Vélez.
Muy lejos del triunfó está el Partido Verde (aunque analistas afirman que se convirtió en la segunda y nueva fuerza política en el país, ahora no lo discuto. Amanecerá y veremos), que esperaba por lo menos 8.000.000 de votos incluyendo la franja entre 18 y 25 años (Universitarios y desempleados) y los abstencionistas, mal llamado voto de opinión, intentaban así ganar en primera vuelta (esas eran las cuentas alegres del también matemático Fajardo).
Lo que muchos aún no perciben es que ese partido a demostrado de mil maneras diferentes, ausencia de estructura y madurez política, falta de liderazgo, miopía e improvisación, que llevaron a Mockus (aconsejado por Peñalosa y Garzón, Fajardo estaba incapacitado), a pronunciar un discurso erróneo, frente a los 3.120.716 votantes, que esperaban se les señalara el camino a seguir para las elecciones de junio; desafortunadamente para ellos, el discurso que escucharon fue algo totalmente diferente, manifestación matizada de odio y frustración al mejor estilo de los políticos tradicionales de provincia, de aquellos que él tanto critica, es decir Mockus no se cansa de desconcertar.
Es más fue una tremenda desilusión, que generará apatía en el voto de opinión y en una izquierda que esperaba el advenimiento del nuevo mesías, pues era evidente que el militante empezaba a asomar nuevamente la cabeza, por encima de su trinchera sicológica, lo digo por que el país empezó a percibir el reencauche de antiguos cuadros políticos comunistas y de sus tímidos seguidores, en los últimos tres meses y a última hora hicieron presencia sin temor, en los parques, las calles, en los cafés, en reuniones publicas y privadas, en los editoriales y columnas de diferentes periódicos a lo largo y ancho del país, empezando a difundir el mensaje renovación en contra del establecimiento. Pues aparentemente renacía la esperanza de llegar al poder y seguir el mismo camino de otros países en el continente, Es decir toda la esperanza se centraba en la nueva era Mockusiana.
Pero Mockus les falló, tal vez por su novatada o ingenuidad política derivada de una muy bien elaborada y estructurada mente matemática y filosófica que de nada sirve para enfrentar las masas sedientas de cambios estructurales, lo que le impidió demostrar ser un autentico y nato líder como los añorados Jorge Eliecer Gaitán y Luis Carlos Galán Sarmiento y por que no decirlo con el carácter de Carlos Pizarro León-Gómez; por el contrario en su último discurso, no logro motivar y sorprender pro-positivamente a su electorado, el pasado domingo, le falto malicia, audacia y visión política para no “desinflar” mucha parte de ese elector primario que lo acompaño en las urnas.
Es muy probable que ese elector que no le dio ni pereza ni miedo salir a votar; el próximo 20 de junio se abstenga frente a la desilusión de ver desvanecerse al ídolo de barro que esperaban cambiara la historia de la izquierda y del voto de opinión en nuestro país, esa oportunidad ya se perdió y lo confirmaremos en la votación para la segunda vuelta.
El problema para sus seguidores, es que les tocará esperar por otros 8 años, por que según mis cuentas, a Santos le sigue en su orden Vargas lleras o Uribe. Tendrán entonces tiempo para buscar un modelo de líder, que tenga el coraje de Piedad Córdoba, el modernismo de Enrique Peñalosa, la lucidez de Carlos Gaviria, la malicia de Lucho Garzón y el conocimiento del país de Gustavo Petro.
Pero como lo último que se pierde son las esperanzas, y dependiendo de los resultados del próximo gobierno; se la pueden jugar nuevamente dentro de cuatro años, entonces ¿quien sucederá a Antanas Mockus?... Clara Eugenia López, Enrique Peñalosa, o Luis Eduardo Garzón.
Imagino que Sergio Fajardo replanteará su estrategia política para los años venideros, esperemos que haya entendido que eso de andar de independiente no le da mucho resultado.
Definitivamente la que si triunfo en las pasadas elecciones fue la Democracia Colombiana, por que si bien hubo mucha expectativa, ya sea por manipulación de los medios a través de unas encuestas que no logran entender el querer del pueblo, lo que si quedo claro es que hubo una enorme movilización a cumplir con el deber patriótico de salir a votar sin presiones y en completa paz y tranquilidad.
Finalmente la obstinación de Mockus, de rechazar alianzas y en mantener su postura matemática donde ahora 1-1 = -11 llevará definitivamente a la presidencia a Juan Manuel Santos Calderón; Esto no significa que se deban tranquilizar.
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