Escribir sobre lo uno o sobre lo otro, es no acudir inicialmente a los concejos de la historia, sino buscar la mano amiga de la gramática, donde nos señala que Vallecaucanidad se deriva de Vallecaucano (Valle-Caucano), o lo que es lo mismo decir que… fulano nació o vive hace muchos años en el Departamento del Valle del Cauca; igual sería si a un hincha de un equipo de futbol, se le preguntara, ¿Oye Adolfo eres Caleño o Americano? Es algo que encierra un concepto calificador o descalificador; es decir que tiene unas cualidades o características que lo definen y lo identifican o lo diferencian de otros, y que pasa a ser esencial y se convierte en un atributo o en un estigma, como por ejemplo, mengano, tiene carisma se expresa bien y es coherente en sus ideas, promete como político; zutano es inteligente pero distraído y perezoso; o perencejo juega bien al baloncesto pero le falta compromiso con el equipo; o la placa de ese carro es del Norte del Valle.
Aún con lo anteriormente descrito, no se ha dicho absolutamente nada, no se ha definido el concepto de vallecaucanidad; Primera acepción es básicamente un concepto político- administrativo, es un concepto de territorialidad, de dominio territorial, de hegemonía, es decir desde donde se manda o se dirigen los destinos de toda una colectividad, para bien o para mal; ¿Se podría definir, qué significa ser Vallecaucano? Observemos un humilde campesino, que viva en una finca bien al norte, del municipio de El Águila, digamos en Cañaveral – Villanueva, u otro agricultor bien al sur de Departamento, digamos en Liberia, timba o quinamayo, ¿se sentirán que hacen parte de la vallecaucanidad o mejor de ser vallecaucanos?, existirá en sus corazones un sentido de pertenencia por el Departamento; que a propósito el próximo 16 de Abril conmemorara sus primeros 100 primeros años de creación, y según lo narra la historia, para lo cual se reunieron los antiguos departamentos de Cartago, Buga, y Cali para formar uno solo, con el nombre de Departamento del Valle del Cauca y en el mismo decreto 340 de 16 de abril de 1910 se eligió como capital a Cali; o por el contrario el campesino humilde del norte se sentirá más Antioqueño y el agricultor de sur se sentirá más Caucano.
¿Entonces que significa ser vallecaucano? Segunda acepción: La respuesta más obvia: ser vallecaucano es haber nacido en el Valle del Cauca, o serlo por “adopción”, pero la respuesta es bien simplista, debemos ir mas allá, buscar si de verdad existe una identidad sociocultural de todos los vallecaucanos, es decir, un solo acento, un modo de ser y de sentir, de pensar y de actuar con el cual pudieran identificarse, lo étnico (el blanco, el negro y el indio), lo artístico, lo deportivo, etcétera; será que a todos los vallunos les gusta la arepa, o el pan en el desayuno, chocolate o café en leche, el sancocho y los frijoles o la bandeja paisa, la mazamorra, el agua de panela o el champú, el mango, el aguacate o el chontaduro; la salsa, el merengue o el vallenato, el Deportivo Cali, El América, El Atlético Nacional, o el Deportivo Pereira, ; o será que por el contrario existen mínimo dos regiones bien identificadas por sus hábitos y costumbres, su formas de pensar bien definidas y una memoria colectiva bien diferente, como por ejemplo el Norte del Valle, y el resto del Valle; piense solo en esto: cuando usted desocupado lector toma un taxi en Cali, de seguro el taxista cree que le abordo un paisa.
Tercera acepción: Intentando aún lograr conseguir definir el concepto tan abstracto de lo que significa Vallecaucanidad; también es cierto que hay algunos sectores, que a través de sus discursos, especialmente en los gobiernos locales centrales y agremiaciones del sector productivo departamental (industriales, empresarios y comerciantes), donde se habla de una identidad regional como de la “vallecaucanidad”, inclusive con sedes en las principales capitales del país, aquí ya no es como se siente o se entienden entre si, el ciudadano del común y el gobernante; sino como nos sienten y si de verdad nos entienden, los que detectan el poder político y económico y que a toda costa quieren defenderlo para perpetuarse en sus privilegios a punta de pura demagogia.
Cuarta acepción: Avanzando nos encontramos con un concepto no tan abstracto y es la búsqueda de identidad, principalmente por el ciudadano del común, despojado de la capacidad de manipular un entorno para atender sus caprichos e intereses, económicos, políticos y sociales, porque aparece, en el mismo modo intentando de relatar, el listado ampliado de los estereotipos (el paisa, el valluno y el caucano), transformándolos ahora en valores y vocaciones, como el audaz, el inteligente, el trabajador o el taciturno; con base en lo anterior podríamos avanzar más afirmando que en el colectivo diverso que conforma la vallecaucanidad ya poco se escucha “así hemos sido”, como apelación a la tradición histórico-cultural inexistente, ahora ya surgen movimientos con consignas tales como “así deberíamos ser”, refiriéndose al no tan nuevo apelativo pero igual de abstracto de Nortevallecaucanidad, como apelación a un proyecto político, económico y sociocultural ideal, que obedece a una gestión estratégica de los imaginarios de la región y sus poblaciones, que luchan contra el olvido y atraso al que han sido sometidas sus regiones, durante años, confirmando ya que cada región tiene una particularidad y la forma de resolver sus problemas y necesidades.
Dicho en otras palabras, las circunstancias en las que han vivido, la estigmatización (el calificativo “Norte del Valle” aparece por primera vez haciendo alusión al otrora cartel de la droga) situación esta injusta por lo demás; el aislamiento y la exclusión que por muchos años a evidenciado toda una región, que para nuestro caso es el Norte del Valle con sus 16 o 18 municipios, por parte de las administraciones centrales departamentales a lo largo de los últimos 30 años; hace que poco a poco cale en la idiosincrasia del pueblo y sus gobernantes, querer darle un giro entorno al abstracto de la vallecaucanidad, ya que como modelo no aporta nada; sobre todo a los habitantes del Norte del Valle, más bien logran empujar a los dirigentes de esas comarcas norte vallecaucanas a reflexionar sobre si mismas y sobre su futuro, se preparan para crear visiones y misiones de región al 2030, 2040 o 2050 podrían referir solamente la idea que se tiene de ellos, o a la que conviene tener en el contexto de la competencia entre regiones, ya que la historia esta cansada de mostrarnos, que en el centro y sur del departamento del valle siempre han competido y seguirán compitiendo principalmente por recursos económicos que les garanticen bienestar para sus comunidades, entonces queda claro y como se intentan plantear las cosas, que la tarea a adelantar por parte de los Norte Vallecaucanos, es la búsqueda de una identidad política (que no existe, por cuanto un político de Cartago o del norte cuando llega a Cali termina defendiendo los intereses de los vallunos), una identidad económica y una identidad sociocultural; por que está muy claro que hay un despertar de toda una comunidad que busca recuperar la paz, su identidad perdida, su valía y sus deseos de protagonismo a nivel regional.
Finalmente podríamos afirmar que el nombre abstracto de vallecaucanidad, no logra definir la relación de identidad, entre el humilde campesino del norte del valle y el agricultor del sur del departamento; como ya se dijo es una abstracción de una supuesta unidad existencial territorial que nunca ha existido en su conjunto; a mi abuelo le escuché siempre decir, desde hace muchísimos años, que el Valle del Cauca llega solo hasta Tulua, ahora entiendo semejante sentencia para los nortevallecacuanos.
Quinta y última acepción: Otra mirada sobre el concepto de Vallecaucanidad, en el centro de Cali, ahí muy cerca a unos pasos de la gobernación, está la Plaza de Caycedo, y recibe su nombre de el prócer de la independencia Joaquín de Caycedo y Cuero, cuyo monumento en bronce se encuentra en el centro del parque; si bien el monumento fue erigido en 1913, en la placa conmemorativa firmada por la Academia de Historia y fechada en 1990, se habla de él como fundador de la vallecaucanidad, la razón histórica fue su participación en la declaración de independencia hecha en Cali, dos años antes de que se hiciera en Cartagena, seguramente fue un invento acuñado por unos intelectuales al servicio del poder local de esa época; la realidad es otra muy diferente al concepto de unidad político-administrativa que se quiso manejar a principios de la década del 90 por parte de dichos historiadores; ya que para principios del siglo XIX era inexistente ese principio, por aquella época la academia no duda en hacer de ese grito de independencia una forma de territorialidad, pero también confirma la existencia del movimiento de las ciudades confederadas (Anserma, Buga, Cartago, Caloto, Toro y Cali) cada una con su centro político y administrativo; la sola existencia de estas ciudades confederadas invalidaba aún para Cali el concepto de lo que hoy día llamamos ciudad región y que la perfilara con una identidad regional, que pudiera denominarse vallecaucanidad, dicho proyecto de identificación, no abarcaba el referente de identidad socio-cultural de las poblaciones, incluyendo las ciudades confederadas, del territorio del Valle geográfico del Río Cauca; la historia nuevamente nos recuerda algo que siempre ha estado ahí, y es que en particular y aún desde los primeros gritos de independencia, ni Cartago ni en general los municipios del Norte del Valle nunca han sido patrimonio político administrativo, ni mucho menos sociocultural del actual Departamento del Valle del Cauca, ya que nacieron independientes.
Solo concluyo que fue un capricho de la historia, por que muy bien y a partir de las ciudades confederadas (Anserma, Buga, Cartago y Toro) se hubiera proclamado con identidad socio cultural y político administrativa otro departamento, y hubieran creado, mediante algún decreto, el Departamento del Norte del Valle, parece ser que lo que falto en ese momento fue un prócer de la independencia diferente y asentado en el norte del valle y en oposición a Caycedo y Cuero.
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