USO
DEL TAPABOCAS, DISTANCIAMIENTO SOCIAL Y LAVADO DE MANOS
Antes de recordar
la historia del Hospital Sagrado Corazón de Jesús, hoy, San Juan de Dios, es
supremamente importante insistir que cada uno de nosotros, convirtamos en
hábito, el acatamiento de los protocolos básicos sobre bioseguridad.
Como lo son: uso
del tapabocas, distanciamiento social y lavado frecuente de manos; por aquello que
no solo está en riesgo, la vida, sino la de familiares, vecinos, amigos, conocidos
e inclusive la de los adversarios.
DIA
INTERNACIONAL DEL TRABAJO
Abrimos un paréntesis
para sugerir, hoy Día Internacional del Trabajo, que lean “El Arte de la
Guerra” de Sun Tzu; de su esencia, como concluye Thomas Cleary.
“Pero la obra
del general Sun Tzu no es únicamente un libro de práctica militar, sino un
tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento
de la naturaleza humana en los momentos de confrontación”.
Continúa
diciendo…” No es, por tanto, un libro sobre la guerra; es una obra para
comprender las raíces del conflicto y buscar una solución”.
“Es mejor ganar
sin lucha” Nos dice Sun Tzu, “y esa es la distinción entre el hombre prudente y
el ignorante”.
Concluye Cleary “Esta
sentencia es la clave de una obra que le permitirá deshacerse de todos los
libros actuales sobre el liderazgo para ejecutivos”.
CAMAS
UCI PRIVADAS, EN CARTAGO, AL 78%
Usted se
preguntará ¿Por qué insistir en atemorizar – léase concientizar - al ciudadano
del común con el argumento de la pandemia? Si en la ciudad de Cartago, en el Norte
del Valle, la ocupación de las UCI está, según informe oficial de la administración
municipal al día viernes, 30 de abril, en el 78%.
La respuesta es…
Precisamente por eso… Lo anterior significa que ya sea por necesidad de
sobrevivir, arrogancia o ignorancia; siendo el caso más ejemplarizante el primero.
Y es por aquello
de la urgente y necesaria reactivación económica; aunque también, en gran
medida, la población pobre y vulnerable le obliga salir; a la sazón todos
por esa misma razón debemos de cuidarnos.
LA
PROFUNDA CRISIS DEL HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS
De otro lado si
no es urgente, e importante, lo fundamental es acatar la medida cautelar que
invita al confinamiento; en todos los casos, si usted se contagia seguramente enferma
a otros, entonces necesitará ayuda médica, hospitalización de algunas otras
cirugías por otras patologías o tipo accidentes.
Lo que usted
atento y respetado lector ignora es que, en la actualidad, y desde hace muchos
años, el Sistema General de Seguridad Social en Salud, SGSSS, en la ciudad se
encuentra al borde del colapso; milagro que no haya sucedido O LO ESTÉN
OCULTANDO.
LOS
PASEOS DE LA MUERTE
Razones son muchas, mencionaremos
algunas: Para ilustrarlo no olvidemos, que desde hace décadas, nos quejamos de los “paseos de la muerte”
hoy son tantos los fallecimientos, en el departamento, que ya ni se notan.
Dejando claro que en la ciudad NO FUNCIONA el CRUE. - Centro
Regulador de Urgencias y Emergencias - mucho menos para el Norte del Valle.
Lo anterior
significa que si un paciente requiere de un urgente traslado - en ambulancia -
a otro centro de salud o ciudad por el estado de gravedad o urgencia en que se
encuentre.
La autorización tiene
que venir de Santiago de Cali; que se encuentra a dos horas y media por la
distancia. Surge la pregunta ¿Cuántas horas
tardaría la prestación de ese servicio de venida y vuelta?
Por tal motivo el riesgo que un
paciente, de a pie, muera es muy alto, si debe ser traslado a la ciudad capital, o una ciudad intermedia en el centro del valle. Ojo con eso.
UN
EJEMPLO HIPOTÉTICO
El problema de atención
en salud pública en la ciudad es tan delicado; siendo resumido con un ejemplo; en
el que llegaren, al mismo tiempo, 10 casos con pacientes graves e independiente
de las causas.
Con seguridad el
médico jefe de la UCI, en la ciudad, no tendría el apoyo logístico, las herramientas,
los procedimientos y el conocimiento necesario para enfrentar esa posible
emergencia sanitaria o en una sala de urgencias. Dios no lo quiera.
Por lo que se le hace
imposible determinar: el número de ambulancias en espera, disponibilidad
de camas, hospitales, red de prestadores, léase IPS y EPS; y lo más delicado los
convenios vigentes, personal médico general, paramédico y especializado
disponible. Toda una pesadilla para el personal médico.
Los que
estudiaron para eso y los que por experiencia han presenciado múltiples casos
de urgencias; aseguran que la diferencia entre la vida y la muerte; radica en reaccionar
con la rapidez y la responsabilidad para lograr ubicar el paciente, en trance
de muerte, que debe ser remitido a un nivel superior de atención o a otra
ciudad o departamento.
Remisión que
debe estar soportada por todos los protocolos de traslado; para que al paciente
se le presten, en el menor tiempo posible, los servicios de urgencia que
requiere; evitando traslados innecesarios que terminan en los famosos “paseos
de la muerte”. A lo que algunos funcionarios se han venido acostumbrando.
La situación anterior nos lleva a una parte, del origen, de la crisis de salud pública en la ciudad y es lo que tiene que ver con la suprema importancia de mantener vigentes los convenios para la oportuna prestación del servicio.
Donde están
involucrados, eso creemos, todos los actores responsables de la atención
llámense: Hospitales, Clínicas, IPS, EPS y centros de salud; en la que todos asuman
la corresponsabilidad en la efectiva prestación del servicio de salud en la
ciudad.
Surge la pregunta…
¿Quién o quiénes ejercen el control a los convenios entre las EPS y el Hospital
San Juan de Dios? ¿Poseen el suficiente compromiso y la experticia para realizarlo
profesionalmente?
RETRASOS
EN EL PAGO DE LOS COMPROMISOS LABORALES HASTA POR CINCO (5) AÑOS
La problemática
del Hospital San Juan de Dios, parece ser más compleja, que lo que dejan ver
sus directivas vía plataformas tecnológicas.
Lo anterior
por aquello que no es excusa que, frente a la protesta del personal médico, el pasado 20
de abril, por la falta de soporte técnico y tecnológico, medicamentos, equipos
de protección para médicos y personal relacionado con la salud, sin excluir los
abusos e intimidaciones por despidos sin justa causa al personal de la salud.
Más, la gota que
derramó la copa del atropello, fue el reiterado retraso, de hasta diez (10) meses,
en el pago oportuno de los salarios y las prestaciones sociales.
Y en casos más críticos
por cinco (5) años; seres humanos involucrados por vocación del servicio, o tal
vez por eso se aprovechan, que tienen familias y obligaciones diarias que atender.
Fueron razones
más que suficientes para decidir, en medio de la angustia de no poder atender
un paciente que los necesita, entrar el pasado 20 de abril en paro parcial de
actividades. Donde solo se atienden urgencias.
Del otro lado de
la ecuación un gerente que, despacha vía teleconferencia desde la ciudad Cali,
justifique: el retraso en los pagos, la entrega del material hospitalario y en general
por el incumplimiento de sus obligaciones.
Por la disminución,
tal parece, desde hace ocho (8) meses en los flujos de caja derivado de la intervención,
por quiebra, de uno de los operadores de Salud: Asociación Mutual Barrios Unidos de Quibdó. Que no es de Quibdó.
¿Por qué no
previó esa situación si tuvo el tiempo necesario para gestionar los recursos? Y si lo sabía ¿Por qué guardó silencio durante tanto tiempo? O para darle
trámite al problema ¿No existía un plan B o C para ese tipo de contingencias?
Sin importarle la
calidad de vida de: aseadoras, médicos, paramédicos y en general al personal adscrito
a la prestación del servicio en su hospital.
LA
GÉNESIS DE UNA TRAGEDIA SIN RESOLVER
La que dio
inicio con la ordenanza No. 005 del 12 de enero de 1996 cuando el Hospital
Sagrado Corazón de Jesús empezó a dejar de ser patrimonio de la ciudad.
Por cuanto, en
ese acto administrativo hace un poco más 25 años, se trasladaron “técnicamente”
los pasivos laborales y pensionales de los trabajadores, al NUEVO ENTE
DEPARTAMENTAL.
Por aquello de
los derechos adquiridos mediante convención laboral y exigida por el sindicato
de trabajadores de ese entonces, eso era lo correcto, finalmente ese fue el único
paso importante que se dió, ojo, quedando por definir la nueva naturaleza jurídica
de esa entidad prestadora del servicio de salud.
Hoy surge la
pregunta ¿Qué entidad gubernamental se hizo cargo de ese pasivo pensional y
prestacional? ¿Quedó en el limbo esa cuantiosa deuda?
Ya que para esa
época tal parece quedaron, las deudas, sin ser fondeadas presupuestalmente y mucho menos atendidas
financieramente. Lo que nos lleva a presumir que todo permaneció, sin resolver, en ese
papel denominado ordenanza. Como suele suceder en muchos casos en Cali.
Lo anterior
significa que desde hace más de dos décadas y media la ciudad perdió ese importante
activo financiero; el Hospital Municipal Sagrado Corazón de Jesús.
En otras palabras,
e independiente de si haya mediado dolo, culpa o la marulla que se utilizó para
“la transformación jurídica” con la que se pretendía adoptar “nuevo hospital
departamental”.
Trámites que estaban basados en
unos muy bien elaborados tecnicismos jurídico-administrativos que finalmente no
resolvían la quiebra o iliquidez de ese entonces.
Lo que si
garantizaba era que el hospital municipal quedara bajo la tutela de departamento;
y el hueco fiscal esperara sin atender, tal parece, hasta la fecha y creciendo.
EL problema actual
es que, el Hospital San Juan de Dios, según su actual Gerente, enfrenta un
grave problema de liquidez, se cree, con más de 80 mil millones de deuda
acumulada, según él, durante ellos últimos 16 años.
Lo que nos lleva
a suponer, con el riesgo de equivocarnos, que la deuda pública, o privada, no
son acumulados por 16 sino durante los últimos 25 años.
Tiempo durante
el cual, todas las administraciones departamentales no hicieron nada diferente
que manejar un hospital aparentemente sin recursos, y sin resolver su situación
financiera. ¿Quién o quiénes son los responsables?
Tres años después
según decreto 0944 de 1999 se ordenó la “liquidación” del Hospital Sagrado Corazón
de Jesús; se cree con enormes vacíos jurídicos.
Por aquello que a
la nueva entidad “Hospital Departamental de Cartago Empresa Social del Estado”
no se le definió su naturaleza jurídica - técnicamente quedaron funcionando dos
hospitales - y desde su creación empezó a funcionar con un “déficit” sin
aprovisionar presupuestal y contablemente; mucho menos fondear financieramente ese
antiguo pasivo laboral y pensional.
La anterior “confusión”
técnico-administrativa, y desde esa época, convirtió al hasta hoy HD en
patrimonio de nadie; hoy tal parece en manos de una concesión privada.
Donde políticos,
desde el pasado y actualmente, de todas las estirpes, hicieron uso y abuso de
los recursos nacionales y departamentales; convirtiéndose esos flujos de caja– algunas
veces invertidos donde no había prioridad - en un jugoso botín donde todos
disfrutaban de una “pequeña” parte. ¿Será que el Hospital San Juan de Dios no
tiene Dolientes?
¿DEUDA
ACUMULADA POR 25 AÑOS?
Veinte y cinco
(25) años después, la historia se repite con nuevas inversiones en infraestructura:
cafetería y salas de especialización en un hospital que solo atiende urgencias.
Al tiempo con
una planta de personal a la que se le adeuda hasta 10 meses de sueldos y
salarios; y como si lo anterior fuera poco, a la fecha, tiene unos pasivos acumulados
que superan los 80 mil millones.
Para entender
esta cifra regresemos al pasado, del que algo se puede aprender, para aquella época;
hoy lo creemos así, surgiría parte de la solución al eterno problema del manejo
de la salud pública en la ciudad.
Mediante acuerdo
005 del 7 de marzo del 2000 y el decreto 015 de 17 de marzo del mismo año, se
creó la I.P.S del Municipio de Cartago como Empresa Social del Estado, con
carácter de institución de orden municipal, personería jurídica, patrimonio
propio y autonomía administrativa.
Abramos un paréntesis…
Lo que algunos esperaban, hace algunos años, era previa la gestión de la Gobernación
del Valle del Cauca, una especie de fusión entre el Hospital Departamental,
colapsado financieramente, y la IPS Municipal. ¿Es viable esa propuesta en la actualidad?
Regresando a la creación
de la IPS…Con la prestación de ese nuevo servicio se ampliaba la cobertura de
la IPS Municipal en la prestación de los principales servicios de asistencia médica
y hospitalaria en la ciudad.
Aunque otros consideran
que lo ahogó, al HD, operativamente; para finalmente quedar en una sola prestadora del servicio
de salud. Qué es lo que esperaríamos fuera la solución actual y que ese
patrimonio regresara a los cartagüeños.
Ya que está
comprobado, la incompetencia y negligencia de anteriores gerencias, que recoge los
problemas financieros del Hospital San Juan de Dios, sede Cartago; y que lo tienen
al borde de la postración financiera, al día de hoy.
¿SIN
RESOLVER LOS VIEJOS PASIVOS LABORALES Y PRESTACIONALES?
Doce años después
de la desaparición de la razón social Hospital Sagrado Corazón de Jesús. Como siempre
ocurre en estos casos, muy tarde se prendieron, de nuevo, las alarmas.
Ello ocurre con
el cierre fiscal del 2012, cuando el Departamento del Valle del Cauca, manifiesta
que no puede atender el enorme déficit de un poco más de $12.000 mil millones.
Más los gastos
de funcionamiento (nóminas y prestaciones) a razón de $800 millones mensuales,
lo que nos daría con corte al mes de abril $9.600 millones de pesos más, para
vigencia fiscal 2013.
Sin contar los
gastos generales (mantenimiento, materiales y suministros, entre muchos otros)
y de inversión necesarios para su normal funcionamiento que sumarian 18.400
millones.
Lo que
fácilmente nos llevaría, para esa fecha, a una cifra cercana a los $40.000 millones de
pesos aproximadamente, según informe de la auditoría de la Supersalud.
SOLUCIONES
QUE ESTUVIERON A LA VISTA
También recordemos
que para esa época el Secretario de Salud Departamental, el Médico Fernando
Gutiérrez propuso la creación de una E.S.E. que manejaría los niveles 1, 2, 3 y
ambulatorio de salud.
Sus razones: El
alto funcionario público Departamental, dejó siempre claro que “la crisis no da
para tener dos Instituciones de Salud en Cartago IPS Municipal y Hospital
departamental”. ¿Qué hacer entonces
ahora y después de la liquidación del HD?
Siguen las declaraciones,
para esa época, de Gutiérrez “La propuesta es técnicamente factible, la venimos
proponiendo desde el año pasado, no es un tema de liquidación ni de cerrar el
hospital, ni la I.P.S. sino conjugarla en una sola entidad más fuerte y
transformada”.
En la actualidad
la pelota está en el terreno de la Gobernación del Valle del Cauca, a través de
la Secretaría de Salud Departamental. Está claro que es factible revisar de
nuevo, desconociendo el recorrido jurídico, de la concesión, para que el
hospital, como una nueva entidad jurídica, regrese a ser patrimonio de los
cartagüeños.
Es decir para
que atienda de manera eficiente y eficaz los diferentes requerimientos,
aprovechando su privilegiada ubicación geoestratégica, y demandas de servicio
de atención y urgencias en salud para los municipios de la zona norte como lo
son: Cartago, Alcalá, Ansermanuevo, Argelia, El Águila, El Cairo, Obando,
Ulloa, Zarzal, La Victoria, La Unión, Toro, Versalles y San José del Palmar;
zona que suma casi 500.000 habitantes que en una alta proporción pertenecen al
régimen subsidiado en los estratos 0, 1, 2 y 3.
¿Será factible una
alianza público-privada? ¿Primará el interés de casi 500.000 habitantes del
Norte del Valle? En todos los casos, la actual gobernadora, o quien haga sus
veces, conoce muy de cerca este complejo manejo de la salud en el departamento
y en la ciudad; que mueve anualmente solo desde lo municipal, a través de los
diferentes fondos para Salud más de de $211.000 mil millones de pesos.
¿Cuál será el
presupuesto estimado del posible nuevo ente de salud en la ciudad? Creemos que el camino no
es tan largo de recorrer. Queda entonces de nuevo abierto el debate. Amanecerá y
veremos.
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