sábado, 1 de mayo de 2021

LA AGENDA SALUD EN LA CIUDAD: HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS – PRIMERA PARTE


USO DEL TAPABOCAS, DISTANCIAMIENTO SOCIAL Y LAVADO DE MANOS

Antes de recordar la historia del Hospital Sagrado Corazón de Jesús, hoy, San Juan de Dios, es supremamente importante insistir que cada uno de nosotros, convirtamos en hábito, el acatamiento de los protocolos básicos sobre bioseguridad.

Como lo son: uso del tapabocas, distanciamiento social y lavado frecuente de manos; por aquello que no solo está en riesgo, la vida, sino la de familiares, vecinos, amigos, conocidos e inclusive la de los adversarios.

DIA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

Abrimos un paréntesis para sugerir, hoy Día Internacional del Trabajo, que lean “El Arte de la Guerra” de Sun Tzu; de su esencia, como concluye Thomas Cleary.

“Pero la obra del general Sun Tzu no es únicamente un libro de práctica militar, sino un tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación”.

Continúa diciendo…” No es, por tanto, un libro sobre la guerra; es una obra para comprender las raíces del conflicto y buscar una solución”.

“Es mejor ganar sin lucha” Nos dice Sun Tzu, “y esa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante”.

Concluye Cleary “Esta sentencia es la clave de una obra que le permitirá deshacerse de todos los libros actuales sobre el liderazgo para ejecutivos”.

CAMAS UCI PRIVADAS, EN CARTAGO, AL 78%

Usted se preguntará ¿Por qué insistir en atemorizar – léase concientizar - al ciudadano del común con el argumento de la pandemia? Si en la ciudad de Cartago, en el Norte del Valle, la ocupación de las UCI está, según informe oficial de la administración municipal al día viernes, 30 de abril, en el 78%.

La respuesta es… Precisamente por eso… Lo anterior significa que ya sea por necesidad de sobrevivir, arrogancia o ignorancia; siendo el caso más ejemplarizante el primero.

Y es por aquello de la urgente y necesaria reactivación económica; aunque también, en gran medida, la población pobre y vulnerable le obliga salir; a la sazón todos por esa misma razón debemos de cuidarnos.

LA PROFUNDA CRISIS DEL HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS

De otro lado si no es urgente, e importante, lo fundamental es acatar la medida cautelar que invita al confinamiento; en todos los casos, si usted se contagia seguramente enferma a otros, entonces necesitará ayuda médica, hospitalización  de algunas otras cirugías por otras patologías o tipo accidentes.

Lo que usted atento y respetado lector ignora es que, en la actualidad, y desde hace muchos años, el Sistema General de Seguridad Social en Salud, SGSSS, en la ciudad se encuentra al borde del colapso; milagro que no haya sucedido O LO ESTÉN OCULTANDO. 

LOS PASEOS DE LA MUERTE

Razones son muchas, mencionaremos algunas: Para ilustrarlo no olvidemos, que desde hace décadas, nos quejamos de los “paseos de la muerte” hoy son tantos los fallecimientos, en el departamento, que ya ni se notan.

Dejando claro que en la ciudad NO FUNCIONA el CRUE. - Centro Regulador de Urgencias y Emergencias - mucho menos para el Norte del Valle.

Lo anterior significa que si un paciente requiere de un urgente traslado - en ambulancia - a otro centro de salud o ciudad por el estado de gravedad o urgencia en que se encuentre.

La autorización tiene que venir de Santiago de Cali; que se encuentra a dos horas y media por la distancia.  Surge la pregunta ¿Cuántas horas tardaría la prestación de ese servicio de venida y vuelta?

Por tal motivo el riesgo que un paciente, de a pie, muera es muy alto, si debe ser traslado a la ciudad capital, o una ciudad intermedia en el centro del valle. Ojo con eso.    

UN EJEMPLO HIPOTÉTICO

El problema de atención en salud pública en la ciudad es tan delicado; siendo resumido con un ejemplo; en el que llegaren, al mismo tiempo, 10 casos con pacientes graves e independiente de las causas.

Con seguridad el médico jefe de la UCI, en la ciudad, no tendría el apoyo logístico, las herramientas, los procedimientos y el conocimiento necesario para enfrentar esa posible emergencia sanitaria o en una sala de urgencias. Dios no lo quiera.

Por lo que se le hace imposible determinar: el número de ambulancias en espera, disponibilidad de camas, hospitales, red de prestadores, léase IPS y EPS; y lo más delicado los convenios vigentes, personal médico general, paramédico y especializado disponible. Toda una pesadilla para el personal médico.

Los que estudiaron para eso y los que por experiencia han presenciado múltiples casos de urgencias; aseguran que la diferencia entre la vida y la muerte; radica en reaccionar con la rapidez y la responsabilidad para lograr ubicar el paciente, en trance de muerte, que debe ser remitido a un nivel superior de atención o a otra ciudad o departamento.

Remisión que debe estar soportada por todos los protocolos de traslado; para que al paciente se le presten, en el menor tiempo posible, los servicios de urgencia que requiere; evitando traslados innecesarios que terminan en los famosos “paseos de la muerte”. A lo que algunos funcionarios se han venido acostumbrando.

La situación anterior nos lleva a una parte, del origen, de la crisis de salud pública en la ciudad y es lo que tiene que ver con la suprema importancia de mantener vigentes los convenios para la oportuna prestación del servicio. 

Donde están involucrados, eso creemos, todos los actores responsables de la atención llámense: Hospitales, Clínicas, IPS, EPS y centros de salud; en la que todos asuman la corresponsabilidad en la efectiva prestación del servicio de salud en la ciudad.

Surge la pregunta… ¿Quién o quiénes ejercen el control a los convenios entre las EPS y el Hospital San Juan de Dios? ¿Poseen el suficiente compromiso y la experticia para realizarlo profesionalmente?

RETRASOS EN EL PAGO DE LOS COMPROMISOS LABORALES HASTA POR CINCO (5) AÑOS

La problemática del Hospital San Juan de Dios, parece ser más compleja, que lo que dejan ver sus directivas vía plataformas tecnológicas.

Lo anterior por aquello que no es excusa que, frente a la protesta del personal médico, el pasado 20 de abril, por la falta de soporte técnico y tecnológico, medicamentos, equipos de protección para médicos y personal relacionado con la salud, sin excluir los abusos e intimidaciones por despidos sin justa causa al personal de la salud.

Más, la gota que derramó la copa del atropello, fue el reiterado retraso, de hasta diez (10) meses, en el pago oportuno de los salarios y las prestaciones sociales.

Y en casos más críticos por cinco (5) años; seres humanos involucrados por vocación del servicio, o tal vez por eso se aprovechan, que tienen familias y obligaciones diarias que atender.

Fueron razones más que suficientes para decidir, en medio de la angustia de no poder atender un paciente que los necesita, entrar el pasado 20 de abril en paro parcial de actividades. Donde solo se atienden urgencias.

Del otro lado de la ecuación un gerente que, despacha vía teleconferencia desde la ciudad Cali, justifique: el retraso en los pagos, la entrega del material hospitalario y en general por el incumplimiento de sus obligaciones.

Por la disminución, tal parece, desde hace ocho (8) meses en los flujos de caja derivado de la intervención, por quiebra, de uno de los operadores de Salud: Asociación Mutual Barrios Unidos de Quibdó. Que no es de Quibdó.

¿Por qué no previó esa situación si tuvo el tiempo necesario para gestionar los recursos? Y si lo sabía ¿Por qué guardó silencio durante tanto tiempo? O para darle trámite al problema ¿No existía un plan B o C para ese tipo de contingencias?

Sin importarle la calidad de vida de: aseadoras, médicos, paramédicos y en general al personal adscrito a la prestación del servicio en su hospital.  

LA GÉNESIS DE UNA TRAGEDIA SIN RESOLVER

La que dio inicio con la ordenanza No. 005 del 12 de enero de 1996 cuando el Hospital Sagrado Corazón de Jesús empezó a dejar de ser patrimonio de la ciudad.

Por cuanto, en ese acto administrativo hace un poco más 25 años, se trasladaron “técnicamente” los pasivos laborales y pensionales de los trabajadores, al NUEVO ENTE DEPARTAMENTAL.

Por aquello de los derechos adquiridos mediante convención laboral y exigida por el sindicato de trabajadores de ese entonces, eso era lo correcto, finalmente ese fue el único paso importante que se dió, ojo, quedando por definir la nueva naturaleza jurídica de esa entidad prestadora del servicio de salud.

Hoy surge la pregunta ¿Qué entidad gubernamental se hizo cargo de ese pasivo pensional y prestacional? ¿Quedó en el limbo esa cuantiosa deuda?

Ya que para esa época tal parece quedaron, las deudas, sin ser fondeadas presupuestalmente y mucho menos atendidas financieramente. Lo que nos lleva a presumir que todo permaneció, sin resolver, en ese papel denominado ordenanza. Como suele suceder en muchos casos en Cali.

Lo anterior significa que desde hace más de dos décadas y media la ciudad perdió ese importante activo financiero; el Hospital Municipal Sagrado Corazón de Jesús.

En otras palabras, e independiente de si haya mediado dolo, culpa o la marulla que se utilizó para “la transformación jurídica” con la que se pretendía adoptar “nuevo hospital departamental”.

Trámites que estaban basados en unos muy bien elaborados tecnicismos jurídico-administrativos que finalmente no resolvían la quiebra o iliquidez de ese entonces.

Lo que si garantizaba era que el hospital municipal quedara bajo la tutela de departamento; y el hueco fiscal esperara sin atender, tal parece, hasta la fecha y creciendo.

EL problema actual es que, el Hospital San Juan de Dios, según su actual Gerente, enfrenta un grave problema de liquidez, se cree, con más de 80 mil millones de deuda acumulada, según él, durante ellos últimos 16 años.

Lo que nos lleva a suponer, con el riesgo de equivocarnos, que la deuda pública, o privada, no son acumulados por 16 sino durante los últimos 25 años.

Tiempo durante el cual, todas las administraciones departamentales no hicieron nada diferente que manejar un hospital aparentemente sin recursos, y sin resolver su situación financiera.  ¿Quién o quiénes son los responsables? 

Tres años después según decreto 0944 de 1999 se ordenó la “liquidación” del Hospital Sagrado Corazón de Jesús; se cree con enormes vacíos jurídicos.

Por aquello que a la nueva entidad “Hospital Departamental de Cartago Empresa Social del Estado” no se le definió su naturaleza jurídica - técnicamente quedaron funcionando dos hospitales - y desde su creación empezó a funcionar con un “déficit” sin aprovisionar presupuestal y contablemente; mucho menos fondear financieramente ese antiguo pasivo laboral y pensional.

La anterior “confusión” técnico-administrativa, y desde esa época, convirtió al hasta hoy HD en patrimonio de nadie; hoy tal parece en manos de una concesión privada.

Donde políticos, desde el pasado y actualmente, de todas las estirpes, hicieron uso y abuso de los recursos nacionales y departamentales; convirtiéndose esos flujos de caja– algunas veces invertidos donde no había prioridad - en un jugoso botín donde todos disfrutaban de una “pequeña” parte. ¿Será que el Hospital San Juan de Dios no tiene Dolientes?

¿DEUDA ACUMULADA POR 25 AÑOS?

Veinte y cinco (25) años después, la historia se repite con nuevas inversiones en infraestructura: cafetería y salas de especialización en un hospital que solo atiende urgencias.

Al tiempo con una planta de personal a la que se le adeuda hasta 10 meses de sueldos y salarios; y como si lo anterior fuera poco, a la fecha, tiene unos pasivos acumulados que superan los 80 mil millones.  

Para entender esta cifra regresemos al pasado, del que algo se puede aprender, para aquella época; hoy lo creemos así, surgiría parte de la solución al eterno problema del manejo de la salud pública en la ciudad.

Mediante acuerdo 005 del 7 de marzo del 2000 y el decreto 015 de 17 de marzo del mismo año, se creó la I.P.S del Municipio de Cartago como Empresa Social del Estado, con carácter de institución de orden municipal, personería jurídica, patrimonio propio y autonomía administrativa.

Abramos un paréntesis… Lo que algunos esperaban, hace algunos años, era previa la gestión de la Gobernación del Valle del Cauca, una especie de fusión entre el Hospital Departamental, colapsado financieramente, y la IPS Municipal. ¿Es viable esa propuesta en la actualidad?

Regresando a la creación de la IPS…Con la prestación de ese nuevo servicio se ampliaba la cobertura de la IPS Municipal en la prestación de los principales servicios de asistencia médica y hospitalaria en la ciudad.

Aunque otros consideran que lo ahogó, al HD, operativamente; para finalmente quedar en una sola prestadora del servicio de salud. Qué es lo que esperaríamos fuera la solución actual y que ese patrimonio regresara a los cartagüeños.

Ya que está comprobado, la incompetencia y negligencia de anteriores gerencias, que recoge los problemas financieros del Hospital San Juan de Dios, sede Cartago; y que lo tienen al borde de la postración financiera, al día de hoy.

¿SIN RESOLVER LOS VIEJOS PASIVOS LABORALES Y PRESTACIONALES?

Doce años después de la desaparición de la razón social Hospital Sagrado Corazón de Jesús. Como siempre ocurre en estos casos, muy tarde se prendieron, de nuevo, las alarmas.

Ello ocurre con el cierre fiscal del 2012, cuando el Departamento del Valle del Cauca, manifiesta que no puede atender el enorme déficit de un poco más de $12.000 mil millones.

Más los gastos de funcionamiento (nóminas y prestaciones) a razón de $800 millones mensuales, lo que nos daría con corte al mes de abril $9.600 millones de pesos más, para vigencia fiscal 2013.

Sin contar los gastos generales (mantenimiento, materiales y suministros, entre muchos otros) y de inversión necesarios para su normal funcionamiento que sumarian 18.400 millones.

Lo que fácilmente nos llevaría, para esa fecha, a una cifra cercana a los $40.000 millones de pesos aproximadamente, según informe de la auditoría de la Supersalud.

SOLUCIONES QUE ESTUVIERON A LA VISTA

También recordemos que para esa época el Secretario de Salud Departamental, el Médico Fernando Gutiérrez propuso la creación de una E.S.E. que manejaría los niveles 1, 2, 3 y ambulatorio de salud.

Sus razones: El alto funcionario público Departamental, dejó siempre claro que “la crisis no da para tener dos Instituciones de Salud en Cartago IPS Municipal y Hospital departamental”.  ¿Qué hacer entonces ahora y después de la liquidación del HD?

Siguen las declaraciones, para esa época, de Gutiérrez “La propuesta es técnicamente factible, la venimos proponiendo desde el año pasado, no es un tema de liquidación ni de cerrar el hospital, ni la I.P.S. sino conjugarla en una sola entidad más fuerte y transformada”.

En la actualidad la pelota está en el terreno de la Gobernación del Valle del Cauca, a través de la Secretaría de Salud Departamental. Está claro que es factible revisar de nuevo, desconociendo el recorrido jurídico, de la concesión, para que el hospital, como una nueva entidad jurídica, regrese a ser patrimonio de los cartagüeños.

Es decir para que atienda de manera eficiente y eficaz los diferentes requerimientos, aprovechando su privilegiada ubicación geoestratégica, y demandas de servicio de atención y urgencias en salud para los municipios de la zona norte como lo son: Cartago, Alcalá, Ansermanuevo, Argelia, El Águila, El Cairo, Obando, Ulloa, Zarzal, La Victoria, La Unión, Toro, Versalles y San José del Palmar; zona que suma casi 500.000 habitantes que en una alta proporción pertenecen al régimen subsidiado en los estratos 0, 1, 2 y 3.

¿Será factible una alianza público-privada? ¿Primará el interés de casi 500.000 habitantes del Norte del Valle? En todos los casos, la actual gobernadora, o quien haga sus veces, conoce muy de cerca este complejo manejo de la salud en el departamento y en la ciudad; que mueve anualmente solo desde lo municipal, a través de los diferentes fondos para Salud más de de $211.000 mil millones de pesos.

¿Cuál será el presupuesto estimado del posible nuevo ente de salud en la ciudad? Creemos que el camino no es tan largo de recorrer. Queda entonces de nuevo abierto el debate. Amanecerá y veremos.

 

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