sábado, 12 de diciembre de 2020

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS – EL CUARTO. SEGUNDA PARTE

 

EL TRATAMIENTO

Todo aquel que se considere un buen hombre de negocios llámese  comerciante, empresario o político… En todos los casos debe tener un detallado inventario de lo que posee.

Y dependiendo de la naturaleza del negocio realizará un inventario diario, semanal, mensual o anual clasificándolo como: bueno, regular o inservible, para de ésta manera conocer a ciencia cierta cuanto tiene y que debe de reemplazar o desechar.

De tal forma que le permita mantenerse exitoso en la profesión que desempeña; y de la que se espera, le esté dedicando todo su esfuerzo, organización y disciplina para alcanzar los objetivos propuestos y de paso ganarse el respeto de los demás.

EL INVENTARIO PERSONAL.

Igual acontece con nosotros mismos; debemos, por estrategia, elaborar un listado o inventario personal de todas las cosas:     buenas, regulares y malas; éstas dos últimas, para mayor comprensión, las denominaremos: los defectos de carácter.

Entendiendo por carácter: la manera como una persona reacciona y de la forma de relacionarse, con las demás personas, con el entorno que le rodea.

A todos a lo largo de nuestras vidas, en algún momento y en particular, alguien nos debió felicitar, corregir, criticar o ignorar; también pudo haber sido el mencionarnos que somos respetuosos, agradables, amistosos o que tenemos mal carácter, prepotentes, taimados, arrogantes, vanidosos, tímidos, temidos en fin… ¿Tendrán esas calificaciones algo que ver con lo que realmente somos? O ¿Estamos equivocados y no nos conocemos?

Tampoco significa que la persona se haya convertido en un alcohólico simplemente basado en su personalidad; la que generalmente es moldeada en el hogar: desde el nacimiento, niñez y adolescencia; ya que siempre tenemos un referente o modelo de conducta al que pretendemos parecernos, en esa etapa de nuestras vidas; y que intentamos imitar sea bueno o malo.

LOBO SOLITARIO O LIDER DE LA MANADA

En muchas ocasiones, si lo anterior carece de bases sólidas o no existen, el aconductamiento lo realiza el clan al que pertenezcas, o hayas decidido pertenecer; no perdamos de vista que todos desean hacer parte, por seguridad o comodidad, de algo que sea superior a nosotros mismos.

La diferencia está,  y dependiendo de lo frágil de tu personalidad, hasta que nivel de compromiso entrega llegas… Ya sea que adoptes en el modo de vestir, expresarte, de caminar… O de pensar de la manada… En todos los casos, si te desbordas con el licor, pierdes la esencia; y terminas en el alcoholismo.

Entonces ¿Qué significa eso de realizar un “inventario moral” de nosotros mismos?

Para algunos resultará aterrador enfrentar dicha frase, porque inmediatamente la asociarán con “aberraciones”; tranquilo tampoco se trata aquí de profundizar en esos fangos sicológicos, si es que existen, ya que generalmente son casos excepcionales pero igualmente alimentados y potenciados por el alcohol.

Simplemente lo que se busca es determinar la realidad del común de las personas, identificando cuales de esos instintos: de conservación, de asociación, de supervivencia, de reproducción, etcétera; que lamentablemente fueron desbordados por el consumo obsesivo del alcohol.

LOS PECADOS CAPITALES

Para facilitar las cosas, como guía,  remitámonos a las flaquezas humanas ampliamente señaladas, que no son otra cosa que los Siete Pecados Capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.

Entonces con este marco conceptual, tome papel y lápiz y elabore una detallada lista empezando por el primero con el que usted más fácil se identifica.

Tampoco se trata de darnos látigo por solo lo oscuro o tenebroso que tengamos en nuestro interior; es preciso balancear cada uno de ellos y resaltar también virtudes: humildad, generosidad, recato, serenidad, moderación, conformidad y laboriosidad.

Una vez identificadas, se hace necesario darle el peso que tienen en nuestra conciencia y modo de actuar, de esta manera colocaremos en primer lugar aquel defecto de carácter que más dificultades nos haya dado; y que no es otra cosa que  la expresión de una personalidad intoxicada por el alcohol.

La aplicabilidad del cuarto paso, no es sino el comienzo de una práctica ya sea: diaria, semanal, quincenal o mensual y que habrá de durar por el resto de la vida. Ya que identificar el problema es solo el comienzo de una larga lucha contra el alcohol.

Una vez se ha hecho el inventario y después de reconocer por ejemplo que la ira nos trae muchos problemas; entonces lo importante es examinar cuando se presenta con más facilidad y proceder a controlarla.

Es evitar esas situaciones donde estamos expuestos a ella, el error podría estar en pretender ocultarla como un acto de contrición y de buena fe; todo lo contrario dichas reacciones hay que reconocerlas plenamente para poder enfrentarlas, lo importante es no negarlas.

Finalmente este Cuarto Paso, si se hace con honestidad, no es otra cosa que reencontrarnos felizmente con nosotros mismos; con ese ser espiritual y cósmico, colmado de virtudes y defectos; entendiendo, con madurez y humildad, que estos últimos fueron inflados por el terrible monstruo que es el alcohol. Amanecerá y veremos.

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