sábado, 28 de enero de 2017

TEMA DE CIUDAD – CARTAGO CUIDAD REGIÓN

Para comenzar, hablemos bien de la ciudad y sus dirigentes, bajo esta premisa y si de lo que se trata es en pensar y actuar como ciudad – región; es menester  persuadir, a los que toman las decisiones, que para  potenciar la subregión del norte del valle - hoy con más de 350.000 habitantes que incluye 18 municipios más San José del Palmar en el Choco biogeográfico - es necesario abrirle paso al impulso regional mediante la creación de polos de desarrollo que dependan de la vocación productiva local - aprovechando el enorme potencial de la región.

Lo anterior obliga a insistir en el reto que representa el diseño de agendas regionales para fomentar el crecimiento y desarrollo sostenible con responsabilidad social y medioambiental.

Usted, atento y respetado lector, se preguntará ¿Cuál región? Y tiene toda la razón; para pensar en región, primero hay que resolver el tema de la subregión; entonces no perdamos de vista que desde lo geopolítico – y es aquí donde está la gran oportunidad – la ciudad posee fronteras políticas con los departamentos del Quindío y Risaralda; además con los cinco municipios que hacen parte del Norte del Valle.

Si observamos la actividad económica que, en la cotidianidad, los articula; encontramos que la relación con Risaralda obedece más a motivaciones laborales y académicas - trabajo y estudios superiores principalmente-  hacia el Quindío crece el flujo turístico los fines de semana o en temporada de vacaciones.

Con los municipios limítrofes, la relación, en general tiene que ver con el intercambio de bienes y servicios – que van desde la comercialización de productos perecederos (en la plaza de mercado local) hasta la prestación de servicios en salud, educación, recreación y financieros entre otros; lo que muchos han denominado, a la ciudad, como la capital natural del norte del valle.

Por ahora la limitante, para la planificación, es no disponer de estadísticas que nos permitan medir, esas relaciones de intercambio,  a través del Producto Interno Bruto, PIB, que se genera en la ciudad particularmente con ansermanuevo, obando, la victoria, la unión y toro; más los municipios de ladera como Argelia, el Águila, el Cairo; y San José del Palmar.

En este contexto de relaciones políticas, económicas y sociales; nuestros dirigentes, con voluntad de actuar, deberían adelantar un serio ejercicio de planificación; tal parece ya se está elaborando, entre el Municipio y la Cámara de Comercio en su área de influencia, un primer borrador.  

Llámese construcción de la Visión Cartago, o promoviendo la imagen de marca Ciudad –Región, lo que se logrará a través del desarrollo e implementación de equipos de trabajo multidisciplinarios que tengan como tarea la construcción de agendas regionales que le den, y nos den, una mirada - como ciudad - desde lo nacional e internacional.

Visto desde lo macro, y sin fronteras políticas, esta zona del occidente colombiano cuenta con por los menos cuatro aeropuertos, tres zonas francas y un enorme potencial exportador desde la agroindustria, siendo el municipio de la Unión, el eje; además del turismo ecológico, de sol y agua, religioso e histórico de los que también podrían aportar, de acuerdo a la vocación productiva, los restantes municipios del norte del valle. ¿Construcción de “clústers” como ciudad región?   

También se podría contemplar, la reactivación de las agendas regionales con los municipios de Armenia, Manizales y Pereira, con el propósito de avanzar recogiendo las iniciativas, los esfuerzos y las experiencias adquiridas durante la última década.

Confirma lo anterior, la historia de los desarrollos territoriales alrededor de sus capitales y que dejan evidencia que departamentos como Caldas y Risaralda, no son viables sin  el concurso de las fuerzas productivas y sociales de sus capitales respectivas.

Lo complementario es igualmente válido; citando un solo ejemplo, municipios como la Virginia, Santa Rosa y Dosquebradas no serían viables sin el liderazgo de su capital Pereira. Es entonces factible y necesario ¿Crear polos de desarrollo en el Norte del Valle?

Vamos un poco más allá; corre la noticia, sin confirmar, que ya se adelantan acercamientos para trabajar mancomunadamente – traer recursos del nivel central nacional – los tres departamentos que hace 50 años hacían parte del Viejo Caldas.

Lo anterior significa en este punto, y como gran oportunidad para la ciudad, de crear los espacios para la participación en las  mesas de trabajo, con esos departamentos, así como con comerciantes, empresarios, gremios y en general fuerzas vivas; con la intención de diseñar una hoja de ruta donde la ciudad de Cartago y el Norte del Valle tengan asiento, voz y voto en esas deliberaciones; por aquello que todos ponen y todos ganan.    

Resolver el problema del desempleo que es estructural, no es fácil, es hoy aprovechar que el eje cafetero y parte del norte del valle hacen parte del patrimonio paisajístico y cultural de la humanidad; que los habilita para recibir recursos para su desarrollo, en dinero y especie, de entidades internacionales. ¿Cómo hacer parte, de ello, para aprovechar parte de esos recursos? ¿Que gestión hay que realizar? ¿Qué alianzas estratégicas hay que desarrollar?

También tengamos presente que en la región, predomina, el uso extensivo de la tierra (monocultivo dirigido a la gran industria) la que ya enfrenta crisis; más el pastoreo, con su impacto ecológico, son las mayores productores de riqueza pero sin resolver el problema del desempleo. ¿Qué hacer entonces para potenciar el turismo regional en sus diferentes modalidades?  

Durante las décadas del 70,  80 y los 90s las migraciones hacia Canadá, Estados Unidos, España, Francia y en general hacia Europa, hoy hacia Sur América;  se convirtieron en la principal fuente de ingresos de las familias, para nuestro caso cartagüeñas, a través del recaudo de las remesas que ingresan al país.

Tal situación tampoco solucionó el problema del empleo productivo en la ciudad, dichos recursos en su mayoría se dirigen hacia el consumo de bienes y servicios, algunos, fuera de la ciudad, ¿Que hacer para que ese consumo se realice en la ciudad? ¿Qué políticas se deben diseñar para que esos recursos se conviertan en nuevos emprendimientos?

Desde principios de este siglo XXI han sonado en círculos políticos, sociales y académicos el tema de las ciudades región en las agendas regionales y turísticas, ¿Será esa una de las alternativas para empezar a resolver el reto del crecimiento sostenible en el Norte del Valle?

Viene otro desafío como lo es la planificación del desarrollo urbano, fomentar  volver de la ciudad al campo, generar polos de desarrollo sostenibles, convertir en autosuficiente el campo, crear micro bolsas agrícolas, estimular la inversión productiva en las mismas, entonces se hace inaplazable la revisión de los actuales Planes de Ordenamiento Territorial en los municipios del Norte del Valle.

Lo que se logra mediante la creación de mesas de trabajo lideradas por los Alcaldes y con el apoyo de los secretarios de hacienda y jefes de planeación o quienes hagan las veces, inicialmente al interior de sus territorios, para luego articularlos desde la subregión del Norte del Valle.

Cuyo objetivo es lograr el arribo de nuevos inversionistas; en eso se avanzaría si se logra una adecuada reglamentación sobre los usos de suelo en cada uno de esos municipios, yendo más allá, con el propósito, y desde lo subregional, de enlazarlos o darles transversalidad; es decir que tengan el principio de integración para construir - sin egoísmo o protagonismos - la ciudad región. Recuerden que la unión hace la fuerza.

Y que, en su funcionalidad, impacten positivamente en los planes de desarrollo en cada uno de esos municipios, dependiendo de su vocación productiva, fortalezas y oportunidades, una vez identificadas, no deben de terminar en los límites geopolíticos municipales y departamentales, debiendo de involucrar los planes de los municipios vecinos sin que estos pierdan autonomía administrativa. ¿Bloque económicos regionales y/o subregionales?

La pregunta, que sigue, y a resolver es ¿Cómo hacer de Cartago, un destino turístico competitivo?

Si se logra crear un entorno propicio de asociación, mediante el impulso por parte de sectores políticos, empresariales y académicos; mediante la creación de las denominadas agendas regionales turísticas se podría plantear la posibilidad de integrarnos al Eje Cafetero como Norte del Valle.

La oferta por lo demás es atractiva, que debería entusiasmar a todos; pero como siempre existe el disenso, confiemos, al vender la idea, el de disponer de más elementos de juicio.

Para los que hoy decidimos denominar  “integracionistas” existe la posibilidad de que el turista que llegue al Eje Cafetero, también visite a Cartago (hay que evitar que se convierta en solo un  sitio de paso) a la vez que se articule con las rutas turísticas del Norte del Valle.

Lo  anterior permitiría la activación de la economía local, se llenarían los hoteles, los moteles, los restaurantes, las fincas y haciendas turísticas, los balnearios, los ecohoteles, hoteles campestres, mejoraría el turismo religioso y colonial, el comercio especializado en bordado a mano, los taxistas tendrían más trabajo, el comercio en general prosperaría; en resumen habría más empleo, en fin todas las buenas intenciones que usted quiera imaginarse para bien de nuestra ciudad.

Entonces cabe preguntarnos ¿Qué debe de mostrar de atractivo Cartago y el Norte del Valle? para vender y que sea lo suficientemente atractivo para que se posicione a nivel nacional o internacional, y logre que el turista luego de visitar por ejemplo Panaca o el Parque del Café entre otros, decida venir a Cartago (hospedarse) y luego pegarse la paseadita por el Norte del Valle. ¿Qué logística y alianzas hay que desarrollar para lograrlo?

Como bien se podrá observar, esta deberá de ser una gran empresa que, por fortuna, tiene un camino ya recorrido, hay muchas instituciones que hace muchos años trabajan en diferentes frentes de trabajo,  ejemplo los bordados, pero es indiscutible que es un proyecto de largo aliento.

Donde nunca se dará por terminado algo, hay que reinventarse, lo importante es el concurso de todos,  mucha imaginación y creatividad y sobre todo un trabajo en equipo que requiere de una dinámica en la comunicación y coordinación interinstitucional e intersectorial, que evidencie un esfuerzo integral y colectivo para lograr la competitividad, que no es otra cosa que alcanzar la sostenibilidad en el desarrollo turístico de la región.


En todos los casos es más rentable y requiere de menor esfuerzo el trabajar unidos que cada uno por su lado. Para terminar…Hablemos bien de la ciudad y sus dirigentes…Amanecerá y veremos.

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