Empecemos recordando el
discurso de posesión, como alcalde, del abogado y escritor Carlos Andrés
Londoño Zabala en el cual dejó constancia que sabe para dónde va y el camino
que necesita recorrer, nada fácil, para cambiarle la imagen a su ciudad.
Manifestó la necesidad de
darle aplicabilidad a la, tal paree, existencia de una agenda regional para el
manejo y la conservación de cuencas y microcuencas.
Para la cual se haría
necesario la participación de las 3 autoridades ambientales que son las
responsables del manejo del medio ambiente y su relación directa con el cambio
climático en el mediano y largo plazo.
Son en su
orden: la Corporación Autónoma Regional del Quindío (CRQ), la Corporación
Autónoma Regional del Risaralda (CARDER) y la Corporación Autónoma Regional del
Valle del Cauca (CVC).
Más los
representantes del Sistema de Parques Nacionales Naturales como parte activa en
todas las iniciativas que de esa mesa ambiental se deriven.
En el tema del desarrollo económico y la
competitividad tiene claro que va a trabajar duro de la mano con el sector
comercial y empresarial, teniendo como referente los gremios que los
representan.
En esa mesa -
por llamarla de alguna manera - empresarial y de competitividad que, Londoño Zabala,
tendría que instalar, estaría sobre la mesa, a manera de polo de desarrollo el
Aeropuerto de carga Santa Ana, ya sea alterno y/o de carga así como su zona
franca o parque logístico y con el Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros.
Este último
articulando la ciudad con la región quedando subrayado allí el tema de la vías Sotará, variante
Zaragoza y flor de damas – aeropuerto; temas nucleares para apalancar la
Construcción de la Visión Cartago 2032.
Como son obras de
importancia estratégica y, algunas de largo aliento ¿Quién aportaría el recurso
financiero? Por supuesto que el municipio, inversionistas locales, nacionales e
internacionales.
El modelo es sencillo, la
ciudad de Cartago en el Norte del Valle, necesita socios con recurso financiero
y experiencia y ellos, con seguridad, necesitan nuevos horizontes de inversión,
en su intención de penetrar nuevos mercados utilizando mano de obra calificada.
Ante la urgencia de
liquidez; todo está reglamentado en la ley 1508 del 10 de enero de 2012 “Por la
cual se establece el régimen jurídico de las Asociaciones Público Privadas, se
dictan normas orgánicas de presupuesto y se dictan otras disposiciones”.
Más allá de la doctrina y la
jurisprudencia que ya existe al respecto, lo que se pretende, es la gran oportunidad de hacer lobby en entes nacionales e internacionales, máxime ahora que
mucho se va a circunscribir alrededor
del manejo del postconflicto.
La necesidad de darle
aplicabilidad a dicha Ley es inaplazable y con la sola voluntad política serviría
para construcción de confianza en los gobernados, demostrando iniciativa en algún
tipo de negociación y determinando reglas de juego muy claras al momento de
formalizar alianzas con el sector privado.
Tan necesarias para
adelantar y continuar otras obras como
el Parque de la Isleta, el Matadero municipal o regional , el Fortalecimiento
de Empresas Municipales, la Escombrera municipal o regional, la remodelación
del centro de la ciudad, la construcción y mantenimiento de parques y plazas
publicas, entre muchas otras obras que necesita con urgencia la ciudad de
Cartago en el Norte del Valle.
El primer paso, de Londoño Zabala, podría ser la
creación de mesas de trabajo multidisciplinarias de donde surgirán las ideas para la discusión y concertación en
las que el sector publico y privado además del comunitario (presupuesto participativo
comunitario) coadyuven al logro de propósitos comunes y asuman la responsabilidad
compartida frente al destino de la Ciudad Región.
En esa mesa de negociaciones
no puede faltar ninguno de los actores que de una manera u otra ejercen
protagonismo en nuestra ciudad, empresas, los gremios, la iglesia,
universidades, sociedad civil y la fuerza pública entre otras.
El escenario de discusión partiría
del análisis, y posible ajustes, al Plan de Desarrollo del actual gobierno
municipal, más la interpretación del próximo Plan de Ordenamiento Territorial
(POT) en la fase de segunda generación.
Queda entonces claro que las
alianzas público privadas, constituyen un gran escenario para que el municipio
y todo los sectores privados (iniciativa financiera) incluyendo la sociedad
civil se asocien para desarrollar obras
de mutuo beneficio generando condiciones de confianza que tengan alto impacto
en la ciudad con responsabilidad social y medio ambiental. Amanecerá y veremos
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