Con la visita, del ex presidente y senador el abogado Álvaro Uribe
Vélez, por "razones humanitarias" a la frontera con Venezuela se
confirma que es el más audaz estratega político de los últimos tiempos.
Experto
manipulador de masas que como borregos se rinden - por su calculada estrategia
de confundir para seguir embaucando ingenuos - y ante una bien elaborada agenda
que solo intenta volver a tomarse el poder; ahora desde las Alcaldías.
Recordemos que en
el pasado y en medio del clímax político por los múltiples escándalos de su
gobierno - Uribe- intentó incendiar las fronteras con Ecuador y Venezuela.
Es lo mismo que ahora intenta hacer el vecino presidente, camino de una dictadura, Nicolás Maduro frente a la hecatombe
económica de su gobierno; tampoco olvidemos que esa estrategia de tomarse el
poder comenzó con la famosa encuesta, montaje, sobre cuál sería considerado
"El Gran Colombiano".
"Honor" que se llevó con la ayuda de poderosos aliados
nacionales e internacionales. ¿Busca Uribe un nuevo orden político, económico y
social?
Perpetuando una guerra que solo le conviene a él y a una élite que lo
respalda; todo en contravía de millones de colombianos que anhelan la paz y la
prosperidad.
Es tal su poder de
persuasión y de manejo del imaginario colectivo - solo para satisfacer su
proyectos personales - que ha logrado capitalizar a su favor las erróneas
actuaciones de las guerrillas.
Aprovecha, ahora, entonces la incompetencia de
Maduro para gobernar su país y logra capitalizar - Uribe - a su favor esta
última canallada que hace con nuestros compatriotas en esa rica y hoy
empobrecida nación.
Ingenuas las guerrillas y Maduro que con su accionar diario
actúan en favor del Uribismo. Porque el Centro Democrático es solo la fachada
de un oculto poder tras bambalinas.
Todo esto ocurre - la manipulación de la opinión publica frente a las próximas elecciones de 25 de octubre donde elegimos alcaldes entre otros - a
causa de un pueblo sin educación y desinformado que no lee, ve sí muchas
telenovelas y se la pasa en discotecas, mucho menos va a conocer o recordar su historia
pasada y reciente. Amanecerá y veremos.
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