sábado, 22 de agosto de 2015

TEMA DE CIUDAD – UN MES DESPUÉS…

La pregunta para formularnos, hoy, no es ¿Quién se beneficia con su muerte? De hecho hay muchas respuestas, todas dependen del efímero momento y la fingida conveniencia.

Ni ¿Qué tanto aprendimos o aprendió la ciudad de ese repudiable hecho? Con igual número de respuestas según el tipo de interlocutores y de sus intereses.

La última ¿Se hará justicia? La divina es una sola - aún para los que en vida se hacen acompañar de aureola - que con toda seguridad juzgará con angustia, temor o remordimiento cada uno de los corazones.

La humana, sujeta también a las emociones y los sentimientos, recorrerá otros caminos: confirmará los hechos, estigmatizará y penalizara con firmeza, nobleza o encono esas acciones; como arrepentimiento no habrá…Pedimos misericordia para los que más la necesitan.

En todos los casos el foco de atención nacional quedó sobre toda la clase política de la ciudad y durante mucho tiempo. ¿Justos por pecadores?

Vayamos a una parte del final…Los invito,  si Dios lo permite, para que exactamente dentro de cuatro años; nos preguntemos ¿Valió la pena que lo hayan entregado en sacrificio? Sin perder de vista, y aclarando, que la muerte violenta de un ser humano nunca…Nunca es justificable.

Hecho ese balance por lo menos resolvamos si realmente ¿Se habrán sentado las bases de una ciudad mejor para nuestros hijos y nietos… llena de oportunidades?

La intención de hoy no es escribir sobre humanos camino de la beatitud y mucho menos en política o de los que quedaron y participan activa o taimadamente en el tejido de esos poderes.

Hoy solo busco como gesto de gratitud, para con su familia, llevar a la memoria escrita el recuerdo de una mente brillante que no dejó opacar, ese brillo, por sus miedos, vanaglorias y las ambiciones desmedidas.

Si recordar a un ser que tenía muy claro que era el tiempo y estaba preparado para entregar lo mejor de sí; y tal vez con la enorme ambición de refundar, con visión regional, a la ciudad de Cartago en el norte del valle.

Dotado de una personalidad encantadora y arrolladora, que decidió primero triunfar - lejos pero cerca en su corazón de su ciudad natal -  en su vida personal y profesional con audacia y entereza.

Ya tomada esa decisión… Anhelaba empezar a darle punto final a ese mito y esa leyenda que sus adversarios, en su incapacidad de imitarlo, igualarlo o superarlo, le habían tejido alrededor suyo y de su familia.

En otras palabras quería demostrar que “El tigre no es como lo pintan”.

Y de paso intentar devolverle, a la ciudad que lo vió nacer, esa grandeza pérdida en medio de una vorágine de errores, decisiones importantes aplazadas y omisiones por más de 30 años.

Una ciudad en manos de incompetentes, negligentes, trúhanes, mojigatos y pusilánimes. No todos…pero si la gran mayoría.

Hoy con el trasfondo de esas tres preguntas solo con la esperanza que, usted atento y respetado lector, llegue a esas respuestas. Porque créame, hoy no espere que le diga lo que usted desea escuchar.

Para dar inicio, a este sencillo homenaje en memoria del abogado José Ignacio Londoño Zabala (q.e.p.d) que en pocos meses se había convertido en la esperanza de ver realizados los sueños de miles de cartagüeños de nacimiento y por adopción.

Debemos reconocer el enorme coraje y la valentía -  por encima de su inmenso dolor de madre - de la abogada y líder cívica Jesusita Zabala de Londoño, que hoy sigue acompañando de cerca los sueños y las esperanzas de su hijo desaparecido.

Resalto la actitud, de ella, como madre, que la hace bien diferente al dolor de ese hermano que recibió las banderas de Juan Camilo Londoño, valor que la hace gigante, durante esta campaña; ya que como pocos conoce de cerca cómo se teje y conque filigrana la política y el poder en nuestra ciudad y tal vez en el norte del valle.

Con mayor razón actúa, y cuando tiene la oportunidad, llamando al perdón, en la búsqueda de la paz y  la tranquilidad para la ciudad.

Sin perder de vista esa otra mujer, la madre de sus tres hijos, dos de ellos adolescentes, ellas dos son tal vez los seres que mejor conocieron de los sueños, la fe y las esperanzas que tenía “Nacho” para con la ciudad que lo vió nacer y hoy lo recoge en sus entrañas. Paz en su tumba atento y respetado amigo.

La pregunta para formularnos hoy es... ¿Desea, en estas elecciones, lo mejor para su cuidad… Sí o No?

Si la respuesta es un rotundo Si… Entonces no venda el voto…y si no tiene otra alternativa… no vote por el comprador porque se convertirá en su amo y dictador.


Si la respuesta es un No…Entonces escogió el camino equivocado y erróneamente ha entendido que no vale la pena ser un señor; y que en sumas pequeñas ya no es largo el camino... y cualquiera puede ser un bandido. Amanecerá y veremos.

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