sábado, 28 de junio de 2014

A PROPÓSITO DE LA RENDICIÓN DE CUENTAS AÑO 2013


No es necesario detenerse para observar con lupa y analizar la totalidad del sucinto documento, que nada nuevo y esperanzador aporta, todo lo contrario; se destaca por lo desprovisto de claridad y fluidez en especial la información financiera suministrada. Como dice el refrán…”Si no deseas hacerte entender, confúndelos.”

Por tal motivo no permite hacerse a una idea, salvo suponer - y ha riesgo de equivocarnos - lo que pudo haber sucedido, y estar sucediendo, en el municipio de Cartago en el Norte del Valle durante la pasada vigencia fiscal de 2013.

Tampoco existen evidencias que indiquen supuestos actos de corrupción, exceptuando los bochinches de cafetines, parques, atrios y plazas públicas; asunto que no compete al autor de esta columna y si a los entes de vigilancia y control que ya recibieron, on line, los informes de fin de año correspondiente al cierre fiscal - constitución del superávit o déficit, cuentas por pagar, recursos del balance, entre otros - aparte de las denuncias interpuestas por los veedores ciudadanos.

Si más preámbulos y subordinados a la, limitada y confusa, información suministrada en esa audiencia pública, intentemos darle orden y claridad a lo allí consignado; primero y solo examinando la columna vertebral de las finanzas del municipio, que según el informe alcanzó un recaudo en los Impuestos Tributarios - predial, industria y comercio y sobretasa a la gasolina - de $19.002 millones con un porcentaje de ejecución presupuestal del 97% que indicaría un excelente resultado, lo que en realidad no lo es; más adelante entenderá el porqué.

COMPORTAMIENTO DE LOS INGRESOS TRIBUTARIOS

Año
Proyectado
Recaudado
% Ejecución
2008
12.613
12.324
98%
2009
15.039
16.332
109%
2010
22.147
22.601
102%
2011
22.015
15.928
72%
2012
25.797
19.672
76%
2013
19.508
19.002
97%
2014
19.599
ND
ND

                      Fuente: Proyectos de Presupuesto.

Como podrán observar la información cobra importancia y sentido si la comparamos con periodos anteriores.

Lo primero, y fundamental, que se observa es una disminución (Ver tabla),  frente al 2012, en el recaudo por valor de $670 millones de pesos - recordemos que solo el avalúo catastral se incrementó, para el 2013, en un 3% -; más grave aún si se lo compara con el 2010 presentándose una caída de $3.600 millones aproximadamente.

Recordemos que en ese año 2010 se presentó la actualización catastral, la cual fue demandada por mal liquidada - el predial se incremento por encima de lo estipulado por la ley y en muchos casos en más del 300% - lo que nos lleva a concluir que ese “recaudo real”, fue diferente al reportado a las “ias”, mucho más alto e imposible de cuantificar. Algunos analistas presumen que por lo menos hasta la fecha han quedado por fuera del presupuesto alrededor de $15.000 millones de pesos.

Aparte de lo anterior el recaudo proyectado para el 2012 (Ver tabla) era de 25.797 millones, algunos alegan que la cifra era ficticia y que solo buscaba mejorar los indicadores en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP); independiente de esa argucia, debemos suponer que algo de cierto tiene esa cifra, en especial si miramos el valor de la cartera morosa, la que no aparece en el informe hoy materia de estudio.

Si bien es cierto, en el informe presentado por la Secretaría de Hacienda y su equipo económico se observa un porcentaje de ejecución presupuestal para el 2013 del 97% que en otros casos llamaría para aplausos, hoy creemos otra es la cruda realidad, observemos el porqué:

Analicemos las cifras proyectadas (ver tabla) entre el 2012 y el 2014 “se pierden teóricamente” aproximadamente $6.200 millones; muy diferente, y lo grave del asunto está, si observamos el recaudo (real) entre los años 2010 y 2011 donde efectivamente”se pierden” aproximadamente $6.700 millones.  

Lo anterior nos lleva a una primera conclusión, mientras los responsables, de turno, de la proyección y manejo de las finanzas públicas no estén comprometidos con la ciudad e insistan en elaborar, por comodidad y/o incompetencia, un M.F.M.P. - Ley 819 de 2003 - que poco o nada tiene que ver con la realidad financiera del municipio; entonces esos presupuestos fracasarán  como verdaderos instrumentos de gerencia publica o como instrumento de ejecución de un Programa de Gobierno y mucho menos de un Plan de Desarrollo.

Dicho en otras palabras, los últimos presupuestos 2008-2014 aprobados por el Honorable Concejo Municipal (HCM) lejos están de cumplir con una adecuada asignación de recursos - a través de la contratación pública -, de distribución - socialmente justa ej. Grupos vulnerables -, y lo más importante para nuestro caso particular ausentes de políticas de estabilización y crecimiento; por aquello que no hay recursos financieros ni presupuesto para atender la deuda publica.

Recordemos que en lo que va de esta administración se acudió a la refinanciación de la deuda, haciéndola más onerosa, y solo atendiendo los intereses de financiación; es decir no se ha abonado un solo peso de una deuda que asciende vía vigencias futuras agua potable y saneamiento básico por valor de $16.000 millones de pesos.

Es importante resaltar que mientras los presupuestos sean elaborados para cumplir los caprichos de unos pocos, y no reflejen la realidad financiera del ente territorial – nuestro municipio debería estar ocupando, desde lo fiscal, la segunda categoría – seguirán alejados de implementar verdaderas políticas de estabilización de la deuda publica y de crecimiento y desarrollo sostenible con responsabilidad social y medio ambiental.

Lamentablemente y esto hay que decirlo, la aprobación de esos últimos presupuestos se ha convertido en un acto político que solo busca el beneficio de una elite y de paso lanzar cortinas de humo con el mediocre argumento que los problemas financieros vienen de las pasadas administraciones. Sin desconocer que en parte es cierto, en especial, si observamos los hechos sucedidos desde finales  del siglo pasado.  

Lo que no se ha desarrollado es un plan integral de recuperación de las finanzas que responda por el mejoramiento en los indicadores de contabilidad, presupuesto y de la tesorería - base de todos los cierres fiscales y nunca observados con detenimiento por las “ias” - que conlleven a alcanzar la eficiencia fiscal y administrativa del ente territorial.

Como ustedes habrán podido observar, hay mucha tela que cortar, y no nos alcanza el tiempo ni el espacio, por ahora hagamos una corta pausa y cerremos este primer análisis de la pasada rendición de cuentas.

Para finalizar y a la puerta de una nueva campaña para Concejo, Alcaldía, Asamblea y Gobernación nuevamente con toda la esperanza, renovada fe y entusiasmo seguramente los diferentes discursos se centrarán  en que lo que realmente se necesita, es un Alcalde que le “duela” la ciudad. Amanecerá y veremos.  

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