La otra opción, la errada,
sería aceptar el gran engaño, en tal caso estaríamos asistiendo como testigos silenciosos
en la fundación de una nueva democracia
de bolsillo; o tal vez repitiendo la historia en la intención de reeditar un
nuevo Nacional Socialismo.
Que finalmente causó la eliminación
de más de 6 millones de judíos. ¿Por qué tanta gente se dejó matar sin oponer
resistencia? ¿Qué mecanismo utilizaron los nazis para someterlos? La historia
ya nos ha dado la respuesta.
En primer lugar, lo esperado,
es seguir avanzando hacia una verdadera democracia, y significa que dejamos atrás
el extravió de los últimos 70 años - partimos de la violencia del 40 – de la mano del postconflicto nos reencontraremos con la libertad, el orden y la
igualdad desde lo social, económico y político.
Lo contrario sería naufragar
en la extrema orilla, que significa el sometimiento del electorado que entregó su voluntad ante la
trampa y el engaño; entonces estaríamos frente a una democracia de bolsillo - solo
nos tardaríamos un par de meses para comprobarlo - significaría entonces que Zuluaga
se jugó la carta de la obediencia debida.
El no puede ignorar que los
pasados 3.8 millones de votos son del dogmatico Uribismo; entonces se obligará ha
ceñirse al libreto que el titerero decida.
Dándole paso, al
expresidente, para insistir en su propósito, de refundar la patria para nuevamente
intentar influenciar en la región - demandando nuevamente el incendio de las
fronteras - en la medida de sus ambiciones personales; como se lo propuso, en
su momento con Unasur, su archí-enemigo, el fallecido Hugo Chávez Frías.
Acompañado, en su siguiente
movimiento con el apoyo de la bancada del Centro Democrático (CD) impulsaría una
nueva Constitución - aprobando la reelección indefinida - recordemos las
intenciones de sus anteriores pares en el continente como Ortega, Morales, Correa
y Maduro que busca eternizarse en el poder.
En todos los casos existe la
duda razonable que, Uribe, no se posesione como Congresista.
La pregunta es ¿Cómo y
cuando llegamos a la actual encrucijada? Sencillo por la obsesión de poder de
un expresidente que después de ocho (8) años de quebrar las reglas y sobrepasar
su propia línea. Se niega a busca el reposo
para su espíritu dolorido.
Todo lo intenta recurriendo
a la maquiavélica manipulación de los hechos bajo el principio de “todo vale” y
siguiendo al pie de la lecha, la estrategia “la combinación de las diferentes
formas de lucha” a través de las denominadas operaciones sicológicas vía
twiter.
Partiendo de ese “modus
operandi” ¿En el mediano plazo cuales serán las intenciones de ese “imaginario”
nuevo gobierno ¿Será un estadio más refinado que el castro-chavismo...Pero
orquestado desde la extrema derecha?
El argumento principal, de esa
campaña sucia se centró en las falsedades; para dar un ejemplo recordemos la
frase de Joseph Goebbeis. Ministro de propaganda de Adolfo Hitler. “Una Mentira
repetida mil veces, se convierte en verdad”.
Lo que muchos no entienden,
es que para el CD LA PAZ pasa a un segundo plano, con el argumento que no
existe conflicto armado, pero si acciones terroristas por parte de las
guerrillas; las que deberán ser combatidas con mano dura, y que no es otra cosa
que reactivar la guerra donde “toda vale” espionaje a todo nivel - por aquello
que todos son sospechosos - masacres,
desplazamientos, falsos positivos entre otras formas diversas formas de lucha.
Lo que por supuesto deslegitima
y excluye cualquier tipo de negociación y a futuro con las guerrillas - que si
bien es cierto son un grave problema, no es el más grande – confunden y engañan
a la opinión publica cuando manifiestan que habrá dialogo en otras condiciones
y limitaciones. El dialogo a proponer es el de los fusiles.
Sin contar que el sufragante
tradicional no tiene la menor idea sobre
qué es el Estado y cómo funciona, ni entiende la naturaleza y correlación de los
3 poderes: El ejecutivo, el legislativo y el judicial.
Lo que les hace desconocer
del peligro en que estas instituciones se encuentran. No olvidemos que en el
período 2006-2010 ocurrió el más despiadado ataque e intimidación, en la forma
de infiltración – a congresistas, jueces y magistrados - a los dos últimos poderes.
Demostrando el entonces
presidente Uribe un absoluto desprecio por el Estado como tal; no olvidemos la
expresión atribuida a Luis XIV “El estado soy yo” en el contexto de la
monarquía absoluta.
Surge la pregunta ¿Estábamos
para ese entonces frente a un Estado de derecho y soberano? Por supuesto que no.
Sin la iniciativa por parte
del ciudadano del común de querer entender estas y otras cosas, es
prácticamente imposible que juzguen y acierten en lo que se está fraguando al
interior del Centro Democrático.
No podemos perder de vista
que las cinco propuestas de Santos: Empleo, Vivienda, Educación, Salud.
Seguridad Ciudadana e Infraestructura en el contexto de que “La paz en un bien
supremo, no es un fin sino un medio para abrir las ventanas de oportunidad que
nunca hemos tenido en Colombia” definitivamente es la propuesta que necesita Colombia.
Votar por el candidato presidente
significa no desviar el camino que conduce para que el campo se convierta en la
despensa de la paz y la prosperidad.
En el supuesto que Uribe
ganara por estrecho margen de ventaja; le permitirá, culminar su gran sueño,
sacar de la presidencia a Santos por la sencilla razón que no se prestó, como títere,
para continuar la orgia de sangre a lo largo y ancho del país y fuera de el;
extendiendo la miseria y desolación al campo.
Recordemos que esa extrema
derecha se apuntala en poderosos terratenientes que controlan los Santanderes, Antioquia,
Eje Cafetero, Tolima y Huila entre otros;
poniendo en riesgo el futuro del País Agrario; lo que precisamente se
discutió en la mesa de negociación en la Habana – Cuba.
El otro tema es si llegan o
no, las guerrillas, a través de las circunscripciones especiales electorales, a
los concejos, alcaldías, asambleas, gobernaciones, o al congreso, ese es una decisión
que deberán tomar – dependiendo del grado de aceptación, sin fusiles, que
tengan en esas zonas -; si lo van a hacer desde la izquierda moderada o fundarán
su propio movimiento político… ¿Estarán preparados sus militantes para vencer
el miedo, y responder con altura a semejante tarea? O ¿Hará carrera la
revocatoria del mandato? Por incompetencia o negligencia en su actuar como gobernantes locales de turno.
La mayoría de los
colombianos deseamos avanzar hacia una verdadera democracia participativa,
donde el respeto por los derechos humanos, el libre pensamiento, la libre
empresa, la igualdad de oportunidades desde lo económico, social y político sea
una realidad que garantice mayor y mejor empleo, educación, salud, vivienda,
seguridad ciudadana e infraestructura.
Finalmente no podemos perder
de vista que están relativamente cerca las elecciones para concejo, alcaldía,
asamblea y gobernación; y con base en nuestra experiencia local esperamos que
nuevamente algunos no sean de bolsillo.
Debemos insistir en una
Colombia superior que exige continuar atentos y vigilantes en la búsqueda del progreso
y el bienestar de la nación; lo que necesariamente dependerá de la decisión que
usted atento y respetado lector tome el próximo domingo; solo resta esperar que
lo hagamos con la suficiente madurez política; juicio suficiente para no equivocarnos. Amanecerá y veremos.
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