Comenzando por
el final… Con la iniciativa, finalizando el año 2020, del alcalde municipal,
Víctor Alfonso Álvarez Mejia, solicitando la renuncia protocolaria, de ahí su
nombre, algunos ingenuos y distanciados de la forma como se reza en la cosa pública;
esperaban cambios radicales para el 2021, en el gabinete municipal.
Cambios que
nunca llegaron; de hecho, los conocedores de cómo funciona la gobernanza en la
ciudad de Cartago en el Norte del Valle, no lo esperaban, porque, de alguna
manera, el alcalde ya había insinuado cuando habló de “algunos movimientos”… Blanco
es gallina lo pone.
¿GOBIERNO
DE TRANSICIÓN?
Con la señal
anterior podemos concluir que, como primera autoridad del municipio, ha
realizado bien la tarea que le corresponde como vocero de la dirigencia local.
Ya que ha actuado
de manera diligente, conciliadora y dócil frente a los enormes retos que ha
impuesto la gobernanza; que de verdad insinúa poco espacio, esa es nuestra
primera reflexión, para maniobrar de manera autónoma en lo que va corrido y falta de su
gobierno.
También hay que
mencionar, para aclarar, que esa forma de gobernar él la esperaba, aún antes de resultar elegido
como alcalde de los Cartagüeños; por cuanto con los anteriores y sucesivos
gobiernos, se comprueba que es cada vez menor el poder de decisión que tienen. Usted atento y
respetado lector sabrá muy bien el por qué.
Lo que no imaginamos
es, solo conjeturamos, si con igual suerte hubiera contado su principal
adversario, Gabriel Benjamín Agrado Restrepo de haber sido elegido como primera
autoridad del municipio.
Y que seguramente
pasará, hasta ahora, a la historia local; como la curul más costosa durante los
últimos 50 años.
Para cerrar este
preámbulo; queda entonces por comprobar – dejamos en el tintero la presunción -
si la actual administración será de transición en lo que tiene que ver con el
cambio del poder político en esta comarca nortevallecauca.
¿INTEGRACIÓN
A LA VISTA?
Lo anterior por
cuanto se observa con claridad al interior del gobierno, que incluye a algunos
de los coadministradores; en especial, por la dignidad que representa, al
presidente del Honorable Concejo Municipal, HCM, Juan Manuel García Pareja.
De continuar los acercamientos con la clase dirigente del Risaralda tendientes a
buscar algún tipo de acuerdo para avanzar en la “Integración político, económica
y administrativa"... Creemos para beneficio de la comunidad cartagüeña.
Para ello se ha
creado toda una parafernalia alrededor de esa idea…Que viene siendo impulsada,
desde el inicio de su coadministración, por el Honorable Concejal, HC, Gerardo
Enrique Naranjo Salazar.
Recordemos que
su carrera política dió inicio y se desarrolló en la vecina capital del
Risaralda, sin mucho éxito; sin embargo, hoy es reconocido - su mérito tendrá –según
él, lo ha hecho saber a través de las redes sociales a la opinión pública.
El haber ser
elegido como el Mejor Concejal 2020 a nivel nacional; entre otras ilustres
distinciones; la última por parte del Club de Leones de la ciudad.
Audaz y calculado manejo publicitario que seguramente lo perfila, a futuro, como un candidato más para la alcaldía municipal.
¿Se resiste, esa parte de la dirigencia, entregar el poder para el 2024?
Surge entonces
la pregunta ¿Qué hay detrás de ese movimiento integracionista con el Risaralda?
En este primer punto
hay que darle la razón a los “ideólogos” que en ningún momento deben de ser
vistos como “separatistas”; ya que esa decisión se debe de tomar previa una
consulta popular. ¿Cuánto le costaría al contribuyente? ¿Existe el recurso
presupuestal para realizarlo?
Uno de los
motivos, estamos de acuerdo, se debe al histórico y paulatino abandono durante
los últimos 30 años por parte de la Gobernación del Valle del Cauca - o quién
haga sus veces - de la ciudad y del Norte del Valle.
El manejo que le
han dado, desde Santiago de Cali, es de corte burocrático, es decir, la “inversión
social” se resume en designar funcionarios (exalcaldes, exdiputados y exconcejales
entre otros) en cada uno de los municipios norte vallecaucanos.
Y con ello, el departamento y sus dirigentes, pretenden controlar políticamente la subregión. ¿Y el ciudadano del común qué? ¿Dónde queda la inversión social?
Un dato adicional... Para Cartago en el Plan de
Desarrollo Departamental, tan solo asignaron $4.500 Millones, solo migajas.
PEREIRANOS
POR CARTAGO
Como un segundo argumento, éste también de peso, son los “intereses comunes” entre los dirigentes Cartagüeños
y Pereiranos en temas comunes y de importancia estratégica.
Como son: El
Aeropuerto Internacional de Carga de Santa Ana, el Peaje Cerritos II, lo que
queda de Emcartago, la PTAR y el Terminal Terrestre de Pasajeros; en el que los pereiranos fueron socios del último intento de hacer terminal para la ciudad.
Y por qué no mencionarlo
la suerte del Antiguo Hospital Departamental de la Ciudad, hoy en manos de
privados, en su momento por decisión de la gobernación; hoy prácticamente fuera
de servicio.
Entre otros
temas que se deben estar “madurando” encima de la mesa, para fortuna de unos pocos HC; los demás participarán, regalando su voto de aprobación en plenaria.
En este orden de ideas raya en una colosal hipocresía que presuntos dirigentes locales, actualmente pretendan enarbolar desteñidas banderas en favor del crecimiento y desarrollo norte vallecaucano. ¿Nos cree así de tontos? Amanecerá y veremos.
Apostilla: Espere en un par de horas...La segunda parte.
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