sábado, 20 de febrero de 2021

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS - SEXTO PASO


“Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos”

No han transcurrido dos semanas de la nefasta noticia – ojalá los medios de comunicación divulgaran más sucesos positivos iniciando el día – sobre ocurrencia de un fatal accidente automovilístico en la capital de la República de Colombia.

LICOR – VELOCIDAD - DROGAS

Aclarando que las frías estadísticas demuestran, de ésta otra pandemia, que esos hechos continuamente suceden – desconociendo cuántos por hora, semana y mes - a lo largo y ancho del país.

Con un común denominador y es la fatal mezcla donde intervienen: el exceso de velocidad y el incontrolado consumo de licor; para el caso de hoy en mención.

Sin poder confirmar, por parte de las autoridades competentes, el consumo adicional de alguna otra sustancia sicoactiva; que generalmente tiene como propósito ofrecerle “claridad mental” al eterno borracho.

Accidente vial en el que, casi de manera inmediata, fallecieron dos personas; el primero socorrista de profesión que acudió inmediatamente para auxiliar al segundo que estaba en indefensión porque acababa de accidentarse; los dos, con toda seguridad, no esperaban el desenlace que les tenía preparado destino, la eternidad.

De los noveleros, que se acercaron, cuyo propósito es generalmente otro y distinto al de prestar pronta ayuda; y que también resultaron atropellados, por el infractor alcoholizado; solo los familiares y las autoridades conocen de su suerte y salud. ¿Decesos adicionales?

EL CIRCO SIN PAYASOS Y VACUNAS… NO ES CIRCO

Ese silencio frente al desenlace de lo ocurrido obedece, e independiente del perfil del autor material de los repudiables hechos, a que estamos en modo vacuna; y en el inicio – que llevará todo el año - del Plan Nacional de Vacunación. PNV.

Que dicho sea de paso hay saturación con ese tipo de información en los diferentes medios hablados y escritos. “Bueno es cilantro pero no tanto”. De hecho, hay que seguidamente pasarse a modo lectura o película.

Y del éxtasis que produce, en algunos, la exquisitamente elaborada parafernalia alrededor del” boom” por el arribo, a cuenta gotas, de los biológicos europeos y asiáticos. 

Donde la dificultad en la entrega oportuna, tal parece obedece, a que esas farmacéuticas estuvieron negociando con un país rico en factor humano, minerales y biodiversidad; pero pobre según el producto interno bruto, PIB.

Por falta de tauromaquias, siendo esa una fortuna, nos quedamos con el insólito montaje del circo mediático que, solo produce pena ajena, y como era de esperarse fue hábilmente utilizado por audaces y maltrechos – léase por los dolores que causa el ejercicio del poder – políticos.

Que aprovecharon, como siempre, las cámaras para triunfalmente reinventarse y mostrarse como redentores de la salud pública nacional; lo único, positivo, sí, fue el reconocimiento, por la protección, a los héroes de blanco y azul y del personal hospitalario.

Regresando a los políticos, en este caso, no tuvieron que inventarse una enfermedad catastrófica para viajar a otro país, buscando fama y fortuna electoral, para hacerse exámenes; al tiempo de lograr casi que una milagrosa sanación por aquello de la inmediata recuperación.

Todo por la popularidad y para satisfacer el gusto por “el otro yo”; ese que insaciablemente requiere de mayor atención; dícese de aquellos que los mueve la egolatría.

ES PARA USTED… CONOCIDO BORRACHO

Ahora si entrando en el asunto que nos ocupa hoy. Empecemos por intentar darte a entender, a usted popular alcohólico ¿Qué es eso de estar “dispuestos”?

Pero antes le mostraremos a lo que puedes llegar si no decides alejarte del venero, físico y espiritual, que se denomina licor; que comienza con esa bebida amarga y espumosamente fría. Sin faltar los que la toman al clima.

“Casi toda persona desea liberarse de sus defectos más notorios y destructivos. Nadie quiere ser orgulloso para que los demás lo ridiculicen por ser un fanfarrón, ni tal avaricioso que se le acuse de ladrón”.

“Nadie quiere que su ira le impulse a matar, ni que su lujuria le incite a violar, ni que su gula le lleve a arruinar su salud. Nadie quiere verse atormentado por el sufrimiento crónico de la envidia ni paralizado por la pereza”. Tomado de Doce Pasos y Doce Tradiciones de A.A.

Antes de convertirte en alcohólico o borrachín; los síntomas, de esa fatal enfermedad, inicialmente fueron imperceptibles… Inclusive para tu propia familia. Pero luego…

Empecemos con, el inicio, ese inofensivo propósito oculto de beber – léase ”Es viernes y el cuerpo lo sabe”- recordemos que solo bastaba, o basta, con que se acercara el final de la jornada laboral, incluso mucho antes, entre semana o ese esperado “juerves” o el dichoso viernes.

Para Inventarte excusas con la intención de “celebrar algo”, consciente, o no, entonces decides llamar o visitar al cómplice amigo en los asuntos de licor; que a su vez se hace acompañar del conocido(a) borrachín, o en solitario, para degustar unos traguitos y con el tiempo medido ¿Bebedor social? regresar con su familia.

El otro, más enfermo física y psicológicamente, sin medir el tiempo logra también terminar de beber; pero acaba borracho tirado en algún lugar; siendo el mejor de los casos en su propio hogar.

Pero con la mirada atónita de sus seres más queridos, estorbando y decepcionándolos, sin recordar nada, o casi nada de lo sucedido al siguiente día; y como siempre, sin saber por el qué, lleno de remordimientos y angustias.

EL SEXTO PASO

Hoy para dar ese sexto paso, no es mediante un acto de fe, todo lo contrario, es sinceramente el “estar dispuestos” al cambio, radical o no, en su proyecto de vida. Donde en realidad, en esas circunstancias, no existe ningún proyecto; solo hay caos y confusión.

Es genuinamente convencerse de la necesidad de avanzar espiritualmente, cada día, enfrentando miedos (celos), angustias (ira), temores (rencor), vacilaciones (pereza) que intentan evitar que crezcas como persona útil desde lo individual, familiar y colectivamente.

EL CAMINO DEL CAMBIO Y LA TRANSFORMACIÓN

Lo anterior significa que no basta con que llegue ese día y la obsesión por beber haya desaparecido; o superando pruebas, como el deber de iniciar un tratamiento o de asistir a una reunión alcohólica o toxicológica.

Para, por fin, empezar a entender que ya no necesitas beber para sentirte bien y seguro de ti mismo; además de comprobar que sin beber la pasas mucho mejor; y que todo en tu entorno cambia en tu favor.  

Inicialmente puede suceder, sin entender el por qué, una mañana o en medio de la madrugada despiertes con un miedo vago a todo o a nada; y es ahí cuando debes entender que el programa de recuperación está funcionando.

Entonces bebe un sorbo de agua, invoca a ese ser superior e independiente de como lo concibas; al que denominamos Dios; que te dará la fortaleza espiritual mediante la oración.

DEJAR ATRÁS EL PASADO

Entonces atrás empezaran a quedar los días o noches, en los cuales consumías alimentos, no para recuperar energías, por glotonería y terminar arruinando su salud (nauseas, vómito y diarrea).

Cuando creías que a través de la lujuria habías alcanzado el sueño romántico de amar y ser amado; para finalmente comprender que te habías equivocado y que todo era un espejismo que te llevó al error, muchas veces irreparable.

Para empezar de nuevo, debe de quedarte claro que el alcohol destruye la salud; recordemos las principales enfermedades derivadas del abuso del licor: diabetes, hipertensión, ceguera, disfunciones sexuales, cáncer de páncreas, hígado, vías digestivas y de transmisión sexual entre muchas otras enfermedades catastróficas.

Pero en especial recuerda como se afecta tu personalidad. Cuántos sufrimientos y perdida de oportunidades te han causado por culpa de: celos, ira, arrogancia, orgullo, vanagloria y envidia entre otros defectos de carácter.

Que te hacen erróneamente sentirte un ser especial y superior a los demás, de más clase o alcurnia; viviendo una vida de apariencias, para después entender que solo eres un borrego más dominado por el alcohol.

El sexto paso, le ayuda a recuperar ese amor propio, perdido durante muchos años por andar corriendo detrás de una botella, convirtiéndote en un idiota útil donde todos los caminos que emprendías te llevaban al fracaso.

Recuperar el amor propio es entender que vales mucho como persona, que puedes reinventarte, y que definitivamente no todo está perdido. Amén.

Que no debes dejarte paralizar por la pereza y el desánimo y que, si intentan hacerte daño a través de la calumnia, burla, crítica, agresión o la hipócrita adulación es una inequívoca señal que vales mucho.

No olvides que todo se resume en mantener abierta la mente a la misericordia de Dios. Como cada uno de nosotros lo conciba. Amanecerá y veremos. 

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