sábado, 2 de enero de 2021

UNA SOCIEDAD INDOLENTE E IRRESPONSABLE

Una particularidad del siglo XXI es el nuevo poder ¿Para quién? que representan las redes sociales; las que se convirtieron, valga la analogía, en el nuevo coliseo romano, donde confluía toda la sociedad romana para esa época.

Tenebroso lugar que se convirtió en un gran anfiteatro que sirvió de entretenimiento no solo de los que regentaban el poder; sino para la manipulación y el olvido, por horas, de la forma miserable como vivía el ciudadano romano, esclavos y libertos, que eran la inmensa mayoría.

En la base social estaban ellos, seguidos de los plebeyos (nobles y caballeros), novelitas (patricios enriquecidos por la usurpación y los réditos de la guerra) algunos de los anteriores, por su audacia, convertidos en la élite conformada por senadores y administradores del imperio; y en el vértice de la pirámide, por supuesto, el emperador; casi siempre traicionado por la élite.

¿AÑO NUEVO… SOLO EN EL CALENDARIO?

Hoy esa sociedad, vista desde lo político, no presenta mayores cambios, lo infame, nos la quieren seguir mostrando como una democracia participativa; a propósito… seguro éste nuevo año, 2021, será de agitada contienda ideológica entre liberales y conservadores eso se espera.

Para resumir excluimos los movimientos que, tal parece, no tienen un norte ideológico y actúan más como empresas y microempresas electoreras que estimulan la corrupción desde el más alto nivel.

Lo paradójico, o como consecuencia de lo anterior, se aprecia una generación de jóvenes entusiastas interesados en la política con mayor conciencia y consciencia social. Ojalá no se extravíen en el camino.

Al igual que otros, aparentado ser la renovación, fueron formados por sus mentores con las mismas mañas y marrullas de la generación de los 50´s o antes, los que aún sobreviven y siguen intentando dejar vigente su legado.

Regresando a la base social… Hoy se ven reflejadas, en parte, en las diferentes clases sociales; como base de la pirámide el estrato cero, léase pobreza extrema o miseria.

Le sigue de acuerdo a la clasificación oficial: el uno (1), que significa Bajo-bajo, el dos (2) bajo, el tres (3) medio-bajo, el cuatro (4) medio, el cinco (5) medio alto y finalmente el estrato seis (6) alto; sin mencionar los pocos que viven, o creen vivir, en la estratósfera.

Quedando claro, en la actualidad, el distanciamiento cada vez mayor – no leer desigualdad - entre la base media de la pirámide y el vértice; derivado de las sistemáticas políticas públicas realizadas y por implementar durante el presente gobierno.

Surge la pregunta… Frente al reciente discurso populista que más parece una burla a las expectativas de los trabajadores, más las medidas que vendrán. ¿Tendrán como propósito incendiar el país?

Lo anterior porque se considera una práctica muy utilizada en los regímenes dictatoriales crear falsas expectativas, como la supuesta disminución del desempleo,  y si por algún motivo se altera el orden público, entrar a reprimir a la oposición reflexiva y pacífica.

EL CIUDADANO ES NATURALMENTE BUENO

Antes de entrar en el asunto que nos ocupa hoy y luego de revisar lecturas sobre la doctrina de Juan Jacobo Rousseau, pensador agudo, que concluyó… “El hombre es naturalmente bueno y la sociedad corrompe esa bondad”.

Revisemos el legado del pensador, del siglo XVIII, que junto con David Hume, entre otros,  dieron los primeros pasos para el nacimiento del liberalismo del siglo XIX; Rousseau se esfuerza por plantear una nueva sociedad, para su época, en su libro “El contrato social”.

¿UN NUEVO CONTRATO SOCIAL?

Para abreviar, dando un salto en la historia, consideremos los pasos que está dando el actual gobierno del emperador Duque, o quien haga sus veces, pasando por alto otras las iniciativas, sobre lo que está proponiendo, camino de aprobación, para un “nuevo contrato social 2022”.

Mencionemos solo algunas, como lo fue el incremento (5.12%), por decreto, del salario a los senadores y administradores del imperio, frente al incremento del 3.5% del nuevo salario mínimo; que seguramente, para los primeros, sirvió de propina para el trabajo parlamentario que se avecina.

Incremento que, por ser fuerza de ley, incluye los que poco viajan desde sus feudos, se ausentan o se quedan dormidos en las sesiones del Honorable Congreso de la República (HCR).

Otras medidas preliminares, fue la disminución del impuesto al consumo de cerveza y, para no extendernos, el incremento de la Unidad de Valor tributario (UVT) del 1.9%. ¿A quién benefician estas dos últimas? Y ¿A quiénes perjudica el mayor consumo? ¿Será un problema educativo y cultural?

Sin embargo lo anterior no significa absolutamente nada comparado con las nuevas sorpresas, del ejecutivo, que traen las próximas reformas: tributaria, laboral y pensional; y que seguramente impactará de manera negativa la clase media, emprendedora y trabajadora de este atribulado país.  Ojo con esto.

EL PROBLEMA ES CULTURAL

A propósito del problema educativo y cultural, que tiene que ver con el asunto central que nos ocupa hoy, es el comportamiento del ciudadano del común, en medio de esta pandemia que llegó para quedarse con, o sin, vacuna. ¿Por qué la decisión del gobierno tan tardía para la compra?

Lo anterior nos remite, de nuevo, al tema de las redes sociales y su impacto en el imaginario colectivo; en esta ocasión, tomaremos distancia de lo sucedido a nivel nacional con las celebraciones de comienzo del nuevo año; más los retos que enfrenta la nación frente a la amenaza del COVID-19.

LA CUNA DEL TALENTO

Con los principales elementos de juicio: redes sociales, el gobierno, la institucionalidad, la comunidad y la pandemia, nos referiremos brevemente a la impresión que nos dió, el comportamiento del ciudadano del común en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle, frente al inicio del presente año.

La verdad no caben las sorpresas, solo resta tomar la decisión de reírse, preocuparse o molestarse por la actitud, que raya en indolencia e irresponsabilidad.

Máxime cuando median, unas restricciones, incluido el decreto emanado por el Departamento del Valle del Cauca, para 40 municipios, intentando frenar el rebrote del COVID-19; como lo es el toque de queda.

AUTORIDAD Y PRUDENCIA

Lo primero para subrayar, el operativo toque de queda primero de enero, fue el trabajo articulado entre los Guardas de Tránsito, el Ejército y la Policía Nacional.

Merece llamar la atención el liderazgo de esta última institución, durante toda la pandemia; cuyo propósito, mediante el control y la vigilancia nocturna, fue hacer cumplir la ley estipulada en la norma, con el único propósito de salvar vidas.

Al punto que uno de los policiales se ha hecho tan popular que es solicitado, en los patrullajes, por la ciudadanía; la razón dió ejemplo, el año pasado, cuando supo manejar con autoridad, respeto y prudencia; un caso de violencia verbal entre un irrespetuoso adolescente con su señora madre, una mujer cabeza de familia.

Continuando con el tema que nos ocupa; en general es la incomprensible actitud, afortunadamente de unos pocos, para no atender los llamados de la autoridad en el sentido de acatar las normas de bioseguridad como lo es el uso de tapabocas y el distanciamiento social, tan necesarios para conservar la salud y la vida.

En los videos se observan aglomeraciones, en horas no permitidas, al hacer uso del espacio público y muchas ocasiones interfiriéndolo; por parte de adultos mayores y jóvenes departiendo, con menores de edad, de parrilladas y alto consumo de bebidas alcohólicas.

Para esas personas no fue suficiente la celebración del año nuevo, que trae consigo, en otras circunstancias no tan adversas, ese tipo de celebraciones y que hacen parte de la cultura y tradiciones ancestrales, donde siempre se espera se realicen sin excesos.

Lo anterior, de nuevo, nos lleva a cuestionar el actual modelo educativo que no está formando ciudadanos en principios y valores; que los haga responsables y respetuosos por las normas y la vida en comunidad e independiente de la condición socioeconómica. Amanecerá y veremos.

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