sábado, 9 de enero de 2021

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS – QUINTO PASO

  “Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos”

Recordemos, antes de entrar en materia, cuales son los defectos de carácter, la extensa literatura nos señala los siguientes: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia.

MIRANDO LA PAJA EN EL OJO AJENO

La mente perturbada del alcohólico lo conduce, casi que constantemente, a recuerdos angustiosos y ocasionalmente humillantes  - despertarse tirado en la calle o en un parque sin algunas prendas personales – que prefiere no compartir con nadie. Aunque casi todos, en especial la familia, conozcan esa triste verdad.

Tal vez la tarea más dificultosa, de todo ser humano, es aceptar la realidad sobre los miedos que debe de enfrentar; comportamientos y defectos que hay que corregir; ya que habitualmente perversa y apresuradamente, basados en ellos,  juzgamos a nuestros semejantes.

Siendo la otra cara de la moneda, el vemos reflejados en lo que realmente somos, desde el subconsciente, así lo neguemos; y apasionadamente buscamos en los demás.

Entonces la fórmula mágica es “Admitir ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros miedos y defectos”. Aquí cabe la escucha de un familiar, guía espiritual, psicólogo o psiquiatra.

Admitir ante Dios, cualquiera sea la idea que tengas de él, es un paso importante a manera de reflexión intima que te conecta con el universo; buscando la tranquilidad que siempre espera, para que la descubras, en tu interior.

Para ilustrar mejor el propósito, citemos un crudo ejemplo cuando, en medio de un estado de miedo o ira, le dices a otra persona…Mar&%#, gon#$%&, lacra o pedante… ¿Realmente a quién te estás refiriendo?  

Dicho en otras palabras cuando sin ninguna razón aparente, le tomas animadversión a alguien; ¿No será? que al juzgar la forma como se comporta, esa persona, encuentras que es el fiel reflejo de ti mismo; pero lo niegas.

 ¿O será que, simplemente, te esfuerzas por aparentar lo que no eres?

LA TRAGEDIA DE APARENTAR

De hecho causa risa, no sorpresa, que en pleno siglo XXI figuras públicas se comporten como rufianes, adornados con armas y joyas, rememorando la triste década de los 90´s.  ¿Qué miedos, vacíos o fracasos expresan con ese cursi comportamiento?

MANTENER LA SOBRIEDAD

Entrando en materia…Este paso, al observar la mente del enfermo alcohólico, tiene un solo propósito como lo es conservar la sobriedad, para empezar, por solo 24 horas. Cada vez, un día más.

De hecho mantener sobrio o limpio, durante 45 años, no significa que hayamos vencido una o varias adicciones; lo importante es reconocer, y dar testimonio, sobre esa lucha interna diaria, que libras, por mantener a raya esa enfermedad.

Y no es otra cosa que  desear, esperar y pedirle con fe a ese ser superior; que dentro de esas próximas 24 horas, el borrachín o adicto, no piense y mucho menos ingiera una sustancia sicoactiva.

Lo anterior, por cuando después de haber emprendido el camino de la recuperación, aceptando la existencia del problema y reconociendo sus miedos y defectos, se ha dado un gran paso al frente.

VENCIENDO EL EGOISMO… AYUDAR A OTROS

Está comprobado que la obsesión de “consumir” empieza a desaparecer y como compensación; surge el deseo de ayudar, aunque sea a una sola persona, a salir del infierno de la adicción.

El siguiente propósito es lograr la tranquilidad del espíritu; y es aquí donde,  usted atento y respetado lector, se preguntará… bueno y ¿qué es eso de tranquilidad del espíritu?

Déjenme escribirle que esa tranquilidad se ve reflejada en una mirada  profunda, en una voz pausada y serena, en un caminar tardo pero seguro, en un sonreír sincero, un escuchar atento, un compartir honesto, y en brindar una amistad sincera.

LA OTRA CARA DE LA MONEDA

La otra cara de la moneda es el borrachín que no “mira”… solo “ve” el momento propicio para beber; no habla…siempre grita; no camina… corre afanosamente hacia el abismo.

No sonríe… solo sufre internamente; no escucha…. se aísla y se convierte en un títere de las circunstancias; no comparte… solo se dedica a atropellar a los personas que le rodean.

No tiene amigos… porque los que lo rodean solo desean lo peor para él; buscando el beneficio, continuar bebiendo, para ellos mismos.

El tratamiento consiste en comprender que no podemos vivir a solas; con nuestros miedos y problemas más apremiantes, la solución está en  hablar…En compartirlos, en desahogarse haciendo su catarsis.

REGRESAR AL INVENTARIO MORAL

Máxime si en el anterior paso, hicimos sin miedo un inventario moral de nosotros mismos; no obstante lo anterior se hace necesario vencer el pánico de compartir con Dios, familiar o consejero espiritual, o con otro adicto la naturaleza exacta de esos problemas y defectos.

Es cierto que usted, amigo borrachín, hizo una lista (inventario) personal, familiar y social donde incluye todos o parte de sus principales defectos de carácter: soberbia, envidia, ira, pereza, avaricia, gula y lujuria; igual pudo incluir otros como reconocer el ser rencoroso, manipulador, controlador, celoso y malicioso entre muchos otros.

Si no tomas esta decisión, lo que seguramente ocurrirá es que termines siendo lo que los demás desean sobre ti, borracho perdido, por capricho, o por venganza. ¿Para con quién?

SOLTAR EL PASADO

Lo fundamental es hacer unidad con Dios, como cada uno lo conciba,  y el semejante, tan necesario para salir del aislamiento; así físicamente te encuentres rodeado de mucha gente.

Es compartir abierta y sinceramente la terrible carga, remordimientos y sentimientos de culpabilidad que no dejan espacio al reposo y evita que llegue la tan anhelada sobriedad.

Nunca pierda de vista que Alcohólico es toda aquella persona que cada vez que se toma unos tragos y como resultado de los mismos al día siguiente de la francachela: familiares, vecinos o amigos le hacen comentarios jocosos o airados reclamos.

Y usted simplemente se defiende y reacciona manifestando que no recuerda nada de lo ocurrido la noche o la tarde anterior.

Pero vamos un poco más allá de la problemática del consumo de alcohol y es lo que se presenta cuando empieza a acompañar sus tragos con otro tipo de sustancias y termina haciéndole trampa a su vida personal, familiar y profesional.

Negándose comprender que todos, especialmente familiares y amigos, lo están viendo, algunos con complacencia, al borde del abismo. Amanecerá y veremos.

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