sábado, 1 de febrero de 2020

NUESTRO RÍO, TUTELAR, DE LA VIEJA – PRIMERA PARTE


Recordemos un poco de geografía, a propósito, de nuevo regresa como asignatura en las Instituciones Educativas, la cátedra de Historia; por aquello que… el que no conoce la historia, y sus yerros, corre el riesgo de repetirlos.

El río de la vieja, nace en el Departamento del Quindío, se forma en la Tebaida, allí donde confluyen tres (3) ríos: quindío, verde y barragán; integrándose finalmente en uno solo.

Esa cuenca hidrográfica tiene una extensión, aproximada de 102 kilómetros, de los cuales: el 69% hace su recorrido inicial en tierras de ese departamento quindiano; el 10% en risaralda y el restante 21% en la subregión del norte del valle del cauca.

Primera conclusión: los departamentos de Quindío y Risaralda son los que por extensión territorial, área industrial, población urbana y rural más lo contaminan con un 79% de participación.

Para enfrentar esa vieja problemática ambiental, desde hace un poco más de una década, se firmó el acta 001 de 2008, última conocida, comisión conjunta Pomch “Por la cual se reconforma una comisión conjunta para la ordenación y el manejo de la cuenca hidrográfica”.

Esa acta fue firmada por las siguientes autoridades ambientales: Corporación Autónoma Regional Quindío (Crq), Corporación Autónoma Regional Risaralda (Carder), Corporación Autónoma Regional Valle del Cauca (Cvc), Sistema de parques Nacionales (Uaespnn), Ministerio de Medioambiente, vivienda y Desarrollo territorial (Mavdt), Instituto de Hidrología, metrología y estudios ambientales (Ideam) y la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (Gtz).

Igual se firmó un acuerdo 004 del mismo año. “Por el cual se aprueba el plan de ordenación y el manejo de la cuenca hidrográfica del rio la vieja (sic) y se toman otras determinaciones”.

Después de éstas dos, iniciativas políticas, se han realizado múltiples reuniones y actas; que terminan siendo un saludo más a la bandera ambiental; e insistiendo en darle una pronta solución.

Como la reunión realizado la semana pasada, cuyo único resultado, fue el manejo mediático; y dejando constancia que se quiere hacer algo por la vieja; cuando en realidad solo se cumplen los acartonados protocolos, las fotos y las declaraciones de ingenuos asistentes, muy agradecidos por la reunión.

Segunda conclusión, sobre el análisis del tema de hoy, después de ser presentado en sociedad “el plan de ordenación y manejo de la cuenca hidrográfica de la vieja” por parte del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible y las tres autoridades ambientales CVC, CRQ y la CARDER; donde solo quedaron pendientes los recursos para su ejecución… doce (12) años después…NO PASA NADA… y el río de la vieja sigue en su lenta agonía.

Lo primero que debe de hacer el, recién posesionado, alcalde de la ciudad de Cartago en el Norte del Valle, el administrador  público y abogado Víctor Alfonso Álvarez Mejía, como primera autoridad ambiental del municipio; es gestionar directamente, con esas tres (3) autoridades ambientales; un acuerdo de cooperación mutua, para el manejo integral y planificado de la cuenca; ante el gobierno central y a través del Min-ambiente.

Al tiempo de tramitar con el respaldo de concejales, diputados y congresistas,  ante el gobierno central; la aprobación de un documento Compes Social; que garantice los recursos necesarios para adelantar dichas obras; la ejecución se haría a través de un encargo fiduciario - para que los amigos y adversarios políticos no digan, a sus espaldas, que se van a robar la plata - o directamente desde dicho Ministerio.

Volvamos con la vieja… Durante su recorrido el río tiene seis puertos así: El Alambrado, San Pablo, Samaria, Puerto Alejandría, Piedras de Moler y Cartago; la cuenca, como tal, tiene una extensión de 2.880.14 Km2 y un poco más de 1.500.000 habitantes.

De la cuenca hacen parte 21 municipios, solo asistieron dos (Cartago y Alcalá) a la reunión de la semana pasada, y existen, no sabemos para qué, volvemos a repetirlo, tres (3) autoridades ambientales que por competencia deberían conservarla a saber: Crq, Carder y Cvc.

Valdría la pena revisar, los informes de gestión durante los últimos doce (12) años sobre qué inversiones, ésta última la Cvc, ha realizado en favor de la recuperación de la multimencionada cuenca en la subregión del Norte del Valle.

Tercera conclusión: a pesar de estar reglamentadas a través de resoluciones, acuerdos, ordenanzas, decretos y leyes, hoy solo por mencionar el decreto ley 2811 de 1974 o código nacional de recursos naturales, Ley 99 de 1993 o ley de medio ambiente y las posteriores que la reglamentan; ley 388 de 1997 o de ordenamiento territorial y decreto 1604 y 1729 de 2002 sobre el manejo cuencas hidrográficas. Volvemos a repetirlo NADA SE HA HECHO.

Queda entonces claro la nula inversión por parte de las mencionadas corporaciones ambientales de los tres departamentos; lo que sí es evidente es que los recursos que supuestamente se han destinado, para tal efecto, se encuentran archivados como costosos estudios, cartillas, videos, libros, informes y conferencias pero nada sustancial han hecho, sobre el terreno, para recuperar dicha cuenca.

Cuarta conclusión: las principales amenazas, aparte de la absoluta negligencia de la clase política regional, es el crecimiento geométrico de la población, las actividades productivas: como la industria, la agricultura (monocultivo de la caña y el café), turismo (hoteles y parques ecológicos), minería legal e ilegal, productos farmacéuticos, pesca y ganadería intensiva, el uso de herbicidas (glifosato), plaguicidas obsoletos y contaminantes orgánicos persistentes; con sus letales efectos colaterales sobre el rio (biota acuática) y en general sobre el medioambiente en dicha cuenca.

Sin contar con el impacto de las micro cuencas que vierten sus aguas a la cuenca hidrográfica del rio de la vieja como lo son: el rio consota, barbas, quindío, pijao, verde, barragán; más las aguas residuales, de los 21 municipios, que recibe la misma pobre vieja.

Sumando todas esas malas aguas, diariamente se vierten millones de litros de residuos sólidos y líquidos: Industriales, químicos  (Alcalinos, tóxicos y colorantes); Aguas residuales domesticas (desechos orgánicos, grasas, detergentes, hidrocarburos, plomo, mercurio, sales y ácidos); aguas residuales agrícolas (Pesticidas, fertilizantes, residuos orgánicos de humanos, animales y plantas); y aguas lluvias que arrastran todo tipo de desechos (cadáveres y escombros principalmente).

De otro lado los científicos, administradores y operarios de las redes de alcantarillado (aguas servidas al rio sin tratar) tienen muy claro que toda esa “fina colada” produce microorganismos y algas que al descomponerse sirven de alimento para las bacterias, éstas a su vez compiten y consumen el oxígeno del agua llevando lentamente el río a la muerte y a todos los seres vivos que hacen parte del ecosistema en él.

Quinta conclusión: el hecho que veamos el río correr bajo los puentes o a la rivera, de nuestra ciudad - En el Parque de la Isleta, donde se estaba construyendo, hace una década un malecón de guadua - no significa que esté vivo.

La cruel realidad es que está prácticamente muerto y eso hay que explicárselo a nuestros hijos y nietos en especial a los niños, para qué empiecen a tomar conciencia ecológica y de la responsabilidad ambiental frente al manejo respetuoso del agua. ¡¡Cuidemos el agua!! Amanecerá y veremos.

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