sábado, 8 de febrero de 2020

NUESTRO RÍO, TUTELAR, DE LA VIEJA – SEGUNDA PARTE


En esta segunda parte, el tema de los humedales, cobra importancia por el papel que desempeñan, como filtros para el suministro de agua dulce, en el ciclo de vida del agua, de mantener el equilibrio y en general en la conservación del medio ambiente y del cambio climático.

Actúan como una compleja unidad productora de ciclos hidrológicos y de carbono, donde por obvias razones, está en juego la permanencia - del mayor depredador - del hombre en este planeta azul/verde.

Tal vez, desde comienzos del siglo XX, se dió comienzo a la deforestación, y pérdida de humedales, en forma intensiva; y por iniciativa de empresarios o agricultores privados.

Conscientes o no, y acorde con sus intereses económicos, luego se denominaron “políticas públicas”, de tierra arrasada; cuyo propósito siempre fue - y es - ampliar la frontera agrícola, ganadera y minera; sacrificando gran parte de los espejos de agua en fincas, haciendas o en baldíos.

Con un enorme efecto devastador, hoy, sobre los microclimas, como consecuencia de la progresiva desaparición de los humedales y/o espejos de agua y de nacimientos de agua, especialmente en fincas cafeteras, cañeras y ganaderas de comienzos de siglo y con el propósito de hacerlas más productivas.

Con resultados inevitables como la degradación del suelo, manifestándose: como erosión, pérdida de vida acuática, silvestre y de biodiversidad; más el detrimento de nutrientes por el uso intensivo y extensivo del monocultivo de la tierra.

Máxime cuando está ya expuesta la cuenca del Rio de la Vieja, a la explotación intensiva y extensiva en actividades humanas, industriales, pastoriles, agrícolas y mineras.

Más grave aún, recordemos que la autoridad ambiental – Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) - cuenta con los recursos financieros recibidos a través de la sobretasa ambiental de los municipios del Departamento del Valle del Cauca.

Siendo nuestro caso, el municipio de Cartago en el Norte del Valle tiene apropiados recursos presupuestales, para ser transferidos, por valor de 2.376 millones de pesos durante la vigencia fiscal 2020. 

¿Cuál será el valor de las transferencias, hechas por el municipio a la CVC, durante la última década? ¿Cómo reglamenta y aplica, si es que lo hace, los usos del suelo? ¿Tiene el inventario del número de humedades en el norte del valle?

A pesar de los recursos disponibles, en caja y bancos, no han hecho una gran inversión orientada a la conservación y preservación del  medio ambiente; siendo esa su principal actividad misional.

Esto ocurre mientras, tal parece, los saldos en la tesorería de esa Corporación, al final de cada vigencia fiscal reporta excedentes; presumiblemente rentando a la mejor tasa de interés en el mercado financiero colombiano.

Con el riesgo de equivocarnos, tal vez el último y único documento - aparte que no pasó a ser sino eso, un documento - importante, fue el elaborado, por allá en la vigencia fiscal 2008; denominado “Plan de Ordenación y Manejo de la Cuenca Hidrográfica del Río La Vieja (sic)”; irónicamente subtitulado como: “El rejuvenecer de la vieja (sic)”. Léase Rio de la Vieja; igual sin ninguna trascendencia, y aplicabilidad desde lo ambiental, en la subregión del norte del valle.

El discurso que sustentaba el estudio, contenía un alto componente populista desde lo ambiental, quedó evidente cuando se afirmaba que…"Este convenio se convierte en un instrumento de superior jerarquía a la hora de definir usos del suelo, actividades de recuperación del control ambiental y del control de actividad de las industrias en los distintos sectores productivos, en las distintas etapas, en los distintos municipios que hacen parte de la cuenca". Min-ambiente de la época.

Hoy nos podemos seguir preguntando, como en esa época, ¿Es peligroso tener contacto con el agua, de la bocatoma, del Río de la Vieja? ¿Cuál es el porcentaje de contaminación por mililitro?

Tengamos presente que son varias las quebradas que desembocan en el Río de La Vieja; pero en espacial el Rio Consota, que viene altamente contaminado con los residuos químicos y en general aguas negras de la capital risaraldense y municipios aledaños.

Para una mayor evidencia, si requiere de un informe - sobre la potabilidad del agua - lo puede solicitar, al departamento de acueducto, de la hoy desmembrada Emcartago – la otrora “Joya de La Corona” solo cuenta, actualmente, con una unidad de negocios, el componente de acueducto y alcantarillado.

Ya que por disposición y negociación de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliaros, en calidad de interventora, cedió el componente eléctrico y lo entregó por 20 años a los Pereiranos.

En adelante tenemos que pagarles el uso, y el abuso, en el consumo de energía; así las cosas algunos dirigentes políticos locales le siguen rindiendo pleitesía a sus, tal parece, mentores Pereiranos. ¿Será posible tanta sumisión? ¿Se estará cocinando algún negociado de por medio?

Al respecto…El pasado viernes 7 de febrero en sesión ordinaria del Honorable Concejo Municipal; el Concejal, ingeniero, Gabriel Benjamín Agrado Restrepo propuso se dejara constancia - mediante un comunicado de prensa – aclarando que, en ese proceso de adjudicación del componente eléctrico de Emcartago a los Pereiranos, esa corporación no había participado en nada, proposición que quedó consignado en el acta. 
 
Conclusión, volviendo al tema de la vieja… ¿Qué tipo de calidad de agua, es la que tomamos los cartagüeños y cartagüeñas? Aclarando que, supuestamente, se utiliza un riguroso y costoso proceso de purificación, mediante químicos y otros procesos, por parte del laboratorio de potabilización de Emcartago.

Surge entonces la pregunta ¿Podemos estar totalmente tranquilos que diariamente, estamos tomando agua apta para el consumo humano? ¿Qué plan de acción, por parte de esa empresa, aplican cuando por mala programación de inventarios o por iliquidez; se agota algún químico de especial importancia?

No perdamos de vista la siguiente pregunta ¿Qué ha propuesto, la dirigencia del Risaralda, en especial de Pereira, para mitigar el enorme impacto desde lo ambiental y ecológico que le causan, cada segundo, a las aguas del Rio de la Vieja a través del Rio Consota? ¿Esas aguas servidas son tratadas? ¿Existe algún tipo de indemnización por el daño ecológico?

También hay que reconocer que en la ciudad intervienen, como actividad productiva, los areneros con su trabajo manual extractivo de material de rio; y son muchas las familias que viven de esa actividad minera.

Actividad desarrollada principalmente en los siguientes barrios: la Arenera, la Platanera y la Playa; adicionalmente y a falta de una escombrera legal y reglamentada;  el río, a lo largo de su paso por el municipio, recibe descargas de desechos de construcción. ¿Existen controles ambientales al respecto?

Finalmente el rio de la vieja, a su paso por Cartago, la ciudad se convierte en su último verdugo. En el colector de la calle diez, bajando al parque de La Isleta, nosotros vertimos, a nuestro rio tutelar, más del 80 por ciento de las aguas residuales que se producen en la ciudad,  luego le toca el turno al zanjón lavapatas, que a su vez recibe el resto de las aguas negras de la zona urbana de Cartago.

Conclusiones…La deforestación, la expansión de la agricultura en especial la caña de azúcar y café más el uso extensivo e intensivo de pastos dedicados a la ganadería, sin proteger las quebradas y riachuelos de la zona, todas esas actividades productivas están presionando aún más la problemática ambiental sobre el Rio de la Vieja, la pregunta es ¿Dónde está la autoridad ambiental –CVC - para controlar esta situación?

No olvidemos los cartagüeños y cartagüeñas que todo lo que se haga o se deje de hacer al paso del Rio de la Vieja por la ciudad y hasta la desembocadura en el Rio Cauca; tiene un impacto directo en la salud de nosotros, nuestros hijos y nietos y en la ciudad.

En todos los casos, tal parece…Estamos “cag*$%&”, con el agua lejos y las uñas largas. Amanecerá y veremos 

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