No pasaron dos meses de
publicado un articulo relacionado para
que las redes sociales locales, con alcance global, alimentaran de nuevo el clímax - morboso - derivado
del último escándalo; todo como consecuencia de el abuso del alcohol.
Hoy por respeto y
prudencia no juzgaré ¿quien soy para
hacerlo? Esos hechos circunstanciales, ojalá los protagonistas y relacionados
hayan entendido y aprendido algo de ese “inesperado” trance; lo expuestos que quedaron
de perder la vida o adquirir algún tipo de diversidad funcional. Un botón basta
de muestra…los demás a la camisa.
Episodio que
esperamos lo conviertan, como beneficio
de inventario positivo, en una oportunidad para madurar y crecer como personas que
hacen parte - importante o no – de y para una sociedad que les demanda buen
ejemplo; el problema no es caer…Es seguir tropezándose con la misma piedra.
Entonces ¿Que es buen
ejemplo? para abreviar…Es todo lo contrario a comportarse y/o exhibirse como una
celebridad que utiliza estereotipos frívolos con la única intención de conseguir fans y por supuesto más poder y dinero,
confundiendo - si lo logran - a un público que siempre intenta imitar.
No debe sorprender
que una famosa cantante se haga tomar fotos, con una par, en actitud sexual
lésbica - sin realmente serlo - solo para aumentar el rating y vender más
discos. Dejemos ahí.
La intención de ese último
articulo, “Del alcohol y otras adicciones” marzo 9 de 2015, y el de hoy es
llamar la atención a padres de familia con hijos entre o y 17 años.
También va dirigido a
un creciente - afortunadamente - grupo de jóvenes que se interesan por ellos y por
la ciudad; investigando y conociendo de los peligros y las amenazas de una
sociedad desplegada al híper-consumo, e independiente de la capacidad real de
compra, y como siempre derivando en adicciones.
Casos individuales
que provienen en su mayoría de familias disfuncionales en los que podemos
encontrar problemas personales, influencias sociales, curiosidad o problemas
emocionales.
Esos problemas
generalmente ocasionan depresión, culpa, autoestima baja, evasión de la
realidad, desamparo y prepotencia; cayendo, el paciente, con facilidad en el
alcohol y las drogas.
Otro tipo de
adicciones son: Comer demasiado, pasar mucho tiempo en videojuegos, chat e
internet; escuchar música, jugar y apostar, bailar, ver televisión entre otras.
No tan peligrosas pero igualmente patológicos.
Mi compartir está
relacionado con el examen atento de las redes sociales a las que le dedico, en
promedio, una hora diaria que considero tiempo más que suficiente.
De esos contenidos
compartidos, sin ser experto en el tema, se puede concluir - son una expresión
espontanea del inconsciente - reflejan desde una educada personalidad hasta un
desarreglo mental en los que la moral y las buenas costumbres dejan mucho que pensar.
Contenidos que van
desde artículos científicos y reflexiones profundas, novelones familiares, pasando
por hechos cotidianos, paseos, familias que celebran, se integran feliz y comparten
sanamente, temas superfluos e intrascendentes, crisis emocionales; hasta formas
de vida copiadas de una antigua cultura traqueta que creíamos historia ya
pasada y superada.
Centrando la atención
en el tema que nos ocupa hoy; debe de estar claro que el alcoholismo, la
drogadicción y el tabaquismo no distinguen edad, religión, raza, sexo, género,
estrato social, nivel educativo y estado civil.
Atacan, los tres, de
manera indiscriminada y desconcertante a toda la población haciéndola vulnerable al ataque de este jinete, con tres cabezas, del apocalipsis.
En este orden de
ideas si revisamos los dos últimos Programas de Gobierno de los electos Alcaldes
de la ciudad de Cartago en el norte del Vale; queda claro que no marcaron una
política pública al respecto; tal vez por la dimensión del problema que
requiere de ayuda en Salud Publica del Gobierno Nacional.
Para entender un poco
más, el tema que nos ocupa hoy, empezaremos por definir como Adicción: todo
ánimo que tenga que ver con el consumo - excesivo - de alcohol, sustancias
psicoactivas y tabaco.
En los términos del
contenido de hoy la expresión “adicto” es más amplia y no hay que
estigmatizarla, muchos son adictos al trabajo, al deporte o a la lectura entre
otros. Adicciones sanas y enriquecedoras.
Entonces ¿quien es adicto?, es toda aquella persona
que ha adquirido un habito y que consiente o no, sabe que no puede liberarse de
el, por lo tanto ha perdido la confianza en si mismo y en todo lo que le rodea.
Para llegar al
deshonroso titulo donde, en su actuar, se pone en riesgo la salud y la vida de ellos y de terceras personas.
Es necesario primero
pasar por consumo ocasional, periódico y el permanente para catalogarse como tal;
realidad que hay que enfrentar despojados del miedo, cinismo y la hipocresía
social.
En el diagnostico hay
varias fases: 1. Consumidor leve o moderado, para el caso del Alcohol, es aquel
que consume una o dos veces al mes, no más de
5 tragos por ocasión, no bebe por situaciones de riesgo (antes de hacer
un negocio, presentar un examen, un informe, conducir etcétera); para el caso
del uso de drogas, es aquel que por habito lo hace uno o dos veces al mes,
generalmente paseos, fincas o cualquier lugar solitario, y para el caso del
tabaco se fuma 1 o 2 cigarrillos diarios.
Fase 2. Consumidor excesivo y abusador es aquel que suele beber
una o dos veces a la semana, consume más de 5 tragos por ocasión, se
emborracha con frecuencia, presenta problemas físicos o sociales, problemas
interpersonales o de familia o llegar bajo los efectos del alcohol a laborar o estudiar.
Con consecuencias notables como bajo
rendimiento laboral o académico, problemas familiares y económicos.
En ocasiones ingiere grandes cantidades de alcohol en un corto periodo de
tiempo sin ninguna justificación (estar
alegre o triste) consume en situaciones de riesgo; para el caso de las drogas,
las consume diariamente, hasta dos o tres veces al día; para el tabaco,
frecuencia diaria y hasta una cajetilla por día.
Tercera fase: Consumidor dependiente, ya hay una dependencia
física y sicológica, cuando no consume
alcohol, drogas o cigarrillo, presenta episodios de fiebre, temblor, dolor de
cabeza, depresión, ansiedad, convulsiona, siendo esta una etapa terminal; es un ciclo donde el adicto consume para dejar
de sentirse mal y no para sentirse bien.
Para finalizar comparto con usted, atento y respetado lector, una nota periodística del Diario el País de Cali
en su edición impresa del pasado jueves 30 de abril sobre las drogas sintéticas (ácidos y 2CB) por su alta peligrosidad para la salud de los
consumidores.
“Según el departamento
de psiquiatría de la Dirección de Sanidad de la Policía, ambas medicinas
mezcladas Ketanina (analgésico para
equinos) y Rivotril (droga siquiátrica) con alucinógenos podrían generar efectos
inesperados en los humanos como
Ansiedad, ataques de pánico, mareos, distorsiones del pensamiento, confusión,
ideas delirantes y complicaciones cardiacas”.
Queda claro que el borrachín, drogadicto o el fumador
empedernido, deben ser declarados enfermos sociales y deben ser tratados como
tal.
Esto debe de ir mas allá de una simple connotación, lo
anterior significa que el Estado y la opinión
publica, deben de prestarle especial atención a este posible problema de Salud
Publica que, en el corto o mediano plazo, enfrentaría la cuidad. Amanecerá y
veremos.
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