sábado, 9 de mayo de 2015

TEMA DE CIUDAD – EL TRANSPORTE LEGAL Y EL MOTOTAXISMO

Blanco es…gallina lo pone y guisado se come; es de nuevo la iniciativa laboral-informal local denominada oficialmente, a nivel nacional, como mototaxismo.

De hecho el tema lo venia hilvanando cada vez que disponía del tiempo - entre párrafos, puntos y comas - por aquello que siempre se convierte en argumento de sutil discusión y a manera de presión en cada campaña electoral. Ya era el tiempo.

Todo da comienzo con la esperada noticia local y como queja “encubierta” con el argumento que el mototaxismo - convertido en chivo expiatorio - tiene en jaque al transporte legal en taxi de la ciudad; y como resuelta reacción del gremio transportador hay - recogiendo firmas – que prohibirlo.

Que de hecho es una iniciativa válida en un modelo de democracia participativa donde se respeta el derecho a la libre expresión del pensamiento. 

Primera conclusión, según mi criterio, nunca ha sido acertada dicha propuesta “jaque al transporte de taxis” - de hecho no es nueva -  por varias razones:

Uno. Dicha actividad como oferta de mercado está saturada hace más de 15 años; ruedan diariamente en la ciudad un poco más de 633 taxis con tarifas entre $3.300.oo y $12.000.oo pesos.

La sobre-oferta en un mercado de competencia perfecta tiende a bajar el nivel del precio del bien o servicio. Pudiendo pasar de $3.300.oo a $2.500.oo la carrera mínima; siendo solo una hipótesis.

Dos. Obsolescencia, vía chatarrización, de servicios complementarios como busetas y microbuses, aunque algunos son relativamente modelos recientes, es en este sector de oferta complementaria o sustituta que mas afecta la práctica del mototaxismo. Excluye la oferta de taxis. ¿Entonces para que se movilizan?

Tres. Creciente demanda de Motos, aproximadamente 45.000 unidades en la ciudad, utilizados como herramienta de trabajo y medio de transporte individual y de familia.

Cuatro. Disminución del ingreso promedio en la ciudad por la ausencia de empresas productivas que generen  empleo formal; un alto porcentaje de la población vive de las remesas del exterior, hacen parte de la población en edad de trabajar pero inactiva productivamente, solo consume y en ocasiones al crédito.

Cinco. Alto desarrollo urbanístico periférico no planificado concentrándose en estratos 1 y 2 requieren transporte agil y a bajo costo.

Por las mismas razones la otra actividad, así sea informal, la del mototaxismo ha venido ganando terreno y hoy día absorbe entre trescientos y quinientos empleos diarios en la ciudad.

Segunda conclusión, está comprobado - testimonio de algunos taxistas - el mercado que atiende el taxi es muy diferente en el perfil socio-económico al usuario del Mototaxi, algunas razones:

1. Estrato socioeconómico - mayoría en situación de desempleo, estudiantes y amas de casa; 2. Requiere de rapidez, y a bajo costo $1.500.oo promedio en el desplazamiento y 3. La oferta no está saturada y en crecimiento.

La verdadera discusión tiene un sutil componente político, cuyo origen es el disgusto por parte de los dueños de taxis por el incumplimiento de acuerdos y compromisos adquiridos en las anteriores campañas; en el sentido que - el alcalde de turno - debe proteger los intereses de ese gremio del transporte.

Como lo es autorizar cada año: el alza en el valor de la carrera mínima - no se modifica hace más de 3 años -, la instalación de taxímetros, aprobar nuevos cupos y mejorar los protocolos de seguridad de los trabajadores informales - taxistas -  entre otros asuntos legales a los que no da a lugar, citarlos, de cara a lo que hoy nuevamente se intenta demostrar.

Ese nuevo escenario político se viene tejiendo, en la ciudad, reuniendo firmas (como argumento de queja y disuasión en el imaginario colectivo) y la prohibición del parrillero hombre con el argumento de bajar los índices de criminalidad  y los accidentes de transito, muy valida esta última evidencia.

Todos esos argumentos van perdiendo su peso, con el reciente pronunciamiento del Gobierno Nacional frente a este  delicado tema del mototaxismo; que según estadísticas mueve entre 1.500.000 y 2.000.000 de personas diariamente a nivel nacional.

Lo confirma la reciente noticia del pasado jueves 7 de mayo en el diario capitalino www.elespectador.com en la sección de economía titulado: “PND formaliza bicitaxismo y mototaxismo”.

Noticia nacional, que a futuro elevará a un primer plano el debate  - se espera con mayor fuerza en la costa atlántica donde se originó la iniciativa - y de interés político local  ya que se presume ese naciente gremio intenta postular un candidato al Concejo Municipal; tal parece de la mano de un reconocido político - por más de 35 años - trabajando desde diferentes perspectivas y en diferentes momentos por la ciudad.

Esa creciente oferta como medio de transporte a bajo costo, y por reglamentar, ha hecho que en muchas regiones de la costa atlántica – donde surgió la iniciativa – el mototaxismo prácticamente le haya ganado la batalla al transporte legal. ¿Las razones? Adelante las encontraremos. 

Como economía informal, generadora de ingresos, tal parece deja entre $20.000.oo y $40.000.oo pesos de utilidad día/laborado, flujo de dinero que sirve de estimulo a la demanda de bienes y servicios en la ciudad, y que podría aportar en promedio al PIB local mínimo $360.000.000.oo de pesos mensuales. Realice el calculo.  

Antes de terminar transcribo conversación sostenida  con el Diario El Espectador el Director de Planeación Nacional, el economista Simón Gaviria Muñoz.

“El mototaxismo es muy fuerte en Colombia, le compite por demanda al sistema y al quitarle demanda le sube el precio. Lo que estamos tratando es plantear una reorganización, de tal manera que el mototaxi y el bicitaxi puedan servir como micro alimentación”.

No me voy a detener en el análisis del comportamiento de las curvas de oferta y demanda para la determinación del precio de un servicio sustituto; a lo mejor tiene la razón el alto funcionario.

Para terminar queda claro que el Gobierno Nacional en cabeza del economista Juan Manuel Santos Calderón nuevamente acertó en la intención de desarrollar políticas publicas que enfrenten el desempleo estructural en la nación.

Esa última iniciativa la de formalizar en el Plan de Desarrollo Nacional (PND) el Bicitaxismo y el Mototaxismo da el primer paso para legalizar dicha actividad productiva y de servicios.

Queda el debate sobre la mesa, mucho hay que estudiar al respecto, por lo pronto empecemos a colocar en igualdad de condiciones al posible nuevo empleo de mototaxista frente al taxista.

Esta claro que esa legalización requiere de un proyecto de ley que reglamente esa actividad productiva y de servicios.


Lo que obligará al nuevo gremio ha organizase, llevarlo con gestión a un eficiente modelo empresarial, que requiere para iniciar pagar prestaciones sociales, seguro de accidentes personales y en general pagar las mismas tasas y contribuciones que un modesto taxista cancela diariamente para poder ejercer ese oficio a destajo y que a futuro deberá asumir el nuevo mototaxista; así quedan en iguales condiciones de trabajo… Que se quede con el mercado el que más eficiente y eficaz sea. Amanecerá y veremos.

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