Para el Gobierno Municipal en
cabeza del abogado Álvaro Carrillo hay una sutil campaña de desprestigio,
originada en la malquerencia de algunos por haber sido derrotados en las pasadas
elecciones; O los interesados en
buscar prebendas o tratos especiales para empresarios del sector
transporte de taxis en la ciudad; personalmente me voy por el segundo argumento.
Para ese gremio, es la falta
de voluntad política por parte del primer mandatario, para enfrentar los
problemas que aquejan a los dueños del monopolio del transporte municipal, que
sienten la amenaza por la oferta creciente de un servicio sustituto y a menor
costo comúnmente denominado mototaxismo.
Consultando fuentes cercanas
al abogado, manifiestan que su molestia obedece a que no han propuesto
soluciones a la misma y que nunca le consultaron personalmente sobre esa
problemática.
Para el mototaxista del
común, es la única forma digna de llevar diariamente a sus hogares una panela,
una libra de arroz, cuatro huevos, una bolsa de leche y 10 onzas de aceite; y si
algún centavo sobra entonces ahorrar para pagar arrendamiento, servicios
públicos y la educación de los hijos, el resto de necesidades básicas tendrá
que esperar.
Para el ciudadano del común
(el de a pie que vive acorralado por la pobreza y corriéndole a la miseria), la
alternativa de movilizarse en moto, es un sueño hecho realidad y la mejor
opción frente al tradicional medio de trasporte a través de microbuses y taxis,
el cual consideran pésimo el primero y costoso el segundo.
En términos generales hay
una sobre oferta de taxis, con un costo en la carrera mínima de $3.300.oo que
para la ciudad es muy alto.
En medio de ese calentón
(verano intenso) del Miércoles de la semana pasada, están los 35 Agentes de
Transito que conocen a fondo la problemática y que se debaten entre inmovilizar
el colectivo o el taxi que no tiene los
documentos en regla (ficha de control, certificado técnico mecánico, licencia
de conducción entre otros); o expedir comparendo al conductor de la moto por
infringir la normas de transito enfrentando amenazas del doliente y presiones
por parte de los políticos de turno…. o finalmente ….“Dejar hacer dejar pasar”.
La herramientas de trabajo
del Agente de Transito, son un lapicero y el talonario de comparendos, quedando
expuestos a un alto grado de vulnerabilidad frente a infractores agresivos
tanto verbal como físicamente.
Tal parece se han presentado
casos en los cuales el guarda ha solicitado ayuda a los agentes de policía,
generalmente la respuesta llega tarde, nunca llega y cuando llega tardíamente
el representante de la fuerza publica, revisa el caso y rápidamente abandona el
lugar dejando solo al guarda que está enfrentando una situación delicada; es
decir en algunas ocasiones no hay el apoyo por parte de la fuerza publica.
Aquí hay que aclarar que el
Agente de Transito no puede inmovilizar una moto porque el conductor este
transportando a alguien, eso no es un delito (no lo contempla el Código de
Transito).
Frente a esta situación que
cada día se agrava más, el equipo de guardas ha realizado labores de
inteligencia tendientes a identificar los que se dedican a transportar a
diferentes personas diariamente y a los nuevos microempresarios en el negocio
de ese nuevo tipo transporte; pero mientras no haya una denuncia formal, ante
una autoridad competente, sobre este hecho (cobrar tarifa por trasportar en
moto) no se puede hacer absolutamente nada.
De hecho al ciudadano del
común le da temor denunciar por aquello de las posibles amenazas contra su
integridad física.
Empecemos con las cifras en
la Ciudad de Cartago en el Norte del Valle, suministradas por Subdirectora Operativa
del Instituto de Transito y Transporte de la ciudad, la abogada María Aceneth
Loaiza funcionaria que a pesar del corto periodo de tiempo (6 meses)
desempeñando tan exigente y complicado cargo; ya tiene ya muy clara la
problemática del Sector Transporte cuando sostiene que la ciudad cuenta con un
población aproximada a los 135.000 habitantes, 633 taxis, 38.000 motos, 200 Colectivos,
alrededor de 10.000 bicicletas y 115 carretillas en funcionamiento.
La anterior estadística
indica que en el corto plazo el municipio enfrentará un delicado problema de
movilidad, ya que no se tienen en la cuenta el creciente número de vehículos
particulares que ruedan en la ciudad.
Para entender la razón del paro
de los taxistas, aclarando que no fueron ellos los promotores del mismo, ellos
solo son trabajadores a destajo (Sin contrato de prestación de servicios,
salarios, primas, cesantías y vacaciones).
No existe relación
contractual entre el dueño del taxi y el conductor; este se hace a través de un
contrato verbal; donde el trabajador a destajo debe de adquirir una póliza de
riesgos profesionales que gira alrededor de los $110.000.oo, con este documento
las empresas transportadoras (que agremia determinado numero de taxis) a través de una ficha de control autoriza la
movilidad del vehículo.
El anterior documento (exigido
por los agentes de transito, hace las veces de pasaporte para trabajar); en
general las condiciones del contrato son las siguientes: el dueño del vehículo
exige diariamente una entrega diaria entre $35.000. y $45.000.oo; los turnos
son de 16 horas de 6:00 A.M: a 10:00 P.M.
En promedio se pueden
recorrer mínimo 200 kilómetros, se gasta en combustible, gas o gasolina, entre $14.000.oo
y $40.000.oo peros diarios respectivamente.
Al finalizar la jornada de
trabajo, el trabajador (taxista) le quedan libres para un mal día $2.000.oo y uno
regular $8.000.oo pesos diarios; aunque ocasionalmente hay días entre $10.000.oo
y $15.000.oo pero esos son “días lotería” en el mes.
Surge éste primer
interrogante, para usted atento y respetado lector, ¿Cuantas carreras diarias
debe de realizar un taxista? para entregar tranqueado el vehículo, hacer la
entrega promedio de $40.000.oo pesos y lograr terminar su jornada laboral
diaria a las 11:00 P.M con $10.000,oo en
su bolsillo; sin tener en la cuenta que
hay ocasiones que solo lleva monedas para su casa.
En términos generales un
taxista gana mucho menos de un salario mínimo en el mes y no tiene derecho a
vacaciones, primas, cesantías, interese a las cesantías y a una buena seguridad
social.
De una manera coloquial,
podemos concluir que tanto el agente de transito, el motociclista y el taxista
son lo que llevan del bulto o la peor parte en este delicado asunto.
Frente al aumento en la
oferta de Trasporte ágil y barato (mototaxismo), el ciudadano del común debe
tener presente varias cosas: Primero. La exposición diaria a cualquier tipo de
accidentes de transito en la vía publica (se han dado casos en los cuales el
parrillero pasajero es abandonado por el mototaxista, luego de un accidente);
Segundo: El alto riesgo de adquirir enfermedades infectocontagiosas derivado
del uso común del casco y el chaleco (un casco puede cubrir unas 50 cabezas
diariamente); Tercero. Quedar a merced de maleantes que amparados en el
mototaxismo pueden extorsionarlo, robarlo o estafarlo.
El rápido crecimiento y
desarrollo del mototaxismo obedece principalmente a una oferta costosa y deficiente
por parte del sistema de transporte tradicional taxis y colectivos.
Lo que más llama la atención
es el surgimiento de microempresarios en este tipo de transporte, al parecer
mientras algunos convirtieron su moto en una herramienta de trabajo para el
sustento de su familia: otros tienen 5, 10 y hasta 15 motos buscando el negocio
de la década.
Por parte del gremio de los
taxistas, también en manos de unos cuantos empresarios, la situación actual
deja entrever crisis de liderazgo para afrontar la naciente problemática del
sector que básicamente es la falta de modernización del parque automotor; donde
lo único que se les ocurre es que se emprenda una intensa persecución al nuevo
oficio del mototaxismo.
Cabe anotar que el actual
mandatario de los cartagüeños fue Guarda de Transito, así como también
funcionario administrativo de la por ese entonces Secretaría de Transito y
Transporte; lo que significa que conoce
perfectamente la problemática de la hoy Institución.
Nadie duda que el 70% del
parque automotor de colectivos está obsoleto y en mal estado convirtiéndolo en
un servicio costoso.
Es tanto el abandono de
estos vehículos, o la falta del recurso financiero para su mantenimiento que se
registran casos de inmovilización por mal estado en las llantas y contaminación
por gases entre otros.
Este gremio esta conformado
por los empresarios, las empresas transportadoras y los trabajadores a destajo;
charlando con estos últimos e indagando sobre la función que desempeñan dichas
empresas todos coinciden en afirmar que su función principal es recaudar un
impuesto de movilización pero que en contraprestación no apoyan en nada; es
algo así como un gota a gota en el negocio del transponte.
Algunos dejan entrever, que
la intención fue abrir espacios para posteriormente presionar la aprobación del
taxímetro en Cartago, lo que sería otro error estratégico de este mal
organizado gremio.
Las razones son las
siguientes: el tamaño y la población actual no dan para ese tipo de control en
la tarifa a cobrar por el servicio de taxi; el barrio más lejano estaría a 10
minutos del centro.
Para ser razonablemente
justo y competitivo en la nueva tarifa,
la banderazo arrancaría con $500.oo pesos para llegar a los mismos $3.300.oo de
carrera mínima que igual seguiría siendo costoso.
Una banderazo de $1.000.oo
colocaría colocaría por encima, la carrera mínima, de los $3.500 pesos; de esta manera se abriría
el espacio para la proliferación de mototaxismo.
Entonces ¿cual seria la
solución en el corto plazo? Con todo lo anterior queda claro que en la forma
como esta funcionando el negocio de los taxis, solo gana el empresario.
Adicionalmente es notable el
sobredimensionamiento del parque automotor (633 taxis o más), concluyendo
una excesiva oferta, y el alto costo del
servicio del transporte $3.300 pesos, más la competencia del moto taxi ponen en
duda la viabilidad financiara del negocio hasta ahora muy lucrativo para unos
pocos.
Frente a esta situación se
hace urgente y necesario bajar las tarifas; gana menos el empresario y en lugar
de adquirir taxímetros (seria un suicidio empresarial). ¿Porqué no bajar la
carrera mínima a $2.000.oo? de esta manera se vuelven competitivos y así
desestimulan, vía tarifas bajas, el crecimiento del mototaxismo.
De otro lado parece ser que
el Gobierno Nacional y sobre todo en la Costa Caribe, se está reglamentando y organizando
el naciente negocio del mototaxismo mediante la creación de cooperativas.
Entonces es muy probable que
en menos de 5 años Cartago esté lleno de motocarros, acondicionados para el
transporte de pasajeros y bien organizados a través de la constitución de
Empresas de Economía Solidaria.
Lo que tiene muy claro el
Señor Alcalde, el abogado Álvaro Carrillo es que no piensa construir castillos
en el aire, está convencido que cuenta con los recursos necesarios para
construir castillos en roca solida. Amanecerá y Veremos.
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