domingo, 24 de junio de 2012

TERMINAL DE TRANSPORTES… ¿UN ACTIVO INTANGIBLE?


Hasta la fecha y salvo se decida lo contrario el próximo lunes 9 de julio, de la presente vigencia fiscal, en la que se espera sea la última Asamblea de Accionistas y ya van 5 reuniones; tal parece que la realidad jurídica (como entidad económica productiva no ha existido ya que no ha operado como una empresa prestadora de servicios) del Terminal de Transporte Terrestre de Pasajeros de la ciudad de Cartago en el Norte del Valle se circunscribe en ser activo intangible. Leamos el porqué.
La historia comienza hace 7 años, por allá en el mes de marzo de 2007 cuando se constituye dicha sociedad conformada de la siguiente manera: Valor acción $500.000.oo pesos total acciones emitidas 3.200 para un patrimonio de $1.600.000.000.oo de pesos.
En ese primer acuerdo de voluntades, se sentaron a la mesa de negociaciones 13 inversionistas a saber: (1) el municipio; (9) transportadores; y (3) socios intelectuales.
El Municipio de Cartago adquirió 1.314 acciones valoradas en $657.000.000.oo representadas en el terreno o lote para construir dicha obra; 286 acciones valoradas en $143.000.000.oo en manos de empresas transportadoras de la ciudad y la región y 1.600 acciones valoradas en $800.000.000.oo representadas en unos derechos “intangibles” que no son otra cosa que el diseño y el plan maestro.
Técnicamente el municipio era el socio mayoritario con un  41.08%;  el gremio de los transportadores con 8.92% y el otro 50% representado en 3 socios que son algo así como los socios industriales.
Independientemente de cuanto tiempo se hayan demorado los socios capitalistas (vale la pena anotar que más de un año después no todos los socios habían cancelado el valor total de las respectivas acciones) todo nos lleva a concluir que el único recurso que ingresó inicialmente como flujo de caja (efectivo) al proyecto fueron los $143.000.000.oo diferidos a casi dos años.
Con la anterior cifra más los $191.294.300.oo (ingresados en el ultimo año) que se relacionan con la indemnización por parte de Ainco por la compra de una fracción del lote destinado a la construcción de la doble calzada, se llega a $323.294.300.oo que fueron destinados en un 100% para gastos de funcionamiento (nominas y gastos generales) dejando en cero la inversión.
Lo anterior significa que el proyecto dio inicio con  profundas limitaciones económicas para invertir; de hecho se intentó capitalizar la sociedad con la emisión de otras 3.200 acciones pero ante la ausencia de un estudio de factibilidad que garantizara la viabilidad financiera, ningún nuevo inversionista atendió la invitación y mucho menos los accionistas fundadores.
Si bien es cierto los ingresos (efectivo) periodo 2007-2011 ascienden $323 millones de pesos; las deudas según el balance general están representadas en unos gastos diferidos  y en un pasivo corriente que asciende a la suma de $595 millones.
Si a lo anterior se le suma que desde la apertura de las deliberaciones el Alcalde Municipal objetó la constitución de dicha sociedad por la existencia de unos derechos (acciones) sobre-valorados en $800 millones de pesos y que hacen parte del “activo intangible” que no representan capital pagado (en efectivo); lo que determinó desde un comienzo una débil estructura financiera para el citado proyecto convirtiéndolo en inviable desde su inicio.
Siete años después y sin conocerse realmente en que consiste el famoso diseño y plan maestro, se puede concluir, con riesgo de equivocarme, que los teóricos de dicho proyecto pensaban no construir un Terminal de Transportes sino un mega-centro comercial con una área destinada para el propósito del gremio transportador (construcción de un terminal).
Se llega a la anterior conclusión (el centro comercial), ya que a ultima hora, y a partir de las reuniones de accionistas, en abril y mayo, y ante la negativa del señor Alcalde para reinvertir en dicho proyecto (evitando incurrir en un mayor detrimento patrimonial) además limitado financieramente por la actual situación económica del municipio (atención al déficit) y frente a la reiterada exigencia  de liquidar la sociedad; un grupo de accionistas que representan casi el 34% de las acciones insisten en la construcción de un centro comercial, vender los locales (sobre planos), los recursos percibidos colocarlos para ser administrados a través de una fiducia y en menos de 6 meses empezar la construcción de dicha obra en el lote que aportó el municipio, de esta manera se construiría un Centro Comercial con un Terminal de Transporte.
La pregunta es la siguiente… ¿se hallarán inversionistas en la región? interesados en comprar locales comerciales en el actual lote donde desde hace un poco más de 7 años se intenta construir la obra.
Igual… ¿Tendrá la citada empresa con experiencia certificada como constructora de centros comerciales el suficiente musculo financiero para atender acreencias cercanas a los $600 millones y emprender en 6 meses las obras?
En el caso que se hiciera realidad la construcción del centro comercial, tal parece al mejor estilo de Unicentro-Pereira… ¿existe en la región norte-vallecaucana el ingreso per-cápita para demandar productos y servicios que le permita ser viable en el mediano plazo?

Otra inquietud ¿podría dicho centro comercial competir con los centros comerciales de la vecina ciudad capital del Risaralda?
Volviendo al 5 de marzo del presente año, estas razones (Iliquidez del proyecto) y muchas otras más sirvieron para que el abogado Álvaro Carrillo, se opusiera a aprobar los estados financieros desde esa primera asamblea general de socios, al tiempo que solicitara la disolución y liquidación de la sociedad por considerar que no era posible financieramente.
Pero como el propósito del abogado Álvaro Carrillo, es la construcción de un Terminal de Transportes Terrestre de Pasajeros, de hecho hace parte de las propuestas en su Programa de Gobierno y se encuentra marcado en el Plan de Desarrollo 2012-2015 que se ajuste a la realidad económica de la ciudad y región, a propuesto en repetidas ocasiones invitar a los actuales socios para que hagan parte de ese nuevo proyecto, en un lote diferente,  aprovechando las bondades de la ley 1508 de 2012 o de las alianzas público privadas.
En conclusión y ante la férrea oposición del Alcalde  el pasado 24 de mayo fue aprobado la disolución de la sociedad Terminal de Transportes quedando pendiente por resolver la liquidación de la misma.
El pasado miércoles 20 de junio, a falta de quórum nuevamente quedó aplazada la votación sobre la liquidación de dicha sociedad Terminal de Transportes de  Cartago.
Nuevamente  se solicitó y antes de la próxima reunión, se haga llegar al municipio el borrador del acta la cual deberá  ser revisada por el grupo asesor para así proponer las aclaraciones pertinentes si fuere necesario.
Quedó en el ambiente la sensación sobre el tema del terminal en el sentido que se debe de manejar con responsabilidad social ya que el Municipio y la Región necesitan una obra que solucione el problema de movilidad local y de la región; a su vez que se articule con otra gran obra como lo es el Aeropuerto de Santa Ana.
Finalmente se dejó sobre la mesa la posibilidad de liquidar acordada y voluntariamente la sociedad, decisión que favorecería a todos los inversionistas. Amanecerá y veremos.

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