Prácticamente comenzando el año, en la ciudad presurosamente se observaban padres de familia acudiendo a las papelerías para, lista en mano, comprar los útiles escolares – en algunas IE, exigían resmas de papel, papel higiénico, pliegos de cartón paja entre otros aparejos – previa la fecha del ingreso de miles de estudiantes; donde unos inician y otros que terminan su ciclo de estudios en la educación media.
¿Estarán realmente
formados y preparados estos últimos para el siguiente paso en la educación
superior?
Algunos de ellos
sorprendidos y confundidos cuando el púber exige cuadernos de marca en una ciudad donde el
empleo informal absorbe una gran parte de la demanda de nuevos empleos; realidad que se equipara con un
desempleo que podría superar el 24.5% en estas ciudades intermedias como la nuestra.
LA
EDUCACIÓN VERSUS LA POBREZA
Para al finalizar el
año, de nuevo, en la ciudad se pueden contar por cientos, o miles, el número de
estudiantes que terminan su ciclo de estudios en básica secundaria o media.
¿Qué oportunidades tendrán para ingresar a la educación superior de calidad que en el mediano plazo les
permita emplearse dignamente y mejorar su calidad de vida?
Para la mayoría de
padres de familia este evento es motivo orgullo, el ver que su hijo haya
terminado ese ciclo educativo; para otros es la incertidumbre o el desafío de si cuentan o
no con los recursos necesarios para enviarlos a una universidad, ya sea en la
ciudad, en la región, o en las grandes capitales.
¿Qué porcentaje de estudiantes
se niegan a continuar con los estudios superiores, o sus padres no tienen la posibilidad
de hacerlo?
En un pequeño porcentaje los padres de familia celebran con fiesta, paseo a la
costa o al exterior como premio a los "nuevos" bachilleres, muchos se
deshacen de libros y cuadernos al sentir que ha terminado esa, para muchos, larga epopeya académica.
Algunos acompañarán a
sus padres en sus quehaceres o negocios, otros intentaran ingresar a la
universidad y otros en la casa, generando estrés a sus padres al comprobar que
no estudian, ni trabajan (Ninis). En relación a lo último ¿En qué se pueden ocupar, si la ciudad carece de industrias?
En cierta medida es
un pequeño triunfo… por aquello que las estadísticas que maneja el Ministerio de Educación Nacional indican
que de cada 100 niños (mayores de 5 años) que ingresan a estudiar en las
ciudades, 20 no terminan el bachillerato.
Lo más preocupante se
presenta en el sector rural donde 50 abandonan temprano las aulas y nunca
vuelven a estudiar en lo que resta de sus vidas; engrosando de esta manera esa
gran masa que busca empleo y lo único que pueden ofrecer es mano de obra barata.
Hoy no se analizarán
las causas de la deserción escolar, que de por sí ya es un dato alarmante pues
ahí nace, anida y se perpetua la desigualdad social.
Cuya principal expresión es el desempleo y la inseguridad ciudadana ya que ambas conllevan a la pobreza que aunada a la pereza, siendo esta última la que camina tan lento que la miseria logra alcanzarla; este es un principal círculo vicioso que se repite, generación tras generación.
Donde la ausencia de educación o de una mala educación es el común denominador que cataliza muchos de los males que padece esta sociedad moderna atrapada por el consumismo muchas veces innecesario.
Hoy nos detendremos a
reflexionar un poco sobre el “futuro” de los estudiantes que logran terminar
ese primer ciclo educativo, conocido como el bachillerato, etapa escolar donde se supone el estudiante a adquirido unos conocimientos y unas destrezas.
En relación a lo anterior, empecemos por
mencionar que existe una evaluación internacional estandarizada que se aplica
al alumno de 15 años denominada prueba PISA, donde Colombia ocupa los
deshonrosos últimos lugares; dicho proyecto evalúa el rendimiento del bachiller
en tres competencias básicas lectura, matemáticas y ciencias. Ahí la mayoría de los estudiantes reprueban esa exigente evaluación.
Dicha evaluación
internacional deja muy mal parado a nuestro Sistema Educativo tradicional en lo
concerniente a la educación básica y media; lo anterior significa que ese
estudiante o grupo de estudiantes colombianos que año tras año son
selectivamente evaluados en esas materias, demostraron que son de los que menos
conocimientos y habilidades tienen en esas tres áreas.
Los resultados
indican que al estudiante (bachiller) colombiano de 15 años se le dificulta
calcular, leer (léase lectura crítica) y escribir; conclusión ese bachiller va
a tener muchas dificultades para comunicarse e insertarse con su entorno
laboral, social y económico; lo que significa que las probabilidades de mejorar
su calidad de vida son muy limitadas y tendrá muchos tropiezos para salir adelante.
Lo más grave aún está
por verse ya que dichas pruebas se hacen sobre muestreos aleatorios y
representativos en colegios de las principales ciudades del país, lo que
significa que es muy posible que el problema sea mucho más grave en la provincia norte
vallecaucana; por aquello de la calidad de educación impartida frente a la que se logra en las ciudades capitales.
Y como si lo anterior
fuera poco, si a esto le aunamos que el 90% de los colegios les va mal (se
rajan) en las pruebas del Icfes (pruebas saber once (11); entonces tendríamos
que alarmarnos todos los padres de familia frente a ¿Cuál es el tipo de
educación que están recibiendo nuestros hijos? E independiente que sean
Instituciones educativas (IE) oficiales y no oficiales que operan en la provincia.
Si aún no me cree
usted, atento y respetado lector, entonces haga usted mismo esa prueba en su
casa con su hijo de 15 años… póngalo a sumar, restar, multiplicar y dividir.
Entréguele un texto y
pídale que lo lea en voz alta (verifique como lee de corrido y si utiliza la
puntuación adecuada) luego pídale que le explique qué entendió y solicítele le entregue un resumen y una
opinión al respecto.
Le aseguro que se
sorprenderá, entonces evalué y juzgué la calidad de la educación que su hijo
recibió durante los últimos 10 años.
Lo anterior
obviamente significa que algo está fallando… ¿Será el modelo educativo, el
colegio, el profesor, el padre de familia, el alumno, o todas las anteriores?
Aunque la
problemática es bien compleja y todos hacemos parte de ella, hoy
revisaremos rápidamente los responsables el padre de familia, la IE y el profesor.
Empezaremos por el que, según nuestro criterio, carga con la mayor responsabilidad y que irónicamente es el que asume, con gusto o no, los gastos educativos: como lo es el padre de familia.
La razón tiene que ver conque en muchos casos es el claro distanciamiento de éstos frente al necesario seguimiento y acompañamiento a la educación que se le imparte a sus hijos en los diferentes centros educativos (algunos de garaje) de la ciudad.
La pregunta es la
siguiente, ¿Cuántos padres de familia le dedican siquiera una (1) hora todos los
días para revisar las tareas, qué han visto en las clases y de paso motivar para que cumplan con las obligaciones en la etapa preescolar?... ¿Cuántos se quejan porque al “niño” le están colocando demasiadas tareas en el colegio?
Lo anterior significa
que esos hijos empezaron solos y asimilan la educación de manera traumática (llenos de temores) y de paso rechazando el proceso educativo; debiendo ser todo lo contrario; es decir una agradable experiencia
acompañada de la mano del padre de familia donde el niño aprende divirtiéndose
y se enamora del proceso de aprendizaje, de la alegría que causa el estudiar y de los nuevos conocimientos adquiridos.
El siguiente responsable
es la IE, ésta debe asegurar que se cumpla con la visión institucional para la que fue creada y en la práctica se haga realidad ese “saber enseñar” donde existan unas estrategias
claramente dirigidas a potenciar y administrar el talento humano como es el
docente/alumno y motivarlo de diferentes maneras y como resultado se prepare cada día más en los modernos e innovadores procesos
educativos y actúe como guía.
Al profesor no se le
debe de pagar solamente dependiendo de sus conocimientos o grado de especializaciones,
sino mediante la medición del desempeño de sus funciones y de la vocación que
demuestre por su profesión; al profesor hay que medirlo por su puntualidad, la
entrega, su capacidad comunicativa y del ejemplo en sus actos públicos y
privados.
Los colegios deben salirse de ese esquema mercantilista de solo ver cumplida su misión, cuando generan empleo y pagan - en muchos casos malos salarios - por el solo acatamiento de un horario o por el cumplimiento de una cuota burocrática.
El control del desempeño y la medición
del cumplimiento de los objetivos propuestos por áreas del conocimiento deben ser las tareas primordiales a
seguir por parte del colegio, frente al docente/alumno, como institución educativa.
El actual modelo educativo tiene un complejo sistema de indicadores de gestión y de evaluación tanto para los docentes como para los alumnos, pero de esto, tal parece, nada se aplica, por aquello de los resultados de las evaluaciones como las Pruebas Saber 11 y PISA no le son favorables.
Parece que existiera
un contubernio o una macabra alianza entre evaluadores y evaluados en dejar que
las cosas sigan funcionando como se ha hecho durante los últimos 50 años. Donde
se impone el…. “Dejar hacer, dejar pasar…”
Entonces surge la pregunta...
¿Cuál es el futuro de
los bachilleres del Municipio de Cartago y del Norte del Valle?
Donde la realidad
nacional y frente a las pruebas internacionales fallamos en matemáticas, en
redacción, comprensión de lectura y pésima ortografía por decir lo menos.
La triste conclusión es que en lo local salvo algunas excepciones es el talento natural del estudiante que hace ver buena la gestión de la IE; de hecho la mayoría de las IE reprueban en el factor de calidad educativa.
Esto significa que ésta descendencia que estamos formando es incapaz de evaluar críticamente lo
que le está sucediendo a él y en su alrededor, carece de una estructura mental
que le permita enfrentar el cambio, la innovación y de la urgencia de romper paradigmas.
Derivado de lo
anterior, el actual modelo educativo, se observa irremediablemente condenado a repetir, década tras década, la
misma historia es decir reproduciendo el círculo de la pobreza; donde generación tras
generación los pobres cada vez son más pobres.
Siempre nos quejamos
que gran parte de los problemas de nuestra ciudad obedecen a que carecemos de
una verdadera cultura ciudadana, pero se nos olvida que tenemos malos
bachilleres, malos padres de familia, malos profesores, malos colegios, malas
universidades, malos profesionales…Pero no se preocupen…. se avecinan nuevas
elecciones.
¿MADRES
ADOLESCENTES CON EMBARAZOS DESEADOS?
Contrario a lo
siempre esperado, por extraño que parezca, recientes estudios han demostrado que las niñas o adolescentes madres llegan a ese estado de maternidad, muchas
de ellas por no hacer uso de de los diferentes métodos de planificación, o porque por extraño que parezca lo han programado.
Este espinoso tema que siempre ha puesto, y lo seguirá haciendo, en aprietos a cientos de padres de familia, docentes, iglesias, el estado y en general a la sociedad civil, está dando otro rumbo.
Ya que los
grandes debates se dirigen a responder la siguiente pregunta ¿Quiénes son los culpables y qué medidas se
deben de tomar para combatir el incremento de los embarazos en adolescentes?
En este punto todos
se tiran la pelota, otros la toalla entre si, buscando con ansiedad el chivo
expiatorio que los exculpe de semejante tragedia familiar y con connotaciones
sociales y de una mayor carga económica y social para el padre de familia principalmente en ,los estratos uno (1), dos (2) y tres (3) y finalmente para
Estado municipal.
Entonces vale el insistir y pregúntanos
¿Qué acciones concretas, como política pública, a adelantado el Municipio de
Cartago para detener los embarazos en adolescentes?
Las razones pueden ser muchas, la falta de una adecuada educación, el mal ejemplo, la ignorancia o abandono de los padres de familia o por la inexistencia de leyes que regulen y protejan a la menor (recordemos la ley de infancia y adolescencia).
Y de todas aquellas intervenciones, desde lo oficial, que directamente repercutan en la “moralidad” de una sociedad,
cada vez más permeada por los estereotipos y modernismos alrededor del libertinaje.
La penetración de otras culturas – a través de las redes sociales - la pérdida de una identidad cultural como resultado de la apertura mental, buscando parecernos en comportamientos a modelos extranjeros.
Contrario a la búsqueda de una personalidad propia, que se cuestione y sepa juzgar la información que recibe a través de las redes sociales y que irremediablemente conllevan a la adopción de nuevas costumbres – impulsados mediante la
anticultura denominada, el reguetón o el impacto negativo de los influencers - que crean estragos en una sociedad de
consumo en crecimiento exponencial de cosas inútiles.
En relación a lo anterior a los moralistas ególatras se les ha señalado de hipócritas, con el argumento que solo se dedican a criticar las actuaciones de una sociedad que ellos mismos se habían encargado de engendrar en una doble moral y en la cual eran, además de jueces, parte del problema que ellos mismos habían creado y propiciado.
Desde el punto de vista meramente biológico o clínico, la maternidad prematura pone en riesgo la vida de las mujeres (a los 11 años, o menos, una niña ya empieza a ovular), situación que afecta a la familia y a la sociedad en general. Siendo una de la soluciones acudir al aborto inducido.
¿Qué estadísticas se tienen al respecto, teniendo en cuenta que es el derecho que tiene la mujer, mayor de edad, a decidir que hacer con su cuerpo? ¿Qué sucede cuando se trata de una adolescente? ¿Carga con la responsabilidad el padre de familia o acudiente?
Igualmente se
confirma que hace falta una mayor atención a como transcurre la vida del adolescente frente a su
educación sexual – desde el hogar y reforzado en la IE - tanto física como
psicológica (la decisión unilateral de quedar embarazada no puede obedecer por el simple hecho de estar perdidamente enamorada).
Los científicos han
abordado el tema desde varios puntos de vista y como conocedores
empiezan por lo básico, es decir, lo que ordenan los genes, información que
viene grabada en el DNA, la que simple y llanamente se denomina evolución; procesos estos
que llevan millones de años, lo cual se logra a través del instinto de la
reproducción de la especie.
Lo anterior a siempre
vista es sencillo de entender, dos niños o jóvenes se conocen, sus hormonas los
guían y con el tiempo interactúan sexualmente, dicho acto sexual, novedoso exquisitamente placentero para ambos es simplemente el vehículo para que esos
dos seres (de especie animal) intercambien información genética a través de sus
fluidos; ella aporta el ovulo y él, el espermatozoide, y si las condiciones son
propicias (entre otras la regularidad con que se realice) entonces se presenta
el embarazo.
El cual nada sabe de edad, raza, religiosidad, estrato social, ocupación y escolaridad entre otros; si de libertad para actuar.
Ya que hoy día tanto hombres como mujeres (toman más fácil la iniciativa) se inician sexualmente más temprano
(después de los 9 o 10 años) por muchos factores: patrones culturales copiados de las redes sociales, libertinaje, estímulos sexuales a través publicidad en videos o letras inmersas en música; sin perder de vista las hormonas incluidas en la comida, la ropa, los jabones y los perfumes.
Todo estalla en la adolescencia, la sexualidad es una forma asumida por ellos para demostrar crecimiento personal y social; entonces podemos concluir que el embarazo es una consecuencia del uso del desarrollo de su personalidad y por ende la expresión, sin matices, de su propia sexualidad.
Insistimos es parte
de su personalidad y sus deseos de ser adultos y valerse por si mismos;
recordemos a Gibran Khalil Gibran, en su obra El Profeta “…Los hijos vienen a
través de uno… más no son de uno…. Son como flechas disparadas hacia el
universo…”.
Volviendo al tema,
los estudios indican que priman los anhelos de ser adultos sin medir las consecuencias, las ansiedades y depresiones entre otros factores psicológicos son el común denominador en los jóvenes; en ocasiones presentan resultados sorprendentes como que la adolescente ha deseado el embarazo.
Entonces es necesario revisar hasta qué punto los embarazos de las adolescentes
son accidentales o deseados. Será que hay que replantear el tema de la
educación sexual, no seguir manejándolo como un simple acto de coito o
penetración donde se debe de usar el condón (sexualidad impulsiva).
Será entonces necesario replantear la idea y mostrar la sexualidad como un proyecto de vida, donde cada situación sexual no es una simple aventura la que se debe dar en su debido tiempo, entonces es un tema cultural, recordemos que, en los países desarrollados e industrializados, la maternidad es tardía (30 a 35 años o más).
Ya que en esa etapa previa al embarazo, antes de los 30, la mujer tiene otras prioridades,
independencia, educación superior, especializaciones, maestrías, lograr una
estabilidad emocional y bienestar económico. Es más la tendencia es que la
mujer prefiera tener 1.6 hijos o ninguno.
Desde el punto de vista sociológico, la maternidad temprana (para ambos) impide el proceso de desarrollo integral del ser humano; sin embargo lejos de parecer machistas, la realidad es que los hombres pueden zafarse fácilmente de su responsabilidad ante una paternidad temprana, la mujer no.
Aquí la familia
influye en esta decisión, aún se encuentran comentarios, matizados de
orgullo, como este: (generalmente opiniones de mujeres criadas con profundas
raíces machistas). “Pepito, que verraco si salió pipi caliente tiene 4 hijos en
diferentes mujeres”.
En cambio, las
mujeres quedan ligadas para siempre a su maternidad, salvo que las abuelas,
también jóvenes, se encarguen de la crianza y manutención, son ellas las que también tienen que asumir inexorablemente las consecuencias de un embarazo temprano,
últimamente se está dando un giro reprochable a esta inevitable consecuencia y
es que muchas madres los abandonan y el peor de los casos sacrifican a sus hijos.
Queda entonces planteado
el nuevo dilema que afronta no solo las niñas y adolescentes, sino la sociedad
en su conjunto, y es el preguntarnos…
¿Estamos enfrentando
un nuevo desafío familiar e institucional, donde no hay claridad si la
maternidad temprana fue fruto de un accidente o si se presentó como una idea
preconcebida?
Donde solo hay una víctima, la madre y muchos los responsables, tampoco perdamos de vista que en
Cartago prácticamente en todos los estratos; pero en especial en el uno (1), dos (2) y tres (3) cada vez es mayor el número de niñas
y adolescentes embarazadas menores de 17 años. Al tiempo con unas estadísticas sobre
prostitución son preocupantes.
Cabe hacernos la
siguiente pregunta ¿Qué está haciendo la administración municipal de la mano de la fuerza pública, policía nacional, para enfrentar ese desafío institucional?
¿POR
QUÉ DE LA ALTA DESERCIÓN DE LAS UNIVERSIDADES?
Todos los padres de familia deben de estar conscientes que la única manera de cerrar la brecha entre una vida cómoda (diferente del espejismo de lo fácil, agitada y exuberante) y otra llena de necesidades (diferente de la miseria) es motivando y apoyando a nuestros hijos para que asuman el reto de la educación superior.
Entonces debemos de empezar, para allanar ese camino, entendiendo ¿Cuándo y dónde fallan los procesos educativos?
Y la única manera es comenzar cuestionando, nosotros,
los padres de familia la educación que se imparte - que solo genera grietas, lagunas
o mares sin conocimiento útil para aplicar - desde la educación básica, básica primaria y media
hasta la universidad.
Cuando nos referimos
a conocimiento útil lo hacemos después de reflexionar; ¿Por qué el actual
modelo educativo, sigue insistiendo en 12 o 14 materias pudiendo concentrar la
atención en solo cinco (5) o seis (6)?
Lo anterior sugeriría que persiste una obsoleta educación, mal estructurada y erróneamente direccionada al estudiante que permita individuo, ya adulto, cumpla con una función específica dentro de una sociedad lamentablemente preconcebida.
Cuyo modelo educativo no permite la
creación de nuevos conocimientos y el desarrollo de las destrezas de los individuos; siempre
intentado, con éxito, mantener el statu quo… Es decir, programar una enorme
masa de borregos.
Dicho en otras
palabras, se imparte educación para que toda una generación siga desempeñando
el mismo rol en la sociedad; los hijos terminan heredando el trabajo de sus
padres, o peor sumergidos en el más angustioso desempleo por la falta de
oportunidades y lo más preocupante sin importar el estrato social.
Este ejercicio nos
llevó a recordar una novela “Un Mundo Feliz” de Aldous Huxley, que recrea una
sociedad futurista sin sufrimiento físico aunque sin iniciativa ni libertad
individual.
Donde los individuos
probetas eran clasificados como alfas, betas en una especie de jerarquía
dominante y el resto gammas, delta y épsilon, los que soportaban otros tipos de
trabajo y donde los ciudadanos disconformes eran “etiquetados” y tratados como
“raros” o enfermos mentales.
Huestes de autómatas
cumpliendo con una programación universal; semejándose a borregos mediocres
pero muy útiles, “en una comunidad de ciegos donde el tuerto era el rey”.
Sin el más mínimo asomo de sorpresa, hoy día, observamos “tribus urbanas” a merced de los caprichos del espejismo del consumismo “dime que usas y te diré quién eres” o “lo importante no es ser, sino parecer”. En una sociedad que solo vive de las apariencias.
La idolatría (no
leerlo como concepto religioso) y el fanatismo entre muchos otros, arrastran a jóvenes
comunidades para que no piensen, solo actúen tal vez por miedo a ser excluidos; sin entender que tarde que temprano se toparan con espacios donde nunca serán bienvenidos y mucho menos
aceptados. La ignorancia generalizada es aterradora.
Volviendo al tema que nos ocupa el día de hoy, surge la siguiente pregunta ¿Por qué razón un
porcentaje alto de estudiantes egresados de los colegios oficiales y privados,
no logran iniciar o permanecer en un ambiente universitario?
Y si lo consiguen ¿Con
qué grado de competencia o profesionalismo terminan para ejercer una carrera con decoro que le permita desarrollar un papel protagónico dentro de una sociedad que les exige poco y premia la trampa, la mentira y el engaño? ¿En que punto del caos vamos a llegar y parar?
Para no ir más lejos
en el enfoque, hoy la tarea es tratar de entender el ¿Por qué de la alta
deserción de las universidades de la región por parte de los estudiantes
locales? Y es apenas obvio que existen múltiples razones, analicemos
algunas de ellas.
Es principalmente el factor
económico que hace prácticamente imposible que un padre de familia sobreviviendo con un
salario mínimo, o menos, pueda enviar a su hijo a una universidad así sea local
o en la región.
Al terminar esta lectura debe, usted atento y respetado lector, responder ¿Cuál es el responsable de una buena educación
básica, primaria y media?... ¿La Institución educativa, el docente, el estudiante, el padre
de familia o todos los anteriores?
La primera
preocupación de los colegios, públicos o privados locales, debería ser el bajo
rendimiento académico de sus alumnos frente a las pruebas del saber once (11) …
¿Será eso cierto y posible?
Visto desde el
funcionamiento del centro educativo, será que para los primeros (los oficiales)
el principal interés es cumplir con las evaluaciones de Mineducacion en
relación a cobertura, continuidad, repitencia, deserción y calidad educativa
entre otros y para los segundos, la búsqueda es convertir en un lucrativo
negocio la educación privada.
Observando el
problema desde otra óptica, para algunos son fallas del sistema educativo que
carece de métodos funcionales que permita, que los alumnos aprendan con
comprensión y así poder aplicar esos conocimientos obteniendo resultados
positivos y de paso les ayude a desarrollar sus habilidades y destrezas.
De hecho se
registran casos extremos de docentes que no tienen idea de lo que es una
buena comprensión de lectura o carecen de ella, o las nuevas tecnologías de la
comunicación y la informática; mucho menos de inteligencia artificial siendo esta, en el mediano plazo, la base del conocimiento.
La tendencia sugiere
que la educación es toda una estructura que tiende a ser homogeneizadora y
simplificadora donde nos enseñan que 1+1=2, y no nos sugieren que podría
también ser 1+1=11 lo que sugeriría una pronta evolución del sistema educativo
actual hacia procesos pedagógicos acordes a la globalización de la economía.
Dicho en otras
palabras, el modelo de pensamiento americano (Norte y Sur América) es diferente
entre sí; y bien diferente al asiático; la prueba está en los nuevos centros de
poder económico y político a nivel mundial y más aún con la, tal parece, reactivación productiva en unos niveles esperados por el gigante asiático.
Volviendo a lo local,
existe otra hipótesis que sugiere que la tradición familiar (para solo
mencionar abuelos, tíos, primos y hermanos) y la educación de los padres es
determinante del logro académico de los hijos. Ojo con esto.
Dicho en otras
palabras, padres con hábitos inteligentes tienen mayor probabilidad que sus
hijos adquieran los mismos hábitos inteligentes, citemos un solo ejemplo: el
hábito por la lectura.
La anterior hipótesis
aparentemente derrumbaría el ingenuo paradigma que la mala educación es la
“pública” porque está en manos de docentes mediocres, aunque bien remunerados,
pero con sobrecupo de estudiantes por curso. ¿Será eso cierto ciento por ciento?
Creemos que es una afirmación errónea.
Este enfoque tampoco
sugiere, en el caso de los colegios privados que en general obtienen un mayor
puntaje en las pruebas saber 11; se deba a que el docente sea mejor pago y que
no presente sobre cupo. También es una errónea conclusión.
De hecho, existen
datos que indican que algunos colegios privados están dejando “ir” buenos
docentes, evitando continuar pagando buenos salarios, y terminan trabajando en
el sector público; lo anterior solo para ahorrase unos pesos y mejorar sus
depósitos bancarios.
También podemos
concluir que independiente que el colegio sea oficial o no oficial e
independiente del docente – aunque es pieza fundamental dentro del
aprendizaje - se ven favorecidos con la educación que sirve de apoyo y es
transmitida por los padres de familia más educados (independiente de son
profesionales o no) pero más comprometidos en la educación de sus hijos.
La que efectivamente
comparten acompañando el proceso educativo del estudiante; lo que no debe
significar, hacerle la tarea sino orientarlo y motivarlo en el cumplimiento de
la misma.
La conclusión... Es necesario el apoyo del padre de familia, donde el papel docente, sea público o privado, "aprovechar" ese “esfuerzo” y centrarse en orientar y monitorear al alumno; potenciando, llevando a un nuevo nivel de aprendizaje, la educación de sus alumnos en manos de “esos” padres de familia que saben para donde deben ir sus hijos.
Esto es un concepto
muy general, donde se cree que las clases altas garantizan una educación
diferente a la que reciben los estratos medios y bajos de la población.
Finalmente, lo
anterior es solo una hipótesis, verdad que requiere ser comprobada, sin
embargo, sugerimos intente acompañar a sus hijos, independiente si están en un
colegio público o privado, en las tareas escolares.
Aléjese por unos
minutos de los dispositivos digitales y dedíquele diariamente mínimo una (1)
ahora; para de la mano de su hijo de 5, 7, 14 o 16 años vuelva usted, atento y
respetado lector, a la primaria o al bachillerato.
Le aseguramos que
recordará datos que aparentemente tenía olvidados y de paso compartirá su
conocimiento con su hijo y le aseguramos le dará una gran oportunidad, con el
tiempo, para que sea un buen ciudadano que le haga grandes aportes a la ciudad que lo vio
nacer o lo acogió. Amanecerá y veremos
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