Sin lugar a dudas el más
grande desafío en la prestación del servicio de salud en la ciudad es definitivamente
la humanización – léase: deshumanización - en la atención primaria en
salud y es ahí donde fracasa el sistema.
Situación que, a diario,
se palpa cuando un paciente ingresa de urgencias a un centro de salud o a un
centro hospitalario y desde el personal administrativo, pasando por paramédicos,
enfermeras, médicos generales y médicos especialistas tratan al paciente como
un código alfanumérico donde el temor, la angustia y el dolor del paciente y su
familia son completamente ignorados.
Si bien es cierto la problemática del sector salud en el municipio de
Cartago en el Norte del Valle, no está muy alejada de la departamental y la
nacional, lo cierto es que en la ciudad dicha situación no da señales de mejorar,
todo lo contrario, empeora.
Lo anterior significa que la mayoría de los hospitales de segundo nivel
de atención se encuentran en riesgo financiero medio o alto, la realidad que
enfrenta EL Hospital San Juan de Dios (HSJD) debería ser motivo de preocupación
no solo de la veedora ciudadana en salud, Maria Emma Vélez Toro, sino de todas veedurías
ciudadanas, la dirigencia política y en general de toda la opinión pública en
general.
Cuando nos referimos al papel que debe desempeñar la dirigencia política
de la ciudad es por aquello que en el pasado y frente a la crisis del de ese
entonces Hospital Sagrado Corazón de Jesús (HSCJ).
El gobierno departamental de turno tomó cartas en el Asunto intervino el
HSCJ y prácticamente privatizó el servicio de salud en la ciudad; lo anterior
significa que visto desde lo jurídico las cosas - convenios, concesiones o contratos
de arrendamiento - se deshacen de la misma forma como se hicieron.
Regresando a la problemática nacional y/o departamental… Algunos
estudiosos creen que los obliga, en el corto plazo, a tener que suscribir un
Programa de Saneamiento Administrativo Fiscal y Financiero, el cual debe ser
avalado por los Ministerios de Salud y Protección Social y el Ministerio de Hacienda
y Crédito Público.
Estos inconvenientes son debidos a múltiples factores que dificultan el
flujo de recursos que deben recibir los hospitales, como son: las demoras en
los pagos por parte de las EPS, glosas constantes, guerras de tarifas,
verticalización de los servicios, no cumplimiento del porcentaje de
contratación que deben tener con la red pública, aumento del número de reportes
a los diferentes entes de control lo cual obliga a tener que aumentar la planta
administrativa, etcétera.
Esto y mucho más como precariedad laboral entre otros es lo que está
sucediendo hoy con el Hospital San Juan de Dios; además de, tal parece, no
estar incluido en el documento de la Red Departamental del Valle del Cauca, que
lo deja en una situación delicada en relación a su viabilidad financiera.
LA RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO DEPARTAMENTAL
Esta delicada decisión debe de ser adelantada por el gobierno
departamental… Surge entonces el primer interrogante.
¿Existen los elementos de juicio
desde lo jurídico para dar por terminado unilateralmente el contrato de
arrendamiento entre el departamento y la sociedad HSJD?
Desde el pasado se ha consultado dicha problemática y sus posibles
soluciones y en términos generales existe la percepción que los directamente
responsables que hacen parte del Sistema General de Seguridad Social en Salud
(SGSSS) en la ciudad y la ciudadanía en general.
Permanecen atentos esperando cualquier solución viable que se comprometa
a garantizar la atención en salud por parte del HSJD que mejore el servicio en
la atención primaria en salud que requieren los más de 160 mil habitantes en la
ciudad con EL SOL MÁS ALEGRE DE COLOMBIA.
Lo anterior debido a las enormes falencias en la prestación de los
servicios de primer, segundo y tercer nivel a nivel departamental; es deber
desde lo local fortalecer la atención de nuestro primer nivel con los puestos
de salud rurales, los centros de salud local y la sede hospitalaria de la IPS
del Municipio de Cartago.
Lo anterior se logra mejorando los programas preventivos a través de APS
llevándola a todos los puntos de la ciudad, teniendo programas de salud preventiva
e incluyente en el que participen y tengan cabida todos los ciudadanos, sin
distinción de edad, raza, sexo, género, religiosidad, estrato social, escolaridad
entre otras.
Evaluar desde lo demográfico lo relacionado con la pirámide poblacional,
la cobertura en afiliación a cada uno de los sistemas, las causas de
enfermedades prevenibles, las causas de muertes, el número de partos, el número
de embarazos en menores de edad etcétera.
Es decir, se requiere de un estudio de prospección que tengan en la
cuenta todos los factores: sociales, culturales, demográficos y en general socioeconómicos
para que Cartago tenga un plan de salud acorde
con sus necesidades.
LA CRISIS DEL HOSPITAL SAN JUAN DE DIOS
Imposible no seguir visibilizando la realidad del HSJD… ya que su solución
claramente debe ser política es urgente, e importante por aquello que el riesgo
en la prestación del servicio es inminente.
Lo que usted atento y respetado lector ignora es que, en la actualidad,
y desde hace muchos años, el Sistema General de Seguridad Social en Salud,
SGSSS, en la ciudad se encuentra al borde del colapso; milagro que no haya
sucedido o lo estén ocultando.
LOS PASEOS DE LA MUERTE
Razones son muchas, mencionaremos algunas: Para ilustrarlo no olvidemos,
desde hace décadas, nos quejamos de los “paseos de la muerte” hoy son tantos
los fallecimientos, en el departamento, que ya ni se notan.
Dejando claro que, en la ciudad, tal parece, no funciona el CRUE. -
Centro Regulador de Urgencias y Emergencias - mucho menos para el Norte del
Valle.
Lo anterior significa que si un paciente requiere de un urgente traslado
- en ambulancia - a otro centro de salud o ciudad por el estado de
gravead o urgencia en que se encuentre.
La autorización tiene que venir de Santiago de Cali; que se encuentra a
dos horas y media por la distancia. Surge
la pregunta ¿Cuántas horas tarda la prestación de ese servicio de venida y
vuelta?
El riesgo que un paciente, de a pie, muera es muy alto, si debe ser
traslado a la ciudad capital o a una ciudad intermedia en el centro del valle.
Ojo con eso.
UN EJEMPLO HIPOTÉTICO
El problema de la atención en salud pública en la ciudad es tan
delicado; siendo resumido con un ejemplo; en el que llegaren, al mismo tiempo, 20
casos con pacientes graves, como por ejemplo, a causa de algún tipo de fenómeno natural.
Con seguridad el médico jefe de la UCI, en la ciudad, no tendría el
apoyo logístico, las herramientas, los procedimientos, la experiencia y el conocimiento
necesario para enfrentar esa posible emergencia sanitaria o en una sala de
urgencias.
Lo que hace imposible determinar: sobre el número de ambulancias en
espera, disponibilidad de camas, hospitales, red de prestadores, léase IPS y EPS;
y lo más delicado los convenios vigentes, personal médico general,
paramédico y especializado disponible. Toda una pesadilla para el personal
médico.
Los que estudiaron para eso y los que por experiencia han presenciado
múltiples casos de urgencias; aseguran que la diferencia entre la vida y la
muerte; radica en reaccionar con la mayor rapidez posible – quince minutos
puede ser la diferencia entre la vida y la muerte - y la oportunidad para
lograr ubicar el paciente, en trance de muerte, que debe ser remitido a un
nivel superior de atención o a otra ciudad o al departamento.
Remisión que debe estar soportada por todos los protocolos de traslado;
para que al paciente se le presten, en el menor tiempo posible, los servicios
de urgencia que requiere; evitando traslados innecesarios que terminan en los famosos
“paseos de la muerte”. A lo que algunos funcionarios se han venido
acostumbrando.
La situación anterior nos lleva a una parte, del origen, de la crisis de
salud pública en la ciudad y es lo que tiene que ver con la suprema importancia
de mantener vigentes los convenios para la oportuna prestación del
servicio.
Donde están involucrados, eso creemos, todos los actores responsables de
la atención llámense: Hospitales, Clínicas, IPS, EPS y centros de salud; en la que
todos asuman la corresponsabilidad en la efectiva prestación del servicio de salud
en la ciudad.
Surge la pregunta… ¿Quién o quiénes ejercen el control a los convenios
entre las EPS y el Hospital San Juan de Dios? ¿Poseen el suficiente compromiso
y la experticia para realizarlo profesionalmente?
RETRASOS EN EL PAGO DE LOS COMPROMISOS LABORALES
La problemática del Hospital San Juan de Dios, parece ser más compleja,
que lo que dejan ver sus directivas vía plataformas tecnológicas.
Lo anterior porque no es excusa que, para casos de emergencia, falle el
servicio por la falta de soporte técnico y tecnológico, medicamentos, equipos
de protección para médicos y personal relacionado con la salud, sin excluir los
abusos e intimidaciones por despidos sin justa causa al personal de la salud.
El indicador o mejor la señal que el HSJD se encuentra sumido en una clara
crisis es el reiterado atraso en el pago oportuno de salarios y prestaciones
sociales.
Lo anterior no se justifica ya que estamos tratando con profesionales y
personal administrativo que son seres humanos involucrados por vocación del
servicio, o tal vez por eso se aprovechan, que tienen familias y obligaciones diarias
que atender.
Todo lo anterior son razones más que suficientes para entender que
finalmente es la vida del paciente y la angustia de sus familiares al comprobar
la tardanza o la imposibilidad de atender un paciente en condición de salud
grave que necesita una atención inmediata en el servicio de urgencias.
Del otro lado de la ecuación es el manejo administrativo que se le sigue
dando en relación a la floja justificación por el no pago o el retraso en los pagos,
la no disponibilidad del material hospitalario y en general por el
incumplimiento de sus obligaciones.
La explicación de fondo es la disminución en los flujos de caja derivado
de la intervención, por quiebra, de uno o de toda la operación de salud por parte
del administrador privado a nivel nacional o regional.
¿Por qué no se previó esa situación si tuvo el tiempo necesario para
gestionar los recursos? Y como lo sabía ¿Por qué guardo silencio durante tanto
tiempo? Y para darle tramite al problema ¿No existía un plan B o C para ese
tipo de contingencias?
Sin importarle la calidad de vida de: aseadoras, médicos, paramédicos y
en general al personal adscrito a la prestación del servicio en el HSJD.
LA GÉNESIS DE UNA TRAGEDIA SIN RESOLVER
La que dio inicio con la ordenanza No. 005 del 12 de enero de1996 cuando
el Hospital Sagrado Corazón de Jesús empezó a dejar de ser patrimonio de la
ciudad.
Por cuanto, en ese acto administrativo hace un poco más 27 años, se
trasladaron “técnicamente” los pasivos laborales y pensionales de los
trabajadores, al NUEVO ENTE DEPARTAMENTAL.
Por aquello de los derechos adquiridos mediante convención laboral y
exigida por el sindicato de trabajadores de ese entonces, eso era lo correcto,
pero ese fue el único paso importante que se dió, ojo, pero sin definir la
nueva naturaleza jurídica de esa entidad prestadora del servicio de salud.
Hoy surge la pregunta ¿Qué entidad gubernamental se hizo cargo de ese
pasivo pensional y prestacional? ¿Quedó en el limbo esa cuantiosa deuda?
Ya que, para esa época, tal parece quedaron sin ser fondeados
presupuestalmente y mucho menos atendidos financieramente. Lo que nos llevaría
a presumir que todo permaneció, sin resolver, en ese papel denominado
ordenanza.
Lo anterior significa que desde hace más de dos décadas y media la
ciudad perdió ese importante activo financiero; el Hospital Municipal Sagrado
Corazón de Jesús.
En otras palabras, e independiente de si haya mediado dolo, culpa o la
marulla que se utilizó para “la transformación jurídica” con la que se pretendía
adoptar “nuevo hospital departamental”.
Transformación jurídica que, se cree, estaba basada en unos muy bien
elaborados tecnicismos jurídico-administrativos que finalmente no resolvían la
quiebra o iliquidez de ese entonces.
Lo que si garantizaba era que el hospital municipal quedara bajo la
tutela de departamento; y el hueco fiscal esperara sin atender, tal parece,
hasta la fecha y creciendo.
EL problema actual es que, el Hospital San Juan de Dios enfrenta un
grave problema de liquidez, se cree, con más de 80 mil millones de deuda
acumulada, según él, durante ellos últimos 18 años.
Lo que nos lleva a suponer, con el riesgo de equivocarnos, que la deuda
pública, o privada, no son acumulados por 18 sino durante los últimos 27 años.
Tiempo durante el cual, todas las administraciones departamentales no
hicieron nada diferente que manejar un hospital aparentemente sin recursos, y sir
resolver su situación financiera. ¿Quién
o quiénes son los responsables?
Tres (3) años después según decreto 0944 de 1999 se ordenó la “liquidación”
del Hospital Sagrado Corazón de Jesús; se cree igual on enormes vacíos
jurídicos.
Por aquello que a la nueva entidad “Hospital Departamental de Cartago
Empresa Social del Estado” no se le definió su naturaleza jurídica -
técnicamente quedaron funcionando dos hospitales - y desde su creación
empezó a funcionar con un “déficit” sin aprovisionar presupuestal y contablemente;
mucho menos fondear financieramente ese antiguo pasivo laboral y pensional.
La anterior “confusión” técnico-administrativa, y desde esa época,
convirtió al hasta hoy HD en patrimonio de nadie; hoy tal parece en manos de
una concesión privada.
Donde políticos, desde el pasado y actualmente, de todas las estirpes,
hicieron uso y abuso de los recursos nacionales y departamentales;
convirtiéndose esos flujos de caja – algunas veces invertidos donde no había
prioridad - en un jugoso botín donde todos disfrutaban de una “pequeña”
parte. ¿Será que el Hospital San Juan de Dios no tiene Dolientes?
¿DEUDA ACUMULADA POR 27 AÑOS?
Veinte y siete (27) años después, la historia se repite con nuevas
inversiones en infraestructura: cafetería y salas de especialización en un
hospital que solo atiene urgencias.
Al tiempo con una planta de personal a la que se le adeuda sueldos y
salarios; y como si lo anterior fuera poco, a la fecha, tal parece, tiene unos
pasivos acumulados que superan los 80 mil millones.
Para entender esta cifra regresemos al pasado, del que algo se puede
aprender, para aquella época; hoy lo creemos así, surgiría parte de la solución
al eterno problema del manejo de la salud pública en la ciudad.
Mediante acuerdo 005 del 7 de marzo del 2000 y el decreto 015 de 17 de
marzo del mismo año, se creó la I.P.S del Municipio de Cartago como Empresa
Social del Estado, con carácter de institución de orden municipal, personería
jurídica, patrimonio propio y autonomía administrativa.
FUSIÓN HOSPITAL E IPS MUNICIPAL
Abramos un paréntesis… Lo que algunos esperaban, hace algunos años, era previa
la gestión de la Gobernación del Valle del Cauca, una especie de fusión entre
el Hospital Departamental, colapsado financieramente, y la IPS Municipal. ¿Es
viable esa propuesta en la actualidad? Cerramos paréntesis.
Regresando a la creación de la IPS…Con la prestación de ese nuevo
servicio se ampliaba la cobertura de la IPS Municipal en la prestación de los
principales servicios de asistencia médica y hospitalaria en la ciudad.
Aunque otros consideran, aparte de la corrupción administrativa, por décadas,
reinante que lo asfixió operativa y finalmente financieramente.
Para finalmente quedara en una sola prestadora del servicio de salud. Era
lo esperado se convirtiera en la solución actual y que ese patrimonio regresara
a los cartagüeños.
Ya que está comprobada, la incompetencia y negligencia de anteriores
gerencias, que recoge los problemas financieros del Hospital San Juan de Dios,
sede Cartago; que lo tienen al borde de la postración financiera, al día de
hoy, a ese centro hospitalario.
¿SIN RESOLVER LOS VIEJOS PASIVOS LABORALES Y
PRESTACIONALES?
Doce años después de la desaparición de la razón social Hospital Sagrado
Corazón de Jesús. Como siempre ocurre en estos casos, muy tarde se prendieron,
de nuevo, las alarmas.
Ello ocurre con el cierre fiscal del 2012, cuando el Departamento del
Valle del Cauca, manifiesta que no puede atender el enorme déficit de un poco
más de $12.000 mil millones.
Más los gastos de funcionamiento (nóminas y prestaciones) a razón de
$800 millones mensuales, lo que nos daría con corte al mes de abril $9.600
millones de pesos más, para vigencia fiscal 2013.
Sin contar los gastos generales (mantenimiento, materiales y
suministros, entre muchos otros) y de inversión necesarios para su normal
funcionamiento que sumarian 18.400 millones.
Lo que fácilmente nos llevaría, hoy, a una cifra cercana a los $40.000
millones de pesos aproximadamente, según informe de la auditoria de la
Supersalud.
SOLUCIONES QUE ESTUVIERON A LA VISTA
También recordemos que por esa época el secretario de Salud
Departamental, el Medico Fernando Gutiérrez propuso la creación de una E.S.E.
que manejaría los niveles 1, 2, 3 y ambulatorio de salud.
Sus razones: El alto funcionario público Departamental, dejó siempre
claro que “la crisis no da para tener dos Instituciones de Salud en Cartago IPS
Municipal y Hospital departamental”. ¿Qué
hacer entonces ahora y después de la liquidación del HD?
Siguen las declaraciones, para esa época, de Gutiérrez “La propuesta es
técnicamente factible, la venimos proponiendo desde el año pasado, no es un
tema de liquidación ni de cerrar el hospital, ni la I.P.S. sino conjugarla en
una sola entidad más fuerte y transformada”.
En la actualidad la pelota está en el terreno de la Gobernación del
Valle del Cauca, a través de la secretaria de Salud Departamental. Está claro
que es factible revisar de nuevo, desconociendo el recorrido jurídico, de la
concesión, para que el hospital, como una nueva entidad jurídica, regrese a ser
patrimonio de los cartagüeños.
Es decir para que atienda de manera eficiente y eficaz los diferentes
requerimientos, aprovechando su privilegiada ubicación geoestratégica, y
demandas de servicio de atención y urgencias en salud para los municipios de la
zona norte como lo son: Cartago, Alcalá, Ansermanuevo, Argelia, El Águila, El
Cairo, Obando, Ulloa, Zarzal, La Victoria, La Unión, Toro, Versalles y San José
del Palmar; zona que suma casi 500.000 habitantes que en una alta proporción
pertenecen al régimen subsidiado en los estratos 0, 1, 2 y 3.
¿Será factible, o no, otra alianza público-privada? ¿Primará el interés
de casi 500.000 habitantes del Norte del Valle?
En todos los casos, la actual gobernadora, o quien haga sus veces,
conoce muy de cerca este complejo manejo de la salud en el departamento y en la
ciudad; que mueve anualmente solo desde lo municipal, a través de los
diferentes fondos para Salud más de $211.000 mil millones de pesos.
¿Cuál será el presupuesto estimado del posible nuevo ente de salud en la
ciudad? Ese camino no es tan largo de recorrer Queda entonces de nuevo abierto
el debate.
FORTALECER EL SGSSS EN LA CIUDAD
Lo que no nos debe de quedar como duda razonable en la inexistencia de
un articulado Sistema General de Seguridad Social en Salud SGSSS en La ciudad.
Entonces surge la siguiente pregunta ¿Da capacidad, en la ciudad, para
tener dos Instituciones como la IPS Municipal y Hospital San Juan de Dios?
¿Seguirá siendo factible operativa y financieramente sostener una
concesión, o contrato de arrendamiento, con un privado que no ha garantizado, a
la fecha, la prestación eficiente, eficaz y efectiva de un servicio de salud? Amanecerá
y veremos.
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