sábado, 2 de octubre de 2021

LENTA AGONÍA POLÍTICA DE LOS EXPRESIDENTES

 

Antes de dar inicio al asunto que nos ocupa hoy, primero reflexionemos sobre un documento publicado en 1908 que hace parte de la filosofía Hermética y que tiene que ver con el principio de la correspondencia de El Kybalión.

Pensamiento que cobra vida con el siguiente aforismo:” Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”. Hoy nos parece oportuno referenciarlo por aquello del enfoque político que hemos decidido darle a la epístola de hoy.

COMO ES ARRIBA, ES ABAJO…

El propósito es intentar correlacionar el acontecer político, en esta era digital, a través de un práctico ejemplo, que aborda el mismo tema – No leer, la combinación de las diferentes formas de lucha por el poder - guardando las enormes diferencias y algunas coincidencias de lo que actualmente sucede en el plano doméstico, frente al acontecer político en otras latitudes, concretamente USA.

Por aquello que, activada la cuenta regresiva del calendario electoral de cara a las próximas elecciones parlamentarias colombianas; base, eso se espera, de las presidenciales, cada vez se agitan más los enfrentamientos entre las principales precandidaturas, casi siempre auspiciadas por los jefes políticos o entre ellos mismos como es el caso reciente.

Hechos circunstanciales que tienen dos lecturas: la primera el jaque a las “direcciones únicas” y monolíticas; y la segunda, la búsqueda de un “poder compartido” en manos de coaliciones programáticas y pactos ideológicos. Pero esto lo veremos más adelante.

Contaminando el escenario político es lo que observamos a nivel nacional, enfrentamientos innecesarios que toman fuerza llevando a la incertidumbre que, para algunos, los lleva al temor y este a su vez a la pérdida del control sobre las emociones primarias.

Que terminan en escandalosas declaraciones confundiendo, aún más, a las bases electorales que no comprenden esa lucha intestina por el poder político; con mayor razón si hace parte de esa franja de opinión que vota emocionalmente en el último segundo y/o de estómago.

UN CLÁSICO: TRUMP VERSUS BIDEN

Lo anterior confirma que en materia política lo que sucede arriba, en las latitudes y zonas climáticas afortunadas; y en lo que tiene que ver con la domesticación del animal político en paises como: EEUU, Europa occidental: franja que cubre el mediterráneo hasta Asia.

Lo es también de hecho, sucede y repercute directa o indirectamente, abajo en latitudes y zonas climáticas no tan afortunadas como en la franja tropical caribeña y en el hostil entorno también tropical africano.

Es allí donde se sigue evidenciado la soledad que abruma a los viudos del poder, Trump y otros políticos latinoamericanos y del caribe; hace que, en lugar de retirarse, frente a la derrota electoral, sigan insistiendo en la cosa pública.

Ya retirados, eso es lo esperado, tiempo que podrían dedicar para vivir plácidamente; contrario al deber ser insisten en seguir vigentes, manipulando al imaginario colectivo en la búsqueda de su propio beneficio, alimentando su egolatría mancillada o intentando, de nuevo en el poder, ocultar sus fechorías.  

De hecho, organizan cruzadas – léase marchas y estallidos sociales – buscando terminar con el orden democrático establecido; intentando, algunos lo logran, regresar al oscurantismo mediante la implantación del totalitarismo de estado, convirtiéndose en ídolos con pies de barro que hacen parte de la noticia amarilla diaria.

¿EL POPULISMO SERÁ EL ORIGEN DE TODOS LOS MALES DE LA DEMOCRACIA?

Dicho en otras palabras, mientras en la latitud norte los paises que hacen parte de ella, han alcanzado altos niveles de desarrollo e industrialización; en la latitud sur el subdesarrollo, las brechas sociales, la pobreza y la miseria son el pan nuestro de cada día. 

Surge entonces la primera pregunta ¿En qué paises prospera la inestabilidad política, económica y social? ¿Cuál es el caldo de cultivo y quiénes lo sazonan?

Sin embargo, como sólo abordaremos el tema político, intentaremos en esta primera parte responder las dos anteriores preguntas; para hacerlo tomaremos como “digno ejemplo” lo que está sucediendo los Estados Unidos de América.

Tensa situación que, en ocasiones, el expresidente pareciera no haber superado la transición política aceptar haber sido vencido en las urnas y para nada como un destacado gobernante; que seguramente sigue terca y obsesionadamente sintiéndose dueño del poder como lo es el caso del Republicano Donald Trump. Narcisismo y egolatría desbordados.

Actuando, cuando puede, en contra de las decisiones políticas adoptadas por el actual presidente Demócrata, Joe Biden. Cosas de la cosa pública que de alguna manera se asemeja a lo que ha venido sucediendo, desde hace décadas, en Latinoamérica y el Caribe.

UN DATO EJEMPLARIZANTE DE INTROMISIÓN EN ASUNTOS DE ESTADO

Este es el ejemplo, muy aparte de la política antivacunas… Durante su administración, Donald Trump – léase la bestia política –, determinó y acordó la salida de las tropas estadounidenses y contratistas de Afganistán.

País pobre, que vive del cultivo de la amapola, considerado el mayor productor mundial de opio que refinado se convierte en heroína. Hoy en manos, el negocio, del régimen Talibán.

Visto desde lo político, igual sucede en Colombia, pero a diferencia de las otras noticias; hoy hacemos referencia a la que consideramos y derivado de esos pronunciamientos que todos los expresidentes, sin ninguna excepción, con sus actuaciones coloquialmente “se han pegado un tiro en el pie o en la sien”. Como lo afirma el “estratega” en relación a un expresidente conservador.

Regresando al ególatra y xenófobo por decir lo menos… Articulada la idea, es oportuno recordar fue lo mismo que le sucedió a Trump cuando ordenó el ataque, con precisión quirúrgica, al poderoso líder iraní Qasem Soleimani.

UN MOVIMIENTO FRÍAMENTE CALCULADO

Convertido en mártir Soleimani, lo único que logró Trump fue atizar el desprecio del mundo árabe y musulmán, no hacia el misógino, racista y xenófobo presidente de turno, sino hacia todo el pueblo norteamericano.

Lo que se vió evidenciado, eso creemos como cuota inicial, en el atentado suicida y terrorista que cobró la vida de aproximadamente 183 civiles sin confirmar el número de militares norteamericanos caídos; aparte de 150 heridos incluyendo civiles afganos y de otras nacionalidades, el pasado 26 de agosto en el aeropuerto internacional de Kabul.  Ojo por ojo, diente por diente.

EL VIEJO TRUCO

La reacción inmediata de la bestia política fue culpar por negligencia al liberal progresista Joe Biden; describiendo la salida, como apresurada e innecesaria, de las tropas norteamericanas, evento que había sido inspirado por él que pretendía terminar con una misión por casi 20 años en Afganistán.

Tildando la operación como un grave error de la diplomacia internacional y que solo reflejaba, según él, la improvisación y debilidad del actual gobierno estadunidense. ¿Manipulación del imaginario colectivo que le suman 72 millones de fanáticos Trumpistas?

Cuando en la realidad, volvemos a repetirlo, el despeje fue ordenado e iniciado por Trump, lo anterior se evidencia por aquello que al llegar a la presidencia había 10.000 militares y al terminar, su mandato, sólo formaban 2.500 efectivos en Afganistán.

Lo anterior significa que era conocedor del problema que se iba a generar, los días previos a la retirada final; de otro lado seguramente había estimado una posible derrota que, de suceder, como efectivamente sucedió; el chivo expiatorio terminaría siendo el, hoy, recién posesionado gobierno de Joe Biden.

UN MAL MENOR

Cuando lo único que buscaba, el actual presidente de EEUU, lográndolo, fue salvaguardar la vida de sus tropas es decir 2.500 efectivos y miles de colaboradores afganos y diplomáticos de los efectos colaterales de una guerra de guerrillas ; donde la población civil, como siempre, es la que sufre y más muertos coloca.

Aparte de empezar a disminuir el presupuesto militar, medido en mucho más de US$978.000 millones, que USA invirtió en esa zona candente e instable como lo es el Oriente medio.

En todos los casos según datos de inteligencia en manos de analistas se podría considerar, en el largo plazo, esos trágicas sucesos como un mal menor. Esa es la verdad, por cruda que sea.

No cesa Donald Trump en utilizar, como arma política, un afinado discurso populista e incendiario para continuar haciéndole daño, no a Biden, al pueblo norteamericano; ya que su principal estrategia es su política antivacunas.

Intentando de nuevo llegar al poder y de paso lograr ocultar el principal delito de corrupción como lo es la evasión de impuestos y el de insurrección, mucho más grave políticamente, entre muchos otros.

LOS TRAPITOS AL SOL DE LOS EXPRESIDENTES COLOMBIANOS

Tal parece no se agota el libreto, del realities de expresidentes, cuyos participantes, se excluye por razones obvias al actual, son: César Augusto Gaviria Trujillo: de la apertura económica; Ernesto Samper Pizano: del elefante a sus espaldas; Andrés Pastrana Arango: determinador de la República del Caguán; Álvaro Uribe Vélez: de la seguridad democrática y Juan Manuel Santos Calderón: el Acuerdo de Paz.

Donde tal parece ese solo acuerdo despertó la iría y la envidia de todos aquellos que intentaron infructuosamente y por diferentes medios de alcanzarlo.

Cuando en la práctica, todos absolutamente todos, en honor a la verdad deberían estar descansando en sus cuarteles de invierno, disfrutando de sus nietos, su pensión vitalicia, sus negocios y ocasionalmente dictando conferencias en universidades y en los diferentes centros de pensamiento a nivel mundial.

Todo lo contrario, siguen tercamente intentando influenciar la vida política, económica y social; hoy para lograrlo, solo atinaron a sacarse los trapitos sucios al sol, para ver ¿Cuál queda más desprestigiado?

Para fortalecer, cada uno, su estrategia resucitan cadáveres políticos sin importar edad, raza, sexo, religiosidad, estado civil y orientación política; rompen el código de silencio y de paso olvidan los oscuros acuerdos maquiavélicos, entre ellos, en ese remoto pasado.

Toda esa tragicomedia que a diario escuchamos y observamos en todos los medios de comunicación y en las redes sociales; hoy, nos lleva a sacar la siguiente conclusión.

Enmarcada en los refranes de los abuelos: “Después de ojo afuera, no hay santa lucía que valga”.

A propósito de las multimencionadas declaraciones de parte y contraparte que cada día aumentan de intensidad; si le damos crédito a todas ellas es evidente que los cinco (5) últimos expresidentes tienen deudas: con la justicia divina, la justicia de toga y en el más extremo de los casos, a otro nivel, con esa otra justicia cruel.

DE LAS COALICIONES Y LOS PACTOS

Sin embargo, lo anterior no significa absolutamente nada si, los mencionados expresidentes tercamente se niegan a leer y entender que el imaginario colectivo no desea que continúen con la pretensión de “influir políticamente”, para beneficio propio, en el futuro de la nación.

Con lo anterior se espera que allá, en la historia patria, deben de quedar las jefaturas únicas actualmente en manos de liberales, conservadores y las extremas.

Esa otra realidad es que lenta y serenamente se consolida un centro ideológico y programático que finalmente recogerá esas tendencias y seguramente se consolidará en el poder. ¿Hacia un MODELO SOCIALDEMÓCRATA que se ajuste a la actual realidad política, económica y social del país?

La anterior reflexión no es nuestra; surge, sí, de la observación serena de la forma como se están configurando actualmente los nuevos centros de poder político.

Fruto del diálogo, la escucha atenta y la concertación, que tanto necesita el país; nuevas fuerzas políticas que han resuelto materializarse a través de coaliciones y pactos; es lo que, a futuro, tal parece quedarán los actuales movimientos partidarios que funcionan a través de la expedición de avales. 

Lo anterior solo se logrará si se juzgan, en las urnas, a los acomodados y oportunistas politiqueros de siempre; que solo buscan eternizarse en un poder que tanto daño le ha hecho, desde el Honorable Congreso de la República, a esta patria que necesita de una reingeniería política. Amanecerá y veremos.

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