sábado, 20 de marzo de 2021

LOS DOCE PASOS DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS – SÉPTIMO PASO


“Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos”

LAS ESTADISTICAS HABLAN POR SI SOLAS

Antes de abordar el asunto, que nos ocupa hoy, observemos algunas estadísticas relacionadas con el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas en relación con los accidentes de tránsito.

Lo primero que hay que resaltar es que, al 31 de diciembre de 2020, no se dispone, o la opinión pública desconoce, de una cifra consolidada sobre los fallecimientos en el país y, creemos, mucho menos en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Acudamos entonces a un par de datos parciales, en primer lugar, según la Agencia de Seguridad Vial, entre enero y octubre de 2020 se registraron 4.156 muertes por accidentes de tránsito en todo el territorio nacional. Cifra que debería preocupar a las autoridades competentes..

Esa escalofriante estadística se distribuye de la siguiente manera: motociclistas (53%), peatones (21.8%), vehículos automotores (12%), bicicleta (8%) y otros (5.2%).

En segundo lugar, en una entrevista la viceministra de Transporte, Carmen Ligia Valderrama, señaló que solo durante el pasado fin de año; asumimos fue solo durante el mes de diciembre, se presentaron 446 siniestros viales que dejaron 559 heridos y 61 muertes trágicas en todo el territorio nacional.

LOS MUERTOS LOS PONE CALI Y EL VALLE

Según esos datos, suministrados a la viceministra por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, de ese total nacional y en ese mes, el Departamento del Valle del Cauca participaba de la mayor cantidad de muertes por accidentes de tránsito; que corresponderían entre un 13% y 17% del total nacional. Frente a esta delicada situación ¿La Gobernación del Valle del Cauca prendió las alarmas?

Intentando acercarnos a un rango de cifra, representativa, podemos concluir que en el Valle del Cauca fallecieron, por accidentes de tránsito, durante el 2020 entre 433 (fuente: Diario el país, 04/12/020) y 707 personas (Fuente: Infobae). Creemos que las cifras oficiales deben de ser diferentes y superiores.    

Basados en la declaración, en enero del presente año, por esa fuente oficial, cabe entonces preguntarnos ¿Habrá alguna razón para que el gobierno insista en los subregistros en materia de accidentes? ¿Las cifras entregadas, serán apenas la punta del iceberg? ¿Es tan grave la situación? ¿Cómo impactan, esos episodios, en los recursos destinados para la salud pública?

Complementando sugiere, Valderrama, que dichos estudios arrojan posibles causas que determinaron esas muertes trágicas a saber: no se respetan los protocolos y las señales de tránsito – léase ausencia de inteligencia vial – mal o pésimo estado de la malla vial, fallas tecno-mecánicas, exceso de velocidad y conducir bajo los efectos del alcohol y/o otro tipo de sustancias psicoactivas.

LO SUCEDIDO RECIENTEMENTE EN LA CIUDAD

Como era de esperarse, dado el grado de confidencialidad que maneja la actual administración municipal; no fue posible obtener la cifra consolidada de muertes por accidentes de tránsito, en la ciudad durante el 2020 y lo corrido del presente año.

Siembargo no debemos dejar pasar por alto la reciente muerte, de Diego Javier Grisales Quiceno, funcionario del Instituto Cartagüeño de Vivienda, Incavi.

Según parece, por el mal estado de la malla vial en la multimencionada Avenida Santa Ana; que desde hace solo un par de años fue puesta en funcionamiento y donde diariamente abundan las quejas por el mal estado de la vía y desde hace mucho tiempo. ¿Qué ha hecho el alcalde municipal al respecto?

Lo que también nos debemos preguntar es ¿Cuántos accidentes de tránsito suceden anualmente en la ciudad? y de esos ¿Cuándos sobre la avenida Santa Ana? Y ¿Cuántos van durante el presente año, con corte al mes de febrero?

Como lo ordena la ley son las autoridades de transito municipales: Alcalde, Secretaria de Gobierno, de Tránsito y Policía Nacional; instituciones que deberían hacer algo por detener el cada vez mayor número de accidentes de tránsito.

Lo importante es que no vuelva a suceder, como en el pasado, que se ordenó un estudio de movilidad -Léase Plan Maestro de Movilidad – que, tal parece, tuvo un costo aproximado de 400 millones de pesos.

¿Qué pasó con ese estudio? ¿Pensarán hacer otro igual, socializándolo con la comunidad y actualizando solo cifras y estadísticas? 

A propósito de la Avenida de Santa Ana… ¿Dónde quedaron plantados los miles de árboles que iban a reemplazar los centenarios samanes que fueron sacrificados para ajustarse al diseño de la famosa avenida? ¿Dónde están las veedurías ciudadanas? Ya que es un delicado tema ambiental.

¿Dónde está el crecimiento y desarrollo sostenible con responsabilidad social y ambiental en la ciudad?

EL REITERADO ABANDONO DEPARTAMENTAL Y LA DESIDIA MUNICIPAL

Polémica obra - entre muchos otras, de infraestructura, incluyendo las que no se han adelantado o no se han terminado – y sobre la que se han presentado, desde el comienzo, reiteradas quejas por parte de los veedores ciudadanos.

Inicialmente por las diferencias entre lo señalado en los planos frente a la ejecución de la obra principal y complementarias; al punto que, al día de hoy, tal parece no se ha hecho la entrega oficial, de la obra por parte del gobierno departamental, al municipio. ¿Hasta ese nivel llega el olvido de la gobernación?

Lo anterior significa que la responsabilidad administrativa y fiscal – léase por la posible demanda por parte de los familiares del funcionario público muerto - recae sobre la Gobernación del Valle del Cauca.

Y solo ante este trágico suceso, la actual administración municipal, tomó cartas en el asunto; orientando “una jornada tapa huecos”, para así evitar futuras tragedias;  por favor no leer…” Solo hecho en Cartago”.

¿Se hubiera podido evitar este u otros trágicos accidentes o accidentes menores? Que suceden diariamente en toda la ciudad principalmente por el deteriorado estado de la malla vial. En una avenida que lleva muy pocos años de construida.

En todos los casos vuelve a quedar sobre la mesa, la polémica, el abandono de la Zona Norte, o la falta de gestión del funcionario responsable, por parte de la Gobernación o quien haga sus veces.  

LA CARACTERISTICA DEL ALCOHÓLICO

Entrando en materia, Empecemos reflexionando sobre la frase “Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos”

La palabra clave es “humildemente”, cuyo sinónimo “modestamente”; nos permite, creyendo en si mismo, empezar a conjurar ese poderoso, si dejamos que suceda, monstruo denominado “egolatría” que conduce al enfermo a sufrir: de envidia, ira, gula, avaricia, pereza, lujuria y soberbia.

Esos estados anteriores son lo que el alcohólico proyecta en su entorno familiar y social; la otra lectura es lo “que siente en su interior” y que solo  él es consciente de ello como lo son: soledad, miedo, rencor, agitación, depresión y la ansiedad entre muchas otras revelaciones que convierten, su vida, en todo un sufrimiento como si se hallara confinado en el infierno.

Entonces ¿Cómo comienza el camino de la recuperación? La respuesta es sencilla… Es reconocer la derrota frente a la botella de licor, que hace de su vida una deplorable existencia; así se esfuerce por vivir de las apariencias.  

EL PODER DE LA HUMILDAD

Ese primer paso si es dado con fe y humildad; significa que lentamente emprendes el camino de la recuperación física y sicológica.

Aparte de esforzarte por tener una sana rutina diaria que incluya: ejercicio físico, buena alimentación, trabajo y el desarrollo de actividades para ocupar el tiempo libre como la meditación, la lectura y/o la escritura.

En todos los casos debe existir una rutina de trabajo diaria; dedicada a cultivar, la autoestima perdida, desde el plano espiritual tan necesario para lograr, desde lo personal, la paz y la tranquilidad tan esperadas.

Que sirva de sostén en los momentos de adversidad, apoyándote en la existencia de ese ser superior; para así responder con serenidad cualquier trance o aprieto.

Para avanzar, hacia el séptimo paso, recuerda los tres primeros: ACEPTACIÓN, FE Y ENTREGA a ese ser superior independiente de cómo lo concibas.

Porque, aparte de aceptar el programa de recuperación, solo hay tres posibles salidas: el diagnostico de una delicada enfermedad que lo lleve abruptamente a tomar la decisión radical e inmediata de dejar la bebida (algunas veces siendo ya demasiado tarde), la cárcel o el cementerio.

EL OTRO RESULTADO – VIVIR DE APARIENCIAS

Si bien es cierto ese es el destino trágico del borrachín: Un hospital, una cárcel o el cementerio; existe un final, también doloroso para el enfermo que padece de esa enfermedad y es el FRACASO PERSONAL Y SOCIAL.

Lo anterior significa que hay miles o millones de músicos, deportistas, profesionales en las diferentes áreas, ministros de las iglesias, políticos y ciudadanos del común entre otros; que ante el fracaso personal y profesional de su existencia; se deciden erróneamente por una vida llena de apariencias.  

Entonces debes insistir, en la primera condición, como es aceptar que fuiste derrotado por la botella y las drogas; que has sufrido las consecuencias funestas que provienen del abuso del licor que entre muchas otras son: la pérdida de oportunidades laborales, de liderazgo y de la autoestima.

A esta altura del proceso de tu recuperación, de lo que se trata es HONRAR LA HUMILDAD, que no significa pobreza; y lo que su práctica significa para la recuperación que irremediablemente lleva al éxito personal y social.

Además, sirve para saber enfrentar con éxito todo tipo de adversidades y los daños colaterales de una vida dedicada al alcohol y las drogas… Donde el orgullo y la soberbia solo eran una falsa careta que escondía, y esconde, una vida fecunda de fracasos y de solo apariencias.

RECONOCER LOS ERRORES Y EL DAÑO HECHO

En esa existencia alcohólica nunca se te ocurrió basar tu vida en la honradez, robabas para beber; en la tolerancia, agredías para justificar una borrachera; y del amor propio, que lleva a la ausencia del respeto para contigo mismo, siendo ésta la peor desgracia que podías obtener como ser humano.

Ante tanto sufrimiento es el momento de reconocer, con humildad, que te fallaste a ti  mismo; y cada vez que te equivocas es necesario pedir perdón a las personas afectadas; para también, y al tiempo, perdonarte, alejándote del remordimiento, en un acto individual de crecimiento y sanación personal y espiritual.

Con humildad y teniendo fe en un poder superior descubrirás que era necesario abandonar la creencia que solo con la fuerza y la inteligencia y creyendo solo en ti mismo; eran los únicos requisitos necesarios para triunfar en la vida y vencer la adicción…. y además atendiendo al refrán popular: “solo se llega rápido pero acompañado se llega lejos”. Busca entonces apoyo y ayuda.

EL SÉPTIMO PASO

El séptimo paso es un llamado a que constantemente cultives la humildad entendiéndola, no como una falsa modestia o hipocresía donde es necesario agachar la cabeza para aceptar todo lo bueno, regular o malo que nos suceda en la vida.

Es un cambio de actitud que te permite salir de ti mismo (miedo egocéntrico) y caminar hacia los demás y hacia Dios; logrando la eliminación uno a uno de tus defectos de carácter que de seguro te servirá para desterrar la mortal obsesión de continuar bebiendo o de consumir drogas; como hasta ahora lo has estado haciendo.

Finalmente practicar la humildad es entender que no tienes la verdad revelada y que siempre habrá personas mucho más grandes y mucho más pequeñas que tu… y de paso saber reconocer la diferencia; tratándolos y respetándolos por igual. Amanecerá y veremos.

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