La más reciente crisis hospitalaria, en Colombia, la podríamos fechar desde el 06-03-2020 y más allá de las otras consecuencias directas del COVID-19 en estos ocho meses (8); creemos que la mayor afectación tiene que ver con los fallecimientos.
LOS
MÁS AFECTADOS LOS ADULTOS MAYORES
De los casi 17 mil, se cree, un poco
más del 50% corresponden a adultos mayores, con enfermedades de base como la
hipertensión, la diabetes y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, Epoc,
principalmente; ubicados en los estratos, 1 y 2, tipificados como población altamente
vulnerable.
Muchos de esos
fallecimientos, tal parece, otros por fuera de las estadísticas oficiales; sucedidos
algunos en total desamparo, tirados en la calle, en sus residencias, hogares geriátricos
y por supuesto en hospitales y clínicas; en ocasiones con diagnóstico de infarto.
LO
QUE PUSO EN EVIDENCIA LA PANDEMIA
Al tiempo que, la pandemia,
destapó las extensas úlceras, a nivel mundial, que están debajo de la enjalma
de la clase media y pobre.
Ésta última, sobrevive, obteniendo
- el pan de cada día - y encargada de cargar con las consecuencias derivadas de
la otra pandemia, la corrupción, que genera falta de oportunidades que se
expresa en desempleo, informalidad y criminalidad.
Con
la única alternativa del Estado, como medida de choque – ante la pandemia – atenuando
el hambre; es la limitada asistencia humanitaria; ésta última, de hecho, no
resuelve el problema de fondo… Como lo es la enorme desigualdad entre las diferentes
capas sociales.
También hay que reconocer
que frente a las experiencias en otros países – del primer
mundo - más las medidas que ha venido tomando el Gobierno del abogado y
escritor Iván Duque Márquez, o quien haga sus veces, con el apoyo de gobernadores
y alcaldes; hoy los resultados no han sido tan catastróficos como en otras latitudes.
Hoy nos concentramos en
compartir con usted, atento y respetado lector, para examinar la otra cara de
la moneda; vista desde, la otra orilla, como es la perspectiva de la
Organización Colegial de Enfermería, OCE, que tienen mucho que decir y exigir.
Que reúne para este estudio y
análisis, 25 organizaciones gremiales y sindicales que hoy funcionan alrededor del
sector salud, y que para el presente informe, han dedicado 3 meses, desde el 29
de marzo, recogiendo quejas y reclamos.
LAS
CIFRAS DEL GOBIERNO CENTRAL
Antes de entrar en detalle, observemos
la siguiente información que entrega, el Ministerio de Salud y Protección
Social al 22-03-2020, que muestra el comportamiento
de la multimencionada enfermedad en Colombia y el Mundo.
TABLA
No.1
DETALLE |
INDICADOR |
Casos
confirmados en el mundo |
22.977.399 |
Recuperados |
14.782.839 |
Fallecimientos |
800.321 |
Casos
confirmados en Colombia |
533.103 |
Activos |
155.267 |
Recuperados |
359.792 |
Muertes |
16.968 |
Fuente Minsalud.
PRUEBAS
- DIARIAS - ANALIZADAS
La tabla, anterior, habla
por sí sola… Aprovechamos la oportunidad para insistir, que parte de la
estrategia de contención está en hacer el mayor número posible de pruebas.
Al respecto científicos y epidemiólogos
coinciden en indicar que basados en el tamaño de la población Colombiana; que gira alrededor de,
un poco más, 50 Millones de personas. El número de muestras diarias recolectadas
debería estar alrededor de las 80 mil, para que el muestreo sea representativo.
La anterior cifra coloca un
techo muy alto para alcanzar en el corto plazo; por aquello de la disponibilidad
de los reactivos químicos, equipos para el análisis y personal capacitado para recogerlas
y valorarlas.
Lo que hay que resaltar es,
el esfuerzo del Gobierno, para cada día aumentar el número de pruebas, colapsando
en ocasiones los laboratorios, aparte de
las mal tomadas o erróneamente clasificadas y etiquetadas.
EL
OTRO LADO DE LA MONEDA
El otro lado de la moneda, es
la observancia del lado humano y ocupacional de todas aquellas personas
involucradas que están en la primera línea, actuando como terminales de la
operación y representados por: auxiliares, técnicos, tecnólogos, profesionales
en enfermería, enfermeros, médicos y especialistas entre otros.
El
asunto que nos ocupa hoy, tiene que ver con las políticas públicas que giran
alrededor del sector salud, del acatamiento a las normas dictadas, y sus
implicaciones, solo algunas, más visibles en la sociedad en general.
Entendiendo la situación, de
manera análoga, como lo que ocurre en los conflictos bélicos alrededor del
mundo; donde el rigor del combate recae sobre los hombros de los soldados con
distingo de estrato social, edad, raza y sexo.
El
monitoreo crítico en salud que elabora la OCE, tiene tres (3) enfoques: de
discriminación social, precariedad laboral y de bioseguridad; lo a continuación
relatado, no son nuestras conclusiones, son sí de los expertos; que por su
profesión y oficio tienen claro el mapa legal conceptual y la realidad en el
terreno – que en muchas ocasiones va en contravía - de lo que debería suceder con
la salud; hoy en los tiempos del COVID-19.
LA
DISCRIMINACIÓN SOCIAL
La primera conclusión es la
discriminación social… que, creemos, tiene sus orígenes en patrones culturales
mucho más profundos y arraigados en el imaginario colectivo.
Como
consecuencia directa de un errático modelo educativo; que poco tiene que ver con educar
alrededor del amor propio… Mucho menos hacia los demás; que no tiene en cuenta,
lo más básico, el Manual Básico de Urbanidad y Buenas costumbres, sin dejar de mencionar
el respeto por los padres – máxime si es una madre cabeza de familia - y adultos mayores.
Donde el respeto, la tolerancia,
la disposición y la justicia, en su ausencia, tienen mucho que ver con los
resultados que a la mayoría sorprenden, como lo es la violencia intrafamiliar.
En sus múltiples expresiones
donde la hembra y el macho están igualmente involucrados, y con los mismos
niveles de responsabilidad, afectando - la mayoría de la veces - con el ejemplo
a la niñez, infancia y adolescencia; reiniciándose el ciclo de violencias.
Cabe
entonces preguntamos… ¿Ignorancia o patología? y ¿Cómo se justifica? Que una
persona agreda verbalmente a una enfermera, que acaba de terminar su turno, de
18 horas, en el área de urgencias – intentando salvar vidas – porque viste el
uniforme de los héroes de blanco y la clasifica como una amenaza. ¿Es sana esa
actitud primitiva?
LA
PRECARIZACIÓN LABORAL
El otro tema objeto de análisis,
es el que tiene que ver la precarización laboral; al respecto nos encontramos
con las siguientes estadísticas, obtenidas de encuestas virtuales con los protagonistas,
esos miles, héroes de blanco o azul:
TABLA
No. 2
CONCEPTO |
PORCENTAJE (%) |
Discriminación
|
31 |
Incremento
de horas laboradas |
21.2 |
Disminución
en el salario |
19.7 |
Excesivo
aumento carga laboral |
15.9 |
Acoso
Laboral |
8.3 |
Fuente: OCE
La anterior tabla refleja la
política publica que gira alrededor del Sistema de Seguridad Social en Salud;
que se ha visto impactado por un incremento en la demanda de servicios médicos
hospitalarios y de unidades de cuidados intensivos; donde siempre la demanda es
mayor que la oferta.
A lo anterior incluyamos las
cifras que arroja la mesa de monitoreo; que se convierte en la foto, de lo que
está sucediendo alrededor de la pandemia y la forma como ésta a venido afectado
la salud de esos trabajadores de la salud.
TABLA
No.3
CONCEPTO |
VALORES |
Personal
médico y paramédico contagiado |
7.100 |
Auxiliares,
técnicos y tecnólogos |
48 % |
Profesionales
y enfermeras |
47% |
Fallecidos |
45 |
Fuente: OCE
De la tabla anterior,
ofrecemos disculpas si insistimos, que ese personal de 7.100 encuestados - en modo
virtual - el 80% son mujeres; de esa misma población, el 44%, no tienen una
relación laboral directa; lo que significa que trabajan bajo la modalidad a
destajo o a través de una cooperativa. ¿Precarias condiciones? Claro que sí.
Y de los que tienen una
relación laboral, hay casos extremos, donde le adeudan salarios por 12 meses,
al personal médico y paramédico, y en el mejor de los casos cuatro o más.
La situación antes descrita
tiene como asunto de fondo, un naturalizado sistema de corrupción y malversación
de fondos; que se expresa en el abandono y total desprecio por la vida y la salud
del personal que labora en clínicas y hospitales.
El gobierno actual, no lo creemos,
pero sí el próximo – dentro de dos años – deberá enfrentar una cascada de reformas:
tributarias, pensional y laboral… ¿Qué tal una verdadera reforma a la salud, en
beneficio de los más necesitados y olvidados? Amanecerá y veremos.
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