sábado, 6 de junio de 2020

EL ALCALDE DE CARTAGO Y LA RENUNCIA PROTOCOLARIA


Lo que para muchos, en la cosa pública, es una mala señal - por aquello que mucho antes de terminarse la primera vigencia fiscal - haya solicitado la renuncia protocolaria a todo su gabinete municipal; para otros era urgente e importante el hacerlo.

De hecho, lo de protocolario era necesario por cuanto en realidad lo hizo en uso de las atribuciones o “poder”, como alcalde, que le confiere la Constitución Nacional.

EL MÉTODO UTILIZADO PARA LOS NOMBRAMIENTOS

Sin perder de vista la otra realidad…Que comprenderá más adelante… Esa supuesta errónea señal; para ellos, se desprende en primer término, por la evidente improvisación – ya elegido alcalde - por no haber estudiado detenidamente las hojas de vida de los candidatos propuestos por las diferentes fuerzas políticas y económicas que lo eligieron.

Abramos un paréntesis; lo esperado, según los cánones establecidos, es que para un cargo específico, se presenten ternas y finalmente queda el que cumpla con todos los requisitos; la otra opción es la imposición a dedo. Entonces ¿Cuál sería el método utilizado?

Insisten en que debió buscar idoneidad; que no es otra cosa que el candidato a una Secretaría o Jefatura, contara con el conocimiento y experiencia para así esperar el correcto desempeño de esas funciones; en esos importantes cargos de confianza y manejo.

¿Entonces finalmente de qué lo acusan?… ¿De ligereza o falta de carácter? La respuesta no la conoce sino él; y lo tendrá que demostrar con el paso del tiempo en el desempeño del principal cargo ejecutivo del municipio.

Para sus ácidos críticos, los elegidos para esos cargos de confianza y manejo algunos eran fichas claves en la administración anterior; entonces era evidente la continuidad; también es un hecho, que en su campaña aprovechó los aciertos y se alejó de los yerros, de la administración, del abogado y escritor, Carlos Andrés Londoño Zabala, por acción u omisión.  

Y no solo eso, no queda el beneficio de la duda razonable,  de lo que hizo con el resto del ponqué burocrático, con la fresa incluida, para que quedara en manos de sus mentores, amigos y antiguos aliados políticos.

Por último la gota que derramó, la copa para servir la champaña, fue su afán de darle gusto y puesto a todo el mundo, incluidos sus adversarios, pero el mayor error, es el haber dejado por fuera de la administración, directa del poder, a algunos de sus más leales colaboradores que aportaron recursos financieros y votos, muchos votos. 

LOS MENTORES, AMIGOS Y LOS COLABORADORES

Para ponerlo, a usted atento y respetado lector, en contexto  para que confirme o no;  cómo funcionó esa componenda que se convirtió en argucia política, para algunos fallida y para otros fruto de traiciones… Todo por el poder y el botín.

Hay que recordar los orígenes locales, de Álvarez Mejía, y desde lo público; de hecho, tal parece sobre eso hay dudas, su inicial mentor y amigo fue el polémico político Germán Gonzalez Osorio.

A lo largo de su carrera política, en su momento escuchó, entre otros, los consejos oportunos, del mentor de González, el también político Luis Carlos Restrepo Orozco que a su vez provenía de la casa Londoño Uribe.

Ya en el pico del clímax, de la eterna lucha, por el poder político en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle, decidió su destino bajo la regencia de la casa Londoño Zabala.

La mencionada crisis en las instituciones políticas en la ciudad, fue aprovechada hábilmente por el dirigente Carlos Mario Vélez, que después de las pasadas elecciones, quedó con el control de tres (3) Concejales.  

Para otros analistas, no tan en favor, era el momento oportuno para solicitar la renuncia protocolaria a todo el gabinete municipal, dado que aumentaban los rumores en los patios, baños, esquinas de los corredores y pasillos; que el actual gobernante de los Cartagüeños, el administrador público y abogado, Víctor Alfonso Álvarez Mejia se había convertido en un títere que solo seguía órdenes.

Y que esas ordenes no solo provenían de la casa Londoño Zabala, sino de los eternos, recientes o aparentes adversarios de esa casa matriz desde lo político; y que tenían cabida - con voz y voto - en su administración 2020-2023.

Sea lo uno, lo otro o las múltiples combinaciones; debemos entender, no para justificarlo, ese no es el propósito y mucho menos atacarlo, el síndrome de la soledad del poder - en la toma de decisiones -  por la que atraviesa todo nuevo alcalde de los Cartagüeños.

EL PAPEL DEL HONORABLE CONCEJO MUNICIPAL

Fue su primer error, que en medio el fulgor de la victoria, buscando gobernabilidad, haya querido gobernar con todos, el tiempo dirá si fue lo correcto o no.

Lo cierto es que, con mayor razón hoy, tiene que respetar, lo acordado con las bancadas en el Honorable Concejo Municipal, HCM, para que le aprobaran, sin mayores discusiones, el Plan de Desarrollo – Es Contigo Cartago – 2020-2023.

Como decía mi tatarabuelo…”Póngame ese trompo en la uña mijo”; o “Por sus obras los conoceréis” o esta última… “Intentar gobernar, sin juicio, es como nadar en un estanque infestado de tiburones”. No leer “infestado de COVID-19”.

Máxime cuando el, en parte renovado, HCM ha demostrado iniciativas y apoyo - hasta ahora -  a Álvarez Mejia, y lo más importante, se ha tomado muy en serio y con profesionalismo el Control Político; que debe de ejercer durante todo el período constitucional; poder que les entregó el pueblo en las urnas.

Lo anterior significa que en adelante deberá gobernar con el apoyo de, sino todos, la mayoría de los Honorable Concejales, HC, máxime cuando descollan en ese sagrado recinto de la Democracia líderes políticos que quieren y pueden apoyarlo.

LAS LIDERESAS Y LOS LÍDERES

Hoy, dadas las circunstancias nos tomaremos el atrevimiento de mencionar algunos que por su conocimiento, experiencia y deseos de liderar procesos  han demostrado, en estos cinco primeros meses, madera fina.

No obstante lo anterior, debemos dejar claro que los HC que no sean mencionados en la siguiente lista, carezcan de méritos para desempeñar el encargo que la soberanía popular les otorgó; todo lo contrario, lo tienen todo, es solo procurar que con el tiempo, con estudio y mucho trabajo, sobresalgan del común denominador. 

Comenzaremos por las damas: Yaneth Alexandra Quintero Herrera, Carolina Bermúdez Bustamante, Sandra Bibiana Alzate y Beatriz Elena Giraldo Gomez.

En su orden los caballeros: Gabriel Benjamín Agrado Restrepo, Aldemar Gomez Hurtado, Marcel Fernando Vargas Peñafiel, Gerardo Enrique Naranjo Torres, Luis Enrique Zapata y Juan Manuel García Pareja.

LA SOLEDAD DEL PODER Y SUS CONSECUENCIAS

Volviendo a la soledad que el poder otorga; el actual alcalde, que todavía le restan tres años y medio; desde el momento que solicitó la renuncia de su gabinete; ese resultado esperado, como protocolo, tiene varias lecturas.

Que en su orden la firmen aquellos, altos funcionarios, que en conciencia y consciencia acepten que no están preparados para desempeñar el encargo, ya lo hizo el jefe de la unidad jurídica.

Le siguen en su orden los que firman y dejan, al libre albedrio del alcalde, la decisión de su continuidad, y esperan la oportunidad de seguir desempeñando bien el encargo, como hasta ahora lo han hecho.

Y finalmente, que no la firmen, aquellos e independiente de su conocimiento y experiencia o su ausencia, que se atornillan en el cargo, amparados en privilegios que les otorga el poder político y económico que, aparentemente, los respalda.

Para este último caso quedaría evidente un enorme vacío de poder, en las manos del actual gobernante de la ciudad; que lo haría ver como un títere más; manejado por tres o cuatro avezados titiriteros.

Si se da la última conclusión, de hecho la clase política, el empresario, el comerciante, los gremios, los profesionales, los veedores ciudadanos y en general el ciudadano del común sabe con certeza quien o a quienes les quedó grande el encargo.

Finalmente  el más perjudicado, aparte de Álvarez Mejia, sería la ciudad de Cartago en el Norte del Valle. Amanecerá y veremos.

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