sábado, 16 de mayo de 2020

CARTAGO… BUSCA REESTRUCTURAR LA DEUDA PÚBLICA

LO QUE YA ES HISTORIA PATRIA…

Antes de entrar en materia, hagamos un poco de historia, con el inicio de la vigencia fiscal 2001, durante el gobierno del político Luis Carlos Restrepo Orozco, con una deuda pública, acumulada y heredada de la administración anterior, en un monto aproximado de 16 mil millones de pesos.

Lo obligó a suscribir en el mes de julio de ese mismo año, el Acuerdo de Reestructuración de Pasivos – Ley 550 de 1999 – o de intervención económica; de no hacerlo corría el grave riesgo que las cuentas, del municipio, en los bancos pudieran ser embargadas por demandas de terceros; el acuerdo duró, para su cumplimiento, aproximadamente 6 años.

Luego del tiempo transcurrido, el Ministerio de Hacienda a través, en su momento, de la Dirección de Apoyo Fiscal; certificó que el Municipio había cumplido con todos los requisitos legales; quedaba atendida la deuda, y se encontraba a paz y salvo con todos los acreedores.

REESTRUCTURAR DEUDA

La misma normatividad indica, que una vez utilizado ese recurso del saneamiento fiscal, que otorga al Gobierno Nacional; el ente territorial “No puede volver a invocarlo”; lo anterior significa, que las posteriores “quiebras económicas y fiscales” deben de ser gestionadas y atendidas responsable y autónomamente por parte del municipio.

También lo determina la ley…Si fuere necesario acudir o reestructurar un nuevo crédito de saneamiento…El municipio está en la obligatoriedad de presentar al Ministerio de Hacienda; los ajustes necesarios a los escenarios financieros, a través de un nuevo Programa de Saneamiento Fiscal y financiero, para poder adecuarlos a la nueva realidad fiscal, actual y proyectada, del municipio.

Dicho en otras palabras: deben ajustar el Presupuesto de Ingresos y de Gastos, el Plan Financiero, Plan Anual Mensualizado de Caja, el Plan Operativo Anual de Inversiones y el Marco Fiscal de Mediano Plazo.

Lo anterior porque se estima que la totalidad de los recursos estimados, no van a ingresar por la difícil situación económica, social y ecológica que enfrenta el municipio y el país en general.

Releyendo la historia, y comparando conclusiones, curiosamente nos encontramos que cada cuatro años o menos, la Secretaria de Hacienda Municipal, de turno, certifica una deuda pública acumulada de “aproximadamente” 16.000 millones de pesos.

A razón de 4 mil millones de pesos anuales; pero lo más sorprendente es que durante las últimas administraciones, se presentan superávit fiscales de alrededor de los 3.5 mil millones de pesos. ¿Cuál es el viejo truco que por un lado acumula déficit y por el otro superávit vía recurso propio? Más adelante lo entenderá.

Veinte años después, sucede exactamente lo mismo… El municipio certifica una deuda pública por valor de 16.739 millones de pesos, con corte al 31 de marzo del 2020; pero en esta ocasión tiene como poderoso argumento, la declaratoria de Emergencia Económica, Social y Ecológica en todo el territorio nacional; derivado de la ocurrencia de la pandemia del COVID-19.  

EL SALVAVIDAS FINANCIERO

Con el Decreto 417 de 17 de marzo de 2020, del Gobierno Nacional, le arroja un salvavidas a todos los entes territoriales que enfrentan problemas de liquidez que, con seguridad, en el corto plazo, conllevará a la imposibilidad de atender una deuda pública “estimada”.

El proyecto de acuerdo, antes mencionado, busca que el HCM “autorice pro tempore” facultades al ordenador del gasto, en este caso a Álvarez Mejía; para replantear los escenarios fiscales y financieros actuales.

Para de esta forma plantear un nuevo escenario financiero, que refleje la realidad actual de un municipio; que, de hecho, ya se está viendo afectado, por el confinamiento, en el empleo, la productividad, el desempleo y la informalidad, en la fragil economía local.

Hoy hay que insistir en algo, y es en lo que usted atento y respetado lector posiblemente no conoce… Y es que todos los equipos económicos – encargados de levantar y proyectar la información contable y financiera - por múltiples motivos, no se han ocupado de valorar “la real y enorme deuda pública” que pesa sobre las finanzas del municipio. 

Lo anterior se explica… cuando se calculan los pasivos corrientes, es decir las deudas certificadas desde lo jurídico – fallos en firme en contra del municipio – dejando siempre de lado, sin análisis, la estimación de los pasivos contingentes que pueden sumar miles de millones de pesos.

Y que hacen parte de las demandas que cursan, en los diferentes juzgados, por pleitos que van desde obligaciones prestacionales, parafiscales, de seguridad social, demandas de terceros y deudas financieras entre otros; que aún no tienen el fallo condenatorio. Y que la obligatoriedad es estimarlos.

Siempre se espera que esos pasivos contingentes sean valorados en tiempo real, la omisión a este requisito; obedece, visto desde la supuesta ortodoxia presupuestal, incluso violando el principio de la Universalidad, al supuesto argumento que si se incluyen “las posibles deudas” y en su totalidad, entonces quedaría desbalanceado el presupuesto.

Lo que llevaría a concluir que siempre van a ser mayores los gastos, que los ingresos del municipio, vía recurso propio, e independiente del periodo fiscal objeto de estudio.

Argumento pueril, por cuanto es otra y más grave la realidad fiscal, así nos preocupe – esta vez esperamos sea conocida – indica que siempre esos presupuestos están desbalanceados.

Lo más asombroso, es que esos presupuestos son aprobados por el HCM, en su mayoría, con el total desconocimiento de lo que realmente allí están  aprobando. La mayoría son convidados de piedra, con voto pero sin voz.

Como bien lo señala el proyecto de acuerdo municipal, el Alcalde, busca “restablecer” la solidez económica y financiera del municipio; que viene afectada desde el otorgamiento del empréstito por valor de 31.000 millones durante la vigencia fiscal de 2010.

LAS MEDIDAS A TOMAR

La orientación y las decisiones que tome, Álvarez Mejia, con seguridad van en contravía del manejo político – mano muy suave - que le ha dado a su gobierno hasta la fecha; y en la que los mismos adversarios, en especial los derrotados, han definido como un gobierno débil y falto de carácter.

Con las facultades pro tempore que solicita; teóricamente busca una reorganización administrativa – asunto muy diferente a una reestructuración – lo que podría significar que seguirán las mismas con los mismos.

En este punto toma peso, la esperada posesión de los profesionales que ganaron el concurso de méritos para ingresar a la administración pública y la entrega de las cartas a los funcionarios públicos que van a quedar vacantes. ¿Si habrá cama para tanta gente?

La experiencia también ha enseñado, falta ver que haya aprendido, que en muchas ocasiones las personas son mal desvinculadas de la administración y como consecuencia de ello demandan y a los 4 o más años deben de ser reintegrados, e indemnizados, con un mayor costo para el municipio.

Parte del problema de la atención a la deuda y la cancelación de acreencias, lo puede resolver reorientando rentas – esperando que la sobretasa a la gasolina no este pignorada al 100% - no para pagar la deuda pública.

Sino para sostener la nueva planta administrativa; lo que podría en duda la aplicación de la regla fiscal, o de la austeridad en el gasto público, la actuación se convertiría en un simple saludo a la bandera…

En todo caso son solo especulaciones, en pasillos y en las esquinas de los corredores, sin ningún fundamento, frente a lo que realmente podría suceder de manera juiciosa; siempre queda el beneficio de la duda razonable, y que los asesores hagan la tarea bien hecha, es otra expectativa.

Tal vez el asunto más importante, es lograr presentar un nuevo escenario financiero que le permita, al municipio, reestructurar – por tercera vez – la deuda pública por valor de casi 17 mil millones de pesos.

LA DIMUNICIÓN DE LOS INGRESOS

Para lograrlo tiene argumento de peso desde lo fiscal, como lo es la disminución del recaudo – en especial el de industria y comercio y de la sobretasa a la gasolina – pero en general, la caída de los Ingresos Tributarios en casi un 40% con corte al primer trimestre del año; frente al recaudo histórico durante las últimas 4 vigencias fiscales.

Llama poderosamente la atención el recaudo del Impuesto Predial Unificado que conserva, desde el recaudo, su comportamiento histórico; la razón recordemos que los contribuyentes, en la ciudad, están ubicados en su mayoría en estrato tres.

Pero en general los estratos 1,2 y 3 cumplen con dicha obligación tributaria porque temen puedan perder, por no pago, su único patrimonio familiar… La vivienda propia; igual sucede en materia de servicios públicos domiciliarios: agua y energía, gas y televisión por cable.

Sobre esta tendencia, se confirma que el ciudadano del común desplaza el consumo de bienes, hacia el pago de estas obligaciones, para evitar el corte de esos servicios; lo que significa una buena cultura ciudadana en el oportuno pago de estas obligaciones. En muchas ocasiones y como consecuencia es el deterioro de la calidad de vida del contribuyente. 

Para la próxima vigencia fiscal, los conocedores del tema en la ciudad se atreven a pronosticar una disminución en el consumo de bienes y servicios; la razón y es que gran parte de la economía local (que mide ese PIB) vive de las remesas que giran de exterior.

Con el freno en seco de la producción y el confinamiento en países como USA, Francia, España e Italia entre otros; se espera la disminución de esos ingresos que llegan como giros del exterior; y ya en la ciudad, muy pocos son destinados a la inversión; todo lo contrario la mayoría, son destinados al consumo de bienes y servicios.

EL FORTALECIMIENTO DE LOS RENTAS

Otro enorme reto, para el equipo económico, es el diseño de estrategias para el fortalecimiento de los ingresos; en la ciudad, está oficializada, la cultura del no pago de los impuestos en especial en lo que tiene que ver con el recaudo del Impuesto de Industria y Comercio y de la Sobretasa a la Gasolina.

El problema de la evasión y elusión de impuestos es preocupante; el comercio en general al momento de realizar la venta, muchos, no expiden la factura a través de una máquina registradora y menos utilizan la facturación electrónica.

Y cuando el cliente la exige, le entregan una manual que no sirve, sin los requisitos de ley, lo que hace imposible verificar el los libros diarios el registro de la venta ya sea diaria, mensual o anual; desconociéndose el comportamiento real de las ventas en determinado establecimiento de comercio ya sea al por mayor o al detal.

Finalmente, otra estrategia es la recuperación de la cartera morosa – aprovechar los cientos de contadores públicos que tiene la ciudad -  para ello existe, desde el 2007, un Reglamento Interno de Recaudo de Cartera para el Municipio de Cartago; es cuestión de actualizarlo.

Todo se resume a que las facultades, pro tempore, que el Honorable Concejo Municipal le otorgue al ordenador del gasto, sirvan para lograr el mejoramiento de la Gestión Pública Territorial y tengamos, al finalizar este periodo de gobierno, un municipio que pase de cuarta a tercera categoría.

La valoración que hace el Departamento Nacional de Planeación; previa certificación por la Contaduría General de la Nación, se basa en los resultados obtenidos principalmente de la gestión fiscal y administrativa del ente territorial. Amanecerá y veremos.


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