El pasado miércoles en sesión ordinaria en el
Honorable Concejo Municipal, HCM, se adelantó el, anunciado, debate sobre el
manejo de las zonas azules en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle; dando
inicio con la intervención de los representantes de las asociaciones que
visibilizan a la población en situación de discapacidad como lo son: Adiscasir,
Asorcar y la Cabaña; responsables de tiempo atrás de su funcionamiento.
En el orden también de intervención siguió la
Secretaria (E) de Transito, Movilidad y Transporte de Cartago, Mónica Salazar
Naranjo, para finalmente, adelantar el debate, los concejales responsables de realizar
el control político al, tal parece, cuestionado manejo de las ya mencionadas zonas
azules.
Las diferentes intervenciones y debates
dejaron en claro, para los observadores, que más allá del Acuerdo 017 de 29 de
junio 2016 "Por medio del cual se establece el sistema de estacionamiento
autorizado en vía pública denominado "zonas azules", en el municipio
de Cartago, valle del cauca, para la recuperación y racionalización del uso del
espacio público y se dictan otras disposiciones", es urgente y necesario
su reglamentación para alcanzar el adecuado control y manejo del espacio público
a través de dicha herramienta.
Allí quedo consignada la competencia de las
autoridades para fijar la tarifa de las tasas y contribuciones que cobren a los
contribuyentes; la forma de recaudo y destino de esos flujos de caja, así como
sitios, costos, horarios y número de vehículos por zona entre otros;
procedimientos que en su mayoría no se aplican en la actualidad.
Otro de los temas que quedó resuelto fue la
responsabilidad de su manejo que, tal parece, quedo en manos de las ya citadas asociaciones
de personas en situación de discapacidad; como lo había manifestado, esa noche,
el presidente del HCM, Víctor Alfonso Alvarez Mejía, refiriéndose a esas ONGS…
“De las que el Estado exige especial atención y protección”, por su
vulnerabilidad…Entonces no se les podía privar de esa forma de empleo y de los recursos económicos
que se derivan de su manejo.
A dicha conclusión se llegó, un par de
días después, en reunión en el despacho del alcalde Carlos Andrés
Londoño Zabala, como integrante de ese comité de movilidad, tránsito y transporte.
Si bien es cierto organizar, reglamentar y
darle correcta aplicabilidad al manejo de dichas zonas azules, esa sola
iniciativa solo resuelve parte del problema de la movilidad en la ciudad; de
hecho no es factor determinante.
El problema es muchísimo más complejo y por
supuesto requiere del concurso del sector institucional, empresarial y de la
comunidad en general. ¿Rigen principios y valores? ¿Está la comunidad en capacidad de entender
la verdadera dimensión de dicha problemática como lo es la movilidad? que cada
día exige más el encontrarle una solución de fondo por las consecuencias – de
su éxito o fracaso - en el desarrollo armónico
e integral de la ciudad región.
Para tratar de darle claridad al asunto, empecemos
por entender que la movilidad es un derecho que está contemplado en el Artículo
24 de la Constitución Política, “…todo
colombiano tiene derecho a circular libremente por el territorio nacional, pero
está sujeto a la intervención y reglamentación de las autoridades para garantía
de la seguridad y comodidad de los habitantes, especialmente de los peatones y
de los discapacitados físicos y mentales, para la preservación de un ambiente
sano y la protección del uso común del espacio público…”.
También Ley 769 de 2002. El “Código Nacional
de Tránsito” dicta normas que rigen en todo el territorio nacional y regulan la
circulación de los peatones, usuarios, pasajeros, conductores, motociclistas,
ciclistas, agentes de tránsito, y vehículos por las vías públicas o privadas
que están abiertas al público, o en las vías privadas, que internamente
circulen vehículos así como la actuación y procedimientos de las autoridades de
tránsito.
Y que establece los siguientes principios rectores:
seguridad de los usuarios, calidad, oportunidad, cubrimiento, libertad de
acceso, plena identificación, libre circulación, educación y descentralización.
Define cuales son las autoridades de
Tránsito: Ministerio de Transporte, Dirección de Tránsito y Transporte, Fuerza
Pública (Policía Nacional, Ejército Nacional), Gobernadores, Alcaldes e Inspectores. Destinatarios: peatones, usuarios, pasajeros, conductores,
motociclistas, ciclistas y agentes de tránsito.
Con tantos responsables, en muchas
ocasiones, se diluye la responsabilidad de la aplicabilidad de dichas normas;
aparte del rápido crecimiento demográfico y de producción de bienes y servicios
que cada día hacen más compleja la libertad de movilización y la
responsabilidad del uso del espacio público por parte de vehículos y peatones.
Una vez reglamentado y funcionando las zonas
azules; cabe preguntarnos ¿Dispone la Secretaria de Transito, Movilidad y
Transporte de Cartago de un Plan Maestro de movilidad? ¿Existe un plan de acción
de las secretarias responsables de su aplicabilidad?
Lo anterior porque, a ella, le corresponde
el manejo como autoridad suprema del tránsito la cual debe definir, orientar,
vigilar e inspeccionar la ejecución de la política municipal en materia de
tránsito.
Y a la Secretaria de Gobierno Municipal el
velar por la preservación de un ambiente sano (libre de todo tipo de
contaminación visual, auditiva, emisión de gases, etcétera) y la protección del uso común del espacio
público.
Al tiempo ese plan de movilidad, debe de
tener contemplado el desarrollo de una infraestructura del transporte; tener
constituido un sistema de transporte que involucre a todas las Empresas de la
ciudad, y vistas como estructuras empresariales, para su control y seguimiento.
¿Existe algún archivo documental que permita
identificar el número de empresas transportadoras, el registro de vigilancia y
control al trasporte público de buses, busetas, microbuses, taxis, servicio
escolar y mixto?
Dispone, la secretaria, de estadísticas sobre
el aumento del parque automotor de vehículos públicos, así como su renovación, censo
de motocicletas, de vehículos particulares que impacten la movilidad en la ciudad.
La ciudad crece demográficamente, lo que le
exige el rápido diseño y actualización de las diferentes políticas públicas que
reglan la movilidad, el tránsito y el transporte en la ciudad.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es el tema de la educación
ciudadana, parte de la solución de este fenómeno, se obtiene
mediante un trabajo de equipo a través de una alianza estratégica entre la Fuerza
Pública, la Secretaria de Transito, Movilidad y Transporte más la Secretaria de
Gobierno.
Cuya principal misión es la
“…seguridad, movilidad, prevención y aplicación de la norma, avanzando de
manera progresiva en el desarrollo y fortalecimiento de procesos de prevención,
pedagogía y sensibilización en general, con énfasis en la población adolescente…”.
En otras palabras hay que ir hasta los colegios y universidades, para dar
cátedra sobre esta problemática y en la calle para el universo de conductores y
peatones.
Está claro que la labor
preventiva, capacitación, comparendos pedagógicos, es importante para crear
conciencia de los riesgos no solamente económicos, sino físicos, a que se
enfrentan los infractores; pero para actuar, lo primero es determinar qué tipo
de infracciones se presentan con mayor frecuencia a saber: Infracciones a
motocicletas, infracciones por exceso de velocidad, por falta de revisión
técnica mecánica y de gases, maniobras peligrosas (ir en contravía, giros
riesgosos, violación de semáforos, etcétera) conducir sin licencia de
conducción, no haber obtenido licencia de conducción, sobrecupo, conducir sin
los seguros ordenados por la ley, y estado de alicoramiento y/o embriaguez.
Una de las principales falencias
es el número de guardas de tránsito, entonces se hace necesario del apoyo logístico
a través de la fuerza pública (Policía y Ejercito) aunado un trabajo con los
funcionarios de la Secretaria de Gobierno en lo que concierne al adecuado uso y
manejo del espacio publico, es decir estas tres entidades Transito, Gobierno y Fuerza
Pública; deben desarrollar un plan estratégico que permita que la ciudadanía sienta la presencia de la autoridad para el
cumplimiento de la ley y se logren las primeras evidencias del cambio
comportamental en el colectivo social en una adecuada expresión de cultura
ciudadana, solidaridad, respeto por las normas, ambientes seguros y limpios,
todo tendiente a mejorar la calidad de vida de la comunidad.
Toda esta problemática debe
de ser tratada “…a través de la promoción de una verdadera cultura ciudadana; la
vida en sociedad exige bases sólidas de convivencia para lograr el respeto a
las normas de tránsito y priorizar la vida de conductores, pasajeros y
peatones…”
La estrategia debe partir de
labores preventivas (comparendos pedagógicos) y pasar a una fase correctiva,
sancionando pecuniariamente al infractor, pero siempre con una mano firme,
ejerciendo un liderazgo desde el agente o guarda hasta el Secretario sobre el
que recae la competencia de hacer cumplir las normas; por que el tema de la
movilidad es muy complejo y maneja muchas variables, pero hay dos que son
pilares fundamentales las cuales son: utilización del espacio público y la
circulación y es ahí donde entra a jugar en firme el adecuado manejo de las
zonas azules. Amanecerá y veremos.
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