Los estudiosos del tema siempre se han preguntado ¿Con la firma del acuerdo final con las FARC para convertirse
en un movimiento político, qué queda del discurso incendiario de Uribe? ¿Se
derrumba su plataforma política e ideológica que, hoy, se ancla en el odio visceral
hacia esa guerrilla? ¿En el largo plazo podrían llegar al poder?
Intentemos plantear la
respuesta de esta última pregunta…El reto que el país político les impone es que intenten llegar, con coaliciones o no, primero con un discurso coherente a un pequeño porcentaje de ese 24% de la población, hoy en descenso, que
según el Banco Mundial con corte al 2015 vive en el sector rural.
Dato del que espera se corrija
la tendencia con la firma del acuerdo final que facilitará la reparación de las
víctimas – con el tema de las tierras - y la reinserción para las prácticas
agrícolas de los excombatientes y muchos desmovilizados que hoy viven en situación de
incertidumbre y temor sobre su futuro en la vida civil.
Ya que tal parece algunos no
conocen, ni la lectura ni la escritura, sí son baquianos en el trajinar de la selva
y/o el campo - eso es lo que se espera con la implementación del tema agrario –
ya que con lo acordado tienen la alternativa de cambiar el fusil por el tractor,
la mula, la pica, la pala y el azadón; en un principio para alternarla con la
caza y la pesca; y con el tiempo se espera que esos
pequeños propietarios adelanten alianzas para avanzar en la escala industrial; como
ejemplo volver al cultivo de la palma africana.
Al tiempo de intentar, como
movimiento político, llamar la atención de una parte del electorado que corresponde
al restante 76% que por sustracción vive
en la zona urbana y que cada vez pesa más como voto de opinión…Surge entonces
la pregunta ¿Disminuirá el abstencionismo?
Solo en aquel momento, y si
no son absorbidos por la “cosa pública” se espera que en el mediano plazo
alcanzarían la suficiente influencia política para hacer oposición reflexiva
como hoy la hace el Centro Democrático (CD) la pregunta es ¿Cuál será ese
discurso político? Si el de Uribe empieza a agotarse.
Lo anterior significa que
las posibilidades de llegar al poder son las mismas que las de los más
representativos partidos minoritarios; tampoco podemos perder de vista que, es
probable, que un sector de la izquierda se fortalezca; probablemente perdiendo espacio el
Partido de la U, Liberal, Conservador y Cambio Radial que serían los más
afectados y posiblemente absorbiendo los movimientos de garaje que por
“oportunismo” endosarían sus militantes y a cambio recibirían lo mismo de los
mismos. Esa es otra posibilidad.
En razón al espíritu de lo
acordado que en esencia se materializa en la dejación de las armas y la participación
en política; lo que muchos no entienden, por desprecio a la lectura o por comprobado
analfabetismo político; es que si bien es cierto esa guerrilla, en el pasado, fue
la autora de secuestros, extorsión, masacres, desplazamientos, reclutamiento de
menores, tráfico de drogas y responsables de delitos de lesa humanidad entre otros, ya se ha dado la vuelta a esa página y terminado el largo capítulo sangriento para adelantar la paz.
De qué ha servido el seguirnos
rasgando las vestiduras y maldecir; si por culpa de la guerra y la corrupción
que se orquestó desde el mismo Congreso de la República para financiarla; hoy
el ciudadano del común se sigue muriendo en la puerta y en la sala de urgencias
de los hospitales por mencionar solo un caso; e independiente del escándalo mediático
que genere ese cotidiano hecho. ¿De que ha servido la queja?
Cuál es entonces la solución
al problema de la mala educación en general, en especial en la mayoría de los instituciones
educativas públicas; hoy basta con mencionar el reciente caso vergonzoso como
el que ocurrió en la Ciudad de Cartago en el Norte del Valle cuando un niño ataca
con arma corto punzante a un compañero
defendiendo su puesto cuando hacía fila para recibir su refrigerio escolar.
Lo anterior deja algunas
reflexiones…El hecho podría ser la consecuencia de fallas administrativas que no detectaron a tiempo el desarrollo con
anterioridad de matonaje escolar y/o falta de tolerancia en la infancia derivado
de convivir en ambientes donde prima la violencia intrafamiliar; y que exige de
manera urgente la construcción de un sano tejido social incluyente.
La intención hoy es plantear
la necesidad de educar y actuar propositivamente, empezando por los líderes más
visibles para que, algunos, abandonen ese discurso megalómano cargado de denuncias
casi siempre con un componente
escandaloso y morboso que nada resuelve.
Ya que en el mejor de los
casos es “utilizado” por los responsables para distraer a la opinión publica de
problemas relacionados pero aún mayores y de los que siempre sacan réditos políticos.
Volvamos al asunto que nos
ocupa hoy, pero antes sigamos preguntándonos ¿El ciudadano del común habrá
comprendido, las consecuencias, sobre lo que se firmó recientemente en la
Habana-Cuba?
Lo más seguro es que la gran
mayoría, como le sucedió a los británicos que votaron por la salida de la Unión
Europea (UE) no tenían idea del porque y de las repercusiones políticas y
económicas que esa decisión acarrearía en el corto, mediano y largo plazo. ¿Qué
precio van a pagar todos los británicos por esas posiciones radicales?
Si lo anterior sucedió en un
país desarrollado, con el enorme poder de los medios de comunicación, con una
renta percapita que muchos países europeos intentan alcanzar, y para abreviar, con
algunas de las mejores universidades a nivel mundial.
Lo cierto es que ese
resultado sorprendió a casi todo el mundo que esperaba el fortalecimiento de la
UE independiente de la crisis griega, de hecho, le costó el cargo al primer
ministro David Cameron.
¿Que viene ahora para el
Reino Unido que aún se da el lujo de tener una monarquía y colonias; y hasta
ahora conservar una moneda dura frente a la zona euro?
Regresando al asunto que nos
ocupa hoy; en este orden de ideas…Qué será de esa franja de “opinión” que no
logra asimilar la esencia de lo acordado, si en promedio los colombianos solo
leen 4.2 libros al año más la pena, cuando lo intentamos, de leer mal y
entender todo lo contrario; salvo los casos cuando se hace con perversa y premeditada
intención de manipular hechos y personas.
No es un buen indicio, que los
esfuerzos del gobierno central se centran en seguir luchando por bajar los
indicadores de mortalidad materno-infantil, accidentabilidad, analfabetismo, desnutrición,
deserción escolar y repitencia entre otros.
Tampoco intentar mejorar las
pruebas saber 11, cobertura en vacunación, vivienda digna, acueducto y
alcantarillado e incrementar el ingreso percapita; indicadores que reflejan el
nivel de subdesarrollo físico y mental de la población estudiada.
Qué hacer con un pueblo que
le apasionan las novelas al punto que algunos intentan hacer de ellas un modelo
de vida, el chisme, el morbo vulgar y decadente en las redes sociales.
Una sociedad hipócrita que
apoya en lo social pero celebra en la intimidad que el hijo del familiar o
vecino esté perdiendo - en el segundo periodo escolar - 6 materias, cruel que
en público se solidaricen y en privado se censure permitir la larga agonía de un ser humano
que solo merece un descanso eterno sereno y digno. ¿No es esto doble moral?
Un país que se preocupa más por
el, supuesto, hombro lesionado de James; que la muerte por desnutrición de cientos
de niños en la guajira y que al tiempo se burla de su tartamudez; país
cantinero que adora el perico –ave exótica – y desconoce lo grave, para una
sociedad, del feminicidio.
También es claro que
mientras no se sienten a la mesa de negociación las guerrillas del ELN, éstas
seguirán secuestrando, extorsionando y asesinando vilmente a soldados de la
patria; igual se incrementará el ataque quirúrgico, por parte del Estado a esos
campamentos o patrullas móviles y seguirá trabajando la inteligencia y
contrainteligencia para levantar información que permita neutralizarlos.
Recordemos, que al gobierno
le cuesta anualmente combatir la violencia $139.500 millones de dólares que equivale al
30% del PIB; cifra tomada del Diario el País de Cali.¿No sería mejor destinar la
mayor parte de esos recursos para la educación, salud, energía, agua potable,
vivienda, infraestructura vial, turismo, deporte y cultura entre otros? ¿Será
que por fin encontramos la salida?
Finalmente no perdamos de
vista que, de ahora en adelante, la paz
no es del presidente Santos, de las guerrillas y mucho menos la fingida de Uribe sin impunidad (colosal
hipocresía); despertemos del letargo; la paz, hoy, es de todo el pueblo
colombiano que deberá ser expresada a través de la solidaridad con la población
vulnerable empezando con pequeñas acciones todos los días. Amanecerá y veremos.
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