sábado, 28 de mayo de 2016

¿QUIÉN GANÓ Y QUIÉN PERDIÓ?

Con el objetivo de no dejarnos atrapar, de hecho creemos ya alcanzó esa noticia el punto más alto en el raiting de sintonía en los diferentes medios de comunicación, por la avalancha de opiniones sobre la reciente “liberación” de los tres comunicadores sociales: la periodista española Salud Hernández Mora, y los reporteros colombianos, Diego D´Pablos y Carlos Melo.

La anterior crónica de un secuestro anunciado – por el método y la forma como fue llevada al lugar de cautiverio - tiene cabida solo entre aquélla franja de opinión cuyo interés va de la mano de la conveniencia que el ELN firme un acuerdo o no.

De los adeptos que la asisten, la prolongación de la guerra, por devoción y por aquella gran audiencia ocasional que frente al hecho morboso, amarillista y violento; siempre hace uso de la libertad de escoger entre percibir el vaso medio lleno o medio vacío.

En todos los casos está siempre de por medio el pensamiento político o la línea dogmática que legitima los hechos, reales o no, y en cada oportunidad; aquí intenta de nuevo hacer su entrada triunfal el comité de aplausos y repetición de arengas del Centro Democrático.

Volviendo a esos infames hechos no tan circunstanciales, hoy, para contextualizarlos y así intentar entender, ¿el por que? de las decisiones tomadas de parte y parte recordemos un par de situaciones que nos llevan a pensar que no todo lo que brilla es oro.

La primera, Salud, contaba y cuenta por su trayectoria de más 14 años en el tema del conflicto armado en Colombia, con un fuerte respaldo internacional y no solo de su gremio sino de los intereses políticos y geoestratégicos, de aquellos, que representa como punta de lanza y reportera a nivel internacional.

Lo segundo, Diego y Carlos respaldados por el amor de sus familias,  ha expensas de la suerte de la reportera y por supuesto del apoyo moral y económico del grupo empresarial dueño del canal, donde también trabaja Claudia Gurisatti - dura contradictora del gobierno y de claro corte Uribista - que los envía a que cubran la historia de la desaparición de la multimencionada periodista. ¿Para echarle fuego a la hoguera? Tal como sucedió…

Entrando en materia, lo que para algunos fue una bien elaborada estrategia de marketing político donde, tal parece, todos los riesgos estaban bien  calculados. ¿Será cierta tal aseveración?

Para otros fue una descuidada  y arriesgada entrevista como trabajo de campo que, según expertos en temas de seguridad,  facilitó el engranaje de los hechos y también rápidamente - según los tiempos de las guerrillas en estos casos - el desenlace, en este caso, favorable de los 3 reporteros.

¿Por qué fue un riesgo calculado? Son muchos los hechos que la justifican: la destacada periodista conoce como pocos las entrañas del conflicto armado en el país donde confluyen diferentes fuerzas políticas, económicas y sociales.

Conociendo la zona de encuentro, lleva 14 años moviéndose como pez en el agua,  creemos debió haber llegado a la conclusión que el sitio no brindaba los mínimos requisitos de seguridad; ya que es uno de los santuarios, de la guerrilla del ELN y de otras organizaciones al margen de la ley.

Para nadie es un secreto que también ha sido una dura crítica del gobierno actual, posición que fue aprovechada por los principales voceros del Centro Democrático (CD) como Paloma Valencia y Francisco Santos entre otros; para, de nuevo, intentar atacar el proceso de paz.

Lo anterior se confirma con las declaraciones, el día viernes 27 de mayo, del expresidente y Senador Álvaro Uribe Vélez “Celebramos esta liberación…”

En todos los casos existe el total rechazo de la opinión pública al acto reprochable de esa guerrilla  el intentar volver al pasado para convertir el secuestro en una herramienta política y de guerra.

Queda entonces claro que con esa arrogante y errática decisión no gano nada – si perdió - frente a su futuro proceso de negociación y menos como argumento de guerra.

Ganaron… la Iglesia Católica, por su inmediata gestión a través de la utilización de un corredor humanitario, y desde el primer día estar dispuestos a recibir y auxiliar a los secuestrados….Igual la fuerza pública ya que rápidamente desarrolló, a través de labores de inteligencia, un cerco humanitario eliminando el riesgo de poner en peligro la vida de los tres reporteros.

Para finalizar quedó clara la posición del Presidente de la República, el economista, Juan Manuel Santos Calderón,  cuando le exigió a esa guerrilla Marxista- Leninista que sin la liberación de todos los secuestrados, no hay posibilidad de dar inicio a las mesas de dialogo oficial y en público. Amanecerá y veremos.

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