sábado, 26 de marzo de 2016

TEMA DE CIUDAD – BELLAVISTA...LA OTRA CARA

Incuestionable fue la respuesta solidaria de la ciudadanía, familias, instituciones, entidades sin ánimo de lucro, el comercio, los empresarios, la Gobernación del Valle del Cauca y las siguientes alcaldías: Alcalá, Ansermanuevo, el Dovio, Obando, Sevilla, Toro y Versalles; sin perder de vista a Candelaria y Vijes estos dos últimos solidarios municipios que pertenecen a la Subregión Sur del Departamento. Agradecimiento especial para ellos.

De los vecinos territoriales (con los que compartimos frontera) tal parece estuvo ausente Ulloa; al igual que el resto de los municipios, no mencionados, que hacen parte de la Subregión del Norte del Valle. ¿Ausencia liderazgo por parte de esos municipios?

Surge la pregunta del millón, pensando como subregión ¿Están preparados, los gobernantes, para enfrentar los desafíos de atraer inversión regional desde lo oficial y/o privado? ¿Tendrán la visión para proponer macroproyectos que beneficien a casi 500 habitantes? ¿Ausencia de liderazgo subregional?

Volviendo a lo local, como era de esperarse excelente fue la respuesta inmediata - en especial las secretarias de salud, gobierno y la oficina gestión del riesgo - de la Administración Municipal, en cabeza del abogado y escritor Carlos Andrés Londoño Zabala y de la gestora social, la también abogada, Jesusita Zabala de Londoño que de manera seria e indeclinable atendieron la tragedia en la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Igual mención para con los organismos de socorro, la Iglesia, la Corporación Diocesana y la Fuerza Pública - Ejército y Policía Nacional -  en la oportuna atención, apoyo y el control de la situación de emergencia presentada, la noche, del pasado viernes 18 de marzo.

Lo contrapuesto, a lo acaecido, es de resaltar que solo habían transcurrido unas horas de la expedición del Decreto de Honor No.035 de 2016 “Por medio del cual se otorga la medalla “merito a toda una vida”  a la fundadora del “Hogar el Buen Samaritano” Claire Ange Aimee Aucoin.

Entonces recordemos el acto oficial de reconocimiento, con motivo por esos 50 años de entrega a los más pobres de la ciudad; ahora reflexionamos que muchos de esos adultos mayores en estado de miseria espiritual y abandono total por parte de sus familias proceden del barrio Bellavista.

Volviendo la mirada a la tragedia, lo injusto, es que ésta opacó ese reconocimiento, a la extensa obra de caridad de “Clarita” de la que estamos seguros nunca ha obtenido provecho personal o institucional a expensas de los más necesitados.

Si lo fue, devastador, el impacto en el imaginario colectivo, derivado el “efecto mediático” e imposible de otra forma, que se le dió a los hechos; tres seres humanos perdieron la vida y la destrucción de 36 viviendas (asentamientos no formales) prendieron las alarmas - a nivel local, departamental y nacional - sobre la importancia de estar preparados para enfrentar este tipo de emergencias y desastres sean intencionales o no.

La otra cara de la moneda empezó a verse con el transcurrir de los minutos, cuando la opinión pública se enteró que la tragedia había sido provocada por manos criminales; pésima noticia para la ciudad a nivel nacional.

Vista en su totalidad la otra cara de la moneda, corrió el rumor que, en medio de la conflagración, mientras el Cuerpo de Bomberos Voluntarios estaba atendiendo la emergencia, habitantes del sector le hurtaron algunas herramientas por valor de $3 millones de pesos y derivado de la atención del desastre, se ocasionó daño a los equipos por valor cercano a los $20 millones de pesos.  

Estos casos aislados, pero por aquello de crea fama y échate a dormir, no reflejan la realidad de la ciudad en materia de seguridad y orden publico; hay que reconocer el trabajo de los organismos de seguridad que vienen enfrentando y previniendo la inseguridad.

Regresando al origen de la tragedia; ese acto premeditado presumiblemente realizado bajo los efectos del alcohol y las drogas (letal esa mezcla), y tal parece aislado del contexto criminal, de nuevo queda dentro del radar y prende los focos sobre una comuna (la uno) que ha venido siendo monitoreada por el gobierno nacional - recordemos la campaña de erradicación de hoyas donde se expende y se consume alucinógenos -  y como sector, de alto riesgo, generador de problemas de orden público.

Frente a esta realidad conozcamos un poco el barrio bellavista; ubicado en la comuna uno (1) según la información (2012) con la que se dispone está conformado por 771 predios de estos 562 (73% de la población) pertenecen al estrato bajo- bajo, 208 (27%) al bajo y 1 al medio bajo.

Como podrá observar, usted atento y respetado lector, las actuales condiciones socioeconómicas, donde tal parece la pobreza de la mano de la pereza se deja alcanzar por la miseria, le son propias a las de un barrio de invasión.

Son propios esos indicadores socioeconómicos que presentan altos indices de desempleo, analfabetismo, baja cobertura en vacunación, problemas en cobertura de energía, acueducto y alcantarillado, mortalidad materno infantil, enfermedades de transición sexual, subempleo, prostitución infantil, embarazos en infantes y adolescentes, negativo el ingreso per cápita entre otras; comunidad vulnerable que se convierte en caldo de cultivo para el asentamiento de empresas delincuenciales.

Para terminar…Lo que comenzó como una tragedia, lentamente se convirtió en un acto político y social donde algunas figuras políticas de la ciudad posaban sonrientes, ante las cámaras y teléfonos de última generación,  buscando el reconocimiento como si se tratara de una nueva campaña política.


Olvidando lo que los convocó allí, fue una tragedia y no acto social y político; seguramente por eso solo se recaudaron $217 millones y no los $400 que se necesitaban para construir las 36 viviendas. Amanecerá y veremos.

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