sábado, 4 de julio de 2015

EL POSTCONFLICTO O LA MESA DE LA GUERRA

Aplicando el modelo gerencial entendí que para tomar decisiones y actuar; hay que saber diferenciar entre lo importante y lo urgente.

Hoy lo importante es colocar un grano de arena - bajo la premisa que la mejor salida es la paz negociada  a un conflicto armado por más de 50 años - tan necesario para la construcción de una nueva sociedad.

Una nación de la que se espera logre - durante el postconflicto - reencontrarse desde el perdón, la reconciliación y la inclusión social con las bases del desarrollo económico; requisito mínimo para intentar abrirse paso en un mundo totalmente globalizado.

Con el liderazgo del gobierno nacional y desde lo regional cobra de nuevo trascendental importancia la Alianza del Pacifico que permitirá a través del desmonte arancelario consolidar un nuevo bloque económico con 10 nuevos socios en camino de cumplir los protocolos de admisión.

Lo que facilitará  la inserción en los grandes circuitos económicos mundiales; mediante el flujo de capitales, intercambio de bienes y servicios, experiencia e intercambio científico y tecnológico.

Lo anterior fortalecerá - en el mediano plazo -  la economía nacional y sus relaciones de intercambio; único camino para avanzar hacia la prosperidad. ¿Quiénes se oponen a este propósito?

Tal parece, desde el mismo instante en que se conformó la agenda de negociaciones en la Habana - Cuba; diversos grupos de extrema que se han  beneficiado de la guerra, se organizaron, al ver ponerse en riesgo sus privilegios y los réditos - económicos y políticos - que por décadas habían obtenido a costa de cientos de muertos, desaparecidos y desplazados de sus tierras.

Con enorme poder económico y político organizaron una agenda paralela con la intención de perpetuar, no el conflicto armado sino - según ellos - una cruzada contra el terrorismo.

Para tal efecto colocaron en marcha un nuevo modelo de adoctrinamiento de masas que mezcla el componente anarquista, comunista, libre pensador apoyado en teorías neoliberales; conformando toda una enorme maquinaria que tiene como estrategia y punta de lanza  el culto de la personalidad.

Su líder ejerce el oficio del nuevo mesías intentando, de nuevo, darle vida a una nueva campaña por la seguridad democrática.

Que en el pasado dió origen a los multimencionados falsos positivos; un paréntesis…Jóvenes entusiastas menos rumba y más lectura…porque el que no conoce  el pasado corre el riesgo de volver a permitir esos horrores.

Solo un ejemplo pocos recuerdan jóvenes de familias humildes, como la suya, con discapacidades funcionales y cognitivas mostrados como terroristas y supuestamente dados de baja en combate.  

Hoy no sorprende entonces ver, a causa de la mala educación impartida en los planteles educativos y en los mismos hogares que no participan de esta; briosos e ingenuos jóvenes, difundiendo mensajes subliminales - sin entenderlos -  sobre la causa guerrerista.

Son esos mismos jóvenes que hace poco eran niños con pañales que rápidamente abandonaron la adolescencia.

Para servir, sin entender el porqué, ciegamente a los intereses macabros de un pequeño grupo de ideólogos que desean seguir manejando un multimillonario negocio donde sus dueños ponen la plata, las armas y reciben cuantiosas ganancias; mientras el pueblo humilde pone la sangre derramada de sus muertos.

Debemos reconocer que estamos frente a un país  polarizado desde la extrema izquierda hasta extrema derecha. Cabe entonces preguntar ¿Quienes les hacen el juego?

El primer responsable, es el Gobierno que no logra tener coherencia entre lo que piensa, dice y hace; no comunica de manera asertiva lo que acertadamente hace, vacila en las estrategias, se tardó en el cambio de Ministro de Defensa y ha vacilado en el apoyo a sus representantes en la mesa de negociaciones.

Con igual o mayor responsabilidad  unas guerrillas - el secretariado - que no ha estado a la altura política e ideológica para plantear y aceptar soluciones de fondo que den por terminada la guerra; y se dejaron llevar por ese ego propio de celebridades donde la fama y la fortuna son sus principales enemigos.

Uno ingenuamente pensaría, en el mejor de los casos, que dos años después de estar negociando en la zona de confort en la Habana - Cuba  estuviera listo el procedimiento por medio del cual van a blanquear los cientos de miles de millones de dólares que tienen enterrados en la selva.

En sus comunicados y en el lenguaje utilizado los muestra desconectados de la opinión publica – tal parece no les interesa - y del mundo globalizado; aferrados al discurso revolucionario propio de las décadas de los años 60s y 70s sin un liderazgo y sin un planteamiento ideológico que los regrese al siglo XXI.

Todo lo contrario siguen en la absurda dinámica - para mostrar fuerza ¿Cuál? - de hacerle daño a la infraestructura energética del país, deterioro, perdida total  y contaminación de los recursos naturales.

La mayoría de sus combatientes pasando necesidades y refugiados en la espesa selva…Solo unos cuantos disfrutando como millonarios en el extranjero.

Lo que me hace recordar - para allá van - la increíble historia del militar, oficial de inteligencia,  japonés Hiro Omoda que nunca recibió la orden que la guerra había terminado y por casi treinta años deambuló, hasta quedarse solo, esperando algún tipo de mandato que le cambiara su destino. Orden que nunca llegó.

Para terminar; también le hace el juego a la guerra, las encuestas de opinión; y de las que nunca he confiado por aquello que siempre favorecen al que las contrata.

No cabe la menor duda que hoy día el principal agente terrorista desde lo mediático son los resultados de esas encuestas o sondeos de opinión.

Tan proclives a interpretar emociones pasajeras, de hecho en las ultimas tres campañas por la Presidencia de la Republica han errado en sus predicciones y pese a ello siguen insistiendo en ser los portadores de la verdad revelada. ¡Que desatino!

Es otro hábil negocio de desinformar informando, de distraer a la opinión pública de lo fundamental para llevar al desanimo y la confusión; solo defendiendo los intereses de los que la contratan.

Las encuestas se convirtieron en el método más efectivo de engañar, confundir y distraer a la opinión pública.        


Si seguimos desviados del camino, veníamos muy bien,  para nada van a servir los sueños consignados, en los miles de Programas de Gobierno a lo largo y ancho del país; esperanzas y oportunidades de nuevo perdidas si caemos en el maquiavélico juego de los enemigos de la Paz y en las manos de los señores de la guerra. Amanecerá y veremos 

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