Con base en el término dado a la, ya vieja, iniciativa
la primera pregunta que se puede formular, usted atento y respetado lector, es
¿Porque al 2032? y no al 2030 o 2035 por solo citar un par de ejemplos.
Primera conclusión - desde
lo aritmético - en todo proceso es necesario incluir los pares y los impares;
el ingenio del dirigente reside en poner las fichas a multiplicar, no a
dividir; como curiosamente ha ocurrido en el pasado - estrategia excluyente - logrando
solo el favor y el provecho para unos cuantos, en detrimento - de los intereses
- del imaginario colectivo. Ese es el gran reto.
Independiente del vencimiento
en términos fiscales; hoy lo que se pretende es sembrar algunos interrogantes,
que sirvan de base, para esa reconstrucción. ¿Reconstruimos lo que no se ha
construido?
Aclaro el último interrogante,
y tiene que ver con el ejercicio académico que se realizó en la administración
2001-2003 muy equivalente a lo hoy propuesto, donde se invirtieron recursos
económicos e intelectuales, se trabajó y se disertó mucho al construir el
documento; para hoy serenamente concluir, casi 15 años después, que nada se ha
hecho.
¿Las razones? tal parece fueron muchas,
mencionemos algunas, tuvo enorme aceptación entre los responsables, un
documento que expidió en 1996 el Consejo de Competitividad de Antioquia (CCA) confundiéndose y tal vez perdiéndose,
con ese marco teórico, la visión local, subregional y regional tan necesarias
para insertarnos en el plano nacional y global.
Aunado el acostumbrado
egocentrismo y las ansias de protagonismo por parte de algunos de sus “líderes” que
finalmente ocasionaron el distanciamiento entre el sector gremial y oficial, los
académicos guardaron silencio, lo que resultó en la falta de voluntad política
para contribuir su ejecución; quedándose el documento en la fase de formulación.
¿Se repetirá la historia?
Volvamos a la primera
pregunta, la respuesta es bien sencilla y tiene que ver con el plazo que el
Departamento del Valle del Cauca se dió para ejecutar sus estrategias y lograr
sus metas; a través de la articulación de acciones macroeconómicas alrededor de esa visión 2032.
Suponemos en esa dirección estén trabajando.
Y finalmente lleven al diagnostico,
formulación y aplicabilidad de proyectos que seguramente deben de estar sujetos ha
periódicas revisiones, dependiendo del comportamiento financiero y fiscal
durante el tiempo que dure la aplicabilidad de
la ley 550 de 1999 o Acuerdo de Reestructuración de Pasivos que adelanta
el ente territorial departamental.
Por lo pronto - corto plazo -
lo único que podemos demandar de ese gobierno es una participación más activa de
los recursos provenientes del manejo del sistema regional de regalías.
Lo anterior no significa que
el papel - como ha sucedido hasta la fecha - de los próximos diputados, se supone,
se centre solo en gestionar la nomina personal mensual en la tesorería de la Asamblea.
Contrario a lo esperado, hoy,
no nos detendremos en el ¿Que, Como, Cuando, Donde y el Porqué? de esa visión
local.
En la elaboración - primer
borrador - de ese documento deben intervenir la comunidad representada en las
JAL y las JAC, autoridades civiles, militares y eclesiásticas, lideres
empresariales y gremiales con reconocida capacidad de decisión en
representación de cada uno de los sectores productivos y representantes de la
economía informal, conformando mesas de
trabajo orientadas por verdaderos expertos,
cada uno, según su disciplina; sobre estos
últimos recaerá la enorme responsabilidad de articularla y hacer la
prospectiva.
Para llegar a lo anterior,
que supongo, será tarea adicional durante la aproxima administración 2016-2019
es necesario primero cumplir con algunos prequisitos mínimos a saber:
Elaborar, adelantar y
monitorear, ojala desde ésta última vigencia fiscal, un planeado Presupuesto,
un efectivo Plan de Saneamiento Administrativo, Fiscal y Financiero, Plan de Desarrollo
y un Marco fiscal de Mediano Plazo del Municipio de Cartago en el Norte del
Valle y en general de todos los 18 municipios de la subregión, que lo requieran,
ya que tal parece municipios como Ansermanuevo, Alcalá y La Victoria llevan ya un
camino recorrido en materia de planificación.
En este orden de ideas…Lo
que se considera inaplazable, es la construcción de agendas regionales, y se logra
empezando a eliminar las fronteras políticas… ejemplo: el Río de la Vieja sirve de frontera natural y política entre el
Departamento del Risaralda y la Subregión del Norte del Valle.
Abro un paréntesis y
aprovechando la oportunidad, para celebrar la iniciativa del Gobierno Nacional,
en cabeza de Economista Juan Manuel Santos Calderón para invitar, a todos, a
participar en la construcción de un verdadero Plan de Desarrollo Nacional de
cara al postconflicto.
Dicho sea de paso hay que
recordar lo deficientemente diagnosticado y elaborado que quedó el Plan de Desarrollo local 2012-2015 que tal parece
debió ser corregido un par de veces por su divorcio con la realidad y por no
ajustarse a la norma nacional.
Debemos reconocer que los directamente
responsables – diferente a las mesas de trabajo que convocaron - no contaban
con la experticia; se presume otro fue el interés para elaborarlo. ¿Se repetirá
la historia en el 2016? Sería como
volver arar en las arenas del desierto.
Para terminar…En otras palabras es prioritario
que el próximo gobernante municipal empiece a construir una Agenda por la Competitividad
Regional (ACR) que incluya, además, los Alcaldes de los 7 vecinos entes territoriales,
en especial con sus Secretarios de Hacienda, de Planeación y de Gobierno o
quien haga sus veces, buscando acciones mancomunadas - de Desarrollo Regional -
donde cada municipio concentre sus
esfuerzos - para beneficio de todos – dependiendo de su vocación productiva para
así sentar las bases e iniciar un ambicioso proceso productivo de glocalizacion
(no leer globalización); donde no se de por descontado el convenio
interadministrativo que dió origen al Plan Maestro del Aeropuerto de Santa Ana.
Amanecerá y veremos.
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