jueves, 17 de octubre de 2013

QUE HAY DETRÁS DEL EMPADRONAMIENTO DE LAS MOTOCICLETAS


Asido a mi posición como columnista; cuando tengo la oportunidad, con acento, lo aclaro para no dejarme encasillar como  periodista; lo hago por el respeto que profeso por esa exigente y noble profesión que es menester dejarla bajo la tutela de l@s que por preparación, convicción o necesidad de superación la ejercen con altura.

Me guía el deber de opinar sobre la programada movilización, el viernes (hoy), de los motociclistas, en contra de la propuesta institucional; intentando aproximarme a una realidad que tiene muchas aristas; aparentes verdades que cambian día tras día según las intenciones e intereses de cada uno de los protagonistas.

Observando las reacciones de la comunidad en los diferentes medios de comunicación local; la primera conclusión que podemos obtener, es la ausencia de un Plan Integral de Movilidad cuyos responsables son el Alcalde Municipal, el Secretario de Gobierno y el Director de Transito y Transportes.

Transitar en Cartago se ha vuelto insoportable, hay recorridos donde un vehículo  que se tomaba 10 segundos, hoy se demora 40; y eso es ya  una anarquía; sumemos los casi 150.000 habitantes, el mal estado de las principales vías, un poco más de 650 taxis de servicio público, más de 50.000 motos; sin contar, vehículos particulares locales y en transito por la ciudad, tractocamiones, camiones, furgones, camionetas, buses, busetas, motocarros, carretillas, carretas, triciclos y bicicletas transitando sin control en espacios y en tiempos de espera, este último en el sector céntrico de la ciudad.

La segunda conclusión; es tal parece el enorme poder del gremio transportador - dueños del oligopolio de ese servicio municipal - que exige, en contraprestación a unos favores políticos, al Alcalde Municipal a través del Director de Transito o quien haga sus veces la entrega de permisos y/o cupos a las empresas de transporte público para operar rutas, dichas empresas “afilian” buses, busetas, microbuses y taxis propiedad que pequeños inversionistas o fami-empresas, estos afiliados pagan una especie de impuesto por movilización mensual, para así retroalimentar el ciclo productivo del negocio - afiliado y operador - si el negocio individual disminuye, entonces bajan las transferencias, así de sencillo.

La tercera conclusión, es la propuesta que desde hace unos años se ha venido escuchando sobre la posibilidad que en el Municipio de Cartago en el Norte del Valle se reglamente el uso del taxímetro.

Evitando caer en ligerezas y malas interpretaciones e independiente de quien(es) se pueda(n) beneficiar de su aplicabilidad pudiendo ser el político o el empresario, o los dos anteriores… pero en ningún caso el ciudadano del común, por ello la conclusión a tan espinoso tema se la dejo a usted atento y respetado lector.

La cuarta conclusión, se intenta contrarrestar un delicado problema de orden público actual y haciendo crisis a futuro; recordemos que hace unos años, dicho ejercicio, el empadronamiento por parte de la fuerza publica, se ha realizado en varios municipios de la costa Caribe; región donde se originó el fenómeno, del mototaxismo, y que tiene registrada su acta de nacimiento por allá en el año 1980 en el Departamento de Cordoba más exactamente en el olvidado municipio de Cotorra.

En lo local, se insinúa por parte de las autoridades civiles y militares, que tras la fachada del mototaxismo se podrían amparar organizaciones dedicadas a toda clase de actos criminales.

Frente a esta posición, para algunos cómoda, el ciudadano del común tiene en especial dos interpretaciones, que los buenos son una inmensa mayoría; dándole, de hecho, razón a las autoridades.

Y la otra versión, es que la temida y cruel justica opera, desde los primeros desplazamientos forzados hace ya más de 50 años,  de manera diferente; a través de ejércitos privados que montan los operativos ya sea a pie, en bicicleta, moto o carro o todas las anteriores y que actúan, aprovechando el factor sorpresa, cuando les viene en gana; razón suficiente para explicar, según algunos observadores, que no necesitan - las supuestas bandas criminales - organizarse a través de cooperativas de mototaxistas para operar ya que siempre lo han hecho desde la clandestinidad.

La quinta conclusión, el fenómeno local y nacional del mototaxismo se convirtió en una amenaza, ante la baja oferta de empleo y la poca capacidad de compra en los estratos 0, 1, 2 y 3,   para el transporte tradicional – en especial los taxis - por la oferta creciente de un servicio sustituto y a bajísimo costo; sin contar que muchas personas prefieren desplazarse a pie en largos trayectos.
Independiente del efecto mediático y real que genere la movilización; lo más importante es que se formen los espacios  democráticos para adelantar el dialogo y la concertación, no perdamos de vista que en la ciudad impera la economía informal como única alternativa para que cientos de personas respondan precariamente por su familia. Amanecerá y veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario