Nos acercamos a la temporada
de fin de año el gasto seguramente se disparará vía uso tarjetas de crédito -
las entidades financieras todas cumplen con la cuota de colocación - generando
una economía ficticia al debe; problema que muchos resolverán, y no se sabe
como, durante el transcurso del próximo año desplazando, por ausencia de
planificación, el pago de asuntos importantes - impuestos, educación y salud principalmente
- hacia deudas derivadas de fiestas y rumba.
Trimestre este último que coincide con matriculas académicas y financieras
para los colegios privados y en general, desde lo público, para una nueva temporada escolar 2014, vienen
las pruebas del saber y ahí miraremos el avance o retroceso de nuestros hijos
en materia de conocimientos adquiridos y en general la nueva ubicación en el escalafón
a nivel nacional de nuestros centros educativos, poco echaremos de ver sobre la
cobertura educativa y el índice y tipo de deserción de los alumnos en todos los
grados de todos lo colegios de la ciudad; pruebas y más pruebas desde lo
educativo.
Desde la salud, y a pesar
del enorme esfuerzo que desde lo oficial realiza, en materia de inversión, la
IPS Municipal, los enfermos en las salas
de urgencias, del régimen subsidiado sufren las consecuencias de un Hospital Departamental
que agoniza lentamente y sin solución económica o política a la vista.
Desde lo fiscal, el
municipio se enfrenta a la certificación de una nueva categorización, esperando
todos que nos sostengamos en la cuarta; igual se espera un presupuesto que por
fin crezca frente a los enormes retos que le exige una modernización fiscal y
administrativa.
Desde lo económico esperamos
un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de última generación que le imprima
el dinamismo que requiere.
Recordemos que de la forma
como queden determinadas, entre muchos otras las áreas de interés urbano, a su
vez que la zona industrial y de macroproyectos, lo que vá de la mano con la ampliación
en la cobertura y el crecimiento de la infraestructura de servicios públicos en
manos de las Empresas Municipales determina el crecimiento y desarrollo de la ciudad.
Es claro que la nueva estratificaron
determinaría nuevos tributos, lo que me lleva a las posiciones y por supuesto
encontradas de los que ven en una nueva actualización catastral, una forma de
mejorar los ingresos; además por aquello que la ley plantea que se deba hacer
cada 5 años, frente a los que sugieren una especie de amnistía tributaria,
donde se bajaría el avaluó fiscal de los predios urbanos y rurales.
Siendo este un modelo
tributario aplicado en el municipio de Dosquebradas cuya característica principal
y que nos diferencia a nosotros es la vocación industrial del citado municipio risaraldense,
aprobado con la intención de mejorar el recaudo, donde se esperaba que los propietarios
de los predios se pusieran al día con el pago de sus deudas para con el fisco.
Propuesta local en manos de un grupo
de ciudadanos interesados y con claras intenciones políticas; en darle salida a
la compleja situación financiera que enfrenta el municipio durante los últimos años
y de lo que ya tanto se ha analizado. Amnistías tributarias que deben ser muy
bien medidas porque el remedio puede resultar más caro que la misma enfermedad.
Revisando de manera muy
superficial la realidad comercial del municipio de Cartago en el Norte del Valle
y sin contar con datos estadísticos refrendados por las autoridades en esa
materia como los son Cámara de Comercio y Fenalco, es claro que varios
establecimientos comerciales que durante muchos años hicieron presencia en la ciudad
han cerrado sus puertas, almacenes de calzado, marroquinería, vestuarios, de
alimentos, grandes superficies, de fotografía, entre otros.
Proliferan eso sí almacenes
donde todo se vende a $3.000.oo, $5.000.oo y $10.000.oo pesos; y restaurantes
con almuerzos a $2.500.oo pesos; para mencionar solo un par de casos.
En general vemos jóvenes,
adultos y adultos mayores a través de la economía informal volcados a la calle
buscando el sustento diario para sus familias.
Se hace entonces urgente que
los gremios, los empresarios, los industriales, el comercio, la sociedad civil,
la iglesia, la academia, la banca, entre otros conformen una gran mesa de
trabajo con el municipio en cabeza del Alcalde el abogado Álvaro Carrillo y
nuevamente construyan la visión de Cartago 2030 o 2040, porque está en juego el
futuro de nuestros hijos y nietos.
Ya que “El que no sabe para
donde va… cualquier camino lo conduce a ninguna parte”. Amanecerá y veremos.
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