Eso está por verse; para la segunda
acepción el Jefe de Estado el economista Juan Manuel Santos Calderón sentó bases para hacer competitiva la infraestructura productiva de la nación; recordemos,
entre otras, las cuatro locomotoras y la Alianza del Pacifico, además la búsqueda de nuevos Tratados de Libre Comercio
(TLC); aunado lo que se acuerde en la mesa de negociación, en la Habana, en
especial en el tema agrario y social.
Igual, y ya concentrado en
lo que debe de hacer, Santos tendrá
cuatro años más para demostrar su condición de Estadista; y de paso romper el
paradigma, que los segundos gobiernos, de los buenos presidentes, siempre
terminan siendo los peores para el bienestar institucional y en general de la nación.
No olvidemos la frase, del
historiador Lord Acton, que traducida expresa: “El poder corrompe y el poder
absoluto corrompe absolutamente”.
Concentrándonos en la estrategia,
y para este caso es útil e imparcial colocar mano a mano los dos principales jugadores,
en el lucha por el poder.
Armando el mazo y repartiendo
cartas; el principal adversario, el ex presidente Álvaro Uribe Vélez afanosamente
intenta darle representatividad, en las próximas elecciones, a su nuevo partido
el Centro Democrático; de hecho no hay consenso sobre la intención de su rol como
caudillo, única estrategia que le daría fuerza al Uribismo en el Congreso;
según opinión de sus seguidores, estos, alcanzarían por lo menos 25 curules en
el senado.
De decidirse, por esa curul,
es probable que sea uno de los senadores más votados y seguramente se convertiría
en el palo en la rueda del próximo gobierno; intentando convertirse en coadministrador
desde la oposición; y en el otro extremo, lo menos probable, como asesor
presidencial o embajador de altísimo nivel, y porqué no, salvo evite pensarse
en sus logros al también ex presidente Cesar Gaviria, aspire como Secretario General
de la OEA (Organización de Estados Americanos).
De hecho ya son cinco los
dirigentes que intentan, a través de la consulta popular el próximo 9 de marzo
de 2014, hacerse contar para, al final, solo uno salir elegido como candidato
presidencial, y enfrentar a Santos – en el caso que éste último busque la reelección
- donde, y a través de esa fórmula, aparentemente se busca mostrar unidad de criterios
al interior del movimiento; en el que aparentemente los “perdedores” apoyarían, así
sea con los votos de su familia, al elegido.
Y en lo que algunos analistas
políticos afirman; que la próxima contienda presidencial seria Santos versus Santos.
Continuando con el asunto
que nos ocupa hoy, las últimas encuestas indican, que en promedio el 68% de los
colombianos considera que la negociación y los diálogos en la Habana son la mejor
salida para encontrar la Paz; igual se cuenta una opinión favorable del 62%
para Uribe Vélez.
En el primer caso significa
que el país urbano está entendiendo que el discurso guerrerista es solo una
estrategia política para nuevamente llegar al poder; guerra que nos
alejaría del crecimiento y desarrollo sostenible con responsabilidad social y
medioambiental y en el segundo caso no significa que todos vayan a votar por la
opinión del ex presidente; de hecho, empezando porque no hay consenso
al interior de Centro Democrático; además se espera un pronunciamiento a la invitación
que éste le hizo al Partido Conservador que, al igual, espera llevar su propio
candidato a la presidencia.
Otra variable a tener en la
cuenta, por aquello de los intereses geoestratégicos y políticos, es la posición
del eterno aliando de Colombia, en la lucha contra el terrorismo; todo depende
si USA quiere, y puede, seguir apoyando con recursos financieros y tecnológicos
una guerra en la que ya llevan comprometidos por más de 40 años.
De hecho la visita del ex
presidente Jimmy Carter apoyando los diálogos de paz envía un mensaje claro al
respecto y despeja algunas dudas. Una buena carta le llegó a la mano del
economista.
También es favorable para Santos
Calderón; sobre todo, el manejo de los acontecimientos durante los dos últimos
meses: Primero en el frente Internacional
al no dejarse distraer por las intenciones, calculadas, de Ortega y
Maduro; cerrando hace poco con la visita de Cristina Fernández.
Sin intentar imaginar, este
escribano, que mensaje le haya traído, la enérgica gobernante al Presidente; demostrando éste, que es un aventajado
estratega, siempre estudiando que movimiento debe dar, dependiendo del tipo de
cartas que tenga, demostrando así: Paciencia, prudencia, discreción y audacia
para colocar y retirar, según sea el caso, las cartas sobre la mesa.
Un caso para resaltar; ya
acostumbrado el Presidente Santos a lidiar con los verdaderos intereses de los países
vecinos, que habían demostrado ser archí enemigos de su principal adversario; con
sus exigencias y más para distraerlo o pescando en rio revuelto o como consecuencia
de un elaborado acoso internacional de la izquierda apoyando a sus pares de la Habana,
terminaron haciéndole el juego a su principal rival. O ¿será que tienen claro,
en que consiste, el negocio de la guerra?
En lo nacional; el Presidente
no perdió tiempo y concentración, de hecho fue también una prueba de fuego, con las escaramuzas, entre otras, de los
cafeteros, camioneros, la crisis del social del catatumbo, el problema de la
salud, los que enfrento siguiendo el ritmo que impusieron los querellantes y apretando
cuando fue oportuno; atendiendo calculadamente el presupuesto necesario.
Igual opinando sobre lo
urgente e importante, en especial sobre algunas de las exigencias, por parte de los negociadoes de la guerrilla que intentaban
actuar sobre normal funcionamiento del Estado, posiciones fuera de contexto y de la sana lógica en este tipo de discusiones.
Posición que aparte de
parecer improvisada; evoca el romántico discurso de su líder ideológico y
fundador de esa guerrilla y luego de la Unión Patriótica en 1985, Jacobo Arenas
fallecido, de manera natural, hace ya 23
años.
De otro lado, pero apuntando
al mismo tema, recientemente sale a la luz pública el crudo informe del Centro Nacional
de Memoria Histórica de Colombia que descarnadamente muestra parte del horror
de una guerra por más 50 años; con una cifra escalofriante de 220.000 victimas que
cuantifica la pesadilla de la poblacion civil en especial la rural; algunos se atreven afirmar que la cifra es
mucho mayor; y tal ves más de 5 millones de desplazados.
Finalmente la experiencia
del foro, de la “revista semana” sobre la paz, cita que arroja un balance
favorable en la intención por la paz negociada, donde quedó explicito que ese
tipo de escenarios no son para hablarle a la sociedad civil, sino a la mesa de negociaciones.
También quedó claro que, es
la voluntad política de todas las partes, la que garantiza la firma del acuerdo
por la paz en Colombia.
Es concluyente que desde hace
más de 40 años no se ha estado tan cerca de un acuerdo; oportunidad, que nuevamente,
no pueden perder especialmente las guerrillas y el gobierno.
Para terminar, el juego está
abierto y es probable que en la siguiente mano de cinco cartas, el Presidente,
tenga un as, con posibilidad de escalera flor; y como buen jugador, no mostrará
todas las cartas; solo tiene una sobre la mesa para destapar, la reelección.
Amanecerá y veremos.
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