sábado, 10 de agosto de 2013

CÁTEDRA PARA LAS ADICCIONES


Hace ya un tiempo una de sus primeras voces fue la del militar y diplomático Julio Londoño Paredes, especialista en negociación de conflictos; hoy día, con el furor del tema sobre la mesa, se continúa divulgando la necesidad de una  “Cátedra por la Paz”. Siempre ha sido una excelente propuesta.

Con la iniciativa, en esta oportunidad, de la Confederación Nacional de Consumidores - léase boletín del consumidor - dicho ente de regulación, debería tener oficinas en todos los 1.123 municipios del país, por aquello del permanente abuso en el precio de algunos bienes y servicios. Tema para ser abordado en otra  oportunidad.

Iniciando con el tema que nos ocupa hoy, que se convirtió no en la excepción, sino en la cotidianidad; hoy advertimos la urgente necesidad, que el Gobierno central, a través del Ministerio de Educación Nacional trace el modelo para crear una “cátedra para la prevención y tratamiento de las adicciones”; materia para ser dictada a partir del primer año de escolaridad y en las universidades, en área de pregrado.

Las razones saltan a la vista, no pasa un día sin que los noticieros registren cientos de tragedias originadas por el abuso en el consumo de alcohol y/o sustancias psicoactivas; algunos no duermen esperando captar imágenes de lo sucedido.

Se empeora lo anterior, por la negligencia de las autoridades en la falta de prevención y control, ya que hace más de 30 años la Organización Mundial de la Salud - OMS – consideró el Alcoholismo como un grave problema de Salud Pública.

Aparte del enorme costo financiero de atenderlo, observen las estadísticas del régimen subsidiado y contributivo en salud y/o lo facturado a través de las aseguradoras por enfermedad, incapacidad temporal, invalidez y muerte, cifras que se miden en billones, recursos que se podrían invertir en educación, como se señaló anteriormente.

Un solo informe, estudios indican que de cada 100 encuestados entre 19 y 28 años, 73 se consideran bebedores de cada fin de semana, considerándose este dato en expansión. Fuente OMS para el 2011.

En este orden de ideas, y existiendo una estrecha correlación, con el uso de sustancias psicoactivas, éstas deberían ser tratadas de la misma manera… ¿Impuesto al consumo?.. Lo que nos llevaría al debate de su legalización. De igual manera es tema para tratar en otra oportunidad.

Confirmando lo anterior, no olvidemos que hace poco la Organización de Estados Americanos  - OEA - reconoció que el consumo de drogas, era por igual, un delicado problema de Salud Pública.

Para asimilar dichas realidades, es necesario despojarnos de la aparente mojigatería, puritanismo y doble moral y enfrentar la socialización de la problemática; antes que, se insinué, pase a discusión por parte de “los padres de la patria”.

Las estadísticas también señalan que la principal amenaza de muerte a nivel global no son las pandemias VIH-SIDA y las epidemias como la malaria o las hambrunas de África, entre otros.

En el siglo XXI lo son, en crecimiento geométrico, el consumo de licor aunado con otros narcóticos, y no solo con desenlaces fatales inmediatos como riñas, violencia intrafamiliar, accidentes automovilísticos, con un común denominador, las victimas.

También hay que incluir, los efectos colaterales, como las enfermedades catastróficas: cardiovasculares, diabetes, cirrosis, digestivas, hepatitis, pancreatitis, obesidad, impotencia sexual, ceguera, pérdida de la memoria entre muchas otras.

Para nadie es un secreto que en algunas reuniones sociales, se acompaña el consumo de licor - y  sustituyendo el tipo de droga cuando se avanza en el estrato social - con marihuana, bazuco, cocaína u otras drogas sintéticas; intentando, el adicto, potenciar o amortiguar el efecto del alcohol - según la intención - para permanecer, aparentemente, agresivos o alertas y sobrios.

Ocurriendo en algunos casos, por su alto grado de pureza - el consumo normal, de cocaína, es de baja calidad por la basura: tiza, analgésicos, talco, estuco entre otros… que utilizan como mezcla para hacerla rendir al menudeo - fatalmente desencadena efectos sicológicos inmediatos e impredecibles en el consumidor.

Salvo se haya vivido esa experiencia; la mayoría – en especial los que administran la justicia y les compete lidiar con hechos extremos y trágicos - no se imaginan lo que puede ocurrir en el cerebro del consumidor por causa de esa combinación algunas veces letal.

Los testimonios indican que literalmente la mente se desprende del cuerpo; el ego atropella al súper-ego y el consumidor observa – como en un viaje astral - el mundo, a sus pies, y del tamaño de una pelota de futbol, para darle patadas.

En esas condiciones y dependiendo de la naturaleza sicológica del borrachín, no hay aprecio por los demás seres humanos, por las reglas de transito, no hay nada que al intoxicado lo detenga como deidad; por aquello de la omnipotencia, que por momentos crean esas dos drogas mezcladas.

Sobre estos casos, nuevamente los estudios han demostrado que después del episodio; el victimario, con dolo o culpa, al igual que las familias de las victimas, nunca volverán a ser los mismos. Quedando siempre el beneficio de la duda… si volverán, los primeros a ser ángeles o demonios.

Hoy nuevamente llamaré la atención sobre esta grave enfermedad – el Alcoholismo - que no distingue edad, raza, sexo, nivel educativo, estado civil, condición socioeconómica, que con la modernidad se ha convertido en la compuerta, ya abierta, que da paso a las demás adicciones.

Finalmente a usted atento y respetado lector, aclarando que el test completo consta de doce (12), por espacio le solicito lea cuidadosamente y conteste, sin temor, éstas seis (6) preguntas:

1.     ¿Le molestan los consejos de otras personas que han tratado de convencerle que deje de beber?

2.     ¿Ha bebido alguna vez por la mañana durante el último año?

3.     ¿Ha ocasionado su modalidad de beber, problemas en su hogar?

4.     ¿En reuniones sociales donde la bebida es controlada, trata usted de conseguir tragos extras? O llevar su dosis.

5.     ¿Ha faltado al trabajo o estudio el último año a causa de la bebida?

6.     ¿Ha tenido alguna vez “lagunas mentales” a causa de la bebida?

Si al final dió respuesta, sin engañarse, positiva a dos (2) o más preguntas. La probabilidad de tener un serio problema alcohólico es muy alta y deberá, por su bien, autoevaluarse y pedir ayuda. Caso contrario si ya no se estima, hágalo por su familia. Amanecerá y veremos.

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