“Buscamos
a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con
Dios, como nosotros lo concebimos pidiéndole solamente que nos dejase conocer
su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla”
Hace un poco más de dos años
adquirí el compromiso de llevar el mensaje mensual de Alcohólicos Anónimos
(A.A), aclarando que no soy un experto en el tema y reconociendo, una vez más,
que causé mucho daño a seres que amaba, a cientos de personas que aún sufren (muchas
veces sin entender el porqué de ese sufrimiento); entonces ésta es una cita personal
con usted, que no se puede aplazar.
Las razones para hacerlo son
muchas, pero la más importante es conservar la esperanza que al menos una (1)
sola persona entienda y acepte el mensaje y tome la mejor decisión de su vida;
abandonar el alcohol y empezar a recorrer el camino que lo llevará a sanarse
mental, física y espiritualmente.
En mi peregrinar por la
vida, fui bendecido con una pequeña pero hermosa familia; igual la experiencia
de grupo me ha mostrado como grandes familias se han derrumbado, y sin
entenderlo alrededor de dicha enfermedad (El alcoholismo).
Otras si bien es cierto
permanecen, gracias a Dios, unidas pero amenazadas por conflictos derivados de
desconfianzas, mentiras, celos, odios, rencores, envidias, fracasos personales
y profesionales… en fin… atribuladas por las heridas sin sanar sufridas a lo
largo de toda una existencia, lidiando con alcohólic@s.
Lamentablemente, en algunos
casos, muy tarde entender que el único legado que dejan es el mal ejemplo; con
el riesgo que alguien les suceda en el “trono” como “bebed@r social” sin
entender más tarde que temprano, que deberán enfrentar las consecuencias de una
terrible enfermedad que se cierne sobre ell@s y sobre la descendencia donde la
soledad, en medio de tanta gente, es solo la superficie del problema.
La vida está llena de
oportunidades y retos, saber enfrentarlos con una actitud mental positiva y con
serenidad es la razón de ser del enfermo alcohólico que busca recuperarse; donde
la promesa deberá ser, cambiar la forma de vida.
El mensaje de hoy se centra
en que debemos empezar, el día y todos los días, orando y dando gracias por las
bendiciones recibidas de ese Ser Superior (como cada uno de nosotros lo
conciba) que nos guía y siempre nos demuestra lo tanto que nos ama, por lo
tanto que nos perdona.
El programa nos abre la
mente y aprendemos que de los errores se obtienen grandes resultados y que una
pérdida o derrota, es seguramente el preámbulo de algo muy bueno por suceder.
Diariamente debemos luchar
por ser seres libres de ataduras, no nos
debemos dejar dominar por los celos, el miedo, la angustia, el rencor, el odio,
y demás pasiones y defectos de carácter propios del antiguo fanfarrón,
mentiroso y arrogante borrachín; igual tampoco debemos permitir que se burlen o
intenten manipularnos como seres inferiores y tal vez como resultado de alguna
venganza.
Lo anterior significa que
debemos ignorar a todas aquellas personas que desean causarnos daño, sin
olvidar que habrá fantasmas deambulando por ahí y cuando menos lo esperamos nos
acechan. ¿Cuantas veces y en medio de la madrugada nos despertamos
sobresaltados y acompañados de la ira o el miedo?
Afortunadamente ese Ser Superior
ha puesto en nuestras manos y en nuestro corazón dos escudos poderosos que constituyen
la oración y la meditación, armaduras o blindajes que nos protege de las
adversidades repentinas.
Solo aquellos que logran
tener mente abierta y fe en ese Ser Superior, han entendido la poderosa
eficacia de la oración y su efecto tranquilizador que los invita a conciliar
nuevamente el sueño y rápidamente encontrar paz, para al día siguiente iniciar
con la convicción que la tranquilidad nos acompañará en el logro de nuestras
metas.
Como la clave de este paso
se centra en la oración, la intención de hoy es sugerirte, que busques y
utilices una oración (la preferida) a manera de lectura o cántico,
independiente de tus creencias o la idea que tengas sobre ese Ser Superior.
Sin embargo, en la
literatura de A.A. sin ser una exigencia, te sugiere la siguiente oración que
hoy deseo compartir con ustedes:
“Dios, hazme un instrumento
de tu paz –que donde haya odio, siembre amor-donde haya injuria, perdón-donde
haya discordia, armonía- donde haya error, verdad-donde haya duda, fe- donde
haya desesperación, esperanza-donde haya sombras, luz- donde haya tristeza,
alegría. Dios, concédeme que busque no ser consolado sino consolar- no ser
comprendido, sino comprender- no ser amado, sino amar. Porque olvidándome de si
mismo, me encuentro; perdonando, se me perdona; muriendo en Ti, nazco a la vida
eterna. Amén”.
El mensaje que contiene el
anterior texto y para no olvidar, significa que en los momentos más críticos
por los que estemos pasando, es necesario hacer una pausa y entender que “es
mejor consolar que ser consolado, comprender que ser comprendido, amar que ser
amado” y si lo logramos significa que vamos por buen camino. Amanecerá y
veremos.
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