Si se desea medir el poder
político, diferente del poder económico; siendo parte del singular poder aquel
o aquellos que controlan ambos, basta con contar el número de candidatos que se
tenga para una determinada elección popular llámese: presidenciales (la Reforma
Constitucional del 2005 aprobó la reelección inmediata de Presidente, esto va
para el economista), legislativas (elegimos representantes al Congreso – Senado
y Cámara y Parlamento Andino); locales y regionales (Gobernadores, Diputados,
Alcaldes y Concejales).
No cabe la menor duda que el
pasado 30 de octubre de 2011; se enfrentaron dos barones electorales, el Abogado
Álvaro Uribe Vélez (con el poder adquirido luego de dos períodos
constitucionales entre el 2002 y 2010) y el político Juan Carlos Martínez
Sinisterra (con casi 17 mil candidatos a lo largo y ancho del país) para muchos,
no estaban enfrentados, solo median fuerzas como dos buenos políticos.
Luego de la importante votación
obtenida por el Partido de la U, el PIN y el partido Conservador, para nuestro
caso particular en el Valle del Cauca, las cosas quedaban bien claras. Se
fortalecía la, para ese entonces, Senadora Dilian Francisca Toro Torres, gran
amiga de Cartago y muy cercana al ex-presidente Uribe (para algunos el solo
verlo les da vértigo, calor y frio); y por supuesto “el negro” Martínez; es así
como lo describen, no delante de el, algunos supuestamente cercanos al
mencionado político.
En esta breve historia, también
hay que recordar un momento crucial en la disputa por la gobernación. Uribe
(para sorpresa de la misma senadora, la que supongo después no le hizo la
pataleta) ofreció apoyo a Ubeimar Delgado para la gobernación del Valle del
Cauca (éste sin la más mínima posibilidad de triunfar); precisamente cuando Delgado
declinaba a favor de Jorge Homero (recordemos que todo indicaba que Homero era
el próximo Gobernador y Carrillo siendo candidato y con dudas sobre si iba a
ganar “bailaba en una sola punta”) para
enfrentar a Useche; y al final ganar
Useche.
De esa astuta jugada al
final ganaron Uribe y Martínez. Después
llegaron las elecciones atípicas; para del último lugar, en un comienzo, ganar
Delgado la Gobernación(demostrando, nuevamente, ser un alumno muy aventajado en el juego del
ajedrez político en el Valle del Cauca).
No perdamos de vista que en
los principales actos protocolarios, de la gobernación, aparecen a una prudente
distancia en la mesa principal Homero y Delgado. ¿Mensajes subliminales al
electorado? Interprételo, usted atento y respetado lector.
La cosa pública iba muy bien
hasta que se emitió orden de captura a la Senadora y se le suspendió la
libertad condicional a Martínez; situación que engañosamente cambió nuevamente
el panorama político en el Valle, por cuanto los dos principales barones
electorales del Valle hoy día se encuentran desgastados económica y
políticamente, en especial la Medica Toro; ya que muchos afirman que el poder
electoral de Martínez Sinisterra aunque sigue vigente parece lentamente
desvanecerse y estaría solo concentrado en defenderse y dudando de algunos de
sus adeptos políticos; contrario a lo que dicen sus cercanos colaboradores, que
está a punto de salir.
No cabe la menor duda que si
Uribe (que vé de “reojo” la Corte Penal Internacional y la crisis de la salud
principalmente) y Martínez (preso) ganan respiración en las próximas elecciones
de marzo de 2014, se enfrentarán a la reelección del Economista Juan Manuel
Santos Calderón (Con PIPE - Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo - a
bordo) para tal vez regresar el abogado Uribe Vélez como Senador en el 2014 y nuevamente
aspirando a la Presidencia en el 2018. “Blanco es, Gallina lo pone”.
Con el triunfo de los
ungidos en el Valle del Cauca, Gobernación y Alcaldía, se esperan importantes
alianzas para enfrentar las próximas elecciones, especulemos sobre ellas, teniendo
muy presente que se está presentando un reacomodo en las principales figuras
políticas del Departamento, por aquello que “La política es muy dinámica”.
Queda entonces claro que
independiente de si es “representativo o no” desde lo democrático, el Partido
Conservador tiene la Gobernación y en teoría conservan el “satén por el mango”
y pueden sacar el mayor provecho, ojo con eso.
Ante la posibilidad de
seguir haciendo política en cuerpo ajeno – por ahora; por el Partido de la U, y a pesar de la
renuncia a la curul por parte de la senadora Toro Torres, presenta dos
candidatos. Roosevelt Rodríguez (Senado) y Rafael Palau (cámara).
Para satisfacción de muchos,
desde el año pasado el Senador Roy Barreras ha manifestado (reservándonos el
derecho a la duda por su bipolaridad política y enorme ego) no volver al
Congreso y en su lugar avalar a su esposa Gloria Elena Arizabaleta (para que lo
reemplace en el Senado) y al ex diputado Emilio Merino González (Cámara), dato este
último sin confirmar a la fecha.
Por el Partido Conservador
aspirarían Germán Villegas (Senado) y Milton Castillón (cámara); además de
Mauricio Delgado (Senado) y el también ex diputado Álvaro López Gil (Cámara),
de ser cierto debe de renunciar en los próximos días a su cargo como asesor de la
Gobernación.
Por el Partido Liberal irían,
tal vez pagándole compromisos incumplidos, Jorge Homero Giraldo (Senado) y Edison Delgado
(Cámara); al igual que el actual representante a la cámara Roberto Ortiz (Senado) y Nancy Dennis
Castillo (repetiría en Cámara) recordemos que ésta Congresista le dio el aval,
por ese partido, al actual Alcalde de los Cartagüeños.
Por Cambio Radical (en
cabeza de Germán Vargas Lleras – Presidenciable) irían José Luis Pérez y Carlos Fernando Motoa; por el PIN son candidatos Heriberto Escobar
(Senado) y Álvaro Monedero (Cámara) igual aspirarían los incondicionales de
Martínez: Hemel Hurtado, Carlos Arturo Quintero y Edison Broscar.
Lo que la historia reciente
nos ha enseñado es que al momento de votar, muchos lo hacen movidos por
diferentes tipos de miedos, esperanzas y necesidades: El funcionario
público por el miedo a perder su puesto,
el Concejal por miedo a perder su cuota burocrática y/o su participación en la
torta presupuestal; el Alcalde con la esperanza de continuar cerca del poder o
“proyectarse” y el Diputado con la esperanza de ascender en el escalafón del poder
prestado por escasos 4 años.
Finalmente el ciudadano del
común, lo hace maliciosamente ingenuo, con la esperanza de conseguir empleo, de
satisfacer sus necesidades básicas hasta ahora insatisfechas o por la
oportunidad de recibir algo a cambio ya sean $5.000.oo o $50.000.oo pesos en
ese crucial día de elecciones (con el agravante que muchos se quedan solo con
la promesa).
Para finalizar la mayoría de
los analistas políticos coinciden que dependiendo de los resultados que se
den en las próximas elecciones de marzo de 2014, penderá que cambie o se
acreciente la inestabilidad política que prevalece sobre las Alcaldías y
Gobernaciones resultado del clientelismo y la corrupción derivados del
permanente acomodo y reacomodo, después del fin del Frente Nacional, de la
clase política tradicional en el Valle del Cauca.
También está muy claro que
la actual bancada Valluna en el Congreso no ha mostrado liderazgo para sacar de
la ruina al Departamento y ni mencionar lo que han hecho por el Norte del Valle;
lo que también está por comprobar es si el poder electoral se concentrará en
Buenaventura, Cali o Tulua.
Sin olvidar las siguientes sentencias
de la señora experiencia: “no necesariamente gana, el que más recurso financiero
tenga; sino el que mejor se mueva en las aguas profundas de la política”. Porque
igual “lo que la política te da, también te lo quita”.
Lo que definitivamente no
queremos, es ver campañas electorales adornadas con pintorescos equipos de
seguridad, con chalecos y jefe de escoltas en actitud desafiante en la plaza
pública; como si estuvieran, en otrora, protegiendo a un poderoso Jefe de Jefes
del narcotráfico. Amanecerá y veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario