“Estuvimos
enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos”
Empecemos por entender
compañero alcohólico qué es eso de estar “dispuestos”.
En la intención de lograrlo,
recordemos que hace unos años solo
bastaba con que se acercara el final de la jornada laboral, incluso mucho
antes, entre semana o ese esperado viernes para inconscientemente decidir
visitar al amigo tabernero en compañía del conocido (a) borrachín para degustar unos traguitos y luego de unas horas
terminar borracho tirado en algún lugar, siendo el mejor en nuestra propia
casa, estorbando y decepcionando una vez más a nuestros seres queridos; sin
recordar al otro día casi nada de lo sucedido.
Hoy andando el sexto paso, “estar
dispuestos” es sinceramente convencerse que es necesario avanzar
espiritualmente; cada día enfrentar nuestros miedos (celos), angustias (ira),
temores (rencor), vacilaciones (pereza) que intentan evitar que crezcamos como
personas en lo individual, familiar y colectivamente.
Lo anterior significa que no
basta con que llegue ese día y la obsesión por beber haya desaparecido; o superando
pruebas, como el deber de asistir a una reunión alcohólica y entender que ya no
necesitamos beber para sentirnos bien, más aún comprobar que sin beber la
pasamos mejor.
No es nada raro y sin hallar
el porque, una mañana o en medio de la madrugada despertemos con un miedo vago
a todo o a nada y es ahí cuando debemos entender que el programa de recuperación
de Alcohólicos Anónimos está funcionando.
Lo que se recomienda
inmediatamente, en esa mañana o en medio de la madrugada, es nuevamente aceptar
que la vida se había vuelto ingobernable (por el alcohol) seguidamente tener Fe en un Poder Superior al cual
denominamos Dios; y en el que muchos de nosotros encontramos nuestro eje de
fortaleza y Fe en una oración, pudiendo ser la lectura de un libro sagrado o contemplar
una imagen… para rápidamente sentir que la tranquilidad vuelve a alcanzarse y
comenzar con gozo un nuevo día.
Cuando repetidamente nos
fallo la fuerza de voluntad para dejar de beber; ahora nos acompaña la buena
voluntad de ser cada día mejores seres humanos, lo que se logra enfrentando diariamente
nuestros defectos de carácter.
Recuerde ahora mismo, usted
amigo borrachín alguna experiencia a través de su carrera alcohólica, días en
los cuales consumía alimentos no para recuperar energías, sino por glotonería,
para terminar arruinando su salud (nauseas, vómito y diarrea).
Cuando creía que la lujuria era
haber alcanzado el sueño romántico de amar y ser amado, para finalmente
entender que solo usted se había ilusionado.
Queda claro que el alcohol destruye
la salud (recordemos las principales enfermedades derivadas del vicio:
diabetes, hipertensión, ceguera, disfunciones sexuales, cáncer de páncreas, hígado,
vías digestivas y de transmisión sexual entre otras).
Pero en especial recuerde
como le afecta su personalidad, cuantos sufrimientos y perdida de oportunidades
le han causado sus celos, arrogancia, orgullo, vanagloria y envidia que lo hacen erróneamente
sentirse un ser superior a los demás, para después entender que solo es un borrego
más.
El sexto paso, nos ayuda a
volver a construir y recuperar ese amor propio puro y simple perdido hace muchos
años por andar corriendo detrás de una botella, convirtiéndonos en idiotas útiles
donde todos los caminos que emprendíamos nos llevaban a ninguna parte, solo al
fracaso.
Recuperar el amor propio en
entender que valemos como personas, que podemos reinventarnos, que no todo está
perdido: que no nos debemos de dejar de paralizar por la pereza y el desanimo,
que si perdimos el empleo hay que buscar otro, que si perdimos la salud, hay
que recuperarla, que si acabamos con el hogar, como mínimo no podemos alejarnos de los hijos
y es preciso intentar recuperarlos.
Cuando diariamente
realizamos el sexto paso estamos convencidos y dispuestos a eliminar todos
nuestros defectos de carácter y encontrar en la humildad el más grande de los resguardos.
Es comprender y perdonar a
todos los que cotidianamente nos intentan hacer daño a través de la calumnia, burla, crítica, agresión
o la hipócrita adulación.
Para finalizar transcribiré apartes
de las promesas de A.A:
“Si nos esmeramos en esta
fase de nuestro desarrollo, nos sorprenderemos de los resultados antes de
llegar a la mitad del camino. Vamos a conocer una libertad y una felicidad
nuevas. No nos lamentaremos por el pasado ni desearemos cerrar la puerta que
nos lleva a él. Comprenderemos el significado de la palabra serenidad y
conoceremos la paz….Percibiremos como nuestra experiencia puede beneficiar a
otros. Desaparecerá ese sentimiento de inutilidad y lastima de nosotros mismos.
Perderemos el interés por cosas egoístas y nos interesaremos en nuestros compañeros….Intuitivamente
sabremos manejar situaciones que antes nos desesperaban. De pronto comprenderemos
que Dios esta haciendo por nosotros lo que por nosotros mismos no podíamos hacer.”
Libro básico, Pg. 78
No olvidemos que todo se
resume en mantener abierta nuestra mente a la gracia de Dios (Como cada uno de
nosotros lo conciba). Amanecerá y veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario