domingo, 4 de diciembre de 2011

¿PARA QUE SIRVE EL PROCESO DE EMPALME?

Como todo proceso, el empalme es un conjunto de acciones (siempre se espera, partiendo del deber ser, que no haya omisiones), actos, trámites e informes fidedignos elaborados de buena fe, por los responsables actuales Alcalde, Secretarios de Despacho, Jefes de Sección, Coordinadores y en general todos aquellos funcionarios que tengan responsabilidad material y jurídica sobre los bienes materiales e intelectuales del municipio y que respondan directa o indirectamente por la gestión territorial, financiera, administrativa y jurídica de la presente administración municipal.

La finalidad del mismo, es entregar una completa información que refleje la situación real en que se encuentran los anteriores 4 ejes estratégicos y que le permitirá a la administración entrante basados en el análisis de la información recibida, realizar un diagnostico real al cierre fiscal del 31 de diciembre del 2011 sobre la situación en se recibe el Municipio de Cartago en el Norte del Valle.

La metodología es sencilla, la cual se resume en una serie de informes concertados y periódicos entre las partes (los que entregan y los que reciben) que llevarán a uno final (dentro de los 15 días hábiles de la próxima vigencia fiscal) documento que deberá ser firmado por los diferentes gestores; así como el informe consolidado que llevará la firma del Alcalde saliente, el entrante, el jefe de control interno, y dos testigos.

Se espera que dicha gestión administrativa haya garantizado el fortalecimiento del ente territorial, que permita a la nueva administración el adecuado inicio de un buen gobierno.

Lo anterior significa que la información suministrada, permitirá determinar las metas que se lograron a través de los diferentes indicadores del Plan de Desarrollo; igualmente conocer en que porcentaje avanzó el Plan de Ordenamiento Territorial (crecimiento y desarrollo del municipio en la parte urbana y rural), además de información que demuestre los porcentajes de ejecución y metas alcanzadas en sectores como : educación, salud, agua potable, medio ambiente, promoción del desarrollo, equipamento municipal, prevención, gestión y sostenibilidad financiera y atención de desastres entre otros, y lo más importante que los recursos hayan sido destinados a los fines previstos.

Estado de las finanzas publicas, que permita apreciar si el municipio enfrenta un superávit o déficit en sus finanzas, si ha habido aplazamientos, cesación parcial o total de pagos de funcionamiento o inversión; si fue eficiente y eficaz en la utilización de los recursos financieros obtenidas vía impuestos o mediante la utilización de créditos; y que tanto impactaron (amortización y pago de intereses) y si su ocurrencia determino y limitó la utilización en las próximas vigencias fiscales de recursos financieros propios o vía transferencias nacionales destinadas para la inversión durante de los próximos 15 o 20 años. La pregunta es ¿Se sacrificó inversión social en el corto y mediano plazo?

Desde lo administrativo es determinar tamaño de la planta de personal, si se ajusta a la realidad administrativa en su funcionalidad o por el contrario hay una nomina sobredimensionada (recordemos que este año fue un año político) que esté violando el indicador de la ley 617 de 2000; también se hace necesario determinar el estado particular y general de los recursos físicos y tecnológicos, bienes muebles e inmuebles tanto en lo urbano y como en lo rural entre otros.

Desde lo jurídico observar el tipo de contratación realizada y los procesos judiciales en desarrollo para determinar los pasivos corrientes y contingentes que enfrenta y enfrentará económicamente el municipio.

De esta manera el proceso de empalme se debe de ver (proposición normativa o el deber ser) como una oportunidad para reflexionar sobre los temas estratégicos, las iniciativas de desarrollo, los logros obtenidos (si los hubo realmente) o si solo fue un audaz manejo publicitario para desviar la atención hacia otros temas.

El proceso de empalme es finalmente un gran esfuerzo por parte de la administración entrante, ya que están obligados a visualizar los retos y las nuevas metas por alcanzar partiendo de lo que quedo pendiente, lo que no se hizo, que errores cometieron y que obstáculos tuvieron que enfrentar, balance que le permitirá a la nueva administración diseñar políticas publicas más efectivas, y la enseñanza de lo que no se debe de volver a hacer.

Aparte de lo anterior el proceso de empalme debe de reflejar la situación actual, esperando que esa realidad sea sujeta de cambio; expliquemos este punto centrándonos en lo urgente e importante, es decir la situación financiera.

Y para ello partimos de dos posibles resultados: el primero que el municipio al cierre fiscal de 2011 enfrente un superávit primario y que dicho ahorro permita privilegiar la inversión social para la vigencia fiscal 2012, en este caso ganaría la administración saliente y por supuesto el municipio.

Lo segundo, es que la valoración del cierre fiscal arroje un preocupante déficit; ello significaría traumas para la nueva administración pues tendría que enfrentar difíciles decisiones como tener que sacrificar inversión social; y lo más grave la administración saliente deberá, en ese hipotético caso, asumir sanciones disciplinarias, fiscales y hasta penales dependiendo de la gravedad de los hechos.

Ante esa insolvencia la administración entrante deberá observar la posibilidad solicitar asesoría por parte del Ministerio de Hacienda a través de la dirección de apoyo fiscal que permita salvaguardar la funcionabilidad de la institución, planes de contingencia orientados a asumir una nueva reestructuración administrativa que disminuya el tamaño de la nomina o tener que invocar un cese de pagos de funcionamiento, revisar y aplazar el desarrollo de planes, programas y proyectos de interés social… entonces ¿quien perdería?

Esperando siempre que los resultados sean favorables, el proceso de empalme será un insumo fundamental para articular el Programa de Gobierno “Cartago moderna, competitiva e incluyente” del alcalde electo Álvaro Carrillo con los lineamientos del nuevo Plan de Desarrollo 2012-2015 y que los indicadores de gestión sectorial permitirán adelantar las iniciativas y proyectos de alto impacto para apuntalar la visión y misión de la nueva administración a través de un proceso de desarrollo sostenible donde la ciudadanía será el protagonista y principal beneficiario de lo que está por llegar. Amanecerá y veremos.

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