domingo, 18 de diciembre de 2011

¿HACINAMIENTO O REESTUCTURACIÓN ADMINISTRATIVA?

Aparte que el abogado Álvaro Carrillo, lo haya consignado en su Programa de Gobierno “Cartago Moderna, Competitiva e Incluyente” donde dejó claro que el primer Pilar del Desarrollo Sostenible sería la “modernización institucional”; en la actualidad el ciudadano informado, tiene claro que es necesario hacerlo.

Hoy, El Alcalde electo, apoyado en la información que tiene disponible (por aquello de los avances del proceso de empalme) puede tomar decisiones, y debe de solicitar una revisión de la planta global actual de los servidores públicos del municipio.

Es probable que de acuerdo a la información suministrada de esa larga lista, muchos sean de carrera, otro tanto sean de libre nombramiento y remoción o estén en provisionalidad y algunos tengan contratos a través de cooperativas de trabajo asociado.

Lo menciono porque se puede dar la posibilidad, que los que ostentan el cargo de libre nombramiento y remoción o en provisionalidad pretendan, por favores políticos de ultima hora, a algunos hacerlos aparecer como si estuvieran en carrera administrativa. Ojo con eso señor Alcalde, hay que mirar bien en que fecha se elaboraron las resoluciones y su motivación jurídica.

No olvidemos que la última reestructuración de fondo se realizó por allá en el 2001, y muy pocos fueron los servidores públicos quedaron en carrera, con el apoyo de la Dirección de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda y Crédito Público.

Situación que se presentó cuando el municipio debió invocar la ley 550 de 1999, o Acuerdo de Reestructuración de Pasivos, firmado el 10 de agosto del 2001; eso hace ya un poco más de 10 años; pero las circunstancias actuales nos obligan a recordar esos hechos.

Para esa época el municipio tenia una deuda cercana a los $13.400 millones; hace poco, en el 2010 el municipio firmó un empréstito por $31.000 millones (desembolsados en su totalidad) cifra que no incluye los intereses de financiación hasta el año 2023 y tal parece que en el 2011 se han adelantado créditos de tesorería.

Antes que todo debe de quedar claro, que la sola información suministrada por la administración saliente, durante el proceso de empalme, ni los saca de apuros, ni es confiable por cuanto es parcial y sesgada ya que obedece a una estrategia de desinformación (abundante información pero desactualizada y de mala calidad); por lo tanto se carece de elementos de juicio.

A pesar que algunos funcionarios, tal vez guiados por la autosuficiencia han pretendido subestimar equivocadamente, la experiencia y el profesionalismo de los que reciben la información; ya hay una idea muy clara sobre lo que sucedió y está sucediendo.

Se estima, y no estoy hablando de cifras oficiales ya que el único autorizado es el señor Alcalde electo, que en los próximos 4 años el municipio deberá de pagar a la banca casi el 70% del valor de ese primer préstamo como abono a capital y pago de intereses por ese solo periodo.

Valor en pesos, que equivale más o menos al recaudo de los ingresos vía recurso propio (impuestos) durante una vigencia fiscal; lo que nos llevaría a pensar, a riesgo de equivocarnos, que en la próxima administración municipal poco quedó vía recurso propio para la inversión social durante ese cuatrienio; salvo que un estudio financiero estime la posibilidad de tomar medidas que no afecten el bolsillo del contribuyente.

El primer interrogante que surge es… Ese primer préstamo de $31.000 millones ¿Que cifra alcanzará al final del año 2023 cuando se pague el último peso por abono a capital más los intereses? Lo que si esta claro es que el negocio de la década lo hizo la actual administración municipal y la banca.

Igualmente el ciudadano del común espera que el informe final que se le rinda al alcalde electo, por parte de la administración saliente, resalte que tipo de inversión bruta de capital o social realizó con esos recursos frescos que ingresaron durante el 2010 y 2011 y que tal parece ya fueron ejecutados en su totalidad.

Dicho endeudamiento no indica que la situación financiera del municipio sea crítica y que debamos nuevamente pedir la intervención del Ministerio; pero tampoco excluye a la próxima administración de tener que buscar nuevos apalancamientos financieros a futuro para evitar una posible iliquidez en el corto plazo.

Lo que tampoco queda claro, y eso está por verse el próximo año, es que ese enorme endeudamiento y la utilización de esos recursos le haya significado eficiencia fiscal y administrativa para la administración saliente; o que por el contrario haya abierto un enorme hueco fiscal que afecte el crecimiento y desarrollo del municipio durante los próximos 15 años.

Lo que si es cierto es que en el periodo 2012-2015 deberá de haber un manejo muy prudente y riguroso de las finanzas públicas municipales.

Lo anterior debe de llevar a una reflexión por parte del próximo gobierno municipal, y es llamar a la austeridad en el gasto público y la mejor manera de empezar es revisando y controlando los gastos fijos, especialmente los de funcionamiento.

Por aquella época, al concejal Carrillo, y cuando aún no era oficial su candidatura ya le preocupaba el excesivo numero de funcionarios en todas las dependencias, es decir sobraba gente.

Volviendo al 2002 recordemos que durante dicha reestructuración administrativa la planta global con que funcionaba el municipio era casi la mitad de la que en la actualidad opera.

Es probable que con las nuevas políticas de estado, se necesiten más funcionarios; la pregunta es... ¿Cumplen el perfil exigido por la norma? o simplemente es una carga burocrática que no le genera un valor agregado socio-económico a la gestión del alcalde por secretaría.

Basado en estos supuestos, el hoy alcalde electo deberá darle un giro de 180 grados a la organización interna desde lo funcional y operativo a la actual Gestión Administrativa del Municipio de Cartago en el Norte del Valle.

Tal parece en su visión municipal (que no es otra cosa que su propuesta de gobierno de crear 4 nuevas secretarias) y particularmente en su intención modernizadora se quedo corto, frente a la realidad que se vive en la actual administración municipal, ya que esta claro que muchas secretarías, departamentos, Institutos y subsecretarias, no están cumpliendo la visión y misión que les compete y que no es otra cosa que generar crecimiento y desarrollo sostenible en el sector que institucionalmente tiene asignadas unas competencias (medio ambiente, vivienda, movilidad, agua potable, salud, infraestructura, entre otras).

Lo anterior significa que el próximo Alcalde en su agenda de trabajo durante su primer año de gobierno, acompañado con los asesores que tienen el conocimiento, la experiencia y por supuesto la competencia, deberá adelantar la iniciativa ante el Honorable Concejo Municipal de un proceso de reestructuración administrativa; si por razones políticas no se le autoriza tal proyecto de acuerdo, podrá con fundamentos económicos solicitar asesoría al Ministerio de Hacienda a través de la dirección de apoyo fiscal y ante una posible emergencia económica se le apoye en dicha iniciativa y se le den los elementos jurídicos para adelantarla.

Contrario a lo que muchos piensan, tal vez por desconocimiento, desinformación o falta de experiencia, crear 4 nuevas secretarias no significa aumentar la planta de personal; razonar así es ingenuo y prepotente.

Entendámoslo con un ejemplo: Convertir los institutos descentralizados (transito e Incavi) en secretarias, significaría que el área contable, financiera, jurídica y de servicios generales de esos dos entes quedaría del resorte la planta global del municipio.

Adelantar una reestructuración administrativa significa hacer más eficiente y eficaz el manejo del recurso humano, físico y tecnológico; Un ejemplo de carácter general, si en el pasado una oficina funcionaba con 5 servidores públicos. Porque hoy opera, esa misma oficina con 9 fijos, aparte de los que están rotando. Amanecerá y veremos.

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