domingo, 6 de noviembre de 2011

LA ALEGRIA DE VIVIR…DUOCÉCIMO PASO… LLEVAR EL MENSAJE

Este es un mensaje para todos aquellos desdichados que lenta y diariamente se ahogan en un mar de alcohol, tal vez para intentar ocultar sus fracasos que rápidamente los lleva nuevamente a sentirse, como antes, seres inferiores pues creen que todo lo han perdido… familia, amigos y en general todo aquello que los hacia felices y que aparentemente los acercaba a sentirse poderosos e indestructibles, guiados por el orgullo y la soberbia de sus acciones.

El antiguo borrachín, hoy miembro activo de Alcohólicos Anónimos, tiene claro que no todo está perdido, a lo mejor no pueda recuperar sus antiguos amigos, pero encontró nuevos compañeros que lo ayudaron a salir de esa nube negra alcohólica; a lo mejor no recupere parte de su familia, pero también es probable que, esa, nunca haya sido su familia, ni las anteriores que hicieron parte de esa larga historia de fracasos conyugales.

El hoy enfermo alcohólico, a pesar que sigue luchando contra sus demonios internos, empieza a sentir que es un hombre nuevo.

Esa mente abierta, ese despertar espiritual significa que ahora puede hacer, sentir y creer en aquello que antes y por sus propios medios no podía hacer, porque su auto-estima se había deteriorado y su único refugio era la botella de licor.

Hoy el panorama es diferente por que fruto de su esfuerzo personal logró demostrar que es otro hombre, que se reinventó.

También es cierto a lo mejor nunca recupere su último trabajo perdído pero también es probable que encuentre uno mejor; tal vez la cuota que deba pagar es someterse a un mayor sacrificio en lo personal y laboral, pero entiende que esa nueva oportunidad no la puede desaprovechar.

También tiene claro, que la vida sin licor, es una nueva y renovadora experiencia que adquirió cuando llegó y se quedó por siempre en el programa de A.A.

Hoy es necesario reconocer que parte del éxito en su nueva vida se lo debe a la práctica de los doce pasos de nuestro programa en A.A.

Recordémoslos brevemente para entender la secuencia lógica y que significo ese despertar espiritual:

El primer Paso… Admitimos que el alcohol gobernaba nuestras vidas; En el Segundo paso…solo un poder superior nos devolvería el sano juicio; en el Tercer paso… entregamos nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios independiente de cual fuese la idea de el; en el Cuarto Paso… sin miedo hicimos un inventario moral; en el Quinto Paso…dejamos de vivir a solas y compartimos con Dios y otro ser humano nuestras conflictos; en el Sexto Paso…empezamos a renunciar a nuestro principales defectos de carácter dejando de hacer poco a poco las cosas que más nos gustaban.

En el Séptimo Paso…pedimos humildemente a Dios nos liberase de esos defectos (orgullo, soberbia…); en el Octavo paso…Hicimos una lista de las personas a las cuales habíamos causado daño y estuvimos prestos a repararlo; en el Noveno Paso…Reparamos el daño causado, excepto cuando al hacerlo pudiéramos perjudicarlo; en el Décimo paso…Al momento de volver a cometer errores, los admitíamos y lo reparábamos inmediatamente; en el Undécimo paso entendimos que la meditación y la oración era el bálsamo para nuestros dolores del alma; y finalmente en el Duodécimo paso le demostramos al mundo que la alegría de vivir era la mejor forma de caminar y estar cerca de Dios y del resto de seres humanos.

Finalmente la esencia del duodécimo paso se resume en la siguiente palabra. “Libremente hemos recibido, libremente debemos dar”.

Llevar el mensaje es simplemente compartir nuestras historias de liberación del yugo del alcohol y con el ejemplo demostrar que sin una gota de licor nuestro mundo y el de muchos otros, será más digno y edificante.

Finalmente deseo compartir, con usted amigo enfermo alcohólico, el significado de esta sencilla oración de A.A.

“… Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, El Valor para cambiar aquellas que podemos, y la sabiduría para reconocer la diferencia…”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario