sábado, 10 de septiembre de 2011

EL MOMENTO ELECTORERO POR EL QUE ATRAVIESA LA CIUDAD

Empecemos por entender lo que define “electorero” el Diccionario Hispánico Universal, en su decimoséptima edición.1972. m. Muñidor de elecciones; y en el Diccionario Esencial de la Lengua Española, Real Academia Española, 2006; “Adj.1.Perteneciente o relativo a las intrigas o maniobras en elecciones”.

Cuando hay algo que lamentar en publico siempre acudimos a la siguiente frase: “hagamos un minuto de silencio” o mejor “hagamos una pausa en la carrera” ya que es urgente y necesario hacer una reflexión sobre el momento electorero que vive la ciudad de Cartago en el Norte del Valle.

Actos vandálicos que le dan un deshonroso sitial y nuevamente la ponen en el ojo de huracán a nivel nacional, al punto que una misión especial del Gobierno Central vigila con lupa los movimientos de cada una de las campañas políticas en la actual contienda electoral.

Para empezar, digno de reproche es el ataque indiscriminado contra vallas y en general hacia la publicidad de algunas campañas políticas, con algo en común; encabezan las encuestas de favorabilidad en la opción de elegir Alcalde municipal.

La otra realidad es que casi ninguna se salva, así sea en mínimos detalles, es un ataque indiscriminado hacia todo lo que se parezca o suene a hacer política.

Sobre este caso particular se pueden concluir varias cosas y aparentemente contradictorias entre si: una de ellas, la más probable, los autores materiales son desadaptados con problemas de adicción que buscan solo hacer daño y provenientes de ciudades vecinas.

También podrían ser retaliaciones de campañas con menor opción de ganar o todo lo contrario con la mayor probabilidad y creciendo en estructura política y en la oposición reflexiva (recordemos que hay 4 candidaturas fuertes) lamentablemente esto es lo que piensa gran parte de la opinión pública.

Pero si analizamos con cabeza fría la anterior conclusión (y con esto no pretendo entrar a defender a ninguna campaña) sin perder de vista que son 8 campañas que están en disputa y solo dos se han visto gravemente afectadas en su publicidad exterior visual, entonces las cosas no son lo que perecen.

Esta última hipótesis no parece valida a la luz de la sensatez y la prudencia, ya que de ser cierto sencillamente dicha decisión (acto sañudo) las pondrían inmediatamente al descubierto (blanco es… gallina lo pone) lo que sería absurdo e irrelevante para cualquiera de ellas, pues en lugar de ayudar políticamente, inmediatamente las perjudicaría. Acto irracional que no tiene cabida sino en mentes confusas y angustiadas frente a los posibles resultados en el día de las elecciones.

La otra conclusión es que dicha campaña de desprestigio se este fraguando desde “adentro” y que la intención es desinformar y pescar en rio revuelto ocultando intereses mezquinos heredados de las viejas mentes maquiavélicas que dirigían la guerra fría entre las otrora superpotencias por allá en la década del 60 y 70 en el siglo pasado.

Otra hipótesis apunta a que hay un plan “externo” con riesgos calculados en contra del candidato que representa la continuidad en los planes, programas y proyectos y con mayor posibilidad de llegar al primer cargo del municipio.

Este tipo de historias no es nuevo, ya hace unos meses el candidato oficial había denunciado persecución a su campaña cuando alertó del hurto en su residencia de un computador portátil; ahora y hace pocos días y en la recta final de su campaña, puso en conocimiento de las autoridades respectivas, amenazas contra su integridad personal, situación esta que debemos reprochar todos los que defendemos el derecho a la vida, honra y bienes de los ciudadanos.

Cabe anotar que igual situación aconteció hace cuatro años con el entonces candidato a la alcaldía municipal; al punto que finalizando su campaña, por allá en el 2007, en sus presentaciones públicas debió de desplazarse en carros blindados para proteger su vida, ¿Será que es el albur del que va a ser elegido Alcalde? O es el viejo truco de la auto conmiseración.

Aparte de tanta envidia que se fragua en todas partes y sobre todos los candidatos, otra podría ser la interpretación que el ciudadano del común le da a los nefastos hechos y que no debemos permitir que vuelvan a repetirse, en el sentido que podría ser que detrás de esos actos reprochables se esconde una campaña de desprestigio sobre toda la clase política local.

Lo que si es cierto es que en toda campaña política, y a eso ya nos habíamos acostumbrado, existen y existirán los “infiltrados” en las directorios políticos y en los actos públicos y privados, personajes que logran hacer parte del comité de arengas, aplausos y bienvenidas al candidato en las diferentes presentaciones ya sea haciendo visitas personalizadas o en lugares públicos.

Sean fabulas, mitos o leyendas lo que se rumora en los atrios de las iglesias, avenidas, parques, restaurantes, bares, cafeterías, o reuniones privadas, es que lo único que afecta es la dignidad y honorabilidad de los más de 132.000 habitantes (lo dice el ultimo censo) de nuestra querida ciudad.

Tal vez estemos ad portas de importantes adhesiones o alianzas estratégicas; donde la nueva estrategia, ésta si muy sana y aceptable, es intentar mostrar acciones políticas contundentes, lo que se logra convocando al rumbero voto de opinión utilizando como gancho publicitario la presentación de espectáculos artísticos de talla nacional.

La pregunta es… El potencial voto de opinión ¿va a escuchar al candidato de sus afectos o a la orquesta? o ambas cosas; aquí el candidato y su grupo asesor no deben de llamarse a engaños; una cosa son las fiestas aniversarias de Cartago y otra es la proximidad de elecciones democráticas, donde se exige el libre y espontáneo ejercicio de elegir al mejor de los candidatos basados en el Programa de Gobierno, que mejor interprete las necesidades de nuestro municipio y la mejor manera de enfrentarlas.

Con lo ocurrido el pasado viernes, es posible que antes que se termine el plazo para hacer públicamente política, se espere que algunas campañas sigan contratando orquestas para que animen las convocatorias. El interrogante es ¿tendrá esta estrategia efectos contundentes en una mayor votación? O solo servirá para mostrar montonera en la búsqueda de una posible negociación con el candidato con mayor opción de llegar y que estoy seguro no aceptará semejante cuento.

Volviendo a lo que no se debe de hacer en una sana contienda política; es la obligación por parte de la misma Institucionalidad de velar por la seguridad integral de las campañas con mayor opción de disputar la Alcaldía. Respeto señores… mucho respeto con el adversario. Amanecerá y veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario