sábado, 16 de julio de 2011

REPARAMOS DIRECTAMENTE…NOVENO PASO…LA DECISIÓN.

Imposible no atender la cita mensual para llevar el mensaje de Alcohólicos Anónimos; En el paso anterior elaboramos una lista de todas aquellas personas a las cuales les habíamos causado daño.

La intención era la sincera búsqueda de la tranquilidad espiritual personal además de la mejor manera de reconstruir relaciones rotas o deterioradas.

Pero cuando la realidad es otra (siguen los fracasos y las decepciones), tal ves por no incluir a todas las personas y si las incluimos no damos ese paso ya sea por miedo, olvido, orgullo, rencor o cualquier otra circunstancia; entonces obviamente algo deja de funcionar en nuestro interior.

Lo anterior podría llevarnos a concluir que a pesar de estar dentro del programa que busca recuperar al enfermo alcohólico, este (el programa) ha fallado porque no logra obtener su cometido. Nada más erróneo que llegar a esa conclusión.

No puede haber tiempo ni espacio para desanimarse, todo lo contrario es una prueba más que se va en la dirección correcta, solo es necesario replantear alguna estrategia y seguir adelante.

Frente a un aparente fracaso, y lo más seguro es que no lo sea; éste hay que verlo como una prueba más a la que nos somete ese Ser Superior y que no es otra cosa que reiterarnos que en algo estamos fallando.

Ya de vuelta al programa también hay que recordarle al enfermo alcohólico, antiguo borrachín, que el camino por recorrer es largo y que la recuperación es lenta pero segura en la búsqueda de esa nueva vida; pero animo amigo(a) mío, solo has perdido una batalla más no la guerra contra ese monstruo, de mil cabezas, que se denomina Alcoholismo.

Entonces es el momento de hacer una pausa y preguntarnos ¿Qué es lo que verdaderamente esta sucediendo en la mente privilegiada pero confusa del Alcohólico? ¿Por qué a pesar de tener periodos de mucha tranquilidad y sosiego… de repente estalla se confunde y confunde a los demás?

Porqué sigue pasando rápidamente de la alegría y euforia, a la tristeza o a la ira. Porque ante una amenaza siente miedo y ese miedo se convierte en odio y rencor; así hayan transcurrido días o semanas entre lo uno y lo otro.

Lo anterior significa que hay muchos detonantes sutilmente escondidos en la mente del enfermo y a los cuales esta expuesto constantemente; por ello es muy necesario que acuda constantemente a las reuniones de grupo (haciendo unidad) y continué con la lectura de los textos que poyan el programa de A.A.

El Noveno paso nos indica…”Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicada perjuicio para ellos o para nosotros”.

Antes de dar este paso, es muy importante “aclarar” lo que significa reparar, y lo haremos significando lo que no se debe de hacer.

Es común encontrar dos comportamientos opuestos cuando se trata de “reparar” que dependen de la naturaleza sicológica del victimario frente a su(s) victima(as).

La primera reacción después de agredir física y/o sicológicamente, es intentar reparar obsequiando cosas materiales como auto, viajes, joyas, etcétera; O frente al arrepentimiento, asumir una actitud excesivamente dócil al punto de humillarse ante las personas a las cuales hizo daño; pero, contrario a lo esperado, más temprano que tarde termina desplomándose su autoestima; por cuanto las “victimas” terminarán cobrándole con altos intereses todos sus excesos y arbitrariedades; esa baja autoestima o auto conmiseración lo llevará nuevamente a la bebida.

La clave es no intentar comprar respeto, cariño y mucho menos amor; pero mucho menos buscar lastima de terceras personas. Es decir como dice el popular refrán “...Ni mucho que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre”.

El programa dice textualmente que se necesita… “Buen juicio, capacidad para escoger el momento oportuno, valor y prudencia – estas son las cualidades que necesitaremos al dar el Noveno Paso”.

Es importante resaltar que primero hay que reflexionar cuidadosamente sobre cada caso, porque en la lista que hemos elaborado sobre las personas que hemos lastimado, también puede haber Alcohólicos (no declarados) con iguales o peores problemas de carácter que los nuestros. Y frente a esos casos, al dar ese paso… en lugar de resolver el problema lo que terminamos haciendo es agravarlo hasta el extremo de poder producirse una tragedia.

En todos los casos, este noble acto lo debemos de realizar cuando juzguemos estar seguros de poder mantener una sobriedad permanente, a otros podemos acudir inmediatamente y con un sincero abrazo pedir perdón y lograr la reconciliación.

En otros casos es aconsejable dejar pasar un buen tiempo (inclusive años) antes de hacer reparaciones; y en el más extremo de los asuntos habrá personas a las cuales nunca será posible ponernos en contacto directo con ellas, por el daño causado de manera irreparable.

En la mayoría de los casos y en las condiciones normales, lo más aconsejable es recomendar al enfermo alcohólico que después de una profunda reflexión y para dar ese paso, busque lugares y situaciones apropiadas como por ejemplo a la hora del almuerzo o en la cena y cuando se está en compañía de familiares o amigos, pedir la palabra y simplemente manifestar que ha reconocido que tiene problemas con el Alcohol y que para empezar a enfrentar su dificultad ha decidido ingresar a un programa de recuperación.

Tenga la plena seguridad que frente a esa valerosa decisión, encontrará diversas reacciones desde alegría, desconcierto, escepticismo y hasta la negación por parte de las personas que le rodean. Pero no se desamine ya ha dado ese primer paso.

Solo a éste paso se llega cuando estamos dispuestos a confesar lo peor de nosotros mismos, si embargo es necesario tener mucha prudencia al momento de buscar nuestra tranquilidad, para que no le vayamos a crear infiernos a las demás personas involucradas.

Tampoco podemos dejarnos asfixiar por remordimientos excesivos ante quienes hemos perjudicado, pero también debemos de entender que las enmiendas deben de ser francas y generosos, a lo mejor con una mirada sincera, un beso y un fuerte abrazo será mucho el camino recorrido en el camino de obtener el perdón.

Lo más importante es tener muy claro que la reparación se logra cuando vencemos el miedo de enfrentar a aquellas personas a las que les causamos daño, como también a aquellas que nos lo hicieron.

Finalmente el espíritu del Noveno Paso no es otra cosa que la disposición para aceptar todas las consecuencias de nuestras acciones pasadas, y al mismo tiempo asumir la responsabilidad por el bienestar de los demás. Lo único que nunca debe de olvidar es pedir perdon.

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